Lo acontecido el sábado pasado en la plaza de toros de
Córdoba es de esos eventos que sientan cátedra. Uno, que ya lleva muchos
conciertos a sus espaldas, cuando vive un acontecimiento como el que nos atañe
en estos párrafos que viene a continuación, lo único que sigue pensando, y
sintiendo, es que la música es algo realmente extraordinario. Pese al calor que
soportamos durante toda la tarde-noche, menos mal que no se levantó excesivo
polvo, la organización estuvo bastante bien. Los accesos fueron rápidos y
cómodos, las barras estaban bien situadas y te atendían con relativa facilidad,
pasó lo de siempre, que se agotaron los grifos de cerveza antes de tiempo, para
solventar esto estaban l@s birramóvil que nos salvaron en muchos momentos de la
deshidratación. Eso sí, para ser justos, cómo es posible que para tod@s l@s que
estábamos en el foso sólo hubiera cuatro servicios, increíble. Así que tocó
mear, o lo que te pillara hacer, en medio de alguno de los shows que era cuando
menos peña había haciendo cola. Entre un grupo y otro os podéis imaginar cómo
se ponía aquello. Dejando un poco a parte estos inconvenientes, que siempre son
los mismos y nunca acaban de solventar, este concierto fue de esos que van de
menos a más, de los que acaban reflejando una sonrisa en tod@s l@s presentes
una vez finalizado.
Con puntualidad, sobre las 19:45h, salieron a escena los
suecos Sabaton. Esta es la tercera vez que los veo y creo que es la que más me
han gustado, puede que las otras dos no les prestara la suficiente atención.
Después de que sonara la versión de “In The Army Now” y la introducción de su
show, empezaron a repartir cera con dos trallazos como “Ghost División” y “Far
from The Fame”. Se les vio entregados y con ganas durante todo su show, aunque
con esas indumentarias tuvieron que pasar un poco de calor, pobres norteños.
Rápidamente consiguieron meterse en el bolsillo a sus adept@s y algun@ más.
Tened en cuenta que cuando ellos estaban encima de las tablas aún quedaba mucha
peña por entrar. Tampoco es que sonaran mal, pero, visto lo que vino después,
se puede decir que fueron los que gozaron de peor calidad sonora, repito, no
sonaron mal, es una simple comparación que luego el gentío pone el grito en el
cielo con mucha celeridad. Carreras de un lado a otro del escenario, sobre todo
por parte del bajista y el cantante, y cuando nos quisimos dar cuanta ya
teníamos encima “The Lost Battalion” y “To Hell And Back”, con esta el público
flipó, yo me incluyo, fue la que más me gustó. Para el tramo final dejaron “The
Art Of War”, nunca he entendido qué puede haber de artístico en una guerra,
pero bueno, ahí queda eso, y “Primo Victoria”, con la que se despidieron. Si su
objetivo era calentar el cotarro, lo consiguieron con creces porque, después de
ellos, todo el personal lo único que queríamos era más y más música.
Cambio de batería, colocación del teclado y demás y aparecen
en el escenario los Medina Azahara. Antes de seguir quiero destacar que los
cordobeses se salieron. Se comieron a los Sabaton con patatas, guarnición y
arrebañamos el plato. Entonces por qué no están mucho más arriba de donde se
encuentran. Tod@s sabemos la respuesta, porque es una banda de aquí, y aquí
parece que nunca nos ha interesado en exceso nuestro Rock, ya se llame andaluz,
radikal vasco o el de tu prima la que vive en el barrio de San Blas. Una pena
que no apreciemos lo suficiente lo que tenemos, pero así es. Una vez dicho
esto, lo que está claro es que desde que incorporaron a sus filas esa pedazo de
base rítmica, a cargo de Juanjo Cobacho al bajo y Nacho Santiago a la batería,
la banda suena como un trueno.
Nos engañaron con el comienzo a cargo de “Necesito Respirar”
pues sólo fue un aperitivo para enganchar con “Aprendimos A Vivir”. Desde ese
mismo instante el público se volcó con ellos. Un sonido acojonante, simpatía y
profesionalidad a raudales fueron la tónica general de su recital. “No quiero
Pensar En ese Amor” y “Tierra De Libertad” dieron paso al mayor de sus
clásicos, “Paseando Por La Mezquita”. Manuel Ibáñez bajaba y subía a su
plataforma utilizando tanto ese curioso teclado móvil como el que lleva
normalmente. Presentación, con agradecimiento a tod@s sus seguidores incluido,
para “Córdoba” y, después, más tralla con otro de sus clásicos, “Velocidad”. Ahora
sí que vino el turno de tocar íntegramente “Necesito Respirar”, ni que decir
tiene que a nosotr@s ya nos tenían sin aliento. Una potente y original
presentación por parte de Manuel Martínez de los componentes del grupo, con
medley incluido de piezas clásicas del Rock, y llegamos a, cómo no, “Todo Tiene
Su Fin”. Tremendos los Medina, si con Sabaton ya nos habíamos puesto las pilas,
con ellos las cargamos más que bien para el aguijonazo que se nos venía encima.
Me encantaron, les deseo otros treinta y pico años más, el día que no estén los
echaremos mucho en falta.
Todo transcurría según el horario previsto, este decía que
los alemanes debían pisar las tablas alrededor de las 22:30h. Pues nada, y
estos tíos que no salen, y qué hora es ya, y silbidos por aquí, y las luces de
la plaza que se encienden y se apagan una y otra vez, y sí, compañer@s del Metal
todo, según siempre las conclusiones de la mayoría de la peña, yo me sumo a
ellas, se debía al partido de fútbol entre Alemania e Italia. Así que tuvimos que
esperar más de media hora. Cuando vimos que aquello llegaba a la prórroga
temblamos. Pasadas las 23:00h hicieron su aparición Klaus Meine y compañía
empezando a saco con “Going Out Of A Band”. Fue escuchar este tema y se nos
pasó el medio cabreo en segundos. No nos dieron respiro con esos dos zarpazos
que son “Make It Real”, uff, pelos como escarpias, y “The Zoo”. Los germanos
deben ser de las pocas bandas que interpretando una instrumental, “Coast To
Coast”, en directo deleiten y hagan participar al público de tal manera. Está
claro que así también dan un descansito a Meine, los años no pasan en balde y
eso que estuvo a un nivel bastante alto, bueno, toda la banda lo estuvo.
Vuelta al ruedo, nunca mejor dicho, para complacernos con ese
medley, de la época de Uli Jon Roth, compuesto por “Top Of The Bill”,
“Steamrock Fever”, “Speedy´s Coming” y “Catch Your Train”. La reacción de l@s
presentes ante este elenco de temas es siempre un poco fría, buen reflejo del
desconocimiento de esa parte de la carrera de la banda. A mí, personalmente, me
flipa dicha etapa y escuchar estos temas siempre es un buen regalo. El poco
decaimiento que produjo el popurrí antes citado se diluyó como el humo con uno
de los temas nuevos que tiene toda la pinta de llegar, si no lo es ya, a ser
imprescindible en el set del grupo, éste no es otro que “We Built This House”.
Esos coros están muy bien pensados para que el respetable disfrute, como hicimos,
en grande con esta canción. A continuación, otro tema instrumental, “Delicate
Dance”, no con igual repercusión que el anterior, que sirvió, de nuevo, para
que Klaus se tomara un descanso al que se sumó también Rudolf. Quiero aprovechar
este instante para preguntar por la identidad del guitarra que salió para
interpretar este corte. Lo vimos en Barcelona el año pasado en un rinconcito
del escenario, pero ahora tomó las tablas como un miembro más del grupo
saliendo, incluso, a la pasarela acompañando a Matthias y Pawel. Por favor, en
serio, si conocéis su identidad y su razón de estar con los alemanes me
gustaría que me lo dijeseis.
Momento álgido de la noche a cargo del segundo medley. Esta
vez fusionaron tres de sus baladas más importantes, “Always Somewhere”, joder
si es que crecimos con ésta, “Eye Of Storm”, que, poco a poco, va cogiendo
sitio, y “Send Me An Angel” que hizo saltar más de una lágrima a algún@s de l@s
del público. Luego llegaría el remate final del instante baladas con, ésta sí
que no puede faltar, “Wind Of Change”. Otras bandas aburrirían soporíferamente
con estos temas, pero Scorpions tienen que tocarlos porque tod@s los esperemos
con ansiedad.
Recogida de micros de la pasarela y se acabaron las baladitas
que ahora vuelve la caña y de qué manera. “Rock And Roll Band” fue la encargada
de devolvernos la tralla que los teutones saben dar antes de llegar a otro de
los grandes momentos de su show, “Dynamite”. Tremendo tema que dio paso a “In
The Line Of Fire” y a un solo de batería a cargo de Mikkey Dee que fue de lo
más espectacular del concierto. Me he reservado hasta ahora la intervención del
otrora batería de King Diamond y Motörhead porque fue uno de los momentos más
destacados de la noche. Qué pegada, que bestialidad, le imprime a las canciones
una sonoridad fuera de lo común, estuvo atento al público en todo momento, se
le vio alegre en todo el show y para rematar el solo sacó a escena tres
bailaoras y un bailaor flamenc@s que le
dio un punto de color y fusión muy llamativo. Personalmente siempre he estado a
favor del mestizaje de músicas y artes, pienso que es lo que hace grande a
cualquier doctrina, ahora que también cuento con las opiniones de l@s talibanes
metaler@s que dirán que vaya cagada lo del solo. Allá ell@s con su opinión, tienen
todo el derecho del mundo a tenerla, faltaría más, espero que algún día se den
cuenta de que existe más música allende del horizonte del Rock. Un fuera de
serie Mikkkey Dee, qué se quede en Scorpions el tiempo que haga falta, la banda
con él suena como nunca.
Trío de ases a cargo de “Blackout”, esta vez la guitarra de
Rudolf sólo echó humo, es que con ese calor cualquiera se pone a echar llamas,
“No One Like You”, sin duda el mejor instante del concierto, al menos para mí,
pues fue la mejor y más grata de las sorpresas, y “Big City Nights” que nunca
pueden dejar, ni deben, en el tintero. Amago y paripé de despedida, esto ya
sabemos que forma parte del show, y vuelta para marcharse definitivamente una
vez interpretadas “Still Loving You”, la más famosa de sus baladas, sin duda, y
“Rock You Like A Hurricane” que nos voló, como suele pasar, la cabeza.
Una gran noche en compañía de mi novio, de grandes y querid@s
amig@s, en fraternidad con l@s que teníamos alrededor, con l@s que compartimos
risas, comentarios y desesperación por el retraso de la salida a escena de
Scorpions, pues estos momentos, al final,
sirven más para hablar entre nosotr@s y darnos cuenta de cómo nos une el Rock.
En el plano musical, este ha sido un buen comienzo para lo que me espera este
verano en el Rockfest de Barcelona, en el Leyendas de Villena y en el Mayorga
de Plasencia. ¡Salú y mucho Rock And Roll! Ya os iré contando.
Tenía anotado ese concierto en el calendario pero al final era imposible asistir. De alguna forma, lo he vivido un poco por como lo reflejas. Espero tener la oportunidad de ver a Scorpions ya que esta vez se me escaparon. Por cierto, Sabaton no tocaron Metal Crue? Se que musicalmente no es ninguna maravilla pero es un trallazo que me encanta. Nos vemos. Cuídate.
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