lunes, 26 de abril de 2021

Texto Mandrílico Abril 2021

 

TRIKI

 

Echando la vista atrás con esa perspectiva que nos ofrece la edad, te das cuenta de lo injusta que es, a veces, la historia con ciertos personajes. No, no voy a hablar de nadie que reinó o venció masacrando a otra gente o traficó con seres humanos, animales, plantas o minerales porque a est@s ya se les dedica, y ha dedicado, miles de páginas. Quiero centrarme en Triki, el Monstruo de las Galletas, conocido en otros lugares como Lucas Comegalletas o Cookie Monster. Realmente, no sé si se trata de mi personaje favorito de Barrio Sésamo, pero doy por hecho que está en el pódium de esa preferencia. Puede que influya su pelambre azul por ser este mi color predilecto, aunque quedarse en esto sería muy superficial. Esa voz grave destinada a un vocabulario reducidamente glotón a base de: «¡Yo querer galleta!», «¡Yo comer galleta!» y «¡Aumm ñam ñiam ñiam ñiam!», sumada a su aspecto de bonachón fuertote, seguro que influye bastante en dicha elección. Lo que la mayoría de la gente no sabe, o no recuerda, es que Triki no solo comía galletas. Su voracidad abarcaba panecillos, rosquillas, todo tipo de fruta o lechuga y otros alimentos verdes, a la vez que objetos no comestibles como dispensadores de sal y pimienta, señales de tráfico, toallas, lapiceros, máquinas de escribir, teléfonos, motocicletas, camiones, cajas fuertes o coches de lujo y, de postre, siempre la instructiva letra del día. Hablábamos de Triki en el recreo, en la fila antes de entrar en clase o en los tiempos muertos de nuestros juegos callejeros. A uno le asustaba que se pudiera comer un camión de golpe porque su padre era camionero y temía que aquel monstruo lo devorara saliendo de cualquier túnel; otras ponían cara de asco solo de pensar en ensaladas y verduras; algunas reían a pierna suelta con el vaivén de sus ojos saltones mientras su enorme boca engullía la señal de prohibido que tan poco caso hacían cuando salían a montar en bici y también dabas con el típico aguafiestas que deseaba matarlo a golpes porque le parecía un ser estúpido sin sustancia alguna. Este monstruo, en general, nos animaba a hacer el tonto mientras lo imitábamos gesticulando de la manera más forzada que se pudiera a la par que emitíamos sus frases guturales en un concurso donde la garganta se resentía hasta rayar la afonía con el único premio de hacer reír lo más escandalosamente posible al público que nos rodeara en ese momento. Lucas también tenía una familia de, por supuesto, pelaje azul formada por una madre, una hermana más joven, un primo y un padre que nos alentaba a ahorrar energía y agua y a respetar el medio ambiente. Con el paso de los años, Triki quedó arrinconado en esa parte del cerebro que guarda nuestros recuerdos de la infancia hasta que un día ves en las noticias que, a él y a toda su familia, los han echado del su querido Barrio Sésamo porque inducían a la obesidad infantil. Y se te queda una cara de pánfilo suprema con los ojos hundidos en el hoyo más profundo de la tristeza y la boca tan abierta como la salida del túnel que tanto temía tu amigo de la niñez.

Pobre Lucas Triki Cookie Comegalletas Monster, qué falta nos haces ahora que otro monstruo quiere engullir nuestra Sierra de la Mosca con sus máquinas, explotaciones a cielo abierto y contaminantes de la misma agua que tu padre tanto nos animaba a ahorrar. Qué bien nos vendría que se tragara de golpe todos esos camiones, excavadoras y vehículos que pretenden destruir un ecosistema habitado por una variedad de animales y plantas de incalculable valor. Cómo nos gustaría que tu hermana pequeña arrasara con las cajas fuertes de los mandamases de esa multinacional que pretende ensuciar el aire limpio que respiramos gracias a esa montaña tan querida por los habitantes de esta ciudad. Qué satisfacción nos produciría que tu primo defendiera las huertas donde se plantan verduras y hortalizas idénticas a las que odiaban algun@s durante su niñez. Cómo precisamos la fuerza de tu madre zampándose toda esa publicidad engañosa para luego escupir pipos de verdades contrastadas, alegaciones y cientos de hojas de firmas en contra de este atroz proyecto. Queremos que el Monstruo de la Galletas y sus parientes regresen para ofrecernos un suculento postre cuya letra del día sea una ene bien grande y más mayúscula que nunca; una ene que exprese la necesaria vuelta de Triki a nuestro Barrio Sésamo particular; una ene apoyada por carteles y movilizaciones donde gritar alto y fuerte un rotundo: “No a la mina”.


martes, 6 de abril de 2021

Gol - Pedro Camello - Lola Aragón: "Viriato"

 






Hay veces que me es muy difícil afrontar ciertas críticas de los cómics y libros que leo. Lo es porque siempre me merece el mayor de los respetos la persona que dedica su tiempo a cualquier actividad que sea creativa, otra cosa es que me guste o no su creatividad. Pues bien, este “Viriato”, de Pedro Camello, Miguel Gol y Lola Aragón, se podría decir que entra dentro de ese tipo de obras. Vale, la cosa no es tan simple como la planteo; con lo cual, creo que debo explicarme mejor.




Empezaré diciendo que no os voy a hablar de ningun@ de l@s autores/a. La razón es bien sencilla, he hablado de Pedro y Gol en no sé cuántas ocasiones en este blog ya que son dos autores a los que aprecio, tanto a nivel personal como artístico. Así que, si queréis saber un poco más de ellos, solo tenéis que buscar otras entradas en este humilde blog y, seguro, que os empapáis bien de su biografía y logros, que son muchos, por cierto. En cuanto a Lola, le pido mil disculpas porque no he sido capaz de dar con nada acerca de su trabajo y demás. Lo único que sé es que esta no ha sido la primera colaboración de estos tres fenómenos. Ya lo hicieron en la serie “Cruz Negra”, recomendable 100%.




“Viriato” comienza con una introducción por parte de Pedro que resulta bastante interesante. En ella nos explica su relación con este personaje histórico y lo atraído que siempre se ha sentido hacía él desde que conociera de su existencia siendo un niño. Me ha gustado mucho la pincelada acerca de cómo han tratado un@s y otr@s a esta figura histórica llevándolo a su terreno, políticamente hablando, según los intereses de los mism@s. Ya que me he puesto a hablar del dibujante de este cómic, diré que fue todo un alivio asistir a la presentación del mismo en la última Salita del Cómic cacereña. Lo fue porque Camello explicó muchas de las razones del por qué es así esta entrega. Algo que, he de reconocer, me hizo sentirme más tranquilo al ver que coincidíamos en la mayoría de las cosas. Su trabajo como dibujante sigue siendo espectacular, indudablemente. Es más, me ha resultado hasta gracioso, en el buen sentido del término, en algunos momentos, empezando por la portada y esos cuernos al aire de uno de los que saludan a Viriato en plan público de concierto de Rock. La distribución de las viñetas, la expresividad que siempre les pone a los personajes, unos espacios espectaculares que se engrandecen cuando une los distintos pasajes a las inclemencias meteorológicas de esta o aquella índole, todo elevado al cubo con el color de Lola. Nada que objetar en ese sentido, al revés, un trabajo excelente.





En lo que concierne al guion, no me cabe la menor duda de que, tanto Pedro como Gol, se han empapado hasta la médula de todo lo referente a esta celebridad hispana. Como casi tod@s, yo sabía bien poco acerca de la misma y, os aseguro, que me he sentido muy atraído por conocer más desde que este cómic cayó en mis manos. Quizá es aquí donde quiero llegar cuando digo lo que digo en el primer párrafo de este artículo. Conociendo como conozco la obra de estos dos autores, me resulta muy pobre o escueto, o cómo queráis llamarlo, lo que nos narran sobre Viriato. Este es otro de los puntos que comentamos en la Salita del Cómic. En esta colección de la Editorial Cascaborra, las cosas y sucesos, en conjunto, las biografías de los personajes a tratar, y lo digo porque ya tengo varios ejemplares de dicha colección, van como una bala. A veces, tan deprisa que no te da tiempo a digerir bien los saltos que se suceden en las páginas. Entiendo que la política de la Editorial es así, como lo es en cuanto al tipo de dibujo que ya nos habló Pedro en el encuentro cacereño, pero a mí siempre me queda una sensación agridulce con cada número de esta “Historia De España En Viñetas”. El formato es el que es y punto, supongo que eso es lo que hay que asumir, pero, repito, estoy seguro que, si por estos autores fuera, la cosa mejoraría muchísimo más.




A modo de epílogo, nos encontramos con ese pedazo de artículo aclaratorio de Gabriel A. Ferrá, licenciado en Historia por la UEX. Cuando acabé de leerlo me dio la sensación de que eso era lo que realmente querían plasmar Gol, Camello y Aragón en su obra, pero, volviendo a lo de antes, la Editorial pone sus reglas y si te interesa bien y si no… ya sabes. Sea como fuere, siempre es una alegría leer algo de estos autores/a. Tener algo nuevo suyo se está convirtiendo en algo atrayente e inesperado y eso siempre es mucho más que bueno. Estoy seguro de que, si os interesa Viriato, este cómic, con sus luces y sombras, os va a gustar; de eso estoy seguro.