sábado, 28 de septiembre de 2013

Texto Mandrílico De Septiembre








Texto presentado en el III encuentro De Escritores Por Cidudad Juárez celebrado en Cáceres.



OPCIONES

Encendido. “Iniciando Windows”. Medio minuto. “Iniciando”. Un minuto. Salvapantallas con chica morena. Archivos apareciendo en pantalla. Abriendo Google. Bandeja entrada Hotmail. Siete mensajes. Uno de ellos sin abrir desde hace cuatro días. Asunto: “Algo Nuevo Que Contarte”. Enviado por: Manuela Gómez de la Torre. Nueva ventana: Web diario “Juárez Noticias”.

Carolina vuelve una y otra vez a  la bandeja de entrada de su correo. Pasa a la otra ventana y lee una noticia del diario. No se entera de nada, vuelve a la ventana del correo. Lee otra noticia. Vuelve a la ventana. Cada una de estas últimas mañanas hace un esfuerzo terrible para no abrir el correo de Manuela. No puede cometer de nuevo los errores que las llevaron a vivir el infierno del último año. Lee otra noticia, los recuerdos ocupan todos sus sentidos. El sonido de la cafetera la devuelve al mundo real. Taza rápida del líquido negro con sacarina y zumbando para la oficina.

Una hora, otra más, pasa la mañana. Almuerzo, vuelta a la contabilidad. Dos horas y salida. Vuelta al apartamento cargada de cansancio y dudas. Encendido. “Iniciando Windows”. Medio minuto. “Iniciando”. Un minuto. Salvapantallas con chica morena. Archivos apareciendo en pantalla. Abriendo Google. Bandeja entrada Hotmail. Nueve mensajes. Uno de ellos sin abrir desde hace cuatro noches. Asunto: “Algo Nuevo Que Contarte”. Enviado por: Manuela Gómez de la Torre. Nueva ventana: Web diario “Juárez Noticias”.

Portada con el asesinato de dos mujeres en la jornada de anteayer. Abrir noticia. “Dos trabajadoras de la empresa textil “Hilos Franceses” han sido halladas sin vida en un tramo del recorrido que une en centro de la ciudad con Colonia Sin Fin. Ambas fueron brutalmente golpeadas hasta la muerte. Aún no se ha confirmado si hubo agresión sexual pero, debido al estado de los cuerpos, resulta casi imposible llevar a cabo dicha investigación. Los forenses hablan de dos cuerpos femeninos con edades comprendidas entre veinticinco y treinta años.”

A Carolina le estalla el corazón en el pecho. Sus pulmones están a punto de reventarle las costillas. Bandeja de entrada Hotmail. Asunto: “Algo Nuevo Que Contarte”. Enviado por: Manuela Gómez de la Torre. Abrir mensaje: “Hola mi apreciada y amada Carolina. Supongo que después de lo ocurrido durante los últimos tres meses de nuestra relación no querrás saber nada de mí. Seré breve. Te mando este correo para contarte que por fin encontré trabajo. Sé que te molestaba excesivamente que mi miedo a lo que ocurría con muchas mujeres en las calles de nuestra linda ciudad me paralizara de tal forma que me costara salir de casa sola. Esa, entre otras muchas razones, fue lo que te llevó a romper conmigo. Después de unas semanas en casa de mi hermano Rafael este me consiguió una habitación en un piso compartido con dos chicas en Colonia Sin Fin. Ambas trabajan en “Hilos Franceses”, una de las muchas empresas textiles de la comarca. A través de ellas conseguí el empleo. Estoy tan contenta que no he podido evitar mandarte este mail. No te molesto más. Espero que tu vida vaya lo mejor posible. Te querré siempre.”

Cascadas de lágrimas, garganta seca y temblor en las manos. Carolina  se acerca al teléfono. Marca el número del móvil de Manuela. Nadie al otro lado de la línea. Una hora, nadie al otro lado de la línea. Otra hora más, fin de la llamada sin respuesta. Cien litros de infusiones tranquilizantes aderezados con algún que otro ansiolítico. Cuatro horas después la voz de la que fue su vida hasta hace tres meses suena entrecortada. “¡Hola! ¿Qué tal?” “¡Hola! Vi la noticia del asesinato y temí por ti”. “Estoy bien, anteayer no fui a trabajar porque tuve otro ataque de pánico. Me han despedido del trabajo esta mañana. No contesté a tus llamadas porque no quería hablar con nadie, menos contigo.” “¿Conocías a las dos chicas asesinadas?” “No, pero da igual, creo que las conozco a todas. Al menos mi temor las conoce” “¿Quieres volver a casa?” “¿Estás segura de lo que me pides?” “No del todo pero en estos momentos es lo único que deseo.” “Te digo algo mañana antes de que te vayas al trabajo.” “Ok, hasta mañana. Que descanses.” “Que duermas bien. Besos.”

Carolina se acerca al ordenador. Opción: Apagar. Cerrando sesión. Apagando equipo. Un minuto. Pantalla en negro. Lentamente se dirige al dormitorio. Intenta conciliar el sueño. Opción mental: Reiniciar. Vuelta en la cama. Visita al baño. Opción mental: Reiniciar. Noche en vela. Otro litro de infusión. Opción mental: Reiniciar. Despertador, ducha y cafetera. Encendido. “Iniciando Windows”. Medio minuto. “Iniciando”. Un minuto. Salvapantallas con chica morena. Archivos apareciendo en pantalla. Abriendo Google. Bandeja entrada Hotmail. Nuevo mensaje. Asunto: “Respuesta” Enviado por: Manuela Gómez de la Torre. Abrir. “Te veo esta tarde en casa. Mi respuesta es sí. Buen día, besos.” Opción: Apagar. Cerrando sesión. Apagando equipo. Un minuto. Pantalla en negro.

Camino al trabajo. Opción: Reiniciar. Jornada laboral. Opción: Reiniciar. Vuelta a casa. Opción: Reiniciar. Llegada y espera en casa. Opción: Reiniciar. Llamada al timbre, apertura de la puerta, abrazos y besos por doquier. Tarde de sexo explosivo. Disco duro formateado. Reiniciando equipo.


viernes, 20 de septiembre de 2013

Ralf König Y Sus "Once Mil Vírgenes (Virgen Más, Virgen Menos)"









Después del flojo “Divinos De La Muerte” vuelve Ralf König con uno de sus mejores álbumes de los últimos años. Este “Once Mil Vírgenes” nos ha devuelto al autor alemán en todo su esplendor. Vuelve a ser ese creador de aventuras con cierta base real pero con ese punto de vista tan particular que le hace incomparable. Me he alegrado mucho de comprobar que todavía podemos disfrutar de su acidez humorística así como de su incansable ironía y, sobre todo, de su “ir directo al grano” a la hora de encarar ciertos temas siempre peliagudos socialmente hablando. Ralf ha regresado y lo ha hecho por la puerta grande, sin ningún lugar a dudas.




“Once Mil Vírgenes (Virgen Más, Virgen Menos)”, yo habría puesto Virgen Arriba, Virgen Abajo, cuando leáis el cómic lo entenderéis, no es otra cosa que la adaptación sui generis, por parte de König, de la historia de Santa Úrsula, patrona de Colonia. Lo primero que diré es que la historia en sí de esta mujer, algo que desconocía, a pesar de haber estado en Colonia, es sorprendente. Lo segundo es que la adaptación del autor germano es superior. Consigue, de nuevo, darle la vuelta a la tradición para poner las cosas en su sitio con ese toque tan actual y directo, propio de este maestro de las viñetas.




En una Europa donde el comercio de reliquias era uno de los negocios más lucrativos del momento las partes corporales de Santa Úrsula están totalmente agotadas. Debido a la presión del mercado y a la aparición de miles de cuerpos enterrados en un cementerio romano cercano a la muralla de la ciudad Úrsula y sus seguidoras vuelven a estar en el mercado. Imaginaos la cantidad de huesos que se podrían vender como reliquias de esos miles de cuerpos. La Iglesia siempre sale a flote con sus negocios. De hecho, se dice que Santa Úrsula sólo fue a Roma acompañada de diez vírgenes, no de la cantidad expresada en el título de este cómic.






Úrsula era una princesa cristiana de procedencia británica y belleza sin par en aquel reino. A su vez estaba el hijo del rey de Inglaterra, pagano y deseoso de saborear los placeres terrenales que la soberana británica le podría ofrecer. Ambos reinos intentarán fusionarse mediante la mágica fórmula del matrimonio. Úrsula se niega a esta unión porque ella ha sido educada en la virtud. Para salvar esa integridad casta decide acompañarse de diez amigas vírgenes y peregrinar a Roma para recibir la bendición del Papa. A la vuelta, acompañada por el pontífice, pasa por Colonia donde se encuentran con una horda de hunos que la martirizan, a ella y a sus acompañantes, justo delante de las murallas de la cuidad. Este acto hace que la canonicen como mártir.  Digamos que esta sería, a grosso modo, la historia “oficial” de la Santa.




Pues bien, con esta base tan repetida a lo largo de la historia de los mártires católicos, porrazo más porrazo menos, Kónig crea su propia historia donde, como es costumbre en él, no deja títere con cabeza. Destacaría esa agudeza con la que trata la represión sexual de los seguidores  y seguidoras de Roma de aquellos años. Muchas de las tendencias que hoy están catalogadas como “perversiones” son las que ellos y mismas se autoinflingían de manera continua. Siempre después de pecar, claro,  porque, a pesar de tanto dolor y castigo, la atracción de la carne era difícil de superar. La personalidad de Úrsula, del príncipe inglés así como de las distintas monjas y monjes y sus nombres está bastante lograda, pasando a ser estos últimos personajes claves del cómic. El hecho de que las dueñas de los barcos que utilizarán para parte del trayecto sean una pandilla de lesbianas y que la horda de hunos no sea otra cosa que un montón de gays celebrando el día del Orgullo en plan dress-code es una idea sobresaliente. La reflexión del autor acerca de esta práctica tan característica del mundo marica en contraposición con la defensa de sus ideas me ha parecido una de las grandes verdades del tebeo. Es evidente que el desenlace de todo no lo voy a contar pero deciros que estoy seguro que cuando empecéis a leer esta obra no podréis parar hasta conocerlo. Hasta que lleguéis al mismo os echaréis unas risas, os enteraréis de algunas cosas interesantes sobre Colonia y sus habitantes y, de paso, comprobaréis que la Iglesia sigue siendo uno de los mayores centros de cuentos, cuentitos y leyendas del mundo. Si no los tienen se los inventan rápido, en eso están especializados.





Como dije al principio, Ralf König ha vuelto. Muchas gracias por estar ahí y seguir de esta manera. Hace años que compro sus cómics, sin tener siempre el resultado esperado, y desde ahora puedo decir que éste “Once Mil Vírgenes” pasa a engrosar la lista de mis preferidos. A ver qué os parece a vosotr@s.


martes, 17 de septiembre de 2013

Mañana De Cine Con Georges Méliès y Noche Musical Con Sinfonity









Completita, completita. La jornada que vivimos el pasado sábado, 14 de Septiembre, en la capital del estado mi novio y yo sólo se puede definir de esa manera tan repetitiva y explícita. Después de levantarnos temprano y desayunar algo típico de la ciudad nos pusimos en camino hacia CaixaForum, sito en el madrileño Paseo del Prado, para disfrutar de una de las exposiciones que más me han impactado en los últimos años: “Georges Méliès, La Magia Del Cine”. Desde este mismo instante debo decir que para aquellos y aquellas que sean cinéfilos y para esos y esas que, al igual que yo, son algo menos es de obligada visita. Ya no sólo por lo que te pueda decir, o no, el séptimo arte sino como parte esencial de lo que ha sido, lo sigue siendo, el mismo en la historia de la humanidad. 




Antes de llegar a la parte dedicada íntegramente al artista francés puedes deleitarte con uno de los repasos más exhaustivos que he conocido a todo lo que ha sido la historia el cine. Nunca pude llegar a creer que los primeros orígenes de éste se remontaran al mismísimo siglo XVII. Desde las sombras chinescas, y los aparatos utilizados para darles “vida”, hasta la colección de cámaras del XIX pasando por un sinfín de aparatos y técnicas que nunca hubiera imaginado. Se trataba precisamente, se sigue tratando, de eso, de algo tan grandioso como es la imaginación del hombre. Este ha conseguido plasmar parte de ella mediante todos esos artilugios de nombres, la mayoría de veces, impronunciables pero que arrancan de tu interior desde una sonrisa al más alto de los alaridos de terror. Puede que en en este momento que nos ha tocado vivir, donde la velocidad es algo diario, la vida de nuestros electrodomésticos, coches, móviles y máquinas se diluye desde el mismo instante que caen en nuestras manos y las mayores crueldades del hombre como especie, ya sean guerras, hambrunas o faltas de respeto, hacen que no se nos mueva un solo músculo de nuestro cuerpo, no lleguemos a entender lo que estos señores conseguían con una serie de lentes y cajas. Impensable las reacciones que podrían arrancar con su llegada tanto a las ciudades de la época como a los más remotos pueblos del mundo. Así fue que muchos de ellos acabaron perseguidos por herejes y adoradores del diablo, para variar. Después de pasar casi una hora machacándonos la cabeza con esa idea lo más que conseguimos es sorprendernos para bien de lo que veíamos, alegrándonos en todo momento. Menos mal que al entrar en una sala el grito de miedo de una pequeña niña, no tendría más de cuatro o cinco años, puso las cosas en su sitio y pudimos comprobar que todo aquello aún sigue haciendo efecto ni más ni menos que en una mente infantil, lugar donde anida la mayor de las imaginaciones.






Una vez sobrexcitado con todo lo visto hasta ese instante, la exposición llega a la parte dedicada al gran cineasta galo Georges Méliès. Lo único que me vino a la cabeza, una vez acabada la misma, es la palabra GENIO, sí, así, con mayúsculas. Este parisino no sólo era un apasionado del cine también era un gran diseñador de escenarios así como de vestuario, mago y un sinfín de cosas más que descubriréis en las salas dedicadas al mismo. Con el tiempo llegas a pensar que la negativa de los hermanos Lumière a venderle su cinematógrafo no fue sino el pistoletazo de salida para que este señor, creador de sainetes de magia con sorprendentes trucos para el momento, hiciera realidad sus sueños a través de una cámara. Llegó a rodar alrededor de quinientas cintas con mejor o peor éxito. Las primeras se remontan a 1896, “La Mansión Del Diablo” y “Escamoteo De Una Dama En El Robert-Roudin”. Todos y todas tenemos en nuestra mente el filme de 1902 “Viaje A La Luna”. Como he dicho antes, la genialidad de este señor le llevó a construir su propio estudio cinematográfico totalmente acristalado, una pena que lo destruyeran íntegramente después de la Segunda Guerra Mundial, donde rodó la mayoría de sus cintas. No voy a contaros más ni sobre la parte de la historia del cine ni sobre la vida y obra de este hombre irrepetible. Tendréis que ir y vivirlo porque, aunque suene a tópico, hay cosas que es imposible describir con palabras, ya sean escritas o habladas.





Después de esta acumulación de sensaciones, cañita, alguna compra, comida y siesta. A eso de las siete y media de la tarde nos pusimos en marcha, dando un paseo, desde la Plaza Vázquez de Mella hasta el Teatro Nuevo Alcalá, os podéis imaginar dónde se encuentra, más o menos. Recogimos las entradas para ver a Sinfonity en taquilla no sin algún que otro contratiempo por parte de los taquilleros, poco más y no me devuelven la tarjeta de crédito, nos fuimos a tomar algo mientras llegaba la hora de la actuación y una vez llegado el momento accedimos al recinto.






El Teatro Nuevo Alcalá se permite el lujo de tener en cartelera dos actuaciones diferentes a la vez, en salas distintas, evidentemente. El recinto lo compone una gran sala con cuatro filas bien anchas de asientos así como tres plantas de palcos. El sitio por fuera no parece gran cosa pero una vez estás dentro recuerda bastante a aquellos teatros de finales del XIX principios de XX, muy clásico, de gran altura y solemnidad. Para los que aún no sepáis quiénes son Sinfonity deciros que es una orquesta formada por diecinueve miembros cuyo instrumento central es la guitarra eléctrica, o sea, que todo lo que interpretan es a través de dicho instrumento o variantes del mismo, como el bajo eléctrico, por ejemplo. Si lo de la mañana con Méliès y demás fue una pasada esto no tuvo nombre. Reconozco que soy bastante más aficionado a la música que al cine por lo que me emocioné algo más con el concierto que con la exposición, que ya es decir. Diecinueve musicazos tocando obras, parte de ellas sino aquello sería inacabable, de Mozart, Rossini, Mascagni, Bach, Vivaldi, Ravel, Falla, Prokofiev, Beethoven, Korsakov y Holst hacen que te sientas en el octavo cielo. Desde el comienzo con el “Bolero” de Ravel te das cuenta de que lo que vas a escuchar y sentir durante la más de hora y media que tienes por delante va a ser, lo es, algo extraordinario. Quizás creas que se te va a hacer largo y pesado pero nada más lejos de la realidad. Pasan de un autor a otro con una facilidad pasmosa y simplemente quieres oír más y más, que aquello no termine, que toquen lo que quieran, de quien quieran porque te sientes tan involucrado con lo que tienes en frente que no deseas que llegue el final. Personalmente me emocioné con “Las Cuatro Estaciones” de Vivaldi, uno de mis compositores preferidos, el “Adagio” de Mozart o “El Amor Brujo” de Falla, por poner unos ejemplos ya que todo el recital en sí es una pasada. Para acabar hicieron un homenaje a esa música que tanto amamos, el Rock, interpretando “We Are The Champions” de Queen y de la que, no puede ser de otra forma, muchos de los músicos que estaban en el escenario son seguidores. Gracias, muchas gracias a estos maestros por dar la razón a los que siempre hemos pensado que la música, la buena música, nunca muere, siempre que se interprete con calidad, y que muchos de los grandes compositores clásicos si vivieran en estos momentos serían grandes músicos de Rock, Jazz, Blues, Pop o cualquiera de las corrientes nacidas en el pasado siglo. No dejéis pasar la oportunidad de acercaros a vivir la experiencia Sinfonity, no os arrepentiréis.






Hasta aquí nuestro último sábado en los madriles. Después de tantos años visitándola me sigue sorprendiendo esta ciudad, a pesar de  que quienes la dirigen hagan el ridículo más espantoso con sus declaraciones en Spanglish del barato en escaparates deportivos a nivel mundial. 





miércoles, 11 de septiembre de 2013

Visita AL Teatro Romano De Medellín












Es bien sabido que aún quedan miles de sitios y monumentos por excavar. Todos ellos están esperando a ser redescubiertos para pasar a formar parte de todo ese patrimonio que no pertenece a un país en concreto sino a la humanidad en general. Sí que es responsabilidad de cada sitio o comunidad mantenerlos en buen estado y, si es posible, darles algún tipo de utilidad, ya sea expresamente turística o alguna de las que esos mismos tesoros tuvieron en su época. El primer teatro romano descubierto en España en este incipiente siglo lo encontramos en la localidad de Medellín, provincia de Badajoz. Hasta allí nos desplazamos mi novio y yo el pasado sábado, 7 de septiembre, para poder conocerlo.




Lo primero que diré es que el emplazamiento del teatro es inmejorable. Situado en una de las laderas del castillo, la que da a la población, está totalmente pegado a la iglesia de Santiago, donde se encuentra el pequeño e interesante centro de interpretación, mientras que el citado castillo te queda justo a la espalda teniendo en frente  una espléndida vista de Medellín. Las excavaciones comenzaron en el año 2007 sacando a la luz todo lo que se puede contemplar en el entorno del teatro además de una serie de columnas, estatuas, la mayoría femeninas, y distintos elementos característicos del emplazamiento. Muchos de estos objetos, más bien réplicas de los mismos ya que los originales se encuentran en el Museo Provincial de Badajoz, se encuentran reunidos en el anteriormente citado centro de interpretación. Este lugar es la toma de contacto con lo que se podrá visitar a continuación. A mí personalmente me gustó mucho. Es reducido pero, digamos, intenso. Destacaría la pieza de cerámica tartesia, por su peculiaridad y belleza.




Una vez que acabas la visita a dicho centro de interpretación pasas a lo que es el teatro romano en sí. Por un módico precio recibes las explicaciones de una guía que te pone al corriente de todo lo acontecido durante las excavaciones así como de todo aquello que se encuentra ante nuestros ojos. Lo más destacable es el buen estado de las gradas las cuales se encuentran dividas en tres zonas correspondientes, cada una de ellas, al estrato social del público que disfrutaba del espectáculo. Mientras más baja era la clase social a la que se pertenecía más alto estabas en el graderío. Algunas de las columnas están recubiertas con sus materiales originales, esto les concede un valor añadido. Antes de entrar se puede apreciar la situación privilegiada de un par de tabernas-tienda donde se, en su tiempo, se podía adquirir, a la vez que bebida, evidentemente, otro tipo de productos. Una pena que sólo se conserve las partes inferiores del arco que hacía de recibidor o versura. Debería ser un placer pasar por debajo del mismo en su momento y encontrarte con las gradas repletas de gente esperando la obra elegida para ese instante. Otro de los elementos claves del teatro es el propio escenario, reconstruido con gran fidelidad con respecto del original. Este tiene algunos huecos desde lo que se puede apreciar la tramoya. Flipante el sistema en sí, recordemos que el descubrimiento de la electricidad queda bastante lejos.  Una vez que estás de pie en dicho escenario es cuando verdaderamente puedes apreciar lo que es el graderío en si. Es este momento cuando te da un verdadero golpe visual lo que se encuentra ante ti. Impresionante la buena conservación de las gradas, como he dicho antes, así como las distintas partes de la misma ya sea empezando por la parte donde se situaba el coro, la orchestra, siguiendo por la zona reservada a las clases altas, esta se encontraba delimitada del resto por unas planchas verticales,  en el medio de la zona reservada a le élite militar encontramos  el sacrarium, ascendiendo nos encontramos con las gradas reservadas a los ciudadanos libres mientras que la parte destinada a los esclavos y mujeres , aquellas que no pertenecía a las citadas clases altas, ha desaparecido.




De esto y muchas cosas más te enteras durante la explicación que recibes durante la primera media hora de la visita. Luego tuenes un tiempo para visitar a tu antojo todo el entorno. Entonces empiezas a darte cuanta de lo maravilloso del lugar. No puedes salirte de un itinerario delimitado por cuerdas, esto es por la propia seguridad del visitante así como por la conservación de ciertas partes del teatro,  pero el rato que puedes pasar subiendo y bajando por todo el entorno hará que lo disfrutes con intensidad.





La visita dura una hora larga. Una vez finalizada es cuando eres consciente de la cantidad de riquezas arquitectónicas y monumentales de Extremadura, de las muchas que quedan por descubrir y excavar y de otras muchas que quedan por visitar. Si os gusta el tema de la arqueología, en concreto la etapa romana, no dejéis de visitar este entorno. Está claro que no es tan majestuoso como el teatro de Mérida pero os puedo asegurar que tiene, al igual que aquel, un encanto que le hace especial. A ver si es verdad que el próximo año se le da utilidad escénica y podemos desfrutar de alguna de las representaciones del festival de teatro clásico de la capital extremeña. Ya sabemos que los políticos prometen mucho pero cumplen poco, sean de color que sean. Desde este blog os animo a visitar el teatro romano e Medellín, seguro que os gusta. Ya me contaréis si accedéis a la invitación.