lunes, 27 de mayo de 2013

Veinte Euros: Historias De Un Billete





 Lo primero que quiero destacar en este artículo es la validez de los artistas de esta nuestra querida y, muchas veces, olvidada tierra llamada Extremadura. Puede que esto os suene al rollo regionalista o cosas raras de esas pero si es así os confundís de cabo a rabo. Lo digo con todo el conocimiento del mundo. Cuando escucho, leo, veo cortos, documentales o películas, admiro cuadros o esculturas realizadas por manos y cabezas extremeñas siento una gran admiración mezclada con una incontenible pena. Admiro estos artistas que con  pocos medios pero una gran ilusión nos ofrecen sus obras pero me sigue dando pena cuando me dicen que se tienen que largar a las capitales más pobladas del país o del extranjero. Una tierra que no cuida a sus artistas siempre será una tierra de “conquistadores”.




“Veinte Euros” es la ópera prima del escritor Diego C. Pedrera procedente de Malpartida de Cáceres. En lo referente al estilo deciros que si Diego sigue por este camino, esperemos que sea así, fuera cual fuere la temática que trate en sus próximas entregas, tendrá asegurado un gran número de seguidores entre los que estaré con toda seguridad. Es de esas novelas que te enganchan desde el primer momento. De esas que quieres saber continuamente qué pasa o quién es este o aquel personaje. Esto es difícil de conseguir, bien es sabido tanto por lectores como por quienes escriben.



Que las personas que habitan ya sea un barrio, ciudad o pueblo están entrelazadas entre sí es algo innegable, muy a pesar de alguna de ellas. Esa es para mí la base de “Veinte Euros”, base de la que parte Pedrera para, primero, presentarnos una serie de personajes de distinta calaña y estrato social que acabarán mezclándose dando lugar al entramado que es en sí esta novela. Podríamos decir que el libro pertenece a eso que se da por llamar thriller. No es otra cosa que la historia de unas gentes que viven un barrio cualquiera azotado tanto por la crisis como por el paro, consecuencia de aquella, las drogas y el olvido de sus dirigentes políticos. Personajes cargados de fracasos, traiciones, esperanzas, rabia y odio aderezados con una ración de corrupción, violencia y desamparo. Historias que ocurren, y han ocurrido, en cualquier barrio de la mayoría de nuestras ciudades donde la gente que se busca la vida de manera digamos honrada se mezcla con otra que vive del trapicheo, el asesinato o de chuparle la sangre a los demás a base de polvos que cabalgan por las venas vía tal o vía cual. Resaltaría el lenguaje utilizado por el autor. Un lenguaje tan directo y crudo como lo que nos está contando, sin florituras ni romanticismo pues poco de esto hay en los personajes de “Veinte Euros”. Dos chavales que creen que se van a comer el mundo, un inspector de policía buscando la muerte, un trabajador que pierde todo por la maldita crisis, un repartidor de paquetería que aún cree que puede escapar de las garras de su barrio, un comisario corrompido por un magnate de la cocaína, una esposa queriendo empezar una nueva vida y un marido que estalló junto con su burbuja inmobiliaria. Estos son los protagonistas de esta espléndida novela que hará que no te puedas despegar de sus páginas hasta acabarla.




Si te atreves… guárdate este billete de veinte euros en el bolsillo, te aseguro que trae sorpresa, sobre todo en su olor.




sábado, 18 de mayo de 2013

Texto Madrílico De Mayo


No es que ahora vaya a decir que nací de la nada. Estoy segura de que muchas conocíais mi existencia incluso antes de vernos las grafías directamente. Sé que mi supuesta identidad foránea está más que arraigada en vuestros corazones. Soy consciente de mi rareza para la inmensa mayoría de vosotras pues no dejo de ser alguien exótica de difícil pronunciación.

Hasta ahora me había dado un poco igual vuestros sentimientos hacia mis ángulos. Sin embargo hoy me paré a pensar durante unos instantes y no he podido evitar desahogarme. Algún día llegaré a comprender el porqué de vuestras impresiones contradictorias. Sí, contradictorias, porque al igual que me veis con admiración vuestros ojos delatan asco. A veces percibo bondad y al doblar la esquina alguien me llama bastarda. Despierto curiosidad mas os aterran mis conocimientos. Me hacéis vivir  en el mundo de vuestras dudas pero nunca me daré por derrotada. Casi nunca os paráis a escucharme y la mayoría de estas pocas veces escupís al suelo cuando me doy la vuelta. Parece ser que nunca soy de fiar por lo que inventáis nefastas fábulas sobre mi procedencia. Tratáis de ser gentiles conmigo pero no dejáis de verme como la guarra. Intento encontrar mi hueco entre vosotras y solo me ofrecéis gestos de horror. Qué decir de vuestras grandes ideas, esas que pisotean a aquellas que hacemos de la imaginación algo sagrado. No paso de ser el juguete con el que continuamente deseáis joder pues me veis como una vulgar pieza del Kama Sutra pero olvidáis que puedo ser más inaccesible que un krak. Qué gracia me hace vuestra lealtad cuando continuamente pensáis: “Mientras más lejos mejor”. Tampoco puedo negar que, pese a vuestra maldad, muero por estar entre vosotras. Por mucho que me identifiquéis con la necedad bien sabéis que estoy cargada de nobleza. Jamás he pretendido ser vuestra ñaña pues no soy ninguna ñoña. Os agradezco vuestra continua objetividad pero la tenéis infectada de oscurantismo mezclado con paternalismo y una gran pizca de pena. No dudo de que conozcáis el verbo querer pero lo quebrantáis con facilidad. Mis palabras no son ruegos, son razones repletas de sentimientos y sinceridad. No vine a chupar de vuestra teta a pesar de vivir continuamente en vuestra telaraña. Me declaro ufana de no ser unilateral ya que sé más por vivir que por vociferar. Las notas de mi xilófono hacen estallar vuestros xenófobos tímpanos.

 Quizá creáis que esto es una especie de ying y yang pero no deberíais olvidar que, ante todo, también soy un yo que os dará una buena zurra por haberla tratado muchas veces como a un zurullo pues, aunque os cueste admitirlo, yo soy la doble y vosotras jamás pasaréis de ser letras simples.

viernes, 10 de mayo de 2013

"Gone To Amerikay": La Historia De Una Canción






 Historias sobre inmigrantes en Estados Unidos se han escrito miles. Historias de gentes venidas allende de los mares, otras que atraviesan desiertos, aquellas que nunca consiguen llegar más las de esas que, una vez allí, se desmoronan. Gentes que llegaron empujados por las desgracias, el hambre, la miseria, las guerras y también la esclavitud. Personas que aun siguen llegando por centenares, pues la historia de ese país va creciendo día a día con todas estas vivencias. Entonces, qué tiene de especial “Gone To Amerikay”. Por qué hay que hacer referencia a este cómic cuando es algo que conocemos bien tanto por el cine como por la literatura. Esa será la finalidad de este artículo, convenceros de que tiene ese toque de cierta exclusividad.




El guionista norteamericano, residente en California, Derek McCulloch tiene una carrera repleta tanto de novelas gráficas como de obras de teatro, cómics o libros para niños. Para este trabajo se ha unido a una gran dibujante de la talla de su compatriota Collen Doran. Puede que a muchos no os suene de nada el nombre de esta mujer pero si os digo que ha trabajado para grandes como Neil Gaiman o Clive Barker la cosa cambia, seguro. Para cerrar el círculo de esta obra tenemos al colorista español José Villarrubia del que me declaro un gran seguidor no por fanatismo sino porque con cada trabajo que colorea me demuestra que vale la pena serlo. Estas tres mentes ya de por sí dan a este cómic un sentido único pues las letras de Derek dibujadas de manera espectacular por Doran más los colores de Villarrubia hacen de “Gone To AMerikay” una bomba, en el mejor sentido de la palabra.




Siempre me gustaron las historias que parecen carecer de cronología. Digo parecen porque en realidad son como un gran rompecabezas que tienes que ir construyendo a la vez que vas leyendo. Eso es este cómic, o así lo he sentido yo. Como dije antes, puede que la trama en sí no sea nada novedosa pero la manera de contarla entra dentro de esos parámetros. Relatar las etapas más importantes de la vida de tres personajes que, sin saberlo, están relacionados entre sí con un margen de tiempo  bastante considerable entre sus vidas, sobre todo entre los dos primeros, sin que te haga perder el más mínimo interés en lo que estas leyendo es algo que muy pocos consiguen. Para mí es ahí donde esta la clave de este trabajo. Ciara o´Dwyer, una inmigrante irlandesa cuya sola historia ya valdría para hacer el cómic entero, está relacionada con Johnny de Galway, alguien con un talento especial para componer música, y Lewis Healy, un adinerado en busca de la historia de su canción preferida. Estas son las piezas esenciales de este rompecabezas. Evidentemente hay muchas más que van rellenando el tablero hasta conseguir ese gran cuadro que es “Gone To Amerikay”. Como cualquier buena obra que se lleve a cabo hay fichas de traición, otras de mentiras pegadas a las de alegrías y magia mientras algunas rebosan de pura y dura realidad mezcladas con fortuna además de una gran dosis de luchas personales.




Como decían en aquel famoso concurso televisivo de nuestra infancia: “Hasta Aquí Puedo Leer”. Si realmente os molan los cómics digamos históricos aquí tenéis uno de los buenos. Que sus personajes sean reales o no, que salgan o no de la mente privilegiada de un autor, de los lápices de una gran dibujante y de los colores de uno de los grandes puede que sea importante pero lo realmente esencial es que “Gone To Amerikay” se ha escrito, dibujado y coloreado muchas, muchas veces en la historia de Estados Unidos y, por suerte o desgracia, se sigue haciendo. 



lunes, 6 de mayo de 2013

Crucified Barbara - Crudo









Mis recomendaciones musicales para este mes de Mayo se centran en dos bandas relativamente noveles. Os hablaré de los últimos, que no recientes, trabajos, pues ambos son del pasado año, de Crucified Barbara, “The Midnight Chase”, y de los astures Crudo, “Cicatrices”.

 Una de las razones principales que me han llevado a comentaros algo referente a estos dos grupos es la esperanza que he sentido al escucharlos. Cuando todos tenemos en mente la cuestión de quién sucederá a esos dinosaurios del Rock, el Metal o como lo queramos llamar, que año tras año nos avisan de que su final está cerca, nos ponemos a temblar pues vemos que pocas formaciones actuales pueden llegar a ocupar sus puestos. No sé si estas dos bandas llegarán a hacerlo, ojalá fuera así, pero el simple hecho de escuchar algo medianamente fresco, ya sabemos que todo está inventado, en todo este mogollón sonoro que recibimos es algo a tener en cuenta. Eso es exactamente lo que me ha ocurrido tanto con Crucified Barbara como con Crudo, no es que suenen novedosamente bien sino todo lo contrario, suenan añejamente nuevos.




Es evidente que además de merecer nuestra atención por su música un punto a destacar de Crucified Barbara es el hecho de ser una banda de mujeres. Como muchos sabréis, son pocas las formaciones femeninas que han conseguido abrirse un hueco en este mundo de hombres. Siempre se suelen nombrar a The Runaways o Girlschool aunque también hubo alguna que otra más como Vixen o Rock Goddess. Pues bien cuando escucho una banda de estas, es inevitable, y la comparo con la cantidad de grupos formados por hombres me doy cuenta del terrible esfuerzo que supone para ellas esto. Si además le añadimos que a muchas de esas bandas estas chicas les pasan por encima como una apisonadora pues la noticia no puede ser mejor. “The Midnight Chase” es el tercer trabajo de estas cuatro mujeres procedentes de Estocolmo. Sus nombres son Mia Coldheart a la guitarra y voz, y qué pedazo de voz, Klara Force, a la otra guitarra, Nicki Wicked, a la batería, menuda pegada tiene, e Ida Evileye al bajo. Este disco lo forman once trallazos de Heavy clásico con ciertas reminiscencias glam, pero glam cañero, nada de comercialidad. Solo tenéis que escuchar la apertura del disco con ese pedazo de tema que es “The Crucifier” para haceros una idea de lo que se os vendrá encima. Otros cortes destacables, a mi gusto, son “Everything We Need”, uno de mis preferidos, donde el toque de la batería así como las guitarras sobresalen bastante, “Iron The Fire”, con ese estribillo pegadizo pensado para dejarse la voz en directo, “Rules And Bones”, el corte más elaborado del disco, o “Rise And Shine”, canción con la que cierran el trabajo y te deja con las ganas de más. Lo bueno de estas chicas es que saben ofrecer medios tiempos de gran calidad como “Rock Me Like The Evil” o buenas baladas tipo “Count In Me”. Creo que si siguen en esta línea pueden llegar mucho más lejos ya que estoy seguro que aún les queda mucho por ofrecer.



Crudo es una banda asturiana formada por Luis Melero al bajo y voz, Gansan a la guitarra, Víctor Vivar a la guitarra y voz y Sergio Alvárez a la batería. Después de una primera maqueta editada en 2010 nos ofrecen este “Cicatrices” que vio la luz en la primavera del pasado 2012. Lo que realmente me ha llamado la atención de este combo es esa mezcla de letras urbanas con música cañera. Sí que es verdad que unas veces se acercan más a ese Rock Urbano tan nuestro, caso de “Recuerdos” o “Mirando Hacia Arriba”, que a lo segundo pero el Rock potente está impreso en todo el disco. Cortes al estilo de “Despierta” o “Quiero Escapar” dejan clarito a lo que me refiero, es más, con “El Huésped” se acercan mucho más al Metal. El cierre con esa pedazo de versión de Barricada del mítico tema “Algún Día Rodará Tu Cabeza” es uno mejores momentos del disco. Crudo tienen mucho que ofrecer, estoy más que de ello. Dadle una oportunidad, seguro que no os defraudan.



Hasta aquí mi parrafada musical del mes. Si tenéis un hueco echadle una oída a estas dos bandas. A pesar de la saturación musical que estamos viviendo, con lo malo y bueno que ello conlleva, si no le damos alguna oportunidad, por pequeña que sea, a estos grupos nunca sabremos si realmente valían la pena o no.