viernes, 29 de marzo de 2024

"La Debacle", De Pascal Rabaté




Antes de comentar esta obra voy a hacer referencia a esa gran atracción que he sentido siempre por el blanco y negro. Podría ser que esto venga de que los primeros autores de cómics que me volaron la cabeza, llámense Esteban Maroto, Hugo Pratt, Carlos Giménez, Tardi, Toppi o Comès, usaban esta técnica. Pero luego también estaban Astérix, Segrelles o Luis Royo que sin el color serían otra cosa bien distinta. Fuera como fuere, siempre que me encuentro con una obra en B/N que me gusta, como es el caso de la que vamos a comentar en unos párrafos, como que esa sensación de deleite se multiplica.


Pascal Rabaté es un historietista francés que, después de graduarse en Bellas Artes en Angers, comenzó a hacer cómics a finales de la década de los 80. Su adaptación de la novela Ibicus, de Tolstoi, le supuso un éxito de público y crítica, ganando, entre otros, el Premio Alph`Art al mejor libro de historietas en el Festival de Angoulême de 2001. Otras obras suyas a destacar son La Virgen De Plástico, con dibujos de David Prudhomme, y Río Abajo. También ha hecho sus pinitos en el cine, tanto de actor, en Louise-Michel, de Kervern y Delépine, como de director, adaptando a la pantalla su propia obra en cómic Les Petits Ruisseaux.


La Debacle echa a andar, y se anda bastante a lo largo de estas páginas, como vais a poder comprobar, con el ataque aéreo a un convoy francés por parte de los alemanes, durante el cual, además de producir varias bajas, las bombas provocan un socavón en la carretera. Para evitar que cuando llegue la ambulancia de la Cruz Roja a auxiliar a los heridos y recoger a los caídos caiga en dicho socavón, la patrulla deja atrás a Videgrain, un soldado de la unidad de motos. En las pocas páginas que reflejan este incidente se puede comprobar que la relación entre los soldados y sus superiores no es lo que se puede entender por idílica.


En su espera ejerciendo de improvisado centinela ante el hoyo, el motorista ve pasar a un escuadrón de soldados seguido a cierta distancia por el coche averiado del coronel remolcado por un soldado de la caballería. Un absurdo más de la guerra. Después de aparecer la Cruz Roja y haber realizado su labor, Videgrain intenta ponerse en marcha, pero se da cuenta de que el depósito de su moto fue alcanzando durante el ataque aéreo. Problema que soluciona cogiendo la moto de uno de sus compañeros muertos. Pasa la noche repudiado por un grupo de huidos que ven en él un blanco perfecto para ser atacados por el enemigo antes de reanudar la búsqueda de su regimiento. Pero todo se va al traste cuando la moto patina con las octavillas lanzadas desde un avión germano acabando inservible. Así pues, no le queda otra que continuar a pie.


En su travesía se cruza con todo tipo de gente hasta toparse con un grupo de enterradores. En el tiempo que pasa con ellos aparece otro soldado, del 65º Regimiento, en este caso, igual de perdido que él. Unidos, retomarán la marcha en la búsqueda de sus respectivos compañeros de armas. Andando se encuentran con una fila de desplazados en compañía de la cual vuelven a sufrir un nuevo ataque aéreo. La llegada posterior al ataque de un teniente y su grupo de soldados les sirve para ponerse al día de la situación en el frente, el cual deciden alcanzar campo a través.


Después de descansar y aprovisionarse con lo que encuentran en una casa abandonada, pasan la noche al raso y continúan hasta llegar a un pueblo, igualmente abandonado, tomado por un rebaño de vacas y una piara de cerdos agresivos que les obligan a abandonarlo. Mientras toman un baño en el río cercano al pueblo, son vistos por un soldado alemán que ha tenido la misma idea que ellos. Muertos de miedo, salen pitando y descubren al grueso del ejército nazi avanzando y al francés desmontando y saboteando todo su material bélico para dejarlo inservible ante su inminente rendición.  En este reencuentro con compañeros y mandos son rodeados y hechos prisioneros. De esta manera, comienzan de verdad los problemas de ambos batallones.



Formando parte de una caravana que aumenta cada hora con dirección al campo de prisioneros, Videgrain y algunos de sus compañeros comienzan a planear su fuga. Propósito que se acrecienta cuando los alemanes les impiden hacer fuego y les niegan la comida. De nuevo en camino, las provisiones llegan por parte de l@s vecin@s de los pueblos que atraviesan. En esta parte de la trama se hace evidente el trato recibido de las tropas coloniales por parte de los alemanes. Las casas y los establos de uno de esos pueblos les servirán de refugio durante una noche lluviosa, después de la cual retoman la marcha hasta alcanzar un punto donde confluyen con otras filas de prisioneros. En este lugar permanecerán varios días al aire libre, tiempo que aprovechan para seguir maquinando su fuga, al tiempo que sufren las represalias alemanas. Con la noche como aliada, escapan corriendo sin mirar atrás hasta saltar unas alambradas. Cuando creen que están a salvo, se dan cuenta de que el improvisado campo de prisioneros es tan grande que han acabado en otro punto del mismo. Y vuelta a la caminata formada por cientos de soldados que, debido a su dimensión, se ralentiza. Situación que es aprovechada por el grupo de Videgrain para irse quedando cada vez más atrás de la cola hasta refugiarse debajo de un puente.



El hecho de que en el grupo de huidos haya un africano hace que el resto lo abandone junto a Videgrain, el único que está de su parte, a la mínima de cambio. Una vez solos, alcanzan una granja habitada por una madre y su hija. Durante varios días, estas les ayudan a reponer fuerzas y les ofrecen ropa para pasar inadvertidos en su huida. Fuga que se verá recompensada con los contactos que tienen las dos mujeres a la hora de ayudar a gente como ellos. Eso sí, el africano no suma en estas cuentas. De este modo, nuestro protagonista regresa a su ciudad de residencia, donde se encuentra con hogar tan abandonado a su suerte como él mismo.


La Debacle es una historia más acerca de gente obligada a luchar en una guerra. Una historia de compañerismo, rechazo, racismo, no solo por parte alemana, huidas y desesperación como la mayoría de las que suceden en cualquiera de los conflictos pasados y actuales. Algo que nos da a entender lo poco o nada que hemos aprendido al respecto. La humanidad sigue tropezando en lo mismo; algo que, ni se sabe el tiempo que hace, dejó de ser piedra para convertirse en montañas que dan forma a la más inhumana de las cordilleras. 



lunes, 4 de marzo de 2024

Texto Mandrílico Marzo 2024

 

CIENCIA NO FICCIÓN

 

¡Todos a sus puestos! ¡Cámaras! ¡¡Acción!! Y la dirección, junto al guion, el elenco de artistas, la fotografía, los decorados, las grabaciones en exterior y el vestuario, elevaron a olimpo de los dioses del cine a la inteligencia artificial.