martes, 30 de mayo de 2023

Long Play Mérida - Acerock V Edición

 





Antes de entrar de lleno en lo que será la crónica de dos tardes-noches de buen Rock en Mérida hay que agradecer a la gente de la Asociación Acero su gran trabajo y empeño en llevar a cabo esta labor. En cuanto a la peña que se ha quejado de que este año se haya realizado en las instalaciones de Ifeme en vez de en el Acueducto de Los Milagros, pues qué queréis que os diga, es preferible esto a nada, y en contra de la lluvia y demás inclemencias meteorológicas poco se puede hacer. Pero, como se suele decir, nunca llueve a gusto de todos.






La jornada del viernes arrancó con la actuación de Red Lips, un grupo con voz femenina al frente que se encargó de hacer un repaso a grandes éxitos de bandas que tienen como cantante a una mujer, como fue el caso de The Cranberries, Tahúres Zurdos o Tina Turner, entre otras, a lo que añadieron un tema de nuestros paisanos Extremeduro. Muy buen comienzo del festival Long Play Mérida que fue del agrado de tod@s l@s presentes.





Soy bastante respetuoso con cualquier banda o solista que se sube encima de un escenario, sobre todo porque sé que hay mucho curro detrás y es todo un reto hacerlo. Partiendo de esto, he de decir que la labor de Los Chicos De La Barbería en su, digamos, tributo a Triana deja bastante que desear. Y lo afirma alguien que tiene al grupo andaluz en uno de sus pedestales musicales. Espero y deseo que no se lo tomen demasiado a mal, pero así lo viví y lo sentí.





Y a partir de aquí todo fue descubrimientos y buen Rock en lo que quedaba de noche. Me encantaron las propuestas de las bandas noveles, así como de las consagradas que quedaban por animar el cotarro de este encuentro. El cuarteto Hedeik me resultó de lo más atrevido de la jornada, con una actitud, sobre todo por parte de su guitarra y de su cantante, también armónica, de esas que te hacen estar pendiente todo el tiempo del escenario. Muy buena la propuesta del frontman en lo relacionado a que cada cual de l@s que estábamos allí expresáramos nuestra afectividad de la manera que quisiéramos, otra cosa es que el rockerío esté preparado para ello, pues sigo pensando que hay aún mucho prejuicio en lo relativo a este asunto. Una buena mezcla de Grunge con Rock Alternativo a la que auguro un gran futuro. Estaré muy pendiente de ellos por si tengo, y deseo, la oportunidad de volver a verlos en directo.





Wicked Union fue otra de las sorpresas de la noche. Los de Don Benito ofrecieron un show de buen Hard Rock con tintes Heavys. Su cantante es de esos que no paran de moverse en todo el concierto consiguiendo conectar con el público desde en primer instante. Buen sonido, bueno, todas las bandas, en general, lo tuvieron, la excepción la comentaré más adelante, y mucha entrega por parte de este quinteto que estuvo apoyado en los teclados por mi gran colega Willy. A pesar de los problemas iniciales, consiguieron que pasáramos un gran momento. Mi más sincera enhorabuena.




Jueves Negro ha sido mi gran descubrimiento de este festival. Caña de la buena con unas letras reivindicativas y una gran actitud. Venían presentando su trabajo “La Debacle” que ya estoy deseando tener en mis manos. Estos músicos procedentes de Mérida y Almendralejo repartieron cera en cortes como “Síndrome Del Impostor”, “Cenizas” o “No Alimento A Las Bestias”. Todo un derroche de sudor y buen Rock con bastantes toques Punk. Lo dicho, todo un descubrimiento que os recomiendo si os van los sonidos más transgresores y las letras contestatarias.




Lo de The Buzzos, y creo que esto ya lo he dicho y no me cansaré de repetirlo, es de traca. Si en vez de ser una banda de Quintana de la Serena fueran tan solo de Aranjuez estarían y se les reconocería como realmente se merecen. Más de dos décadas dedicadas al buen Rock con una calidad y un saber estar encima de las tablas que ya lo quisieran muchas bandas de esas por las que pagamos unos cuantos de euros. A pesar de un nuevo cambio de base rítmica, en mi entender para bien, al menos por parte del bajista, y con esto no quiero decir que los dos miembros anteriores no estuvieran a la altura, que luego hay much@ ofendidit@ que está esperando leer o escuchar algo de esto para poner verde al que le toque, volvieron a dar un concierto en el que se comieron por las patas a los que vendrían después a base de trallazos como “Hot Blue” o “Gimme The R&R”. Se merecen despegar de una vez porque tienen y han tenido siempre todo para ello. Encantado de volver a disfrutar de su espectáculo, espero que sea por otros veinte años, como mínimo.






A ver, Barón Rojo siempre ha sido una de mis bandas preferidas del Heavy estatal, pero esto que vimos en Mérida no deja de ser una aproximación a lo que fueron. No me refiero con ello a que llegasen con la enésima formación de sus filas, ese ya es un asunto más que trillado, sobre todo por la cercanía de su exbajista a ciertos estamentos políticos que jamás compartiré. No se escucharon todo lo bien que debía, Carlos de Castro es como una estatua en frente tuya, sino fuera por su hermano y el bajista, aquello hubiera sido como mirar la talla de las viejas glorias del Rock de estos lares. Ahora bien, cuando se tiene en tu haber clásicos del calibre de “Resistiré”, “Las Flores Del Mal” o “Breakthoven”, entre otros muchos, lo tienes todo resuelto. Y no es que dieran un mal concierto, es que fue la entrega del público cantando dichos temas lo que le dio, a mi entender, el éxito al show. Bueno, no dejan de ser quienes son y el hecho de estar aún encabezando un cartel donde la mayoría eran bandas que casi echaban a andar es todo un lujo. Esperemos que sigan volando alto por mucho tiempo, aunque ya se han despedido no sé cuántas veces.




El sábado llegamos tarde para la actuación de Pitera, algo que me jodió bastante porque tenía muchas ganas de verlos, pero esto suele pasar cuando se estira la noche anterior hasta el infinito y más. La cuestión es que entramos en Ifeme cuando estaban interpretando su último tema, así que poco o nada puedo decir respecto a ellos. Otros que venían de Don Benito eran Kimen. Con su apuesta por un Rock cañero a base letras referentes a asesinatos y sucesos trágicos de la región, como el pasaje de Puerto Hurraco, el crimen de Don Benito o El Coyote de Barcarrota, consiguieron meterse en el bolsillo a un público bastante numeroso, much@s de su zona que, con toda seguridad, vino a verlos expresamente. Con ellos se vieron los primeros pogos de la noche hasta cerrar con una versión de “Roots”, de Sepultura, y repartir camisetas para tod@ aquel que se hiciera con ellas.





Los montijanos Sheratán han vuelto, y esperemos que sea por mucho tiempo. Buen Heavy Metal con entrega y conexión con un público que empezaba a llenar el recinto. Fue toda una alegría tenerlos en frente después de tantos años y poder disfrutar de todos esos temas que ya forman parte de la historia del Rock extremeño. Se vio que disfrutaron de lo lindo, al igual que tod@s los que asistimos a su concierto, con el repaso que dieron a su ya más que extensa discografía. Un saludo para ellos, espero que nos volvamos a cruzar pronto en algún que otro festival o concierto, pues siempre han sido una de esas bandas que, además de gustarme musicalmente, me ha caído bien.





La quinta edición del Acerock siguió con la actuación de los madrileños Evil Hunter. Otra buena dosis de Heavy Metal con un gran cantante al frente y unos músicos de alto voltaje. Dejándose caer trallazos como “Fear Them All” o “Burning In Flames” no tardaron en demostrar su valía a lo largo de un show que, al menos a mí, se me hizo demasiado corto. No estaba demasiado al tanto de ellos y, cosas de esas que pasan en este tipo de eventos, me dejaron un más que buen sabor de boca. Mucha suerte y a seguir dando caña, pues tienen todo lo necesario para alcanzar cierto estatus más que merecido.





Y en esto llegaron los cafres de Avulsed y pusieron patas arriba todo lo habido y por haber. Comenzaré diciendo que no soy un seguidor del Death Metal, y mira que lo intento, pero nada, que no conecto, pero lo que estos cinco bestias ofrecieron en Mérida va a ser recordado por mucho tiempo. La peña no dejó de hacer pogos, Walls of Death y demás encontronazos en ningún momento. Su vocalista, Dave Rotten, se bajó del escenario no sé cuántas veces para meterse entre un público que lo alzó y paseó como si de una procesión se tratara. Y venga tralla a base de cortes que iban desde sus trabajos de 1993 hasta los más actuales. En serio, puede que te gusten más o menos, pero lo que ofrecieron estos madrileños fue algo impresionante y esperado por much@s de l@s asistentes al festival. Mi más sincera enhorabuena por su concierto y por todo lo que se dejaron encima y debajo de las tablas. Digamos que fueron la guinda del pastel del sábado, eso sí, un pastel putrefacto y gutural. ¡¡Menudo despliegue!!




La duda llegó cuando acabaron los Avulsed con respecto a Tierra Santa. A ver cómo levantaban un concierto después de visto lo visto. He de reconocer que fue uno de los momentos con más afluencia de público y con uno de los mejores sonidos de la noche. Nunca ha sido un grupo al que haya seguido ni que me haya gustado en exceso, y vuelvo a repetir que esto es cuestión de gustos, sin más. Así que aguanté como media hora, después de que se retrasaron un buen rato, y di por terminado mi Acerock V.





Me alegré de que se haya formado otra asociación en la zona de Don Benito- Villanueva de la Serena, sobre todo por la cercanía que me atañe; saludé, hablé y me reí con peña que solo veo cada año en Mérida; disfruté con todas las bandas, con unas más y con otras no tanto, como es normal; y me sentí satisfecho con que la Asociación Acero siga con una labor tan necesaria para mantener viva la antorcha del Rock por estos lares, sobre todo apostando por bandas jóvenes y con mucho recorrido por delante, para que luego esa pandilla de quejicas digan que no hay cambio generacional. ¿No será que se quedaron anclados en el cuarto disco de Maiden y el primero de Megadeth? En fin, muchas gracias por estos dos días y por todo lo vivido durante ellos. ¡¡Nos vemos el año que viene!!

 



martes, 16 de mayo de 2023

Texto Mandrílico Mayo 2023


LA FUNCIÓN

 

De todos los momentos vividos por cualquier escritor uno de los más inquietantes es el instante en el que asoma su mente al acantilado del papel en blanco.

Pedro está sentando en una silla. Es su única acompañante en un escenario vacío iluminado tan solo por un foco amarillo colocado a su espalda. Lentamente, baja y sube la cabeza fijando su mirada en el público; se pasa las manos por la cara intentando que, por los poros de las mejillas, emerjan las ideas que quiere plasmar. Al no conseguirlo, se frota las piernas con avidez tratando en balde de que parta algo de sus extremidades que consiga levantarle de la silla.  Deja las piernas y comienza a rascarse los brazos con fricción ante el temor de no poder atrapar lo que su cerebro pide salir a gritos. Todo sucede mientras suena “Wish You Were Here”, de Pink Floyd.

Terminada la canción, el foco se apaga quedando el escenario a oscuras. De la parte derecha del mismo, sale un actor vestido de folio en blanco al que persigue una luz, a su vez, blanca. Al llegar al personaje que está sentado, revolotea alrededor suyo como impulsado por una brisa suave. Se aproxima y le acaricia la cabeza para luego alejarse de golpe y volver con más suavidad. Interpreta esta danza al tiempo que suena el Finalle, Allegro Giusto de “La Trucha”, de Schubert. En los últimos compases, el hombre atrapa el papel con su mano izquierda y lo mantiene aferrado a su cuerpo hasta que este se desploma a sus pies. Entonces, el escenario vuelve a quedarse a oscuras.

Pasado un minuto, del lado contrario al que salió el folio, hace su aparición una actriz disfrazada de pluma estilográfica a la que, en este caso, persigue una luz de un azul claro. En un primer momento, se aproxima al hombre con timidez, tira de su brazo derecho, lo suelta para distanciarse y vuelve a repetir la acción varias veces, cada vez con más énfasis, ante la falta de respuesta a su solicitud. Todo mientras se escucha “El Vuelo Del Moscardón”, de Nikolai Rimsky-Korsakov. A mediados del tema, el hombre comienza a intentar atrapar a la pluma como si del insecto se tratara. Algo que consigue de un manotazo cuando se escuchan los estertores de la composición musical.

La oscuridad regresa al escenario durante poco más de un minuto. Esta se va desvaneciendo en tanto que el foco amarillo a espaldas del hombre que permanece sentado se va uniendo lentamente al blanco lateral del folio y al azul tenue cenital de la pluma. Cuando los tres convergen en la cara del sedente, que ha permanecido cabizbajo hasta ese instante, este levanta la cabeza y mira fijamente al público durante otro minuto hasta decir:

Todos los presentes, independientemente de su edad, se han acercado esta noche aquí con la intención de vivir, sentir, escuchar y experimentar algo nuevo. Algo que, después de haber pagado una entrada y según la transacción efectuada, pensáis que tenéis derecho a recibir. Si no lo conseguís, os enervaréis entre gritos, quejas, insultos e improperios; derecho que forma parte del pago. Y si alcanzáis el pretendido fin con el que habéis aposentado vuestros diferentes y únicos traseros en unos asientos bien distintos a mi silla, aplaudiréis, gritaréis vivas y piropos e, incluso, tiraréis algún beso que otro al escenario. Pues siento deciros que en vuestras manos está comportaros de una forma u otra, porque este que tenéis en frente es incapaz de escribir, recitar o interpretar nada cuando tiene a alguien delante. No digamos ya una sala como la que tengo esta noche enfrente, llena hasta la bandera. Así que nada, expresaos, rugid, desgarrad vuestras gargantas y alzad vuestras voces, ya sea de aprobación o rechazo. Buenas e inspiradoras noches. El dinero de la entrada no les será devuelto.

En primer lugar, el hombre suelta al folio que vuelve a danzar al son de la música que le vio aparecer perseguido en todo momento por el foco blanco hasta desparecer por el lado contrario al que entró en escena. Luego lanza la pluma con fuerza hacia el lado que vio salir el folio al tiempo que los acordes de la melodía que la vio personarse la impulsan, una y otra vez, a las manos del hombre, que, a punto de acabar la música y aún con la luz azul claro, le da un empujón que la hace desaparecer por completo. Pasado este trámite, vuelve a sonar Pink Floyd, el hombre se levanta, agarra la silla y deja que el foco amarillo le persiga mientras atraviesa el pasillo central de la sala entre todo tipo de reacciones de un público que contempla cómo, tanto él como la música, se esfuman por la misma puerta los vio entrar.


jueves, 4 de mayo de 2023

Lizzard En Madrid

 



Aprovecho el paso de l@s franceses Lizzard por Madrid para plantear o seguir planteando todas esas cuestiones que hay sobre la mesa acerca del Rock. Desde luego, si el Rock está agonizando, algo que no comparto para nada, y no por cabezonería, sino porque tengo razones para pensarlo, es porque no atiende lo suficiente a bandas que lo están dando todo en el Underground. Os recuerdo que es de ahí de donde salieron la mayoría de los grupos que luego fueron llamados “de masas”. Puede que otra razón que nos lleve a pensar esto es la gran diversificación del Rock y lo excluyentes que han acabado siendo cada tropa de seguidores de cada una de esas ramas. Esa podría ser la única razón para que combos como Lizzard no estén más alto de lo que están, ya que su música es sobresaliente y su actitud y cercanía fuera de lo común. Dicho esto, voy a comentar cómo se dio la noche de su último show en la capital del Estado.




En primer lugar, hay que darle un pequeño o gran tirón de orejas a la organización por decir que las puertas de la sala se abrían a las 19,30 y no hacerlo hasta las 21,00. Menos mal que me encontré con alguien que me dio esa información mientras daba con la Rockville, lugar donde se celebraría el concierto. No es que sea demasiado engorroso el asunto, pero joder, te das prisa por llegar a un sitio que no conoces y luego te encuentras que tienes que espera hora y media para entrar. Creo que no he dado de sí una cerveza más en mi puta vida. Llegada la hora, entramos en la sala y en no más de veinte minutos estaban l@s gal@s sobre el escenario para deleitarnos al centenar de personas que nos acercamos a verlos.





Doy por hecho que poc@s de l@s asidu@s a este humilde blog conoce la labor del trío formado por Mathieu Ricou a la guitarra y voz, William Knox al bajo y la baterista Katy Elwell, pero si estos párrafos sirven para despertar vuestro interés por ell@s me dio por muy satisfecho. Arrancaron con “The Decline”, de su último trabajo “Eroded”, y desde ese instante pudimos comprobar el talento de los tres, sobre todo de Katy que, no solo por la situación en el escenario, es el centro de atención. Engancharon con “Violent”, el único corte de su segundo trabajo que se escuchó esa noche, para volver a su último disco con la sensacional “Haywire”. Para ese momento tod@s estábamos absrt@s con la labor de la base rítmica, pues lo de Knox al bajo de cinco cuerdas es para no dejar de mirarlo.




Entre los vaciles de Ricou, continuaron fascinándonos con otro de sus temas de “Eroded”, el gran “Blowtown”, para avanzar con “Shift”, corte que da nombre a su tercer larga duración. En esta parte del concierto Mathieu se colgó la acústica, bueno, una especie de acústica porque aquello sonaba cañón, para que pudiéramos escuchar un tema instrumental que vendrá en su próximo disco, y la verdad es que a mí me encantó. Pasado este tramo al que añadieron una canción más, entramos en la recta final con la psicodélica “Tear Down The Sky” y la cañerísima “The Orbiter”, ambas de su primer redondo, “Out Of The Reach”.




Concierto corto, poco más de hora y media, pero intenso, donde Lizzard dejó claro lo grandísimo que son, musicalmente hablando. Al tiempo que Katy y William recogían sus instrumentos para dar paso a la siguiente banda, he de reconocer que no me quedé más de cuatro temas porque no conecté con ellos y, además, se me hizo tarde para pillar metro y volver al sitio donde me estaba quedando, Mathieu atendía al puesto de la banda donde podías hacerte alguna foto con él, además de con sus discos y alguna camiseta. Esta ha sido la segunda vez que los veo, y espero que no sea la última. Lo dicho, si tenéis oportunidad de escucharlos hacedlo, y si tenéis la oportunidad de verlos en directo mucho mejor. Así fue cómo los descubrí yo, en un concierto siendo teloneros de Soen, como se solía descubrir a las bandas tiempo ha. Gracias Lizzard por vuestro buen estar y enhorabuena por vuestra música.