Este cómic es algo especial para aquell@s que tenemos en
nuestras familias, o conocemos de manera cercana, a algun@s gemel@s o melliz@s.
Además de esto, será, sin lugar a dudas, extraordinario para es@s mism@s
gemel@s o melliz@s. Con ello quiero decir que debería ser lectura obligada para
un@s y otr@s. Hablando de lectura, sigo aconsejando, por enésima vez, le
relectura de cualquiera de vuestros libros o cómics. Aquello que pasó
desapercibido en esa primera leída puede quedar en segundo o tercer plano,
mientras que detalles que no llegaron a nosotr@s en ese momento saldrán a luz
haciendo de la obra en concreto algo más valioso de lo que, en principio, nos
pudo parecer. Está claro que también puede ocurrir lo contrario, o sea, que
algo que no nos gustó con el primer acercamiento acabe confirmándose como
infumable lo cojas por donde lo cojas. En mi caso, la relectura de “Lobas”, de
Rachel Deville, me ha servido, justamente, para la primera de las opciones
antes mencionadas.
Rachel Deville es una autora francesa licenciada en Artes
Plásticas que, harta del Arte conceptual, abandona los estudios para dedicarse
al canto y al teatro, pero nunca dejó de lado su gran pasión, el dibujo. Una
vez tomada esta decisión, en el año 2005 vuelve al mundo de las viñetas.
“Lobas” está editado por Sins Entido dentro de la colección Sin_Nosotras. Aquí,
a su vez, podréis encontrar trabajos de Sonia Pulido o Peggy Adam, entre otras.
Una de los logros de Rachel con esta obra llega a través de la utilización del
blanco y negro. Está claro que la espectacularidad, siempre que esté bien
aplicado, como en todo, del color nunca será alcanzada por la que podamos
encontrar entre el blanco y el negro. Yo siempre me he considerado un gran
defensor de estas últimas tonalidades. Pienso que, al igual que hablábamos del
color, utilizadas de manera correcta y personal imprimen al cómic un carácter
muy particular, además de una fuerza exclusiva. He de reconocer que mis autores
preferidos del universo de las viñetas están dentro del mundo del blanco y
negro, eso hace que sea un poco menos objetivo en este tema, pero leyendo
trabajos como éste me sigo afianzando en todo lo dicho con anterioridad.
Deville les da un toque tan particular a sus ilustraciones, con esos tonos de
grises y esas sombras, que, estoy seguro de ello, si éstas llevaran color por
doquier no acabarías sintiendo lo mismo una vez que las lees. Y, en esto creo
que estaremos todo@s de acuerdo, se trata, precisamente, de eso, de que cuando
vayas leyendo te vayas enganchando cada vez más con lo que te vas encontrando,
ya sea en color o en blanco y negro. Todo un éxito el de la autora en este
sentido.
Si, digamos, la parte del dibujo es un acierto, la del guion
es sobresaliente. Tengo la suerte de tener en mi familia a unas mellizas a las
que, en primer lugar, diré que quiero con locura, ellas lo saben, pero nunca
está de más repetirlo. Sea como fuere, lo que no podemos negar es que estas
personas que, desde el momento del nacimiento, vienen acompañadas son, a lo
largo de su vida, un punto de atracción o repulsión. Hacen que nos preguntemos
un montón de cosas, ya no sólo a nivel científico, que estos siempre lo quieren
explicar todo como y de la forma que sea, sino a nivel interno, de convivencia
o, simplemente, por curiosidad. Pues bien, de esto va el guion de “Lobas” con
la gran salvedad, o acierto, de que, en este caso, todo lo que se nos cuenta
está visto desde el prisma de las propias protagonistas; perspectivas,
sentimientos y visiones son de las propias gemelas. Situaciones que a ell@s le
sonarán familiares, otras que nos sonarán a nosotr@s, maneras de entender la
vida que, a l@s que estamos fuera de ese binomio, se nos escaparán por siempre,
las relaciones con los demás miembros de la familia, con sus compañer@s de
clase, con sus amistades, forman la columna vertebral del cómic. También
debemos distinguir el contexto que rodea a Anna y Rachel, nombres de las niñas
que estamos tratando, que, seguramente, será bien distinto a muchos de los
casos de otras personas gemelas o mellizas. No todo el mundo vive las
situaciones que ellas encuentran en su camino, pero de lo que estoy seguro es
que, en el plano de los sentimientos, este trabajo servirá de reflejo a much@s
de ell@s.
Como veis, no voy a entrar en detalles de quiénes son Anna Y
Rachel, ni en los problemas que se encontrarán, tampoco en sus luchas amor-odio
y acercamientos internos, pues lo que me gustaría es que, una vez que hayáis
leído esta obra, me dierais vuestra más sincera opinión al respecto. ¿Es tan
bueno como dicen tener, desde el principio de tus días, a alguien
continuamente a tu lado? ¿Qué alegrías, arrepentimientos, tristezas o euforias
lleva eso consigo? Muchas de esas respuestas podréis encontrarlas en “Lobas”,
de Rachel Deville.
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