lunes, 28 de marzo de 2022

Gritando En Silencio Pasó Por Cáceres

 





El concierto de los sevillanos Gritando En Silencio en la sala Barroco cacereña fue de los que comienzan con cierta frialdad y terminan con el local en ebullición. Mucha peña jovencísima que no dejó de cantar, bailar y hacer pogos en determinados momentos constituyó la mayor parte de l@s asistentes. Público de esos que dan un buen bofetón en la cara a aquell@s que piensan que el Rock está tocado y hundido y que, seguramente, hace mil años que no van a disfrutar de la música en directo. No estoy seguro de que, después de dos décadas a las espaldas, Marcos Molina y los demás integrantes del grupo puedan ser considerados como una promesa, lo que sí sé es que son una de las bandas con más carisma del panorama estatal, y en Cáceres lo volvieron dejar bien claro.









Con cierto retraso, por aquello de que la gente consumiera y demás, supongo, saltaron al escenario de una Barroco con nueva decoración e igual dificultad visual, según donde te coloques. El tema elegido para el pistoletazo de salida fue “Mi Último Cartucho” y, desde ese instante, se comprobó la gran conexión entre l@s presentes y los encargados de animar el cotarro. A partir de aquí dieron un repaso a su discografía a base de trallazos del calibre de “Sácame De Aquí”, “Rumbo De Colisión” o “Como Si No Hubiera Nada Más”, con esta consiguieron uno de los momentos más locos del concierto. A pesar de, como podéis comprobar, interpretar la mayoría de los cortes de su último trabajo en estudio, “Material Inflamable”, no se dejaron en el tintero los temas que los han llevado al lugar que ocupan en el panorama estatal como “Vértigo”, “Actitud”, una de las más esperadas siempre, “Entre Tus Piernas”, “¿Dónde Te Has Quedado?” o “A Las Armas”.





Mientras tomábamos unas cervezas no todo lo frías que quisiéramos, no sé si las de esa temperatura la reservan para el público que acude a la sala una vez terminados estos eventos que buenos beneficios les reporta, a esto hay que sumarle lo inaudito de que no tuvieran sin alcohol, el sudor se hizo presente y no solo lo comprobamos nosotr@s, Marco se deshizo de su pañuelo y Jorge de su camiseta. “Días Grises” o “Alma De Blues” fueron otros de los momentos álgidos del show, equiparable a los empujones, saltos y desenfreno de “Va Por Vosotros”, “Volviendo A Casa” o “Perdedores En La Lluvia”.  Estoy seguro de que la mayoría del personal no se enteró de lo referido por Marcos antes de que la banda tocara uno de mis temas preferidos de su último redondo, “Lágrimas De Un Paria”. Es lo que tiene esa maldita costumbre de no parar de hablar entre canciones o, incluso, durante la interpretación de ellas en vez de estar pendiente del escenario. A pesar de echar en falta algún tema, me sigo quedando con las ganas de escuchar en directo “Ya Debió Cambiar”, canción tras canción, vivimos una hora y media larga de intensidad y buen rollo, el mismo que echábamos en falta, el que queremos volver a sentir, hasta que se despidieron con una gran sonrisa en la cara y una ovación aún mayor.








Con Marcos poniendo su inconfundible voz a esas letras repletas de vivencias y mensajes, desde que los conocí en el reproductor del coche de unos colegas durante el viaje a mi primer Leyendas Del Rock, Gritando En Silencio ha estado entre mis mayores preferencias de lo que se cuece por estos lares. Gracias por acordaros de este rinconcito que no pisabais desde hace unos años. Espero que nos volvamos a ver pronto y que sigáis creciendo como banda porque os lo merecéis, y mucho.




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