Sobrevivimos a una nueva edición del Download madrileño. Digo
sobrevivimos por el tema del calor y algunos momentos de verdadera locura
colectiva porque, musicalmente hablando, ya no pueden echar otros tres días que
allí estaríamos aún. Parto de que a mí el festival me ha encantado. Es verdad
que no ha habido tanta peña como otros años, algo de agradecer porque si no
hubiera sido el triple de sudada, pero la organización sigue estando muy a la
altura del evento, el sonido ha sido espléndido, el tema del olor no se ha
notado nada y lo de pagar con la pulserita tampoco está tan mal. Así que, una
vez dicho esto, pasemos a lo que vi y viví en estas jornadas.
Llegué al festival cuando Comeback Kid estaba dando los
últimos coletazos a su actuación. Entre encuentros, saludos y fotos del
momento, poco pude escuchar de ellos, pero por el ambiente que había, siempre a
pesar del calor, supongo que estarían más que bien. El primer show al que
asistí íntegramente fue el de los madrileños Vita Imana. Comenzaron con ciertos
problemas de sonido durante “Calima” que fueron solventando tema tras tema
hasta conseguir que aquello se convirtiera en todo un jolgorio. Después de los
cambios sufridos en el combo, nos ofrecieron un concierto de alto nivel con una
total entrega por parte de Mero Mero como frontman. Se notó que jugaban en casa
y cortes como “Desfiguradas”, “Romper Con Todo” y, sobre todo, “No En Mi
Nombre” consiguieron arrancar los primeros pogos del festival. Tenía muchas
ganas de verlos y no me defraudaron en ningún momento.
Nunca he sido muy de Children Of Bodom, así que, siguiendo
los consejos de mi amigo Miguel, nos acercamos a ver a Brutus en el escenario
4. Si ha habido una cosa que me ha gustado de este festival es que he visto a
un montón de bandas que conocía por primera vez y a otras que desconocía
totalmente. Una de estas últimas fueron estos belgas que, como buen power trío,
lo dieron todo en los cuarenta minutos que estuvieron sobre las tablas.
Asombrosa la labor de Stefanie a la batería y voces y gran trabajo de Stijn a
la guitarra y Peter al bajo. Me impresionaron bastante y temas como “War”,
“Cemetery”, “Distance”, “Space” o “Sugar Dragon”, con la que cerraron, fueron
de lo más destacable de su repertorio. Primer gran descubrimiento del festival,
sin duda.
Papa Roach fueron la primera gran locura del evento. Ni se
sabe la cantidad de veces que he hecho por verlos y no lo he conseguido hasta
el pasado viernes. Se nota que son una banda muy rodada y saben cómo meterse al
público en el bolsillo a la mínima de cambio, sobre todo con la actitud de
Jacoby Shaddix que no paró de moverse e incitar a l@s presentes a desparramar
sin parar. Desde que empezaran con “Who Do You Trust” se vio que aquello iba a
convertirse en una fiesta por todo lo alto. Sin apenas tregua fuera cayendo
“Blood Brothers”, “Help” y “Getting Away With Murder”. Para cuando le llegó el
turno de “Feel Like Home” y, sobre todo, “Scars” todo era saltar y vociferar.
Inesperada y muy bien recibida la dedicatoria al fallecido cantante de The
Prodigy, Keith Flint, interpretando la archiconocida “Firestarter” justo antes
del broche final con “Born For Greatness”. Me gustaron muchísimo Papa Roach. Me
arrepiento de no haberlos visto antes y me alegro de no habérmelos perdido esta
vez.
Otra de las bandas que más tirón tenía de este Download era
sin duda los Sabaton. La cuestión es que, a mí, después de haberlos visto ya tres
veces anteriormente, me aburren soberanamente, así que me fui a cenar para
afrontar el tramo final de la jornada con fuerza renovada. Lo de Scorpions ya
no sé ni cómo llamarlo. Siguen siendo uno de mis grupos de cabecera y sus temas
forman parte de la banda sonora de mi vida, hasta ahí bien. Lo malo es que
cuando ves a una banda casi una vez por año, como me ha pasado con ellos
después de Madrid, Barcelona, Córdoba y Mérida, como que pierde encanto la
cosa, siempre dentro de la caña que imprimen a sus directos. Arrancaron con
“Going Out With A Bang” a la que engancharon “Make It Real” y “Is There Anybody
There?” para tener a todo el personal pendiente del escenario. Clásicos como
“The Zoo”, “Coast To Coast” y el medley de temas de la época Roth, “Top of the
Bill”, “Steamrock Fever”, “Speedy's Coming” y “Catch Your Train” dieron paso a
otro de sus nuevos o, mejor dicho, últimos temas “We Built This House”. La
vedad es que este corte ha pasado a ser uno de los momentos estelares de su show,
tanto por la entrega del público como por el sonido y la imagen. Segunda
instrumental con “Delicate Dance” antes de llegar al momento acústico con
“Follow Your Heart”, “Eye Of Storm” y la grandiosa “Send Me An Angel”. Cuando
tienes en tu repertorio temas tan colosales como “Wind Of Change” o “Bad Boys
Running Wild” sabes que todo lo que ha ocurrido con anterioridad, para bien o
para mal, se va a despejar de un plumazo. Estos hacen que cuando llega el solo
de Mikkey Dee aquello se caiga literalmente con tanto grito. La fuerza que este
tipo ha impreso a la banda, junto a esos pedazos de discos que están sacando,
veremos a ver cuando grabe con ellos, es bestial. Más cera con otros dos
clásicos como son “Blackout” y “Big City Nights” antes de largarse y volver
para cerrar, como no podía ser, con “Still Loving You” y “Rock You Like A
Hurricane”. Lo dicho, siguen siendo muy grandes, ver a un tiarrón como un
armario que tenía al lado emocionarse durante todo el concierto dice mucho
sobre esto, pero que no estiren demasiado la goma porque puede llegar a
romperse.
Segunda gran descargar, para mí gusto, del festival a cargo
de los locos de Turbonegro. Otra de las bandas que tenía muchas ganas de ver y
que no me defraudaron lo más mínimo, al contrario. Si empiezas con dos
pelotazos como “Hot For Nietzsche” y “I´ve Got A Knife” consigues que la locura
se apodere del público con una rapidez extrema. Aquello fue un subidón
continuo, venga tralla y actitud con “Hurry Up & Die”, “All My Friends Are
Dead” y la acedeciana “R&R Machine”. El macarreo y la provocación son parte
de su idiosincrasia y lo dejan bien clarito con “Suburban Prince´s Death Song”,
“Wasted Again o la increíble “Fuck The World”. Si entre medias de estos
cañonazos metes una versión del clásico de Alice Cooper “School´s Out” te puede
imaginar cómo sube de grados la actuación. Pocas bandas de las que pasaron por
el escenario 2 salieron a hacer bises, ellos lo consiguieron con otra de las
partes de “R&R Machine”, “The Age Of Pamparius” y la aclamada “I Got
Erection”. Muy grandes esta padilla de descerebrados que lo mismo te enseñan el
culo que te comen a besos. El cierre despidiéndose mientras sonaba el “Simply
The Best” de la extraordinaria Tina Turner fue la guinda del pastel. Salí de
allí con una sonrisa que no me cabía en el alma. Pues eso, para mí los mejores
de la jornada.
Cerramos el viernes en la zona de Djs. conversando, riendo y
acabando de fundirnos lo que teníamos en la pulsera y los bolsillos. Con un
comienzo así no me extraña que el sábado me lo tomara con más calma, cosa que
se desvaneció con las actuaciones de ciertas bandas. Pasemos a ello.
Comencé la jornada sabatina con la actuación de los
norteamericanos Red Fang. No es que me defraudaran, lo que ocurre es que me
parecieron un poco lineales durante todo el concierto. El Stoner no es algo que
me desagrade, al revés, hay cosas que me atraen mucho. Puede que el sol y la
tralla del día anterior influyeran en mi falta de atención, sin duda. La
cuestión es que a Aaron Beam y los suyos se les veía encantados encima del
escenario, sobre todo cuando interpretaron “Shadows” y su reciente single
“Antidote”. Un buen principio para una tarde-noche que daría mucho de sí.
Rival Sons me volaron la cabeza literalmente. Era otro de los
grupos que tenía muchas ganas de ver, sus discos me flipan, y no me defraudaron
nada. Eso sí, no sé cómo el voceras Jay Buchanan aguantó con esa indumentaria y
el solazo que le cayó en el escenario 2. Venían presentando su último trabajo,
“Feral Roots”, así que, después de sonar la intro mítica de Morricone, no
podían empezar de otra forma que con “Back In The Woods” a la que unieron
“Pressure And Time” y “Electric Man”. El guitarra Scott Holiday sacó un
instrumento por canción, no sé cómo llevara esto su pipa, pero atento debe
estar en cada momento. Ese sonido setentero de toques actuales convenció hasta
a l@s más escépticos o a l@s que pasaban por allí que no duraron en engrosar el
público. Para cuando llegaron “Face To Light” y “Torture” nos tenían a tod@s
pegando saltos. Qué bueno es ver a una banda sin parafernalia alguna, solo con
un telón de fondo de la portada de reciente disco, llevarse de calle a toda la
peña con cortes “Open Your Eyes” y las nuevas “Do You Wrost” y “Shooting
Stars”. Cerraron con “Keep On Swinging” uno de los mejores conciertos de todo
el festival. Con estos sí que se me pasó la tontería de un plumazo. Grandes
estos californianos que intentaré ver un show propio.
Amon Amarth ha sido el grupo que, aun conociéndolos, quién no
los conoce a estas alturas, más me ha enganchado de todo lo que he visto
durante el Download. Esta era la segunda vez que los veía, después de Barcelona
y, la verdad, aquella vez no es que no me molaran pero vi más parafernalia y no
me quedé tanto con la parte relativa a la música. Puede que ahora, debido a la
rebaja del impacto visual que se limitó a unos cuernos en la batería y varios
telones de fondo, además de las típicas llamaradas y la lucha de guerreros
nórdicos, me hayan gustado más por eso, el aspecto estrictamente musical. La
fiesta vikinga comenzó con “The Persuit Of Vikings” y “Deceiver Of The Gods” de
manera apabullante. Con “The Way Of Vikings” hicieron su primera aparición los
guerreros anteriormente citados para llevar a cabo una lucha que, en ciertos
momentos, pareció un poco ridícula, pero así es esto de la puesta en escena.
Todo se solventa con “Asator” y “Cry Of The Black Birds”. Debo resaltar la
actitud y entrega del cantante Johan Hegg que sabe perfectamente cómo levantar
a la audiencia y darle lo que quieren. Eso fue lo que hicieron durante todo su
concierto a base de momentazos como “War Of The Gods” y “Raven´s Flight”, entre
otras. Sonido increíble de guitarras junto a ese pedazo de batería, Jocke
Wallgren, para mí el mejor de ellos, te llevaban en volandas tema tras tema
hasta llegar a “Raise Your Horns” y “Twilight Of The Thunder God”. Uno de los
grandes triunfadores del sábado, estos vikingos.
Sin apenas ser consciente de lo que se acercaba, pero
sabiendo que había que reponer fuerzas, me fui a cenar con los colegas con los
que estaba sacrificando parte del concierto de Stone Temple Pilots de los que
vi el cierre con “Roll Me Under”, “Dead & Bloated”, “Trippin´On A Hole In A
Paper Heart” y “Sex Type Thing”. He de reconocer que nunca he sido un gran
seguidor suyo, pero lo poco que vi me gustó y su público, con el que comenté
luego algo sobre su concierto, salió muy satisfecho de su paso por el festival.
¿Sabéis el significado de locura colectiva? Pues si aún no lo
conocéis o queréis encontrarlo, solo tenéis que asistir a una actuación de
Slipknot. Brutal es un adjetivo que se queda muy corto con lo vivido una vez
que Pantera, Metallica y AC/DC dieron paso a los de Iowa. “People = Shit”,
“(Sic)”, “Get This” y “Unsaited” y ya estábamos sin respiración, rodeados de
pogos, empujones y patadas. Un Taylor muy comunicativo, no paró en toda la
noche de hacer arengas y dirigirse al público, pedía más y más y aquello subía la
tensión mientras “Before I Forget” y “The Heretic Anthem” caían como un misil. Sonidazo
de primera, puesta en escena sobresaliente con esos golpes machacantes de
percusión y teclado, cómo aguantará Craig Jones con la cabeza encerrada entre
esos clavos, daban paso a “Psychosocial”, “The Devil In I” y “Prosthetics”. Si
Taylor es la voz cantante del cotarro, nunca mejor dicho, no nos quedemos atrás
a Sid Wilson que no paró de recorrer el escenario ganándose más de una patada de
alguno de sus compañeros, esto forma parte del show, seguro, y poniendo unos
caretos que le hacen merecedor de ser el primo de Gollum. Aquello seguía con su
cascada de empujones, ya no sabías por dónde te venían los golpes y demás, y
venga tralla con “Custer” y “Sulfur”. Sí que es verdad que las parrochadas del
frontman nos servían para tomar aliento y posiciones antes de volver a la
carga, pero en el instante que sonaba en primer acorde… vuelta al desenfreno
que llegó a la cúspide con “All Out Life” y, por supuesto, con ”Duality”. Se
tomaron, y nos dieron, un descanso antes de regresar con los bises, “Spit It
Out” y la atronadora “Surfacing”. Lo dicho, hacía muchísimo tiempo que no
asistía a un concierto tan loco y de derroche de energía, tanto por la banda
como por el público, como el vivido el pasado sábado en la Caja Mágica
madrileña. He de resaltar que hubo peña que comentó que le habían robado el
móvil durante la actuación de Slipknot. No pongo en duda su afirmación, pero,
visto lo visto, tampoco dudo de que se les cayera con tanto mogollón que se
formó durante la hora y media larga que estuvo la banda sobre el escenario. De
todas formas, de ser verdad, ya les vale a l@s mangantes de turno.
Podía haberme quedado a los Berri Txarrak o hacer un esfuerzo
para acercarme a Leprous, pero la sudada y el agotamiento después de Slipknot
nos llevaron directamente a la zona del mercado a pillar algo de bebida,
relajarnos y comprar alguna cosilla de recuerdo. El domingo nos esperaba el
colofón, más calor que días anteriores y más peña aún. Seguimos.
Llegamos a la última jornada de este Download. Para mí esta
empezó con la actuación de Toundra. No es que sea gran seguidor de apuestas
como las del combo madrileño, pero sí que es verdad que escucho sus discos y me
parecen algo muy interesante. Lo que me siempre me ponía en duda era ver cómo
reaccionaría ante un concierto suyo. Toda esta incertidumbre se desvaneció
escuchando temas como “Cobra”, “Cruce Oeste”, “Cielo Negro” o “Tuareg”. Está
claro que para hacer este tipo de música tienes que estar muy compenetrado y,
desde luego, los componentes de esta banda van como un reloj. Si a eso le sumas
la actitud del guitarra Esteban y la pegada del batería Álex tienes ante ti una
actuación de las que hacen fans. Eso fue lo que me ocurrió, consiguieron que me
añadiera a su ya larga lista de seguidores. Un buen comienzo para lo que se nos
vendría encima.
Lo del Soulfly ha sido lo más decepcionante que he visto en
tiempo. No por el sonido o los músicos que acompañan a Max Cavalera, más bien
por él y la imagen que dio durante su concierto. Enfundado en una chupa de
cuero abrochada hasta la garganta, luego se tuvo que deshacer de ella,
evidentemente, arrancaron los 55 minutos que tenían por delante con “Dead
Behind The Eyes”. Mientras dejaban caer “Under Rupture”, “Jumpdafuckup” o la
homónima de su último disco, “Ritual”, fuimos comprobando que, a pesar de la
fuerza de su música y de la increíble labor de Zyon Cavalera a los parches,
aquello había entrado en un punto totalmente lineal. Subieron un poco con la mítica
“Back To The Primitive” y nos quedaron con las ganas de escuchar algo de
Sepultura. Digamos que el suyo fue un simple concierto de transición, sin más.
Después de la experiencia de la noche anterior con Slipknot a
la hora de pillar sitio y demás, salimos pitando para cenar algo y ponernos en
un lugar adecuado para ver a quienes la mayoría que hemos asistido a este
festival queríamos ver, o volver a ver, como es mi caso, Tool. Aprovecho para
decir que la buena oferta de comida, sobre todo en variedad, aunque nunca
faltan las pizzas y las hamburguesas, se desluce con la poca cantidad de bancos
para hacerla llegar al estómago. Esperemos que en próximas ediciones tomen nota
y no tenga que haber tanta peña tirada por el suelo jalando. A la vuelta vimos
los últimos coletazos de Architects, “Hereafter”, “Gone With The Wind” y
“Doomsay” para luego quedarnos plantados como estatuas esperando la salida del
cabeza de cartel. Es verdad que sacrificamos a dos bandas que tenía muchas
ganas de ver, Sum 41 en el escenario 2 y Watain en el 3, pero al final el
tiempo nos dio la razón y, de haber llegado con el mogollón que se abalanzó
sobre el escenario principal nos hubiéramos quedado mucho más lejos de lo que
estábamos.
Tool está a otro nivel, no sé exactamente cuál, pero a otro nivel. El sonido, las imágenes, los laser; que sí, que tampoco esto es
algo original suyo, pero cuando sonó el comienzo de “Aenema” aquello se vino no
abajo sino más allá de eso. Es verdad que al final fue imposible moverse de los
dos metros cuadrados en los que estábamos, que tenías que ir esquivando las
cabezas de la peña más alta para alcanzar el escenario con la vista y que hay
otra peña que se pasa todo el santo concierto grabando con el móvil para desgracia
de l@s que tienen detrás, pero cuando llegan a tus oídos dos trallazos seguidos
de la potencia de “The Pot” y “Parabola” todo pasa a segundo plano. Cuatro
tipos que se mueven menos por el escenario que cualquiera de sus monitores
llevan a miles de personas a dar botes sin parar incluso con temas aún no muy
escuchados como el nuevo “Descending”. Os podéis hacer una idea cómo sudamos
con “Schism” que fue la encargada de dar paso a su otro tema más reciente,
“Invincible”. Y de aquí en adelante fue dejarnos bob@s con “Intolerance” y la
bestialísima “Jambi”. Si la noche anterior la temperatura subió a base de
saltos, codazos y desparrame, aquí lo hizo con el calor humano que te rodeaba,
y lo digo sin cachondeo porque tod@s estábamos ech@s una piña entre saludos,
abrazos y cuernos al aire. Nada de empujones, mucho gritar, desgañitarse y
saltar en el poco espacio del que disponías. “Forty Six & 2” fue otro de
los momentos cumbre antes de afrontar “Vicarious”. Ante el temor de que aquello
se acercaba a su fin, queríamos más, otras dos horas más, pero todo el deseo se
quedó en mero placer puntual con el cierre de “Stinkfist”. Les pedimos otra y
otra y otra vez otra, pero nada. El señor Maynard se largó sin apenas decir
adios, lo único que dijo en toda la noche fue un triste “gracias” y cuando
llevaban más de la mitad del show, haciendo gala de su carácter huraño mientras
el bajista Justin Chancellor y el batería Danny Carey se unen al guitarra Tom
Jones en el momento de la despedida. Poco más puedo decir de este grupo, solo
que para creerte lo que te cuenten los tienes que ver. Lo digo porque dos de
los colegas que iban con nosotros no son muy de la banda y al acabar dijeron
claramente que aquello había sido algo que les había volado los sesos. Así que,
si los conoces, te molan sus discos, sus vídeos y sus letras, no dejes pasar la
oportunidad de verlos, al menos una vez. Da por hecho que no te arrepentirás lo
más mínimo. Ya estoy deseando saber si vuelven con la gira del nuevo disco.
Tardamos un buen rato en salir del mogollón del concierto de
Tool teniendo claro que nos íbamos a tomar un tiempo antes de continuar.
Paramos a beber algo en cada barra que nos encontrábamos hasta darnos cuenta de
que en el escenario 2 estaba actuando unos tal Boston Manor que estaban programados
para el 3. Nosotr@s a nuestro rollo entre risas y parloteo con la gente de
alrededor, lo típico del cierre de cualquier festival o concierto. En esto que
se sube un nota al escenario con una bandera, hay qué ver lo que hace un trapo,
que nadie sabía de qué iba e intenta meter una patada a uno de la banda. Pues
nada, que aquello fue un despropósito de hostias en un santiamén. No sé cuántos
seguratas placaron al individuo en cuestión mientras el músico agredido
aprovechaba dicho placaje para asestarle coces y pisotones en cara y cuerpo.
Que digo yo, que, por supuesto que no está bien que alguien venga a pegarte un
puño después de tu concierto, pero eso de aprovechar la situación de alguien
indefenso que tiene seis o siete roperos armario para soltarle lo que le soltó
este no es muy de valiente que digamos. Todo acabó llevándose al de la dichosa
banderita, que bien la podía haber dejado en su habitación, por un lado y al
músico por otro. Un final de lo más triste después de todo lo bueno vivido en
estos tres días.
Y hasta aquí mis vivencias en el Download 2019. Me he sentido
muy feliz de compartir estas jornadas con amig@s de toda la vida, he conocido a
otr@s nuev@s y disfrutado como un niño chico con la mayoría de las bandas que
he visto. ¿Qué más se puede pedir? Bueno, que no haga tanto calor, pero eso ya
se nos escapa de las manos. ¿Y lo del olor, cómo han conseguido mitigarlo este
año? A ver si alguien me responde. Ahí lo dejo. ¡¡Ya queda menos para el
Download 2020!!
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