jueves, 25 de julio de 2019

Javier De Isusi: "La Divina Comedia De Oscar Wilde"









Hay veces que ves y vives cómo un autor o una banda se va haciendo cada vez más grande y mejor conforme pasan los años y su obra toma forma. Eso es lo que me pasa con Javier de Isusi. Qué lejos, y a la vez qué cercano, queda el momento en que me hice con la saga de “Los Viajes De Juan Sin Tierra” y qué bien me he sentido viendo cómo se ha currado este pedazo de cómic dedicado a uno de los mejores escritores de la Historia. Leerlo ha sido algo parecido a escuchar el nuevo disco de tu grupo preferido y comprobar que sigue siendo algo muy grande, confirmando así que siempre tuviste razón siendo un seguidor suyo. No voy a repasar la biografía de Javier porque, llana y simplemente, no me da la real gana. Y no me da la real gana porque ya lo he hecho en varios artículos dedicados al mismo número de obras suyas que aparecen en este humilde blog. Si aún no le conocéis, solo os diré que os estáis perdiendo a uno de los grandes del cómic actual en este Estado. El mismo Estado que aún sigue menospreciando a much@s de l@s que se dedican al arduo trabajo de las viñetas. Luego, como en otros campos, est@s autores/as triunfan más allá de los Pirineos y el Atlántico mientras algun@s se preguntan de dónde han salido cuando l@s tenías justo a tu lado. Hoy comienzo este artículo dándole mi más sincera enhorabuena a este bilbaíno por su enorme labor.





Leyendo el prólogo de Luis Antonio De Villena podríamos dar por finalizado lo que os pueda contar de este cómic. El escritor madrileño nos pone sobre aviso de lo que vamos a encontrar en las páginas que suceden a sus párrafos. Lo hace de tal manera que, en principio, puede resultarte exagerado, pero, una vez leída esta obra, te das cuenta de que tiene toda la razón del mundo y parte del extranjero.




En “La Divina Comedia De Óscar Wilde”, Javier se centra en los últimos años de vida del poeta irlandés. No se trata de una biografía al uso, se nota perfectamente que el autor ha huido de este concepto como gato del agua. Lo ha hecho dando protagonismos tanto al propio Wilde como a quienes fueron sus allegados más cercanos en esos años que vivió en París. En las primeras páginas ya quedas avisado de que todo lo que te vas a encontrar de ahí en adelante puede, y solo puede, ser cierto. Con esta premisa poniéndote los colmillos como los de un tigre no te queda otro remedio que avanzar y proseguir hasta el final. Isusi es, como bien queda reflejado en su pequeña biografía wildiana, un gran conocedor de la obra y vida del Wilde. Y si no lo es, cosa que dudo, se ha documentado de lo lindo para ofrecernos esta “Divina Comedia”.




Las reflexiones, ocurrencias y buena oratoria del autor británico se mezclan con esas confesiones de amigos, conocidos e, incluso, pequeños detractores que dan a estas páginas un dinamismo que alcanza el extremo de la más pura empatía. Empezando por Manuel Machado y acabando con la segunda intervención de Robert Ross, su albacea literario, encontramos intervenciones, perfectamente encajadas con el trascurso de los hechos, de Maurice Gilberte, prostituto que estuvo con Wilde hasta el último momento, Robert Sherard, el amigo que más tiempo pasó a su lado, el escritor y periodista Reginald Turner, el Premio Nobel francés André Gide, el autor y editor Frank Harris, el ricachón Harold Mellor y de Lord Alfred Douglas ,“Bosie”, por supuesto. Las conversaciones de cada uno de ellos con Wilde son exquisitas, no solo por el poder de la palabra de este, también por las situaciones que las mismas crean. De esta forma, como buen amante de los clásicos griegos, sobre todo de Sócrates, pasamos de la tragedia a la comedia o al melodrama sin ningún tipo de tapujos.




La relación del escritor irlandés con los chaperos parisinos, con grandes artistas de la época como Henri de Toulouse-Lautrec, la poetisa simbolista Roberta Merrill o con los paisanos de los lugares que visitó durante sus últimos años de vida hacen de empaque en todo lo narrado. Ahora bien, lo más destacable del guion, a mi parecer, son esas grandes reflexiones, ocurrencias y testimonios de Wilde. Cualquiera de ellas te deja totalmente noqueado, sin la menor oportunidad de levantarte de la lona. Esa necesidad continua de tener público, valiéndose tanto de sus desgracias como de su gloria, la sinceridad aprendida a través del dolor y la cárcel y el convencimiento que la propia humildad puede entregar a alguien a quien le arrebataron todo, recordemos que hasta hace bien poco no se le reconoció, junto a Shakespeare, como un grande de la Literatura en inglés, muestran la cara más humana del escritor.




Todo lo dicho se expande en el papel con esa técnica pictórica de Isusi. Esos tonos, las acuarelas, esas viñetas sin márgenes y páginas enteras sin la necesidad de diálogos te atrapan de manera instantánea. Otro valor más a añadir en el crecimiento de Javier como dibujante. Declarado admirador de Oscar Wilde, sea o no de él “Teleny”, estoy más que agradecido por este cómic. Como otras obras de este vizcaíno andante, me ha llegado a los adentros. Eso, os lo puedo asegurar, pocos autores lo consiguen. Espero volver pronto a leer y deleitarme con su trabajo.




“Proponerse ser mejor es un ejemplo de hipocresía anticientífica. En cambio, llegar a ser más profundo es el privilegio de quienes hemos sufrido”.




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