lunes, 16 de octubre de 2023

Mi Paso Por Extremusika 2023

 








Que el Extremusika no es lo que era hace años es una realidad, pero mientras se siga haciendo en Cáceres y trayendo a bandas que me interesan continuaré yendo. El hecho de vivir en esta ciudad me da esa facilidad de ir y volverme cuando quiera, otra cosa es si me tuviera que marchar a otro lugar para asistir al festival porque, seguramente, ni me desplazaría. Por tanto, esta crónica va sobre esos grupos que he ido a ver, no demasiados, y poco más. De hecho, el sábado ni pisé el recinto.





En la jornada del jueves solo vi a El Drogas, que hizo un buen repaso a la carrera de su banda mater, Barricada, en la hora y cuarto que estuvo encima de las tablas. Sí que es verdad que llegamos un pelín tarde por la inmensa cola que había en el punto de partida de los autobuses que te acercaban hasta el ferial, pero disfrutamos de casi todo el show. Como he dicho, a toda prisa entramos en el recinto cuando el cantante navarro y su banda estaban interpretando Animal Caliente, y de ahí en adelante fue un no parar de escuchar clásicos que rememoran estos cuarenta años de Barricada. No dejaron atrás ni Todos Mirando, Cuidado Con El Perro, Objetivo A Rendir o Campo Amargo, que fuero intercaladas con otras tan conocidas como Víctima, Okupación, La Hora Del Carnaval, muy acertada por la fecha del concierto, No Hay Tregua u Oveja Negra. Así hasta alcanzar el cierra con Esta Es Una Noche De R&R y En Blanco Y Negro. El concierto estuvo bastante bien, aunque eché en falta un par de cosillas, por un lado, el sonido de las dos guitarras de Barricada, y por otro un poco más de entrega por parte de l@s presentes. Y de aquí vuelta Cáceres donde la noche se alargó en compañía de colegas que hacía tiempo que no veía.






El problema de la cola del autobús desapareció por completo el viernes. Razón por la cual nos dio tiempo de llegar para comer algo e, incluso, ver de lejos el concierto de Obus. No voy a entrar en lo que sucedió o no en este show, primero porque nunca he sido un gran fan de la banda y segundo porque, duela a quien duela, me dio un poquito de vergüenza ajena lo que presencié. A pesar de coger sitio para ver a Ska-P fue imposible mantenerlo en ningún momento por la avalancha de gente que congregaron y por los múltiples pogos que se montaron a lo largo de todo su concierto. Con un gran sonido, los vallekanos echaron a andar con Jake Al Rey, que engancharon con El gato López, para dar comienzo a la verdadera locura que vivimos, ni el chaparrón que calló consiguió que se moviera un alma de allí. Mestizaje y Eres Un@ Más fueron las encargadas de hacer avanzar el show hasta dar paso a otro de los instantes álgidos del mismo, Cannabis. Para cuando llegó el turno de El hombre Resaka Baila Ska aquello era una gran fiesta que se vio acrecentada con Vergüenza y otro de sus grandes temas, Mis Colegas. Antes de interpretar Intifada, Pulpul dejó clara la postura de la banda ante el actual y enquistado conflicto en Palestina. Y vuelta a los saltos, corros, empujones y gritos con Romero El Madero, que fue el preludio de El Chupacabras y Derecho De Admisión. Puede que no sea de las más reconocidas del grupo, pero Niño Soldado ha sido siempre uno mis temas preferidos de la banda. Con Colores volvieron a reivindicar la diversidad sexual antes de avanzar con Casposos. El final se hizo realidad con A La Mierda y El Vals Del Obrero, en medio de la cual hicieron un guiño a su querido equipo de fútbol. Gran concierto el de Ska-P, con un juego de luces, unas pantallas y un sonido de muy alto nivel. Me agradó ver a tanta peña joven entre l@s que disfrutaron de la hora y media que ofrecieron y, a su vez, comprobar que Txikitín ha dejado atrás el acompañamiento de viento para convertirse en el showman del concierto, disfrazándose de esto o de lo otro dependiendo del tema que se interpretara.






Tenía muchas ganas de ver a Hora Zulú fuera de un horario de tarde. Los granadinos dejaron claro que su mezcla de rimas y flamenco con Rock de alto voltaje los ha llevado a ser una de las bandas más cañeras del panorama estatal. Paco Luque es un guitarra que debería estar mucho más reconocido, pero ya sabemos cómo se trata en este Estado a parte de sus músicos, y lo dejó claro a lo largo de todo el show en momentos como Mis Barraqueras, Que Me Mata o Toma Y Obliga. Como bien indicó Aitor Velázquez, cantante de la banda, en una hora y poco se iban a dejar atrás alguno de sus temas más conocidos, aunque sí tuvo tiempo para dedicarle unas palabritas al frontman de Obus. No obstante, no faltaron Agua De Mayo o A Ver Si Me Entiendes, entre otras, donde la base rítmica a cargo de Javi Cordovilla, a la batería, y Álex Bedmar, a las cuatro cuerdas, demostró de dónde sale todo el potencial sonoro de la banda. A pesar de que se hace difícil seguir el ritmo de las letras en directo, esa es una de las señas de Hora Zulú, me gustaron mucho y creo que ya es hora de ver un concierto suyo fuera de festivales.






El Último Ke Zierre volvió a congregar a un buen número de público y a ofrecer otro de sus grandes conciertos. Con menos tiempo que las dos bandas que los precedieron, supieron aprovechar sus minutos dejando claro que están donde están por méritos y curro propio. Nos hicieron saltar, desgañitarnos y disfrutar con todos y cada uno de los temas que interpretaron, desde clásicos como Camino De Rosas, Insurgente o Altero Mi Cuerpo hasta otros tan conocidos con Veneno o Canto. Está claro que el Feo es que lleva la voz cantante en todo el concierto, nunca mejor dicho, pero la entrega de los demás y esos coros marca de la casa hacen que cortes como Enganchados o Escupiré Jodidos suban de nivel. Acabé medio afónico y, sin duda, fue a causa de Tus Bragas o Tú Me Vicias. Recuerdo el tiempo en el que no había banda que tuviera su tema dedicado a la Insumisión, después de décadas de que aquella lucha quedara atrás, a pesar de que el verdadero fin de esta no era el final de la mili, es muy de agradecer que sigan interpretando una canción como Soldadito Español, al menos yo siempre se lo agradeceré por la parte que me toca. Para cuando nos quisimos dar cuenta se estaban despidiendo con uno mis cortes preferidos de su repertorio La Lluvia Y El Sol; temazo donde los haya, con esa letra que ya quisieran muchos. No sé ya cuántas veces los habré visto en directo, pero esta última ha sido una de las que más me ha gustado. Espero que sigan en la brecha durante mucho más tiempo porque son de esos grupos que se hacen necesarios tal y como está el panorama.



Y hasta aquí esta mini crónica de mi paso por el Extremusika 2023. Seguro que pasaron un millón de cosas más, pero esas las tendréis que buscar en otro blog y en otros artículos. Cierro lanzando una pregunta que me hice durante todo el tiempo que estuve dentro del recinto: ¿Por qué en vez de usar esos pantallones para poner imágenes del festival no los usan para poner imágenes de las bandas que están actuando en cada momento? Para mí es todo un interrogante porque, entiendo, que estas pantallas están para hacer más cercana cada actuación a la peña que está más alejada del escenario, pero, en fin, curiosidades que uno vive en estos acontecimientos.



1 comentario:

  1. Eso mismo me pregunté yo. Solo las pusieron en el concierto de Quevedo.osea quien las Paga las usa.... 😡

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