Segundo libro que leo de los editados por el periodista
musical madrileño Mariano Muniesa. En este caso el que lleva por título “AC/DC
En España”. No conozco a Mariano en persona, pero puedo decir que sé de él por
las publicaciones que llevo comprando desde que tenía alrededor de 16 años, que
ya ha llovido. Me refiero a su labor en revistas como “Heavy Rock”, ahora “La
Heavy”, o “Kerrang!”. De lo que no he estado muy al tanto es de su trayectoria
radiofónica. He de admitir que solo escucho la radio en el curro y en casa me
pongo mi música y poco, o mucho, más. Pero algun@s os acordaréis de su paso por
Onda verde, Cadena 100-COPE, en el programa “Imaginarock”, Onda Cero Música –
Onda cero, los 40 Principales o Mariskal Rock Radio. También hizo sus pinitos
en la televisión a través de la versión televisiva de “Rock Star” y en Onda 6
TV con su programa “Conexión Rock”. En lo referente a publicaciones escritas,
tiene una larga lista de libros dedicados a los Rolling Stones, Iron Maiden,
Led Zeppelin, Metallica o Barón Rojo, entre otros. A esto hay que añadir varios
monográficos en los que trata la “Historia del Heavy Metal” o el “Punk Rock,
Historia de 30 Años De Subversión”. Por todo ello siempre le he tenido un gran
respeto, pues me parece que lleva dando el callo durante muchos años
defendiendo y promocionando el Rock.
En cuanto al libro que nos concierne me gustaría decir dos
cosas antes de continuar. Me parece que la labor de recopilación periodística
que ha hecho Mariano, a parte de todo lo que él mismo aporta con sus
conocimientos, es excelente. Nada que ver con la calidad de las fotos, excepto
las de Pedro Alonso o Domingo J. Casas. Espero que el autor de estas páginas se
lo tome como una crítica constructiva. Esta es la segunda publicación que leo,
después de la de Maiden, y en las dos la calidad de las instantáneas deja
mucho, pero mucho, que desear. Vosotr@s mism@s lo podéis comprobar en las que
he puesto en este artículo. Una vez dicho esto, esta obra comienza haciendo un
pequeño repaso a la historia de la banda australiana en sus dos primeros
capítulos. Muy interesante para aquell@s que se inician en el grupo y algo
siempre enriquecedor para l@s que le seguimos desde hace años. Un repaso
perfecto sin entrar en demasiados detalles pues ese no es el asunto a tratar
aquí, ya que, como indica el título del libro, su temática se basa en las
visitas del combo liderado por Angus Young por estos lares.
Como he señalado, soy fan de AC/DC desde que era un
adolescente. No me gusta decir eso de que es mi banda favorita, pero sí que
reconozco que soy un acedeciano hasta la médula. Su paso por la península en
1981 me pilló demasiado joven, si encima en esa época vives un pueblo perdido de
Extremadura, pues peor para tener acceso a cualquier concierto, ya fuera de
AC/DC o de otra banda, tanto estatal como internacional. Pero me ha gusta mucho
leer todo le referente a esa gira por España porque me ha hecho recordar las
ganas con las que me quedé de verlos.
Su segunda visita, en 1984, fue un poco más accidentada por
la suspensión de sus conciertos en Madrid y Barcelona y su paso solo por
Donosti. Otra vez que me quedé sin verlos por razones similares a las
anteriores, con la diferencia de que me prometí a mí mismo que eso no me iba a
volver a suceder. Y así fue. Puedo decir que he visto a los australianos una
vez, al menos, en su paso por la Península, y hago esta aclaración porque en la
gira del fabuloso “Ballbreaker” asistí a su concierto de Lisboa, ciudad que
queda de Cáceres, donde ya residía desde hacía unos años, a la misma distancia,
más o menos, que Madrid. Sé que discos como “For Those About To Rock”, “Flick
Of The Switch” o “Fly On The Wall” no son los más queridos por los fans del
grupo, pero a mí me gustan bastante. Puede que sea nostalgia mezclada con
ansiedad por cada vez que sacaban un disco y no pasaban por aquí. Lo mismo me
ocurre con “Blow Up Your Video”, de mejor calidad que los anteriores, pero con igual
resultado de vacío en las giras a su paso por aquí.
A partir de 1991 todo dio un vuelco en mi asistencia a sus
giras. Recuerdo que ya con “The Razor´s Edge”, que es un discazo, estuve a
punto de ir a verlos con un@s amig@s a Donington, poro me emperré en decir que
yo los tenía que ver por primera vez en España y me quedé sin asistir a uno de
los festivales más grandes de la historia del Heavy Metal. A su vuelta, est@s compañer@s hablaban
maravillas de show, del nuevo disco de Metallica, que me lo trajeron en cinta
cuando aún no había salido aquí, de lo bueno que eran los Black Crowes y mil
lindezas más que nos pusieron los dientes como sables. Llegó el momento de ir a
Barcelona y allí nos plantamos en un bus que se organizó desde Madrid y, como
dice Muniesa en su libro, fue todo un espectáculo de luces, compañerismo y
buena música. Lo del buen rollo no lo añado por el mal rato que le hicieron
pasar algun@s energúmen@s a los Tesla, una banda con una calidad indiscutible
que volví a ver años después en el Kobeta bilbaíno y disfruté de ellos como un
enano. Que si Metallica se comió a AC/DC, pues qué quieres que te diga, no lo
niego, pero a mí, que era la segunda vez que los veía, y la primera de los de
Australia, me pareció que fueron los mejores teloneros, si se les puede llamar
así, que tuvieron en ese momento. De esta forma, contribuyeron a un show que
pasará a la historia del Rock con mayúsculas de este país.
Como he señalado, en la gira de Ballbreaker nos fuimos a
Lisboa porque las entradas del primer día en las Ventas se agotaron en un abrir
y cerrar de ojos, así que pillamos las de la capital portuguesa y luego nos
quedamos a cuadro cuando se añadieron dos fechas más en Madrid. Bueno, la parte
positiva de esto es que allí pudimos disfrutar de un conciertazo del señor Joe
Satriani que no acompañó a los de los hermanos Young por aquí. La negativa, que
nos quedamos si participar en ese tremendo DVD que se grabó en el coso
madrileño. He de decir que puede que la actuación de esta gira sea la que más
me ha gustado de todas las veces que los he visto.
En cuanto al concierto en el Palacio de Deportes durante el
tour de “Stiff Upper Lips”, al contrario de lo dicho antes, puede que sea el
que menos me ha gustado de todos. Este disco tampoco es que esté entre mis favoritos,
la verdad. Como bien dice Mariano, Johnson no tuvo su mejor día, el sonido
tampoco fue muy allá y si a eso le añades anécdotas como la de entrar cuando
los teloneros estaban ya en marcha porque nuestr@s colegas que venían de
Cáceres se quedaron tirados con el coche, llegas a un cúmulo de cosas que no te
hacen disfrutar del todo del show. A pesar de ello, AD/DC son siempre una gran
banda de directo, de eso no hay duda.
En la gira de “Black Ice”, discazo lo cojas por donde lo
cojas, fue cuando pude verlos dos veces. La primera en el Vicente Calderón y la
segunda en el Estadio Olímpico de Sevilla. La verdad es que si he de elegir una
entre ambas me quedo con la primera por unas cosas y con la segunda por otras.
El concierto en el antiguo estadio del Atlético de Madrid fue una verdadera
pasada, supongo que a ello volvieron a contribuir unos teloneros de lujo como
fueron The Answer. Pero todo se centró, como era de esperar, en los
australianos que se dejaron la piel actuando por primera vez en un gran estadio
en la capital del Estado. Como bien dice Muniesa, show cargado de adrenalina y
buena música. Si no se cayeron las gradas de estadio fue de milagro, y lo digo
porque yo estuve situado en una de ellas. Sevilla fue otra cosa bien diferente.
Lo bueno es que fuimos ni se sabe de colegas de toda Extremadura, hasta de mi
pueblo, ese donde residía cuando conocí a los Young y demás. Compartir estos
momentos con gente a la que quieres y aprecias es siempre una alegría, no cabe
duda. Ahora bien, el sonido resultó ser el peor de todos los que he visto. En
las gradas se escuchaba como un eco que, de no ser porque nos sabíamos todas
las canciones, impedía reconocer con claridad este o aquel tema. Pero bueno,
otro show donde AC/DC se dejó la piel. Resaltar la fiesta que montamos antes y,
sobre todo, después del concierto. Eso también es inolvidable, jeje. Esta publicación
se cierra con dos epílogos. Uno dedicado a Enrique Díaz, conocido en las redes
sociales como “Enrique AC/DC”, y otro Óscar Ruíz, “El Rana”, que hacen de la
misma algo mucho más cercano y que bien podían copiar otras biografías o
repasos de ciertas bandas que pasan por alto todo lo relativo a los fans de las
mismas.
La última vez que he visto al grupo, esta, por razones
cronológicas, no parece en el libro, fue en su visita de nuevo al Calderón en
la gira de “Rock Or Bust”, otro gran disco, al menos para mi gusto. Me encantó
la actuación de Vintage Trouble, a los que sigo desde que los vi ese día y me
volví a reencontrar con la banda que ha marcado muchos momentos de mi vida.
Ahora solo nos queda esperar a que este maldito virus nos deje volver a
disfrutar de ellos después de la muerte de Malcolm y de poner en el mercado uno
de sus mejores trabajos en años. Estoy seguro que con este “Power Up” nos van a
volver a dejar boquiabiertos por enésima vez. Gracias, mil gracias a AC/DC por
todo lo que me ha ofrecido: risas, lágrimas, ansiedad, colegas de aquí y de
allí, viajes, anécdotas, afonías después de sus shows y un sinfín de
sentimientos que no cabrían en este artículo. Gracias también a Mariano Muniesa
por esta publicación y por su excelente labor, aunque, no quiero ser pesadilla,
pero lo de las fotos, por favor, intenta mejorarlo. We Salute You!!!
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