Al igual que le habrá pasado a much@s, me he llevado una
grata sorpresa con este cómic de Tagame; sobre todo por el cambio de registro,
evidentemente. Uno de los autores más reconocidos del género bara deja atrás su
excelente zona de confort para adentrarse en una obra repleta de
reivindicación, ternura, descubrimientos y lucha a partes iguales.
Gengoroh Tagame, como he señalado antes, es uno de los
exponentes del género bara japonés. Para aquell@s que no estéis al tanto del
término, os diré que se trata de un tipo de manga gay donde los protagonistas
suelen ser hombres corpulentos y peludos, lo que se suele conocer como osos, o
bears, en el ambiente. Otra cosa que debéis saber es que este nombre por el que
tod@s le conocemos es un pseudónimo que empezó a usar a mediados de los 80 del
siglo pasado, poco después de comenzar su carrera de Diseño Gráfico. Sus obras
han sido publicadas en alguna que otra revista gay y traducidas a varios
idiomas. En el caso de España, este es, que yo sepa, su segundo cómic en
castellano. Del anterior, “La Casa De Los Herejes”, tenéis una entrada en este
blog. Solo deciros que es uno de mis tebeos favoritos del género. Con los dos
tomos de este “El Marido De Mi Hermano” deja atrás todo lo relacionado con el
mundo BSDM y consigue una nominación en el festival de Angoulême de 2017 y un
premio Eisner en el 2018. La pregunta sería: ¿Habría conseguido esos méritos
con alguna de sus otras obras? Calidad no le faltan, otra cosa es el asunto de
la temática.
Yiachi Origuchi es un padre divorciado encargado de criar y
educar a su hija Kana. De manera sorpresiva recibe la visita de Mike, un
canadiense que se convirtió en el marido de su hermano gemelo, Ryoji, una vez
que este abandonó su Japón natal para asentarse en el país norteamericano.
Desde las primeras viñetas quedan patentes un par de cosas que, a la larga, se
convertirán en líneas esenciales en el desarrollo de la obra. Por un lado,
tenemos el choque de culturas, con sus formas de saludar, gastronomía o de
expresar sentimientos, y por otro el revuelo existencial que crea Mike dentro
de la familia y su entorno. Después de la muerte de sus padres, ambos hermanos
comienzan a distanciarse sin saberse, aunque se intuye, muy bien la razón de
dicho alejamiento. Sí que es verdad que Ryoji le comenta abiertamente su
homosexualidad a su hermano, pero este se lo toma, como muchas de las cosas de
su gemelo, con la mayor de las indiferencias. En una sociedad, al igual la
mayoría, homófoba como la nipona, el hecho de que, de repente, alguien aparezca
en tu vida diciendo que estaba casado con tu hermano hace que todo cambie por
completo. Una ayuda a esta alteración es el ofrecimiento, basado en la famosa
hospitalidad japonesa, que Yiachi hace a Mike para que permanezca en su casa el
tiempo que este tenga pensado permanecer en el país; mucha culpa de esto la
tiene Kana. Hablando de Kana, ella es, sin duda, el personaje esencial de la
obra. Junto con su padre, hará que salgan a flote todas las dudas que este
tiene como adulto ante la sociedad y ante sí mismo y aquellas que la propia
inocencia infantil necesita que sean contestadas; muchas de esas respuestas no
caben dentro de su entendimiento, provocando situaciones realmente difíciles de
resolver a su padre.
Como os he comentado antes, la obra se divide en dos partes.
En la primera, nos encontraremos con todo ese revuelo que Mike crea dentro del
hogar de Kana y su progenitor. Aparecen las primeras preguntas personales que
se hace a sí mismo Yiachi; tenéis que tener en cuenta que no deja de ser el
gemelo del que fuera el marido de Mike y este, sobre todo en algún que otro
estado de tristeza o embriaguez, lo confunde de vez en cuando. Contrastando con
esto, nos topamos con el orgullo que Kana siente de tener un tío canadiense y
todo lo que ello conlleva. La relación entre la niña y Mike se convierte en
algo cercano y sincero, poniendo en más de una ocasión en aprieto a Yiachi ante
su supuesta falta de decoro. Momento crucial es cuando hace su aparición
Natsuki, madre de Kana y exmujer de Yiachi. Ella consigue poner en orden todas
las dudas que a este último le atormentan de manera sencilla y directa. Pero
Mike no solo revoluciona el hogar familiar, el barrio se altera con la
presencia de tal hombretón que vive abiertamente su homosexualidad. Esto atrae
a Kazuya, hermano mayor de Tomo, amigo de Kana, que necesita expresar a alguien
sus sentimientos y ve en el visitante foráneo la manera de hacerlo
públicamente, aunque solo sea ante él y Yiachi. Este tomo se cierra con una de
las preguntas que muchos padres y madres se hacen y el temor que la respuesta
les puede llegar a provocar. Bueno, hay que dejar claro que algun@s de ell@s ni
siquiera se plantean la posibilidad de dicha duda. Esto hace que luego sucedan
cosas y situaciones que jamás debería ocurrir.
En el segundo tomo es donde más se resalta los contrastes
culturales entre Kana, Yiachi y Mike. Sigue teniendo un gran peso todo lo
relacionado con la gastronomía que, junto a la visita a ciertos lugares y los
ritos, prohibiciones y hábitos que se deben llevar a cabo en ellos, harán las
delicias, nunca mejor dicho, de aquell@s que seáis aficionados a la comida
nipona. A esto habría que añadir situaciones clave en la trama del cómic, como
la conversación entre Yiachi y el tutor de Kana, la que mantienen Mike y un
antiguo compañero de clase de Ryoji, la presentación formal que Kana hace de su
tío canadiense a sus amigos del cole o el momento en que Mike enseña algunas
fotos de Ryoji a su hermano. Como no podría ser, la historia llega al final de
la manera, digamos, esperada, aunque tienes la sensación de querer saber más de
todos estos personajes y su día a día.
Otra parte esencial del cómic son los apartados que Tagame
hace durante el desarrollo del mismo llamados: “El Curso De Cultura Gay de
Mike”. En este cursillo, a través del personaje canadiense, el autor nos va
explicando desde qué es exactamente “salir del armario” hasta la procedencia de
iconos esenciales en el mundo LGTBI como son las distintas banderas del mismo o
el origen del Orgullo Gay; todo muy instructivo, muy bien explicado, vaya. Hay
momentos en los que puede que se note cierto romanticismo y buen rollismo, pero
esto no deja de ser una de las características de todo lo que hace Tagame. A
pesar de que lo que más resalte en su trayectoria sea todo lo relacionado con
el asunto BSDM, siempre hay un poso romántico que nivela la balanza en sus
obras. Termino preguntándome a qué esperan ciertas editoriales de este Estado
para acabar de sacar en castellano los demás cómics de este autor. Espero que
todo sea una cuestión de derechos porque por tirón y ventas supongo que no
será. Valió la pena esperar, ahora os toca a vosotr@s echarle un vistazo y ver
qué os parece. Por mi parte está más que recomendado.
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