jueves, 19 de septiembre de 2019

Mayorga Rock Fest 2019










Nuevo encuentro con el Mayorga Rock Fest placentino, y ya van cinco seguidos con este. El festival de la capital del Jerte se ha convertido en una de mis citas anuales ineludibles. Lo es por dos razones principales; la primera por su variada y atractiva oferta musical durante la que suelo descubrir algún buen grupo, además de ver o volver a ver a otras bandas de renombre dentro del panorama estatal, y la segunda porque me sirve para pasar una jornada con amig@s de esa ciudad, o alrededores, con l@s que siempre es más que agradable compartir todo lo vivido antes, durante y después del evento.





Antes de pasar a lo estrictamente musical haré un pequeño resumen de lo positivo y negativo, a mi parecer, de la edición de este 2019. Comenzando por lo segundo diré que, esto es más que nunca quejarse de vicio, el tema del dos por uno lo tendrían que organizar de alguna otra forma. Está muy bien la idea, pero al final se te acumula la cerveza o el calimocho llegando a calentarse. No sé, algún tipo de ticket para que te den la segunda separada de la primera, por ejemplo, estaría bien; esto es solo una idea. En cuanto a lo de los códigos para conseguir le entrada gratis, este año se han quedado solo por los alrededores de Plasencia cuando somos much@s l@s que asistimos desde otros puntos de la región o provincia, puede que hasta más de la mitad del público, diría yo. Tal vez esto haya influido en la poca asistencia de esta edición. Para cerrar esta parte, como petición de mi colega Kristina Jacinto, decir que deberían haber traído más camisetas de Decibelios. Pasando a lo positivo, empezaría por el propio cartel que me ha resultado uno de los mejores de los que he presenciado por su variedad y calidad musical. Otro punto a favor de la organización ha sido el sonido, excelente para todos los grupos, o la idea de hacerlo cubierto ante la posibilidad de lluvia; algo que no pasó, pero siempre está bien prevenir. Respecto al propio público, me ha gustado poder andar por el recinto si apenas pisar ese mar de plástico que se crea en otros festivales. Hemos sabido utilizar tanto papeleras como contenedores para dejar los distintos envases cuyo contenido pasó previamente por nuestras gargantas. Esto es algo que dice bastante de la peña del festival porque luego mucho cambio climático, mareas negras y su puñetera calavera, pero dejamos los recintos como vertederos de plástico, sobre todo. Ya que he soltado la parrafada de turno, pasemos a lo musical.





Los encargados de romper el hielo fueron los locales Pan-Z. El trío de Punk Rock se vio arropado por una treintena de seguidores/as mientras dejaban caer toda su artillería en la hora que estuvieron encima del escenario. Esta ha sido la primera vez que los veía y, sin desagradarme en absoluto, creo que tienen mucho más que dar que lo ofrecido en el festival. Puede que mi desconocimiento, la falta de atención por ser la primera banda o los continuos saludos a gente que iba llegando hicieran que no me acabara de concentrar en lo visto allí. Lo que está claro es que much@s de l@s que se encontraban allí disfrutaron de lo lindo con temas como “Aquellas Series”, “Buscando Un Bar” o “La Guadaña”. Será cuestión de verlos sin tanta distracción.





Desde La Palma, pero asentados en la capital del Estado, llegaron Los Vinagres para repartir R&R del bueno. Para cuando el trío canario, nos enteramos bien de su procedencia porque lo repitieron hasta la saciedad, apareció sobre las tablas la afluencia había subido de número. Tuvieron momentos en los que los traicionó el sonido, cuestiones técnicas, sobre todo, pero se supieron sobreponer con una energía desbordante y una conexión con los presentes total en todo momento. Con unos cuantos festivales y conciertos a sus espaldas durante su existencia y en lo que va de año, incluido el que dieron en Cáceres el pasado Marzo, se nota mucho ese manejo y el desparpajo que tienen para hacer que tod@s consigamos no parar de movernos con temas como “Aunque Llueva”, la pegadiza “Chibichanga”, “Me Pone Furioso Tu Forma De Andar” o “La Verbenita” con la que no puedes evitar mover las caderas. Todo un descubrimiento a nivel directo, ya los conocía en disco, que recomiendo no dejéis pasar si se acercan por vuestros alrededores. Mucha suerte para estos canarios, se la merecen.






No me canso de repetir hasta la saciedad, me da igual que me llaméis pesado, plasta o cualquiera de los sinónimos que se os venga a la cabeza, lo referente a lo poco que se aprecia a ciertas bandas que tenemos en este Estado. Puede que a ellas no les importe seguir en el Underground, cosa que realmente dudo, o que se queden en ese asquerosamente manido término de “Grupo De Culto” con el que me chirrían todos los huesos cada vez que lo oigo, pero lo que me sigue indignando es que vengan algunos grupos de fuera y perdamos el culo por ellos mientras otros de los que tenemos por aquí, como Sex Museum, sigan partiéndose los cuernos para demostrar que les dan millones de vueltas. Eso fue lo que hicieron los madrileños durante el tiempo que estuvieron actuando en este Mayorga 2019. Ya ha llovido desde que los viera por primera vez en Cáceres, pero siguen con una energía y actitud aplastante. Con los hermanos Pardo como cabeza visible junto a la enorme teclista Marta Ruiz, unidos a esa pedazo de base rítmica que forman Javi “Vacas” a las cuatro cuerdas y Roberto “Lozas a los parches, no pararon de soltar trallazos como “Dopamina”, “Two Sisters” o “Flying High”, entre otro muchos, mezclados con las dos impresionantes versiones que se marcaron de “Unidos”, de Parálisis Permanente, y “Fight For Your Right”, de Beastie Boys. Brutales, entre los mejores de esta edición, sin lugar a dudas.





Toda una expectación la que había alrededor de la actuación de los sevillanos Derby Motoreta´s Burrito Kachimba. Venían con toda la grandilocuencia que les da ser el grupo del momento, tanto en festivales como en medios de comunicación, y supieron defender con creces lo que se cuenta de ellos. Este concierto en Plasencia les sirvió de inicio de una extensa gira que les llevará este otoño a presentar su “Kinkidelia”, como ellos mismos llaman a su estilo, por muchas ciudades del Estado. El Rock Andaluz tiene su resurgimiento a través de ellos con temas como “El Salto Del Gitano”, “Aliento De Dragón”, esta me gustó bastante, la poderosísima “The New Gizz” o “Samrkanda”. Todo el mundo me ha estado hablando de ellos durante el verano, sabiendo mi predilección por el Rock hecho en el sur del Estado, y yo me propuse no escucharlos hasta verlos en este Mayorga. No me arrepiento porque ha sido un descubrimiento al que habrá que tener en cuenta de aquí en adelante. Felicidades por su apuesta musical y a comerse los escenarios por las patas.






La cosa seguía subiendo de tono como la espuma. Si hasta ese instante nos habíamos puesto hasta las cejas, no solo de cerveza, con tanto buen Rock en algunas de sus mejores vertientes, cuando llegó el momento de Amparanoia fue imposible parar de bailar. Esto se consigue si comienzas con algo tan directo como “Welcome To Tijuana”. La experiencia se deja notar porque con ese principio de show te metes a todo el público en los bolsillos en un plis. A parte de esto, fue un show tremendo donde tuvieron cabida casi todos sus grandes éxitos como “La Fiesta”, “Qué Te Den”, me sigue flipando esta, “In The Night” o “Somos Viento”. Parece que la apuesta en solitario, por decirlo de alguna manera, con la que se presentó en su paso por el WOMAD cacereño hace pocos años, ha quedado atrás para volver a sus orígenes, cosa que se agradece y mucho. Esta pionera en la fusión de estilos goza de una gran salud encima de los escenarios. Fue una de las actuaciones estrellas del festival y, sin duda, uno de los grandes reclamos del cartel de este año. Me alegro una jartá de verla como la vi y de que me hiciera sonreír, moverme, cantar y saltar como en sus mejores conciertos.






Si tiene algo el Mayorga que me pone los ojos como platos cuando veo su cartel es la presencia en el mismo de ciertos grupos de esos que ni por asomo pensaba que iba a llegar a ver. Este año han sido los Decibelios los encargados de llevarme a esa primera juventud donde atizaban mis oídos con trallazos de alto voltaje. Cuántas veces habré escuchado entero discos como “Caldo De Pollo” o “Vacaciones En El Prat”, ni se sabe. Con el eterno Carlos Treviño “Fray” a las voces, nos hicieron poguear de lo lindo con clásicos como “Voca De Dios”, quién me iba a decir a mí que la escucharía algún día en directo, “El Seminarista Y Los Boy Scouts”, con esta me emocioné de lo lindo, y me da igual que suene ñoña porque es la puñetera verdad, “Vientos De Libertad” o “Local 15 – Visitante 0”, entre otros. Los litros de cerveza que llevaba pal cuerpo hicieron que no parara de disfrutar de una de mis bandas preferidas de todos los tiempos. Much@s de los presentes se sorprendieron al verme metido entre peña de aspecto muy diferente al mío, incluso llegaron a decirme, una vez terminado el concierto, que habían flipado porque me sabía muchas de las canciones y no había parado en todo el show. Pues eso, que me pegó un subidón de los de aúpa, nunca mejor dicho, por mil y una razones. Gracias a Decibelios por su vuelta, por su nuevo disco y por ofrecer conciertos de tanto nivel como el vivido en Plasencia.





Paté De Pato fueron los encargados de despedir el festival. A mitad de su concierto decidimos marcharnos, no porque no nos estuvieran gustando. Se debió, más bien, a la cansancio acumulado y las cervezas que llevábamos encima para esas horas.




Hasta aquí mi paso por el Mayorga 2019. Quiero felicitar a toda la organización, peña de luces y sonido, puestos de comida, ropa y demás y camarer@s por su trabajo y saber estar. Espero que este festival siga en pie, a pesar de los muchos contratiempos a los que tiene que hacer frente, y nos volvamos a ver pronto. El 2020 está ya a la vuelta de la esquina.



1 comentario:

  1. Lástima no haber podido asistir a esta cita que era ya costumbre para mi tras 3 años consecutivos, y mas sabiendo que no había visto a ninguno de los grupos y Decibelios efectivamente era una buena oportunidad para verlos y a Sex Museum con ganas de verlos también no he escuchado mucho pero desde luego tienen menos repercusión de la que se merecen. En cuanto al mar de plástico creo que deberían apostar por vasos reutilizables como se usan ya en muchos eventos festivos. Y lo de estar bajo cubierto otro acierto.

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