La verdad es que no soy muy aficionado a las publicaciones
corales, pero este cómic editado por la Asociación Cultural Extrebeo entra
dentro de las excepciones a dicho gusto. Asistí a la presentación de la obra
junto a mi gran amigo Cano, acto desolador por un lado e interesante por otro.
Desolador por la escasa asistencia e interesante por lo que se habló y comentó.
Con la presencia de Fermín Solís y Pedro Camello en representación de los
autores/as que aparecen en estas páginas y Fran Aguilera como maestro de
ceremonias, no llegaríamos a la veintena las personas que nos acercamos a ver
qué se cocía sobre este asunto en el Ateneo de Cáceres. Siempre está bien saber
qué estado de salud tiene el mundo de las viñetas en nuestra comunidad que, por
lo que se ve y escucha, es bastante bueno.
Lo primero que destacaría del cómic es su portada a cargo de
mi colega y apreciado Pedro Camello. Esa chica joven con gorro de
montehermoseña, piercings, pelos azules y uñas pintadas con la bandera de la
región es todo un acierto ya que consigue que te intereses por el contenido de
sus páginas. Esa, creo yo, es la principal labor de una portada, atraer al
espectador solo con verla. Como anécdota lo contado por el dibujante extremeño
ante la posibilidad de que el color usado para el fondo de esta sirviera para
identificar a la Asociación Extrebeo con cierta formación política que no
quiero, ni me apetece, nombrar. Como admirador de las historias en blanco y
negro, es todo un acierto que esta sea la técnica utilizada en el recorrido de
la obra donde, además, podemos ver las distintas maneras que hay de plasmarla
en el papel.
Antonio Roguera es el encargado de abrir esta recopilación con un prólogo que no tiene desperdicio. La
primera de las catorce historias titulada “Cuando Lavaba En El Río” está guionizada por Ángel García Nieto con dibujos de Julio Rod . En ella se
nos cuenta la dura situación de las gentes que vivían y se deslomaban en
Extremadura durante la posguerra. Cómo, a pesar de todas las penurias, su única
meta era que sus hijas no tuvieran que trabajar en las condiciones que esos
padres, madres y abuel@s habían tenido que soportar durante décadas. Al
inculcar esa idea en ellas consiguen que estas luchen porque sus propi@s hij@s
se conviertan en las personas más libres posible.
Con, extrañamente, guion de Pedro Camello y dibujos de Paco
Casares nos encontramos con la segunda entrega, “Habrase Una Vez…”. Todo un
reflejo de lo que está sucediendo con el tema de la apertura de una mina de
litio cerca de la capital cacereña. La trama me parece muy acertada y actual.
Todas esas promesas por parte de nuestros políticos acaban, para variar, debajo
de la alfombra tejida con los intereses de las grandes multinacionales del
sector que, en este caso, vienen de China.
“De Lo Rural Y Lo Tecnológico” está escrito por David Cercas
y dibujado por Jonathan Polo. Digamos que, como su propio título indica, es una
mezcla entre el momento de tecnología obsesiva que estamos viviendo y la
añoranza de un pasado no tan remoto. Dos amigos viajan al encuentro de sus
colegas montados en burro mientras se comunican por móvil y siguen las
peripecias del grupo por tablet. Una combinación que hace de estas viñetas algo
realmente particular.
El cómic avanza con una de las aventuras del alter ego de
Fermín Solís, Martín Mínimo, que lleva por título: “¿El Futuro Que Imaginábamos
era Así?”. En ella vemos claramente reflejadas todas esas promesas de avances
tecnológicos y futuristas que el cine, la literatura y la televisión nos
vendían durante las décadas de los 70 y 80 del pasado siglo. Unas ni siquiera
han tomado forma, otras se han acercado más de lo que imaginábamos y algunas
más se han quedado en el saco del olvido. Puede que haya sido con la que más me
he sentido identificado por desarrollarse en un ambiente veraniegamente rural
que conozco perfectamente.
“El Forastero”, de Gol, refleja una realidad vivida por el
autor. Lo más destacable es la sinceridad con que trata el asunto manifestado
en sus viñetas. L@s protagonistas son personas que abandonan la ciudad para
irse a vivir al mundo rural con la esperanza de olvidar las prisas y los humos
de la gran ciudad; algo que choca con la ancestral desconfianza de l@s lugareñ@s.
Situaciones que acaban tanto en conflictos como en acercamientos. Esto es algo
que, de distinta manera, sigue ocurriendo; lo peor es que, en muchos casos,
aquell@s que un día fueron foraster@s pasan a creerse oriund@s y acaban
tratando de igual forma a l@s nuev@s inquilin@s de los pueblos.
Rafa Rubio refleja bien en “La Despedida” la realidad de
muchos jóvenes extremeños que aprovecharon su llamamiento a filas para no
volver, o regresar de vez en cuando, a sus pueblos de origen. El temor de sus
familiares más allegados de que esto sucediera y se quedaran sumidos en la
soledad y el olvido y las promesas de que jamás harían una cosa así son los
ejes sobre los que rueda esta historia real y cruda a partes iguales. Toda una dedicatoria
a l@s emigrantes que abandonaron sus pueblos en busca de un futuro mejor.
Futuro que aún siguen buscando miles de jóvenes que escapan de nuestra tierra
cuarenta y cincuenta años después de lo que el autor nos cuenta en sus viñetas.
El día a día en la escuela de un niño autista es el tema
reflejado por Marce Parra en “Quiero Que Leo Me Diga Adios”. La labor de las
aulas azules en distintos puntos de la región en esta materia se ve contrastada
con los recortes que la propia Administración les obliga a asumir; en este caso
la desaparición del conserje y ciertos requisitos materiales esenciales para la
enseñanza. Puede que sea el relato que más sobresalga por el asunto que toca. A
mí me ha parecido todo un acierto, nunca está de más hablar de una labor tan
esencial y necesaria como es la educación.
El Peneque nos ofrece, a mi entender, el pasaje más jocoso de
esta obra. En “The Country Experience” encontramos ese falso sentimiento de
añoranza que algun@s tienen cuando se pasan por nuestros pueblos. Hay gente que
piensa que aquí aún no han llegado los móviles y que vivimos en no sé qué año.
Ese desconsuelo es el que vive el protagonista de este relato al que no le
queda otra que asumir que el milenarismo ha conquistado también todos estos
lugares que él tomaba por recónditos.
Juan Bravo al guion y Javier Orabich abordan lo que está ocurriendo
con el tren en nuestra Comunidad. El retraso de uno de los personajes
principales de la trama es un buen augurio de lo que sucederá. Una vergüenza
que sigamos sufriendo este tipo de incidentes semana tras semana durante años.
Los políticos de distinta índole prometen esto y aquello, pero la realidad es
que somos un@s olvidad@s que con momentos como los reflejados no vamos a salir
de nuestro atraso económico en muchos años. Espero confundirme.
La problemática que sufren l@s cerecer@s extremeños es el
tema elegido por Luís Sin en su pasaje “En Un Lugar De España”. Se puede decir
que se centra en este sector, pero este asunto es extrapolable a cualquiera de
las producciones agrícolas de la región. El abuso de los intermediarios, la
poca rentabilidad obtenida por l@s productore/as o la importación masiva y de
baja calidad por parte de las autoridades están minando una parte
importantísima de nuestra economía. Muy bonito lo del cerezo en flor, pero
cuando estas se convierten en fruto nadie se acuerda de las dificultades que
hay para vivir de ellos.
De manera bastante sarcástica, a la par que real, Perianes
afronta la situación de l@s “Artistas En Extremadura”. Es la historia de este
cómic que más intrigante me ha parecido. Esa amalgama de personajes sumid@s en
distintas disciplinas artísticas te mantiene en vilo hasta llegar al final
donde, como es natural, se descubre todo el pastel. Lo del pastel tiene mucho
que ver con dicho desenlace, eso os toca averiguarlo a vosotr@s.
La guionista Silvia Peña, apoyada por los dibujos de Pau
Guerra, nos ofrece, a mi entender, la historia más desgarradora de las catorce
que forman esta obra. Es inevitable hacermos viej@s, también desolador; se
pierde la esperanza siendo los recuerdos lo único que habita en la mente.
Pensamos tontamente que eso no nos pasará a nosotr@s y no nos damos cuenta de
lo equivocad@s que podemos llegar a estar. El día que la generación de nuestros
mayores haya desaparecido se llevarán con ell@s un legado que jamás vamos a
recuperar. Algo imperdonable que luego buscaremos en bibliotecas y libros de
Historia después de haberlo tenido delante de nuestros ojos durante muchos
años.
“Boxman”, ese alter ego de Fran Aguilera, es el encargado de
cerrar este compendio de viñetas. Apoyado al guion por Gol, Fran nos explica
con claridad qué ocurre cuando una idea propia pasa de ser extravagante a moda
pura y dura para acabar en el más hondo de los olvidos. Ante esto lo único que
queda es la perseverancia que nos arrastrará a momentos y finales de lo más
inesperados.
Como diría cierto personaje de dibujos animados: “Eso es todo
amig@s”. Enhorabuena a Extrebeo por esta obra. Espero que sigan creciendo,
apoyando y difundiendo una de las cosas que más amamos, los cómics.
Hola. Se te olvidó nombrar a los autores de "Cuando lavaba en el río". Gracias.
ResponderEliminarCorregido. Gracias a ti por estar al tanto. Un saludo
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