La realidad de que este Estado es injusto con much@s de sus
artistas viene de lejos. Esa idea tan incrustada en nuestros genes de que todo
allende de los Pirineos es mejor que lo que tenemos por estos lares hace que
nos infravaloremos de manera excesiva. Conozco desde peña que sólo escucha
música de grupos guiris a otra que, fascinándole la pintura, piensan que aquí
aparte de Velázquez, Goya y Sorolla no ha nacido ningún artista más. El
apartado del cómic tampoco es ajeno a este asunto. Mientras gente como Ralf
König o Robert Crumb, de los que me declaro un seguidor acérrimo y a los que
nombro por ciertas similitudes con el autor que nos incumbe, están en boca de
la mayoría de l@s seguidores del mundo de las viñetas, si a est@s mism@s le preguntáramos por la
existencia de un tal Nazario apuesto que nos llevaríamos una desagradable
sorpresa con el desconocimiento que daría forma a sus respuestas.
En contraposición con otros artículos, no voy a hacer un
repaso a la biografía de este autor sevillano afincado en Barcelona desde hace
ni se sabe. Para aquell@s en los que nació el interés por los cómics en los
setenta con cosas como “Tarzán” o el famoso “Don Miki”, entre otros muchos,
además de ojear a escondidas los tebeos un poco más para adultos de nuestr@s
herman@s mayores, y que llegamos a la adolescencia y juventud en los ochenta, el universo de las
revistas, ya no eran simples tebeos, cargadas de aventuras en viñetas fue un
momento espléndido. De pronto te encontrabas delante del quiosco sin saber si
elegir, sobre todo por nuestro poder adquisitivo, al “Totem”, “Blue Jeans”,
“Creepy”, “Cimoc”, “Comix” o, aquella en la que sobresalía Nazario junto a
otr@s autores, la más transgresora de todas, “El Víbora”. En las páginas de
esta última es donde descubrimos que en este Estado existían dibujantes,
guionistas, o ambas cosas a la vez, que contaban aventuras que nada tenían que
ver con todo aquello que habíamos conocido con anterioridad en el “paraíso” de
la tinta y los bocadillos. No puedo evitar tener asociados en mi mente a Nazario
y “El Víbora”. Con él entré en contacto que la temática gay dentro del cómic,
mientras que, con aquella imprescindible revista, también con las que he
nombrado con anterioridad, me convencí de que nunca iba a dejar de ser, aclarando
que a cada cual le gusta una temática u otra, un amante de los cómics. Esperar
una entrega más de “El Víbora” para saber con qué nos sorprendería Nazario y
“Anarcoma” era parte de aquella ansiedad juvenil.
Hay que hacer hincapié en que Nazario no sólo creó al
personaje principal de estas “Nuevas Aventuras De Anarcoma Y El Robot XM2”. En
su tomo “Obras Completas 1970-1980” os encontraréis con “San Reprimonio Y Las
Pirañas Corruptas”, su particular “Guerrero Del Antifaz” o “Purita”. Entre
tod@s est@s y “Mujeres Raras” o “Alí Babá Y Los 40 Maricones” se encuentra su
creación estrella, “Anarcoma”. Esta travesti, cuyo nombre es la mezcla de los
términos anarco y carcoma, lo mismo hace la carrera en las calles de la ciudad
condal que es la encargada de resolver ciertos asuntos turbios que ocurren en
las mismas vías, bulevares, ramblas o callejones. Este volumen de sus “Nuevas
Aventuras”, publicado en Noviembre del 2016, pretende poner el broche perfecto
a todas vivencias de “Anarcoma” y su séquito. Puede que el hecho de que Nazario
haya cambiado sus características viñetas por la prosa pura y dura te haga creer que todo perderá cierto interés. He de reconocer que lo pensé cuando
cayó en mis manos este libro, pero, una vez que te adentras en él, es tal el
poder descriptivo del autor en vestimentas, mobiliario, rasgos corporales,
lugares, objetos de placer o escenas que tu mente no podrá evitar crear sus
propias viñetas.
El científico, y profesor, “Onliyú” ha perdido, tal vez ha
sido robada, su máquina desinhibidora de placer. Desde el momento en el que
esta noticia llega a los oídos de “Anarcoma” ésta se obsesionará con
encontrarla, cueste lo que cueste. De esta forma, acompañada por el robot
fugado del laboratorio de los “Hermanos Herr”, XM2, por un lado y de las confidencias
de su amiga “La Caty”, que trabaja como vendedora de chucherías y limpiadora
de unos váteres públicos donde se entera de todo lo que acontece en el ambiente
de Barcelona, por otro, pondrá en marcha un plan para hacerse con tan peculiar
objeto. En su devenir por este asunto “Anarcoma” se encontrará con la
competencia de su amigo de la mili “El Jamfry”, que está profundamente
enamorado de XM3, hermano robot de XM2, el rapto por parte del Conde Negro y
Los Caballeros de la Santa Orden de San Repimonio, la convivencia con “El
Manco” y su novia, la muerte del Duque de Tronogordo y el encargo por parte de
la hermana de éste de recuperar un preciado collar de perlas, un asesino de
travestis, interesado en sus descomunales miembros, perseguido por un “singular”
cuerpo de policía, el secuestro por parte la Metamorfosina y sus Pirañas
Tuertas o paseará por las Ramblas y la Plaza Real del brazo del propio Nazario y
Ocaña.
¿Cómo saldrá “Anarcoma” de todos estos asuntos, qué vaivenes
tendrá que sufrir, cuál será el final de XM2, su hermano XM3, los mismísimos
“Hermanos Herr” o la propia máquina del profesor “Onliyú”? Dad por sentado que
no podréis dejar de leer hasta conocer la identidad del sádico asesino de
travestis. De qué manera conseguirá hacerse nuestra protagonista con el collar
y las consecuencias de dicho éxito será otro de los temas claves del texto.
Todo quedará resuelto con esa forma tan suya que tiene Nazario de explicar
desde los sinsabores de la vida de estas personas mientras ejercen la prostitución
hasta su día a día, las relaciones entre ellas, no siempre cercanas, el
comportamiento de la policía y parte de la prensa, la actividad en cualquier plaza o
calle de la ciudad condal, la supervivencia y confidencias de chaperos y yonkis
o la vida nocturna de algunos de los locales de ambiente del momento.
Como anécdota os diré que la publicación del primer volumen
de “Anarcoma” no fue censurado en España, ni en Francia, Italia, Holanda o
Inglaterra. Mientras, el mismo puritanismo yanqui que nos invade ahora sólo
permitió su venta en Sex-shops y lo incluyó en el apartado de “Libros
Perjudiciales Para La Juventud”. Gracias, Nazario, muchas gracias por haberte
atrevido a poner punto final, o no, a las aventuras de mi personaje preferido
de tu carrera y, sobre todo, por haber formado parte esencial de esa pasión que
aún siento por el mundo de las viñetas.
Muy bueno el artículo, de nuestras primeras viñetas con temática "no deseada" por la Curia y sus carcas seguidores.
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