Este mes de Marzo podéis visitar un par de exposiciones en
Cáceres distintas entre sí, pero con el mismo grado de interés. Por un lado, en
el Museo de Cáceres, os encontraréis con “Cien Años de Arqueología En La Cueva
De “El Conejar”” y por otro, en el Museo Pedrilla, con “Un Mundo De Historias
En Viñetas”.
La referente a la cueva de “El Conejar” es un repaso a ese
siglo que se lleva investigando y excavando en dicho lugar de la ciudad. Este
sitio estuvo habitado desde el Mesolítico hasta un tiempo posterior al
Neolítico. Se encuentra dentro de la zona conocida como “El Calerizo”, donde
los humanos conocieron el paso de una economía basada en la caza y la
recolección a otra donde ellos mismo producían su sustento mediante la
agricultura y la ganadería. Fue en 1916 cuando se llevó a cabo la primera
excavación, a cargo de Ismael del Pan, en la que se conocía por entonces como
“La Cueva Del Oso”. Un año después se publica en primer estudio sobre la cueva
donde se le llama ya “El Conejar”. Posiblemente este último nombre se deba a
que estuviera situada justo al lado de un lugar donde se criaban conejos en
cautividad. Entre las décadas de los 60 y los 90 del siglo pasado se realizan
una serie de trabajos por parte de la Universidad de Extremadura que logran
situar la ocupación de este emplazamiento entre el Neolítico y la Edad de
Bronce. Serán de estos periodos la mayoría de los objetos y restos que podrás
ver en esta exposición. Con esta reciente centuria se abre una nueva
investigación destinada al estudiar el Pleistoceno en la citada cueva. A este
estudio pertenecen la otra parte de piezas que acabarán por formar el todo de
la muestra.
Es interesante saber que la ciudad de Cáceres debe ser de las
pocas del mundo que tenga más un asentamiento humano tan antiguo dentro de lo
que es su actual casco urbano. “El Conejar” y “Maltravieso” son dos lugares que
demuestran la presencia del hombre desde la Prehistoria. Como ocurre con otros
lugares semejantes del Estado, se investigan y se paraliza dicha investigación
según los fondos que pueda, o quiera, aportar la Administración. Esto ha
llevado al estancamiento de la indagación en dos sitios esenciales para
comprender la vida de estos seres humanos en la Península. Sin demasiado
mantenimiento en ambas, y con poca atención por parte de la ciudad, nos
arriesgamos a encontrarnos con sitios de mucho atractivo hechos una ruina. Este
es el gran peligro que sufren las cuevas de la capital cacereña.
También fue en 2016 cuando se cumplían ciento veinte años de
lo que se considera el nacimiento del mundo de las viñetas como medio de
expresión. Fue en 1896 cuando la serie de Hoggan´s Alley, creada por Richard F.
Outcault, cuyo protagonista no era otro que “Yellow Kid”, añadió un globo de
diálogo a sus dibujos. Esto sería el germen de los cómics actuales. A esto hay
que añadir que en este 2017 se celebra el centenario del popular “TBO”,
publicación que, por extensión, logro que dicho nombre fuese utilizado de
manera genérica por la mayoría de aficionad@s del Estado a todo lo referente a
los cómics. Desde ese lejano 1896 todos los personajes que han habitado, y
habitan, esas páginas han pasado a la historia de la literatura universal con
mejor o peor reconocimiento. Algun@s son parte importante de nuestras vidas. En
la mía destacaría desde Corto Maltés a Silencio pasando por una infinidad de
personajes y aventuras. Hubo épocas, sobre todo cuando la televisión era aún
lujo en muchos de nuestros hogares, en las que estas revistas repletas, la
mayoría, de personajes ficticios eran la válvula de escape de l@s niñ@s que
tenían acceso a ellas. Ante esto os recomiendo “Paracuellos”, de Carlos Giménez,
como ejemplo de lo que digo.
Con esta intención el periodista Francisco Javier M.
Romagueras presenta en esta exposición parte de su colección privada para que,
de manera didáctica, podamos hacer un repaso a todo lo que han sido, y son, los
tebeos en nuestro Estado. Podéis disfrutar viendo desde el número uno de dicho “TBO”
o de “EL Jueves” hasta muchos de los cómics y fanzines comiqueros que se han
hecho en Cáceres y otros lugares de la Comunidad Autónoma. Tendréis unos
paneles donde os explicarán el significado de cada uno de los términos
asociados a este mundo, desde historieta o cómix hasta manga. Os enteraréis de
las razones que llevaron a una editorial como la de “El Gato Negro” a llamarse
“Bruguera”, con su “Pulgarcito” a la cabeza. Se repasa todo lo acontecido
durante la dictadura franquista, donde el “Capitán Trueno” fue uno de sus
mayores héroes. Con la muerte del dictador, publicaciones como “El Papus” se
ponen al frente de los cómics politizados reflejando toda la tensión política
de lo que han dado por llamar “La Transición”. Llegaremos, de esta forma, a la
añorada década de los 80 donde el movimiento Underground procedente de Estados
Unidos influirá en muchas de las revistas que se publicarán por estos lares,
desde “El Víbora” hasta “Blue Jeans” o “Totem”. A su vez, se hace hincapié en
la aportación de autores extremeños en todo este asunto. De este modo, os
sorprenderá saber ciertos datos como que la revista “Cimoc” fue creada por el
pacense Rafael Martínez, la contribución de Felipe Borrayo a la creación del
mítico personaje “Makoki” o la nominación de mi apreciado Pedro Camello al
premio “Eisner”.
Para l@s que llevamos ya media vida rodeados de tebeos,
cómics, novelas gráficas o cómo queráis llamarlo, es un subidón ver cómo
algunas de esas publicaciones que observas detrás de las vitrinas forman parte
de tu propia colección. Encontrarte de frente con “Anarcoma” de Nazario, o
números del “Comix”, por ejemplo, como algo que ya Historia es una alegría de
las grandes. Los cómics están atravesando uno de sus mejores momentos desde
hace ya unos años, pero no está de más recordar que muchas de aquellas revistas
con las que crecimos en la década ochentera fueron cayendo una tras otra
durante los siguientes diez años encontrándonos, de repente, con una terrible
sequía que sólo la llegada del nuevo milenio ha ido reparando poco a poco.
Estas son dos de las exposiciones que la ciudad nos ofrece
durante esta primavera. La de la cueva de “El Conejar” estará hasta mediados de
Mayo, mientras que la concerniente a las viñetas podrá ser visitada hasta finales
de Abril. No quisiera cerrar este artículo sin hacer referencia a una cuestión
que tiene que ver con estas, y otras, exposiciones llevadas a cabo en Cáceres.
La primera es la poca repercusión que tienen en la población local que cada vez
vive más de espalda a todo esto que pueda sonar a cultura, ya sea municipal o
de fuera. Es triste ver cómo el número de personas que pasan por el “Piedrilla”
roza la veintena al día, por ejemplo. Luego con repetir la manida frase: “Es
que en este Cáceres no hay nada” lo solucionamos todo. ¿No será que en este
Cáceres no participamos en nada, o casi nada? A mí me parece que esto se acerca
mucho más a la realidad.
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