Uno de los temas de más rabiosa actualidad, a pesar de llevar
unos años dando la tabarra, es cómo está afectando internet a la industria de
la música. La red que la mayoría de nosotr@s utilizamos a diario es, para bien
o para mal, la causa de que el negocio musical, tal y como se entendía en
décadas anteriores, haya cambiado radicalmente. Hay gente que piensa que esta
crisis generacional dentro de la música en general, y del Rock en particular,
tiene mucho que ver con este asunto. Aquí encontraréis las opiniones de algunos
músicos al respecto. Como comprobaréis, hay de todo, algo normal, por otra
parte. ¿Y tú qué piensas sobre esto?
Rock, Internet,
Relevo Generacional e Industria Musical
Rich Robinson (The
Black Crowes, en solitario):
La industria trata con desprecio al
artista que crea los contenidos sobre los que la industria está construida. De
verdad, la industria desprecia al que crea la música de verdad. Alguien se toma
tiempo para hacer el disco, alguien se toma tiempo para grabarlo, alguien se
toma tiempo para escribir, para llevar a músicos y para llevar a un ingeniero,
y alguien se tomó tiempo para construir la mesa, y alguien se tomó tiempo para
construir estos micrófonos y todas estas cosas del proceso. Haces este disco, estás
orgulloso de él, alguien hace el diseño, alguien escribe las notas del libreto,
tú escribes todas esas letras, haces esto o haces lo otro. Tienes a un mánager
trabajando, tienes a un sello detrás de ti, la gente que manufactura el vinilo,
que fabrica los Cds y todo el mundo está trabajando, y es genial, y todo el
mundo se está moviendo hacia algún sitio con esta creación. Hay mucha gente
involucrada, muchos colaboradores involucrados, y cuando llegas al punto de
secuenciar tu disco, eso significa algo, tiene tu sello. Tú lo has sellado y
tiene las canciones que tú compusiste, tiene la secuencia que escribiste,
porque así es como quieres que sea presentado, con el artwork y la secuencia de
canciones. Lo envías al mundo para ser vendido y que, con suerte, a la gente le
guste, y así intentas ganar dinero, ganarte la vida, pero también poder
conectar con la gente. Puedes ser parte de esa experiencia porque, cuando estás
en una sala y el público y tú estáis compartiendo esta experiencia, está muy
bien. Entonces pones tus cosas en iTunes y ellos lo alfabetizan todo. No hay
artwork, no significa una mierda, puedes comprar una sola canción, a quién le
importa. Así que la idea es que no es cínica, la creación no es cínica. Es como
ir a comprar un coche y decir: “En realidad, no quiero esa rueda.” Es una cosa
tan de bazar… ¿Te imaginas ir a ver “Star Wars” en el maldito cine y que iTunes
te cambiara las escenas, que decidan empezar por la mitad, por ejemplo? Así que
es una relación de lucha realmente extraña la que tenemos los músicos y la
música en general hoy en día. Con suerte, al final, la gente empezará a
trabajar en ello y pensará en ello con algo más de profundidad.
Yo no creo que internet ayude a los
músicos a tener una relación más cercana con sus fans. Al final del día tenemos
que preguntarnos cuántas de esas bandas que inundan internet valen realmente la
pena. Hay demasiada sobreinformación y parece que internet sirve, en cierto
modo, para satisfacer las necesidades más inmediatas. La gente ya no se sienta
a escuchar un disco de manera tranquila y a descubrir todo lo que ese disco
puede ofrecerle.
Crecí escuchando discos y para mí
tiene mucha importancia la presentación de un álbum. No podemos comparar un
frío MP3 con el sonido de un buen vinilo. Hoy en día todo es cada vez más
perfecto y digital y a mí me gusta poder escuchar las imperfecciones. Son esas
imperfecciones las que le dan a la música un carácter humano. Muchas veces la
guitarra de Jimi Hendrix no estaba bien afinada… ¿Y qué? Prefiero mucho antes a
músico real tocando con errores que una producción perfecta y artificial. Mucha
dela música que triunfa actualmente carece de autenticidad. Lo que hace a un
músico diferente es su humanidad. Hoy en día parece más importante utilizar
máquinas y herramientas para conseguir un sonido perfecto que obtener una
grabación real.
Pär Sundström (Sabaton):
Nosotros simplemente hacemos la
música que amamos y no nos preocupamos de si el negocio la acepta o no. Pero
las cosas están cambiando muy rápido y Sabaton es una de esas bandas que nunca
tuvo nada antes de internet. Cuando las compañías lo pagaban todo, tenían mucho
dinero, vendían muchos discos y todo era fácil. Esos días han pasado, pero
nosotros nunca los vimos porque Sabaton ha crecido mientras todo esto estaba
cambiando y hemos sido parte del cambio.
Nikki Sixx ( Mötley Crüe, Sixx A. M.):
No existe una idea preconcebida para
retirarse. Cuando eres una persona creativa no es un trabajo. Si hace música
por dinero, entonces vas a ser uno de esos tíos, y no vamos a decir nombres, ya
se nombran ellos mismos, que ponen la cuerda alrededor de su propio cuello
diciendo: “El Rock está muerto.” El Rock no está muerto. El Rock está en
ascenso, vivo y más fuerte que nunca. La única gente que está diciendo: eso es
la que dice: “Bueno, yo solía ganar dos dólares más por disco.” Están haciendo
música por las razones equivocadas. Tienes que recordar por qué empezaste en
los setenta o los ochenta, o cuando fueses que empezases. Es por la música, y las bandas tienen que
estar más preocupadas por sus fans que por sus cuentas bancarias. El dinero te
da la libertad para ser creativo, pero si estás ahí sólo para ganar dinero no
vas a estar ahí mucho tiempo.
Hay dinero que ganar, el streaming es
nuestro amigo. Hicimos estos discos para ser escuchados al completo. Sí,
entendemos que vas a coger un single, sí, entendemos que esa canción va a ganar
terreno al resto y eso está bien, también nos gusta eso, pero si no estás
haciendo un álbum para que sea escuchado al completo no lo estás entendiendo.
La gente dice: “Ok, la gente compra sólo una canción cada vez.” Eso no es
cierto. Escuchan discos enteros. Nosotros hicimos un disco para ser escuchado
de arriba abajo, y el siguiente, y el siguiente. Será siempre así.
Robert John Godfrey (The Enid, en solitario):
Este tema afecta a todo el mundo del
Progresivo porque, por ejemplo, el lector medio de una revista como Prog son
gente de mi edad, y si no publican alguna historia sobre Rick Wakeman no
compararán el siguiente número. Toda esa gente va camino de las sombras. No
habrá una música progresiva que merezca la pena si no dejamos sitio para los
más jóvenes ni generamos un nuevo interés que vaya más allá de esa gente que
sólo quiere leer sobre el pasado. Debemos invertir en el futuro de nuestros
músicos más jóvenes, animarles para que el género progresivo progrese de
verdad, porque buena parte de las cosas que se hacen bajo ese nombre realmente
no son progresivas. Lamento decirlo, pero buena parte de lo que se hace hoy no
tiene un auténtico contenido. La idea de un auténtico álbum conceptual, que
siempre ha estado ligada al género, hoy no es más que otro tipo de estrategia
comercial. Sólo tienen un título y una imagen, pero no tienen nada que ver con
la música. Necesitamos un renacimiento auténtico por parte de los nuevos
artistas y no de viejos tontos de mi edad que no han hecho realmente nada
progresivo, algunos de ellos, en los último 30 años. Eso me tiene realmente
preocupado.
Eddie Spaghetti (Supersuckers, en solitario):
Soy tan culpable de esta situación
como cualquier otra persona. A veces me bajo música. Si la puedo escuchar
gratis en internet es posible que la escucha a través del ordenador. Me gusta
mucho más cómo suena buen disco en vinilo, pero cuando escucho música a través
de los auriculares no pienso demasiado en el formato que utilizo.
Enrique Bunbury (Héroes Del silencio, en solitario):
Mi visión al respecto es que lo que
hay es lo que hay y es el territorio ene l que debemos trabajar. No me interesa
demasiado el debate público y la queja constante. Ni en éste, ni en ningún
tema. Creo que hay que ponerse manos a la obra y ponerse a trabajar cada uno en
su terreno, en lo que le corresponde. Yo estoy dispuesto a hablar de este tema
con compañías discográficas, editores, managers, sociedad de gestión y demás
personajes imprescindibles, si es que le llegara a interesar o quisieran
escuchar mi opinión. Mientras tanto, nosotros, seguiremos hablando de lo
importante. Esto es, de si prefieres el “Mark II” o el “III” de Deep Purple o
de si has escuchado cómo suena el saxo en el nuevo disco de David Bowie.
No creo que esto sea el final de una
era y que haya que volver al underground. Hay muchos artistas del Rock actual que
llenan estadios. Es difícil que un veinteañero lo consiga. Lo normal es que lo
hagan los que tienen carreras consolidadas. Hay una renovación clara de las
figuras del llamado Rock Clásico. Los grandes de los noventa y dos miles son
ahora fuertes como para encabezar festivales y hacer giras por arenas y
estadios. Black Keys, Jack White, Arcade Fire, Radiohead, Beck, Green Day, Foo
Fighters, Coldplay, Muse O Artic Monkeys. Lo cierto es que hay una industria
musical y los gastos del público se ha diversificado enormemente. En USA tienes
giras importantes de Pop, Hip-Hop, Rock Alternativo, Country o Rock Clásico.
Incluso reuniones ochenteras tienen público masivo. El Rock ya no es el único
que copa grandes festivales y las grandes salas, pero no ha desaparecido ni
remotamente.
No conozco a nadie que no le guste la
música. El futuro de la música no es un problema. Habrá nuevos artistas que
conecten con el público y el público querrá verlos en directo y escuchar sus
canciones. Imagino que las grandes corporaciones están ya recaudando bien del
streaming, aunque revierta poco en los creadores. Digamos que el periodo de
transición está siendo más largo de lo que todos desearíamos, principalmente,
los músicos que solemos ser los últimos en recibir algo a cambio. No me gusta
quejarme ni en público ni en privado. Primero porque no me estoy muriendo de
hambre y siempre me gané las lentejas honrada y holgadamente. Creo que el
artista quejicoso desvía la atención delo que realmente importa que es
trasmitir con sus canciones y establecer una conexión con el público.
Graham Bonnet (The Marbles, Acaltrazz, Impellitteri, Blackthorne, MSG,
Rainbow, en solitario):
Da mucho miedo porque a nadie le
gusta los Cds. Todo se descarga y todo el mundo está escuchando música Dance.
¡Qué demonios! A veces creo que es como hacer que el dinosaurio vuelva a la
vida. Es por eso que mucha gente se ha dado por vencida, porque ya nadie está
escuchando Rock. Yo he sido afortunado por tener diferentes estilos de música a
lo largo de mi carrera, no sólo ha sido cosa del Hard Rock. Muchas cosas que
hice en el pasado eran Rhythm And Blues y Pop. Así que me gustaría volver a
hacer algo de eso, no sólo gritos y berridos. Tener un poquito de todo, en
lugar de sólo tener una pequeña parte delo que me gusta hacer. Así que espero,
antes de que tenga 2000 años, hacer tanto de eso como sea posible. Esto es lo
que hago, a veces es muy agotador, pero salgo adelante.
Vicky Hamilton (Ex - manager de Guns N´ Roses):
Llevo mucho diciendo que sólo tenemos
Baby Bands o dinosaurios. Los primeros no pasan de los dos discos y los
dinosaurios van desapareciendo, no hay un término medio. Si nadie lo remedia,
parece que nos vamos a quedar sin buenas bandas y sin buena música.
Ignacio Prieto (Atlas, Edenlost, Insónico):
Sobre si el Rock ha perdido la
capacidad de marcar la diferencia entre la juventud tengo que decir que, cierta
manera, es así. Una parte de la juventud se identifica más con el Hip-Hop que
se ha erigido en uno de los estilos musicales contestatarios por naturaleza. Es
cierto que las ideas, imagen y mensajes que el Rock ha representado y ha
transmitido durante muchísimo tiempo ha perdido en perdido en los últimos
tiempos. Para parte de la juventud, la vigencia no es una batalla perdida.
Todavía hay muchísimos jóvenes que siguen identificándose con el Rock, sus
valores y lo que representa, así como con su vertiente más alegre y lúdica. Aún
serán más en el futuro. Estoy convencido de que el Rock es incombustible y
recuperará, con el tiempo, el lugar que le corresponde dentro de la cultura, el
arte y la sociedad.
Andrew Stockdale (Wolfmother):
Ahora mismo se necesitan diferentes
técnicas de marketing y promoción para que una banda tenga éxito porque están
todos esos públicos diferentes. Está el público del Spotify, el del iTunes, el
del Cd, el del Youtube y la gente de Instagram. Todo está muy diversificado. A
algunas canciones le va muy bien Spotify y a otras Youtube. ¿Cómo puedes medir
lo que está pasando?
Angelo Moore (Fishbone, Dr. Madd Vibe, Project N Fidelikah):
Internet da acceso a todo. Puedes ver
lo que todo el mundo está haciendo, pero es un atajo. Hay cosas buenas en
Internet. Lo malo es que impide que los músicos sean pagados como es debido. En
mi caso, la única manera con la que yo gano dinero es a través de la música.
Spotify no paga, prácticamente, nada a los músicos. Algunos músicos piensan que
Spotify es fantástico porque su música es escuchada, pero Spotify no ayuda a
pagar las facturas. Ayuda a exponer música, pero, si al final, nadie te paga
¿de qué sirve?
Adam Wakeman (Ozzy Osbourne, Black Sabbath, Annie Lennox, Travis, Company
Of Snakes, Rick Wakeman, Will Young, Victoria Beckham, Atomic Kitten,
Headspace):
Para mí esto funciona de dos maneras
distintas, si eres una banda conocida, con una larga discografía detrás,
entonces creo que la importancia de grabar música nueva es diferente a la de un
grupo como el nuestro. La gente siempre va a ir a ver a Black Sabbath por su
increíble catálogo de canciones y por las historias de éstas. Por otro lado,
nosotros tenemos que seguir creando música para que la gente tenga interés en
venir a vernos. Definitivamente, la industria ha cambiado, quizás no para
mejor, pero no hay nada que hacer al respecto y uno debe adaptarse a esos
cambios.
Mimi (A Palo Seko):
la industria ha evolucionado hacia su
propio desconcierto. Los cambios en la manera de entender las nuevas
tecnologías les pilló con el paso cambiado y el culo caliente. Aún no sabemos
cómo acabará viendo lo anteriormente conocido como industria musical.
Albertucho:
La industria ahora quiere ídolos
adolescentes para poder sobrevivir. Antes, cuando todavía había pasta, podían
invertir en carreras musicales más difíciles, por ilusión o por pura
melancolía, pero ahora están tiesos y quieren billetes. Los directos son los
tomates de los frigoríficos de los músicos. Nos da el sentido, nos da el
presente. Cada vez me gusta más el directo, y cada vez hay más conciertos. Esa
es la verdad del mundo de la música, todo lo demás es faranduleo.
Guillermo Izquierdo (Angelus Apatrida):
Ha habido muchos cambios. Parece que,
últimamente, se retoma un poco el ritual de comprar música, ya sea física o
digital. Con la vuelta del vinilo parece que se ofrece algo más valioso. Hemos
sido una banda autoeditada hasta que Century Media se interesó por nosotros.
Desde dentro de la industria vemos que las cosas no están tan podridas como
parece. La música en directo, sobre todo en este país, ha mejorado con nuevas e
interesantes bandas. Se lucha por mantener el nivel de asistencia a los directos,
pero aún hay mucho por conseguir, como la abolición dela absurda ley que
prohíbe a los menores de edad disfrutar del directo.
Daniel Aller (Ars Armandi):
La industria musical, al menos con
los grupos de Rock, no ha hecho lo que tenía que hacer, no ha evolucionado. Hoy
nadie te quiere grabar un disco. Está claro que la piratería ha influido en las
ventas. Las discográficas pensaban vender y luego ha sido así, pero tenían que
haber hecho algo más para que la gente no estuviese tan jodida. Si quieres tocar
en directo tienes que hacerlo, prácticamente, todo, desde alquilar la sala
hasta pagar los hoteles, técnicos, furgoneta o promoción. Si no metes gente te
toca palmar pasta y, encima, casi tienes que dar gracias a los que de las salas
por haberte dejado tocar pagando cuando ellos no arriesgan nada.
Julio Castejón (Asfalto, en solitario):
La industria ha desaparecido. Me
duele reconocerlo porque esto perjudica a la música. Hoy ni los músicos tienen
socios que les ayuden a difundir su obra, ni son retribuidos por sus esfuerzos
como antaño. La cosa es aún más perversa si hablamos de los shows en directo.
La gente apenas compra entradas, sólo si se trata de un notorio super
mediático. La mayoría de los grupos nacen y mueren en los locales de ensayo.
Aurora Beltrán (Belladona, Tahúres Zurdos, en solitario):
Las compañías al uso han
involucionado. En la mayoría de los casos son los propios artistas los que se
producen. Lo hacen ya casi todo, las condiciones en directo también. Siento
decir que el panorama no es muy bueno.
Alberto Rionda (Avalanch):
La industria se ha comportado como un
dinosaurio en extinción. Han estado viendo y sabiendo esto durante el proceso,
en lugar de evolucionar y adaptarse a los tiempos y a las nuevas
circunstancias, han intentado sobrevivir manteniendo las mismas fórmulas, aun a
sabiendas de que no funcionan y de que, tarde o temprano, terminarán por
extinguirse si no hacen un gran cambio estructural y de mentalidad. La música
en vivo siempre está viva porque le gente siempre querrá ver a sus bandas en
directo.
David Rotten (Avulsed):
Se dirige hacia un inevitable final.
Desde 1987 que se empezó a generalizar internet el negocio musical entró en
barrena y nada parece presagiar que se vaya a recuperar. Muchos piensan que la
gente deja de comprar discos en favor de asistir a conciertos o comprar
merchandising, pero si preguntas a organizaciones y empresas de estos sectores
te dirán que ellos están igual. ¿Qué hacen los metaleros? ¿Dónde se meten? ¿En
qué se gastan el dinero? En kalimotxo, si no no me lo explico.
Carlos De Castro (Barón Rojo):
Cómo ha desevolucionado, querrás
decir. La industria musical vive aquejada de una gran crisis debido a que la
gente no compra discos porque no tiene necesidad. Con el desarrollo de las
nuevas tecnologías el público ha podido acceder a la música de otras formas y
ya no está interesado en productos originales. Hace falta que la audiencia
valore la música en un estado de calidad alto. Esto sólo se obtiene a partir de
un soporte físico. Si ese cambio en la mentalidad de la gente no se produce,
seguirá pasando lo que ocurre ahora. Habrá menos bandas y se perderá la
grandiosidad de las producciones de Rock.
Alfredo Piedrafita (Barricada, Miss Octubre):
Ha seguido su caída en picado hasta
el punto de que difícilmente van a poder seguir sacando discos. Aun no se ve
qué la va a sustituir porque tampoco parece que las ventas digitales lleguen al
punto que consigan salvar la industria. Esa caída en la venta de discos disparó
la asistencia a los conciertos, cosa que era buena para los grupos, pero ahora,
con la crisis, el problema es que también está bajando mucho la venta de
entradas, con lo que el futuro se ve bastante negro.
“Quini” (Benito Kamelas):
Creo que las discográficas han tenido
que amoldarse a la situación tan oscura que estamos viviendo. Es difícil sacar
un producto adelante si el Rock sigue siendo el apestado de los medios de
comunicación. Cada vez hay menos y se tiende a la autoproducción.
Parece que el modelo de sello tal y
como lo conocíamos se quedó obsoleto. Internet ha abierto muchas puertas,
aunque todavía vivimos una época de transición en la que cada uno intenta
sacarse la vida como buenamente puede en todos los frentes de la música.
Juankar (Boikot):
La industria más que evolucionar ha
involucionado. Tampoco nos importa, pues nunca estuvo de nuestro lado. En
cuanto a la música en directo, ya ha cambiado desde la época de los juglares.
Ahora la gozamos al descubrir una taza del váter al lado del escenario, cosas
que antes se hacía desear y las contingencias tan molestas antes de tocar por
ello se terminaron. Hablo de las molestias.
No creo que haya evolucionado
positivamente. No han sabido adaptarse a los tiempos y andan dando palos de
ciego, como lo de hacerse oficina de managers para los grupos, exigir coeditar
con los autores, todo. De esta forma se centran en el lado económico y no en el
cultural que tiene la música.
Enrik García (Dark Moor):
César Strawberry (Def Con Dos):
La industria discográfica casi ha
desaparecido como tal y a los grupos nuevos les cuesta muchísimo más que hace
unos años llegar a sacar un disco y girar con mediana normalidad para darse a
conocer. Seguir teniendo una banda en activo hoy en España es casi un milagro
que requiere muchísimo más esfuerzo a todos los niveles que hace años.
Iker Piedrafita (Dikers, productor):
Creo que la industria ha notado estos
años un bajón considerable. Ahora mismo no sé cómo pueden sobrevivir las
discográficas si vemos las listas de ventas con números reales. La gente se
descarga los discos en Internet y, en vez de gastarse el dinero en los grupos
que les gusta, prefieren darles el dinero a las compañías telefónicas por un
pésimo servicio y una atención penosa.
Sam (El Último Ke Zierre):
Ziku (Envidia Kotxina):
Ha involucionado ante la tecnología.
Lo que comenzó como un boom en pocos años se ha superado ante la facilidad de
acceder a cualquier título desde casa con solo un click de ratón, sin que eso
reporte el más mínimo beneficio a las discográficas. Sobre la música en
directo, es un negocio donde es el grupo siempre el que arriesga, pagando un
alquiler para tocar, cartelería, gastos de viaje y un larguísimo etcétera.
Javier Estévez (Estirpe):
La industria lleva años en crisis.
¿Internet ha hecho daño en esto? Creo que ha hecho lo suyo. La mayoría de los
reproductores ahora llevan adaptador de pendrive para llevar más música en un
dispositivo que no ocupa lugar. El formato está cambiando, las multinacionales
se encargan de todos estos avances y muchas se quejan de que no venden discos.
Por otro lado, ponen facilidades para piratear porque vendiendo dispositivos de
almacenamiento, multimedia, reproductores o grabadoras también ganan mucho
dinero.
Iñaki “Ouho” Antón (Platero Y Tú, Extremoduro, La Inconsciencia De…):
Como observador veo que la industria
se ha encerrado en sí misma intentando que no se produzcan cambios que eran
inevitables, eso la está empequeñeciendo, y no me refiero a tamaño empresarial.
En estos años las bandas nuevas han visto como disminuyen, año tras año, sus
posibilidades de asomar el hocico, de grabar primeros discos o de darse a
conocer. La música en directo ha visto cómo van mermando pequeñas iniciativas y
cerrando salas en beneficio de festivales donde siempre tocan los mismos. Mal
también para los que empiezan. En cambio, otro tipo de iniciativas han conseguido
que podamos ver a los grandes, internacionalmente hablando, con naturalidad y
frecuencia a la que no estábamos acostumbrados en este país.
Fito Cabrales (Platero Y Tú, & Fitipaldis):
Es preocupante. ¿Cuál será el formato
futuro de un disco? Me daría pena que fuera un archivo, que si grabo un disco
no pueda verlo, tocarlo, mostrarlo en una balda o sacar un libreto. También
conlleva la desaparición de estudios de grabación, técnicos y todo profesional.
Por otro lado, si yo empezara ahora en la música ¿dónde iba a tocar? Tuve la
suerte, con Platero Y Tú, de que estaba todo lleno de casas okupas y un
circuito alternativo. Llamabas y tocabas en cualquier gaxtetxe tres veces a la
semana. Hoy es raro que una banda que se salga un poco de la línea triunfe. Si
dices “me cago en dios” no te pone nadie. Las libertades han ido para atrás y
todo el mundo se parece a todo el mundo. Antes salía en la tele Extremoduro.
¡Imagina ahora un programa que llevase a Las Vulpes o a La Polla Records!
Evaristo (La Polla Records, Gatillazo):
La industria discográfica se pajea
delante de un espejo y exige a sus artistas productos que hagan más rentable
tan edificante práctica. Los sellos independientes se aprovechan de la ilusión
y no dudan en rascar un poco más su maltrecha economía. Los carteles delos
grandes festivales llevan años siendo una calca entre sí mientras las nuevas
bandas se prostituyen a precios de escándalo en locales que no reciben el más
mínimo apoyo institucional. No nos podemos quejar.
Marcos Molina (Gritando En Silencio):
La industria, como se conocía, en
gran parte ha muerto y lo que queda agoniza. Han nacido nuevos medios de
difusión, comunicación y distribución para la música que, a grupos como
nosotros, nos benefician más que perjudican. Sobre la música en directo, creo
que no ha cambiado nada. Es cierto que en estos últimos años se ha notado un
bajón en la cantidad de conciertos y en afluencia de público por la crisis en
la que nos han metido unos sinvergüenzas sin escrúpulos, pero, de momento, la
música en directo sigue funcionando igual.
Mars (Habeas Corpus):
El cambio de escenario en estos años
es demoledor. Primero por el desencadenamiento de la crisis discográfica que
supuso un buen mazazo a la estructura del negocio. Después por sumársele una
crisis mucho más global que afecta a todos los sectores productivos y a quienes
se ven implicados en los mismos. Fundamentalmente, y como consecuencia de la
primera, empezó cayendo en picado la adquisición de discos y, posteriormente,
como resultado de la segunda, la asistencia a los conciertos ha menguado de
forma notable.
Luis Tárraga (Hamlet):
La evolución de la industria
discográfica a nivel de sellos es la peor para la mayoría por no haberse sabido
adaptar a los tiempos. La música en directo siempre será música en directo, no
hay quien pueda con ella, aunque también, por los momentos que se están
viviendo, cueste, en determinadas ocasiones, montar giras o hacer festivales.
Si eres un grupo nuevo cuesta más salir a tocar, al menos eso nos comentan
muchos de ellos.
Javier Cordovilla (Hora Zulú):
La industria evoluciona como
cualquier negocio, con decisiones acertadas y también con muchos despropósitos.
Quizá haya sido una evolución a remolque de las exigencias y cambios del
mercado, pasiva y conservadora. No creo que sólo la piratería sea la que esté
detrás de la crisis de venta de discos.
Jorge Martínez (Ilegales, Y Los Magníficos):
He asistido al derrumbamiento de los
imperios discográficos sin poder evitar sentir cierta alegría. Muchas cosas
eran previsibles. Los medios están inmersos en la misma crisis. Un artista y su
público tienen infinitamente más fácil mantener el contacto vía Internet, las
diferencias y las trabas han desaparecido o se han minimizado. Los conciertos
son la opción más tenida en cuenta, por fin hemos descubierto que los discos
son un sucedáneo.
Brigi Duque (Koma, Txarrena):
Como todo lo que se transforma en
industria, y por tanto en negocio, ha llegado a un momento donde la saturación
y las nuevas tecnologías le han dado una involución. Ya no se venden discos y
habrá que buscar nuevas fórmulas. Sobre la música en directo, siempre ha sido
más o menos igual. Los grupos que funcionan tienen tirón, los que no, menos. De
todos modos, no corren buenos tiempos para ambas cosas.
Lichis (La Cabra Mecánica, en solitario):
Vivimos una especie de desilusión en
cuanto a los nuevos medios de distribución pudieran aportar. Sólo hemos
asistido a un cambio de manos en el reparto de los beneficios. Ahora están en
poder de las empresas de telefonía y portales de descarga.
Nando (La Fuga):
Cuando sacamos el primer disco ya se
hablaba de que la industria del disco se hundía, pero han pasado los años y aún
sigue ahí. La gente ya tenía Internet, ordenadores y material para copiar
discos. Se veía que venía un cambio, pero nadie sabía cómo sería. Algo como
Spotify era ciencia ficción. Yo creo que nadie se lo imaginaba, de la misma
manera que nadie imaginaría el cambio que Internet ha traído. En cuanto a la
industria de los conciertos, creo que ha habido años donde ha estado todo
masificado, muchos festis y conciertos donde siempre tocaban/tocábamos los
mismos. La crisis ha ido poniendo las cosas en su lugar, para bien o para mal.
Loquillo:
En los directos España sigue estando
muy por detrás. Las contrataciones de los ayuntamientos cerraron las puertas a
la empresa privada y las salas se encuentran con los problemas de las
administraciones. Ha habido un cambio en la industria del que se pueden extraer
cosas positivas, ha terminado la dictadura dela radio-fórmula y de los agentes
de zona que colocaban a los artistas de radio-fórmula en las agencias. Es el momento
de artistas de verdad y no de productos.
Josele Santiago (Los Enemigos, en solitario):
Ha sucumbido a su propia codicia.
Está muerta, tal y como la conocíamos. Para un grupo que empieza es imposible
vivir de esto. La música alternativa hoy en día es la autogestión. Olvidarte de
las superproducciones, interactuar con otros músicos y eliminar intermediarios.
Lorenzo Morales (Los Muertos De Cristo, El Noi Del Sucre):
Charly Domínguez (Los Suaves):
No ha evolucionado. Ha atravesado dos
crisis y se ha visto sorprendida y muy tocada, casi hundida, así que aún está
tratando de reinventarse. Espero que lo consiga, pues es imprescindible que
haya una industria detrás para que los músicos se dediquen a lo que es su
faceta, la música.
Carlos Tarque (M Clan):
Creo que ha cambiado mucho en nuestro
país. Básicamente, la industria del disco como tal va a desaparecer y los
directos en España ya no se alimentan de los ayuntamientos.
Txus De Fellatio (Mägo De Oz, Bürdel King):
Ha sido rara. La gente cada vez está
menos concienciada de que la música hay que pagarla. El artista no es el único
perjudicado. De un disco no vive sólo el músico, también vive el periodista, el
fotógrafo o la compañía. Si esa compañía no gana dinero con Alejandro Sanz, por
ejemplo, luego no puede fichar a Dünedain. Si a eso le sumas la crisis mundial,
la industria sale perjudicada.
Juan Abarca (Mamá Ladilla):
La industria discográfica ha sido
destruida por completo. Sigue habiendo discos, pero ya no creo que se pueda
hablar de industria discográfica como tal, salvo que nos refiramos a sus
últimas ascuas o a formatos no físicos. La música en directo creo, más o menos,
se ha mantenido igual de sana.
Kutxi Romero (Marea, en solitario):
Tengo buenos compadres en el mundillo
y lo único que me jode de todo el asunto es que se van a quedar sin curro. Los
discos desaparecerán, pero el arte, el talento y la pasión seguirán fluyendo
sin necesidad de máquinas registradoras. La escena en directo la veo de puta
madre. En Pamplona hay cuatro o cinco bolos interesantes todas las semanas.
Otra cosa es lo de hacer perras con los directos, ahí se enfrentan el ego, la
ambición y los billetes. Generalmente la pelea la pierden los tres.
Manuel Martínez (Medina Azahara):
Algunas compañías han sabido
sobreponerse, pero lo que antes era resplandeciente ahora es currar y ofrecer
el doble por la mitad. Algo que, desde fuera, parece imposible, una vez que
estás trabajando, te das cuenta del esfuerzo que tienen que hacer para que ese
trabajo no les cueste dinero. Aún quedan años de sequía, pero espero que cambie
porque hay muy buenas bandas esperando sacar sus trabajos al mercado.
Vikingo M.D. (Narco):
José Carlos Molina (Ñu):
La industria discográfica nunca ha
funcionado para el Rock. Haciéndonos ilusiones y si llamamos industria a pagar
los grupos sus discos excepto cuatro a los que el sello les paga el estudio y
luego les pagan las ventas a partir de 3.000 ejemplares, ha evolucionado como
siempre, promoción en Radio Vallekas y Radio Vicálvaro, con todo mi cariño
hacia ellos, y presentación en la Sala Caracol con 200 invitados y 100
amiguetes más gastos de promoción, es decir, ni un pavo.
Andreas Lutz (O´Funkillo):
La industria, por su codicia y
avaricia, ha cavado su propia tumba. La música y la verdad se mueven a otro
nivel así que qué les den. El mundo del directo mola, larga vida alos
festivales que apuestan por nosotros.
Fortu (Obús):
La revolución ha sido Internet. Bien
utilizado llegas a todos los sitios. El futuro está por ahí, podrás escuchar lo
que te gusta, tener medios de comunicación a tu medida a la hora que desees.
También Internet cambiará el negocio de las discográficas. El problema es que
hay tanta competencia que, al final, no habrá sitio para todos. Las bandas se
harán más grandes, pero no en tan poco tiempo.
Juantxo (Piperrak):
Está estancada. El único paso de
venta de soporte digital muestra que sigue aferrada al pasado pretendiendo
cobrar 12€ por canción sacando por un disco 12€ sin soporte físico, ni
distribución, sólo un pequeño gasto en un portal para su venta. La mayoría de
la gente está dispuesta a pagar por el trabajo de los artistas que les gustan,
para que les vaya bien, pero no están dispuestos a que los timen. Sería mejor
descargar la discografía de un grupo a un euro por disco, en MP3, bien grabado
y con sus carátulas y demás.
Poncho K:
En estos años parece que se han roto
todos los esquemas y los planes de futuro para toda una cadena a consecuencia
de la tecnología. Esto ha dado paso a lago muy bueno, la creatividad sin
patrones en todos los sentidos y, aunque está todo inventado, ahora tienes que
demostrar que tu directo es la polla si no quieres pasar desapercibido.
José Cobela “Bode” (Porretas):
Han sido años en lo que todo ha dado
un vuelco impresionante. Con las descargas la venta de discos ha caído y mucha
gente que trabajaba en las compañías se ha ido al carajo. Las compañías ya casi
no apuestan por grupos nuevos y los que estamos ya sabemos que no se venden
discos, pero, mientras la gente siga yendo a los conciertos, aguantamos el
tirón. Ahora, con la crisis y la situación económica, cada vez está más
complicado sobrevivir en este mundillo de la música.
Fernando Madina (Reincidentes):
Yo creo que por no evolucionar se ha
erosionado tanto que ya nadie cree en ella. Así le va, porque parece que echan
a gente de todas las compañías. Internet, está claro, ha tenido que ver en todo
esto y ha transformado el panorama, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva.
Rosendo (Ñu, Leño, en solitario):
Me temo que vamos a remolque. Como en
todo lo demás, Internet ha puesto patas arriba el mercado sin control. Además,
ha sido duro ver cómo desaparecía el vinilo. Afortunadamente, el directo ha
recuperado importancia y, para los músicos, el escenario es la vida. Prefiero
pensar que mañana no va a ser peor.
Raúl Gutiérrez “Rulo” (La Fuga, Y La Contrabanda):
Publicar un disco hoy en día es de
masocas y soñadores ya que el CD agoniza. Antes se compensaba con que había
muchos conciertos, cosa que también está chunga actualmente. La música ya
estaba en crisis y sumada a esta otra crean un panorama gris tirando a negro.
Yo intento verlo de manera positiva, pero es difícil salir ahí fuera y realizar
una gira.
Julián Hernández (Siniestro Total):
En algunos Estados de U.S.A. niegan
la teoría de la evolución, que no es una teoría sino un hecho, y el pobre
Darwin no se puede defender, ni ofender, porque está muerto. “Industria musical
española” es un oxímoron, una contradicción en los términos, algo así como
“inteligencia militar”.
Vito Íniguez (Sínkope):
¿Evolucionar? Yo creo que vamos para
atrás. Cada vez hay más impedimentos, cada vez te cortan antes la ilusión. El
señor dinero está haciendo auténticos estragos. Mientras se siga anteponiendo
la pasta a la creatividad creo que iremos mal encaminados. El dinero no es
arte. Es necesario para muchas cosas, pero no es arte.
Antonio Bernardini (Sôber):
Creo que, más bien, ha involucionado.
A día de hoy no hay ninguna solución definitiva a la crisis del formato. Lo que
está claro es que los grupos pueden sobrevivir sin ella, no al contrario.
Juan (Soziedad Alkoholika):
Más que evolucionar ha involucionado.
Ahora nos encontramos en un proceso de cambio y, bueno, ya veremos cómo acaba
la cosa porque ahora mismo es difícil de decir. En cuanto a la música en
directo, yo no veo grandes cambios. Un poco más de fundamente para hacer las
cosas sí que hay, pero, a excepción de Euskal Herria, donde sí que podemos
presumir de es donde más salas hay para tocar y que funcionan de manera profesional,
en el resto, salvo algunas excepciones, aún hay una gran diferencia de nivel y
de opciones si lo comparamos con lo que te puedes encontrar por Europa.
Aitor Gorosabel (Su Ta Gar):
Ha habido una involución. La
aparición de las nuevas tecnologías está obligando a la industria a adaptarse y
no le está resultando fácil. En cuanto a la música en directo, pienso que la
gente se mueve sólo para ver grupos consolidados o que están de moda. En
cualquier caso, creo que, en general, el público se encuentra frente a una
oferta musical tan amplia que necesita simplificar y tener referencias muy
concretas para poder adaptarse al entorno. Un entorno caótico debido a la
sobreinformación que posibilita y ofrece la red. Por desgracia, en esta
situación siempre ganan las radios fórmulas.
Mariano Gil (Tako):
Creo que después de los años que
llevamos viendo cómo caen las ventas de los discos,y eso que el público rockero
es más fiel y le gusta tener los discos de sus grupos favoritos, los conciertos
son la mejor manera de mostrar a la banda y presentar sus nueva canciones,
siempre y cuando, el precio de las entradas esté acorde con los tiempos tan
jodidos que vivimos. Nosotros seguimos tocando y haciendo kilómetros como hemos
hecho siempre. Nunca se nos ha ido la pinza con los cachés y, afortunadamente,
no nos falta curro. Eso nos hace seguir cada vez más rockerizados.
Ángel (Tierra Santa):
No soy un experto, pero, en mi
modesta opinión, la industria discográfica ha sido víctima de ella misma. Lo de
ahora es sólo una consecuencia. La música en directo es algo que evoluciona
independientemente de la gente que acude a los conciertos. Siempre existirá.
Lele Laina (Topo):
Lamentablemente, tanto la industria
como la música en directo van en caída libre desde hace ya unos años. Las
nuevas tecnologías, Internet, las salas de conciertos, las radios, las
televisiones, o la propia crisis económica son un cóctel que está hiriendo de
gravedad la música. Son muchas las razones y, por ahora, pocas y difíciles las
soluciones.
Enrique Villareal “El Drogas” (Barricada, Txarrena, en solitario):
La industria, tal y como la hemos
conocido hasta ahora, se resquebraja y el cambio hacia no sé dónde llegará. La
burbuja discográfica se desmorona igual que la inmobiliaria. Los directos
todavía tienen esa misma magia de siempre, aunque tampoco son buenos tiempos
para vivir de esto. Por mi parte, voy preparando y llevando a cabo acciones que
me hagan sentirme vivo.
Pau (Uzzhuaïa):
Ha sufrido la incontrolable embestida
de Internet y sus negativas consecuencias. Es necesaria la fórmula para que
todos, creadores y consumidores, salgamos beneficiados. La música en directo me
sorprende gratamente cada vez que voy a un concierto de una banda que lleva
poco tiempo y que apenas es conocida. En este momento hay muy buena salud
creativa en este país. Es necesario encontrar los medios para que los grupos no
se desvanezcan ante la dificultad de llevar para adelante sus sueños e
ilusiones. Por desgracia, no recibimos lo que damos. El esfuerzo que ponemos en
cada momento es cada vez menos recompensado.
La música ha perdido valor, como
otras muchas cosas. Todo lo importante, o lo que se aprecia, es caro. En ese
aspecto la música ha perdido caché. Cierto es que Internet ha tenido como
contraprestación que te conozcan en más lugares, pero es una paradoja, ya que,
si no tienes suficiente fama, o suficiente poder económico, jamás te verán en
ellos.
Marcelo Calabria “Valdés” (Con Mora, Sherpa, en solitario):
El tejido industrial y empresarial
dela música en este país está completamente quebrado. Es decir, no hay ninguna
posibilidad de que nadie invierta un solo euro en un grupo nuevo. Antes hacías
unas canciones, grababas un disco, lo promocionabas, pegabas unos carteles y ya
está. Ahora estamos en un momento de crisis, o de cambio, que es lo que
realmente quiere decir la palabra crisis. Es por eso por lo que digo que no hay
panorama musical. Eso sí, el momento está vibrando y todo el mundo está
intentando descifrar cómo avanzará la industria.
Pipi (Ska-P, The Locos):
Creo que el concepto de álbum se está
quedando obsoleto por la forma de consumir de la gente. Se consume más música
que nunca y, como encima, para mucha gente es gratis, simplemente la engullen
sin masticarla, sin apreciarla ni darle valor. Al final hay tanta
sobreinformación en este tema de la música que casi nadie se para a escucharla
con calma, a saborearla. El rollo es escuchar y escuchar y no asimilar nada.
En este lío de formatos que hay
ahora, vinilo, CD, USB, uno ya no sabe cuál es el más indicado. Además, tampoco
me apetece emplear un desgaste de energía brutal en 12 canciones de las que
luego te valen 3 para single y las demás se quedan en el olvido porque no se
tocan en directo. A los 4 ó 5 meses el disco ya está obsoleto, viejo, en serie
media y eso no puede ser, es frustrante. He preferido, con este disco, meter
toda la energía en 3 canciones y tirar p´alante.
Lita Ford (The Runaways, en solitario):
Cualquier tiempo pasado fue mejor. Cuando
empecé todavía las cosas eran genuinas, artesanales, y la gente involucrada
vivía la música de una manera diferente. Incluso los puestos ejecutivos de las
discográficas estaban ocupados por gente que sabía lo que hacía, conocía en
profundidad su materia y, aunque, al igual que ahora, su propósito era sacar la
mayor cantidad de dinero a través de los artistas, por lo menos nosotros, los
artistas, contábamos con todos los medios disponibles para poder hacer que
nuestra música llegara a los fans. Hoy en día, la mayoría de los artistas
comerciales me parecen un producto prefabricado. Pasan más tiempo metidos en
las redes sociales que en el local de ensayo. Me temo que lo que impera es la
mediocridad, pero la gente más joven, aturdida por el bombardeo de los nuevos
medios de comunicación, lo acepta todo sin rechistar. Es verdad que cuando
empezaba me topé con mucho escepticismo por parte de la industria ya que la
gente no estaba acostumbrada a ver una chica haciendo música y que hoy en día
las chicas lo tienen mucho más fácil, pero, en general, añoro los viejos tiempos.
Ahora cualquiera puede grabar su
música con un ordenador en su casa y después distribuirla vía Internet para que
la gente la escuche a través de sus móviles. ¿En serio vamos a rebajar la
calidad del sonido a esto? Nos vamos a acostumbrar a escuchar música mediocre,
con sonido mediocre, y nos parece lo más normal del mundo. Ok, yo uso también
la tecnología, pero sólo para grabar ideas que me vienen de repente a la
cabeza, no para hacer discos enteros. Llámame de la vieja escuela si quieres,
pero para mí un disco tiene que ser grabado en un estudio en condiciones, con
un buen productor y un buen ingeniero de sonido.
Nike Anderson (Imperial State Electronic, The Hellacopters, Entombed):
Las cosas son así ahora y no hay nada
que puedas hacer al respecto. Es más duro en la actualidad. Por un lado, es
cierto que Internet te permite empezar una banda con más facilidad. Los fans
tienen mucho donde elegir y es mucho más difícil encontrar buenos grupos entre
tanta banda de mierda. Recuerdo que cuando empecé en Entombed solíamos mandar
cassettes a las compañías. Esa dedicación se ha perdido. No me quejo, pero es
cierto que las bandas ya casi no venden discos a día de hoy. Es incluso difícil
conseguir un tour porque todas las bandas están girando de manera continua lo cual
está muy bien, pero, para una banda trabajadora como la nuestra, es más
complicado. Si queremos hacer una gira por España tenemos que contratarla con 6
u 8 meses de antelación. Eso es duro para una banda pequeña como la nuestra.
Neil Young (Buffalo Springfield, Crosby, Stills, Nash & Young, en
solitario):
No sé si han cambiado las cosas. Yo
sólo pienso en lo que hago, o sea, música que me llena. A medida que el tiempo
pasa me he dado cuenta de que, cuanto más libres somos con la música, lo que
más hace feliz a la gente es escuchar los grandes éxitos. Ya los conocen de
antes. No hay nada más aburrido que una canción tras otra, siempre las mismas,
con las mismas poses. Tienes que estar dispuesto a cerrarlos ojos y dejarte
llevar. La banda que tengo ahora no está limitada por otra cosa que no sea el
pasarlo bien.
Dan Swanö (Edge Of Sanity, Whiterscape):
Lo veo bien, la verdad. Trabajo con
muchos discos todos los meses y me encuentro con gente joven con talento y
hambre, también con grupos de la primera época del Metal Extremo que siguen
publicando buenos discos. Hay chicos que ni siquiera habían nacido cuando edité
el primer disco de Edge Of Sanity y se saben cada nota. El estado de la
industria actual tiene partes malas, como el que bandas consolidadas tengan que
pasarse el año girando sin parar y más pendientes de vender camisetas para
poder asegurarse un mínimo de ingresos, pero eso también les hace mejores
músicos, tocan más, antes, cuando podíamos, te tomabas un año sabático. Creo
que, en general, el estado de la escena metalera es bueno.
Hasta aquí esta retahíla de
declaraciones de tanto viejas glorias del Rock como peña que lleva,
relativamente, poco tiempo en esto. Yo, personalmente, estoy más cerca de opiniones
como la de Javier Estévez, ex - Estirpe, que de la de Lita Ford. Cuando
hablamos de este tema solemos olvidar que muchas de esas grandes corporaciones
musicales son las mismas que nos han ido metiendo por los ojos todos estos
aparatejos, pasamos del tocadiscos y radiocassttes al CD, luego al MP3 y MP4,
después a los móviles y suma y sigue. Parece que los culpables somos sólo
nosotr@s por bajarnos música o no ir a los suficientes conciertos. Mientras,
ellos siguen quedando como victimitas cuando, al menos tecnológicamente, son
los verdaderos creadores de esta situación. ¿Tú que ópinas?
Textos y fotos extraídos de: Rock Estatal, La Heavy, Popular 1, This Is Rock y, por supuesto, de Internet.
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