Si hay algo que me ha quedado claro
después de leer este pedazo de cómic es que cierto tipo de futuro está mucho
más cerca de lo que creemos. Que sí, que al fin y al cabo esta no deja de ser
una historia digamos extrema pero después de vivir lo que estamos viviendo, además
de que lo estemos haciendo tan rápido, cualquier día nos encontramos con algo
parecido a lo acontecido en las páginas de esta obra.
Otra cosa buena que me ha pasado con
este historia es el haber descubierto a un autor al que prestaré mucha más
atención de aquí en adelante. Nacido en Nashua, New Hampshire, y residiendo
actualmente en Nueva York, tiene una larga carrera publicando en obras tales
como “Batman/Espantapájaros”, “Hellblazer: Newcastle Calling”, con nada menos
que Jason Aaron, “Joe, El Bárbaro” o “American Vampire”, entre otros. De trazado
impresionante y con un argumento fuera de lo común ha sabido hilar un cómic
lleno de trama, violencia, represión a la vez que ternura, amor y mucha, mucha
reflexión. Lo curioso es que antes de comenzar a escribir “Punk Rock: Jesus”
Sean era un católico convencido para, por una serie de acontecimientos que el
propio autor cuenta en el epílogo, acabar siendo un ateo de cabo a rabo.
En estos tiempos que nos ha tocado vivir
donde los medios de comunicación, en especial la televisión, tienen, en muchos
casos, más poder que los propios gobiernos, una obra como esta da mucho en qué
pensar. Una empresa de telecomunicación busca el reality show más explosivo de
la historia de la gran pantalla. ¿Y qué personaje es el más conocido y con
mayor audiencia del mundo? Simple respuesta, Jesucristo. Siendo la Biblia el
libro más vendido de la historia, año a año lo sigue siendo, estos buitres de
las audiencias tienen la brillante idea de llevar al protagonista principal de
dicho libro al mundo del mass media. Un presentador famoso al frente de un
programa igualmente famoso junto a un director de dicha empresa sin el más
mínimo de los escrúpulos serían es sustrato de donde partiría todo este
tinglao.
¿Os imagináis que el primer clon humano
fuese el mismísimo Jesús? Todo parte de la obtención del ADN hallado en la
Sábana Santa. Este es entregado a la mejor de las ingenieras genéticas del
momento que, debido a un gran chantaje, accede a realizar este trabajo buscando
a cambio lo que para ella será la salvación de la humanidad. Una Virgen María
elegida mediante casting tipo Gran Hermano se convertirá en la madre de Chris,
así es como se llama Cristo en este cómic. Una poco más que adolescente María que
vivirá esta aventura muy excitada al principio pero que, cuando las dudas
empiezan a atacar su mente, no será todo tan bonito como se lo pintaban. Además
nos encontramos con un jefe de seguridad ex-miembro del IRA y un especialista
en informática cerebrito donde los haya. Todo esto dentro de un espacio,
conocido como La Isla, en medio de aguas internacionales por la no concesión
del permiso del gobierno a tan disparatado proyecto, que hará la mayoría de
veces de cárcel de cristal. Por supuesto, también tenemos a los integristas del
grupo “Nuevos Cristianos Americanos” que harán de las suyas un día si y otro
también consiguiendo con ello que el reality suba de audiencia siempre que
montan alguna. Hasta aquí todo bien, pero… ¿qué ocurre cuando los hechos se
aceleran como un tren desbocado y, entre unas cosas y otras, el propio Jesús empieza
a tener acceso a libros prohibidos dentro de La Isla y, sobre todo, a escuchar
una música tan contestataria como el Punk Rock?
Lo demás tendréis que descubrirlo
vosotros. Estoy más que seguro que os va a molar pues el cómic no tiene desperdicio.
A pesar de ser un defensor a saco del blanco y negro, y ser consciente de que
Murphy ha utilizado esta técnica a propio intento, pienso que la obra podría
ganar más impacto visual y fuerza si hubiera color de por medio. Es viñetas
como en la que Chris aparece por primera con esa cresta puntiaguda, en las
escenas de motos o de acción no hubiera
venido nada mal un poco de coloración. Adelante, echadle un vistazo al clon del
personaje más conocido del mundo convertido en el cantante de “Los Chalecos
Antibalas” y descubriréis hasta donde pueden llegar los medios por conseguir un
simple espectador más.
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