El pasado 26 de Junio, miércoles,
tuvimos el placer de vibrar con uno de los conciertos del año en el Palacio
Vistalegre de Madrid. Nada más ynada menos que tres monstruos del Hard Rock como
son Europe, Whitesnake y Leppard. Este era el tercer show dentro de la minigira
que han hecho por estos lares, antes estuvieron en San Sebastián y Barcelona y
después Santiago de Compostela.
El primer grupo en pisar las tablas fue
Europe. El combo de Joey Tempest y John Norum aparecieron sobre las seis de la
tarde y, durante una hora, más o menos, atacaron con una lista de canciones
bien escogidas para el caso. Creo que aún quedan muchos prejuicios sobre esta
banda después de que nos macharan años ha con su tema más famoso, “The Final
Countdown”. Tengo que deciros que, siendo esta la segunda vez que los veo en
los últimos ocho años, nada, o poco, queda de aquello. En directo son una
apisonadora de Rock Duro. Puede que te agraden o no sus canciones pero queda
claro que en vivo dan el callo como el primero siendo un grupo compacto que, de
no ser por el mal sonido del lugar, sorprenden desde el primer tema. Arrancaron
con “Riches To Rag” y “Firebox” metiéndose al público en el bolsillo
rápidamente. Además de los cabezas visibles antes señalados, sus acompañantes
John Levén, bajista, Ian Haugland, batería, y Mic Michaeli, teclados, hicieron
una labor impecable. No se puede decir que fueran los teloneros, ni por el
tiempo que tocaron ni por la atención que les prestamos pues con los temas
siguientes, “Superstitious”, qué buena esta, “Girl From Lebanon” y “Carrie”,
uno de sus hits, aquello tomó dimensiones de gran concierto. “Let The Good
Times Rock” y “Seven Doors Hotel” fueron los temas seleccionados correctamente
para lo que fue la traca final a cargo de “Rock The Night”, sin palabras, “Last
Look At Eden”, en directo suena como un proyectil, y la mencionada “The Final Countdown” con todo
el Palacio saltando y coreando la melodía que salía del teclado de Michaeli.
Buenos, muy buenos, y recomendables los Europe. Espero disfrutar con ellos muchas
más veces.
Lo de Whitesnake podríamos llamarlo
directamente agridulce. Nadie pone en duda la grandeza de este grupo ni su influencia
ni la escuela que han creado ni sus miles de cosas más. La cuestión es que
cuando dichas cosas no salen del todo bien pues también es justo reconocerlo. Vamos
por partes, fue realmente con Coverdale y compañía cuando el Palacio se petó
hasta la bandera. No sé si por sí solos hubieran logrado tal resultado pero eso
fue lo que ocurrió. Salieron a tope con dos trallazos como “Give Me All Your
Love” y “Ready And Willing”. Aquello prometía, con un Covedale entregadísimo,
eso casi siempre, y una banda potente donde las haya, sobre todo Doug Aldrich a
la guitarra, cómo me recordaba a Vandenberg este tipo, y, por supuesto, Tommy
Aldridge a la batería. Continuaron con dos temazos como son “Don´t Break My Heart
Again” e “Is This Love” haciendo que el Palacio rugiera de verdad por primera
vez en toda la noche. Llegó el momento de “Gambler”, un respiro después de
tanto gritar, “Love Will Set You Free”, “Pistols At Dawn”, con ese duelo de
guitarras entre Doug y Reb Beach, momento clásico en cualquier concierto de la
Serpiente Blanca, y “Steal Your Heart Away”, aquí le tocó el turno del solo a
Aldridge siendo uno de los instantes estelares de la actuación, es un máquina,
no tiene otra definición. “Forevermore” y el pequeño medley “Best Years/Bad
Boys/Children Of The Night” dejaron claro que por repertorio no sería después
de tantísimos años en la brecha. ¿Y después de esto qué le pasó a la voz de
Coverdale? Pues que se quedó en nadie sabe dónde. Justo cuando llegaba la recta
final a cargo de tres canciones históricas dentro del Hard Rock como son “Fool
For Your Loving”, “Here I Go Again” y “Still Of The Night”. Sino hubiera sido
por los coros de sus acompañantes sumados a que las cantamos todos y todas los
presentes vocalmente no nos hubiéramos enterado de nada. Una pena que acabara así el concierto pero,
como dije antes, esa fue la realidad. Puede que antes de que sigan ocurriendo
estas cosas el señor Coverdale se planteara lo de una retirada a tiempo mejor
que acabar por los aires. Whitesnake es y será un nombre con mayúsculas en esta
nuestra música pero ante estos casos mejor dejar las cosas como están antes de
que acaben tirando por tierra su leyenda. Suerte la próxima vez, si deciden que
la haya.
Después de 17 años sin pisar este Estado
tuvimos el privilegio de disfrutar de otro de los grandes del género, Def
Leppard. Era la primera vez que los veía y las ganas eran inmensas. Sé que
puede que sean una de las bandas más comerciales y americanizadas de todos los
tiempos pero forman parte de nuestras vidas y eso siempre es imborrable. Tuvieron
una puesta en escena un poco pobre quizá, yo esperaba más parafernalia y cosas
de esas que podemos ver en sus incontables vídeos, pero el sonido fue pulcro y
brutal. Una vez que The Who dejó de sonar por los altavoces arrancaron los de
Sheffield con “Good Morning Freedom” y, la exitosa versión de los Sweet, “Action”.
Esto seguido de “Foolin´”, qué ganas tenía de escuchar esta en directo, “Promises”
y “Mirror, Mirror” puso en pie hasta el último de los asistentes. Está claro
que el Leopardo nunca estuvo Sordo, todo lo contrario, sabe muy bien lo que se
tiene entre manos. Con “Bringin´ On The Heartbreak” y “Switch 625” nos
ofrecieron su parte más melódica que no ñoña. Qué contaros del momento de “Let´s
Get Rocket”, os podéis imaginar los saltos que pegamos los asistentes, tengo
que reconocer que siempre fue uno de mis temas preferidos y, por lo que sentí,
el de muchos y muchas de los presentes. Después de esto interpretaron íntegramente
su disco “Hysteria” celebrando sus veinticinco años de existencia. Para mí este
fue el único error de su actuación. Sí, nos gustara mucho este trabajo y todo
lo que significa pero después de sus primeros cortes y una vez atravesada la
barrera de “Armageddon It” y “Gods Of War” la actuación perdió bastante fuelle.
Fue tal el bajón que para cuando llegaron “Excitable” y “Love And Affection”
parte del respetable había desaparecido, puede que fuese por la hora, ser día
de diario y el miedo a no poder volver a casa, pero la realidad es que fue la
primera y única vez durante toda la tarde que me acerqué y disfruté del
concierto en primera fila sin ningún tipo de problema, llámese empujones y
cosas parecidas. Se fueron para volver con un bis a cargo de dos grandes temas
como “Rock Of Ages” y “Photograph” pero el daño ya estaba hecho. Fue un buen
concierto, de eso no hay duda, pero quizá lo de interpretar “Hysteria” al
completo lo deberían haber dejado para salas y habernos machacado con otros
hits suyos que por éxitos no será. De esta manera hubieran pasado del buen concierto
al excelente. Sea como fuere me gustaron y después de tantos años mereció mucho
la espera. Cerraré esta crónica deseando lo mejor a ese pedazo de guitarra que
es Vivian Campbell, suerte con la enfermedad, espero que estés entre nosotros
haciéndonos disfrutar como hasta ahora durante mucho tiempo.
Después las esperas a los rezagados y
perdidos durante la actuación, las risas y discusiones propias de si no es por
aquí y si por allí, que yo sí sé y tú no tienes ni idea, vamos esos momentos
que forman tanto o más parte de cualquier viaje a una actuación. Acabamos en la
sala “We Rock”, recomendable. Esto también me trajo muchos recuerdos de cuando
íbamos a las discotecas Heavys de Madrid. Una gran noche de Rock, espero pasar
muchas como esta. Mientras tanto… seguiremos esperando que decía el trío más
famoso de nuestro Rock.
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