En varias ocasiones os he contado que andaba metido en algún proyecto además de la exposición “Piratas, Ayer y Siempre” y las fiestas “Rock/Bear”. Bien, pues ese proyecto es el documental “Mirar A LA Ventana” realizado por el colectivo Maduras al que pertenezco desde hace tres años aproximadamente. Como estoy seguro de que querréis saber de qué el documental y las razones que nos han llevado a hacerlo os voy a dejar que leáis el texto que me curre para el tríptico que se entregará a los asistentes a los estrenos del mismo. En el diseño me echaron una mano mi novio, Jose, un besazo para él, y mi amigo Agustín de la empresa de diseño gráfico “La Ruina Gráfica”. Muchas gracias por su colaboración.
Repaso Histórico Del
Antimilitarismo En El Estado Español
Partiendo de la célebre frase “En
toda guerra hay desertores”, desertores que, en la mayoría de los casos no lo
fueron por ideas estrictamente antimilitaristas sino por necesidades
familiares, falta de convicción, por el impacto que toda guerra crea en el ser
humano o mil razones más, sería difícil saber en qué preciso instante comienza
el movimiento antimilitarista en el Estado español.
El descontento entre la población
civil y el ejército español tiene su semilla en la resistencia al reclutamiento
forzoso durante las Guerras Carlistas del siglo XIX. A finales de dicho siglo
España quedó totalmente trastornada por la pérdida de sus últimas colonias de
ultramar, Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. Es a partir de este momento
cuando el pueblo español empieza a poner en duda el verdadero sentido del
ejército como tal.
Los conflictos bélicos de las
primeras décadas del siglo XX, sobre todo la Guerra de Marruecos, que acabaría
en la llamada “Semana Trágica de Barcelona”, no hicieron otra cosa que
multiplicar el ya creciente sentimiento en contra del ejército.
La Guerra Civil española es, sin
duda, el enfrentamiento bélico más importante acontecido en el país durante el
siglo pasado. A pesar de llenar miles de páginas, tanto de libros de historia
como de novelas y ensayos, pocas veces, por no decir ninguna, se nos cuenta
que, en ambos bandos y en la mayoría de los frentes, las bajas por deserción
igualaron o incluso superaron a las sufridas por heridas o muerte.
Al final de dicha contienda el
país se sumerge en la que será la época más oscura y represiva de nuestra
historia moderna, la dictadura franquista. En contra de lo que muchos pensarán,
es a finales de esta dictadura cuando echará a andar lo que acabará siendo a la
postre el movimiento antimilitarista, propiamente dicho, en el Estado español.
Objeción De
Conciencia – Insumisión – Insumisión En Los Cuarteles
A sabiendas de que el Servicio
Militar Obligatorio (Mili) es ya agua pasada, no se podría entender el fin del
mismo sin hablar de Objeción de Conciencia, Insumisión e Insumisión en los
Cuarteles; campañas, todas ellas, de profundo sentido antimilitarista.
Durante los años sesenta del
pasado siglo ya había centenares de Testigos de Jehová en prisión por negarse a
hacer la Mili. El caso de Pepe Beunza, en 1971, es el primero en negativa pública y política de incorporación
al ejército. Los primeros grupos de objetores nacerán en 1975 pero no es hasta
1977, con la orden de incorporación aplazada, cuando comienza la Objeción de
Conciencia como movimiento antimilitarista. En 1978 es aprobada, en referéndum
popular, la Constitución Española reconociéndose en ella el derecho a
declararse objetor de conciencia. Entre los años 1979 y 1980 empiezan las detenciones aisladas a objetores
que se niegan a realizar la Prestación Social Sustitutoria (PSS). Cuatro años
después se aprueba la Ley de Objeción de Conciencia (LOC) que se encontrará en
1985 con varios recursos de inconstitucionalidad. Es en este momento cuando se
empieza a no acatar la ley, negándose los objetores a cumplir la PSS,
apareciendo las primeras declaraciones colectivas de Objeción de Conciencia.
Durante 1988 entra en vigor el reglamento de la PSS y dichas declaraciones
colectivas de objetores comienzan a ser rechazadas. Dato importante de este
momento es la amnistía a 22.000 objetores por incapacidad administrativa del
Estado dando lugar de este modo a un periodo de represión mucho más dura.
En 1989 nos encontraremos con las
primeras presentaciones de insumisos al servicio militar que serán juzgados por
tribunales militares. Se emprende, del lado estatal, una campaña de represión
selectiva mientras que socialmente la Insumisión va recibiendo cada vez más
apoyo con movilizaciones de la población y autoinculpaciones tanto de personas
de reconocido renombre, artistas, profesores o periodistas, como de ciudadanos
que habían hecho la Mili con anterioridad. Al año siguiente nos encontramos con
2.450 insumisos declarados de los cuales 130 son detenidos. En 1991 se reforma
el Servicio Militar pasando los casos de Insumisión de la jurisdicción militar
a la civil y se equiparan las penas por negativa a cumplir la Mili con las de
negativa a realizar la PSS, de 2 años, 4 meses y un día a 6 años de prisión.
Quizá sea el año 1993 el de mayor repercusión social por aprobar tanto el
parlamento vasco como el catalán mociones a favor de despenalizar la insumisión
y por la aplicación de La Modificación del Régimen Penitenciario que concedía
el tercer grado directamente a los insumisos. Como respuesta a esta aplicación
comenzará lo que se conocerá como “Plante” que no es otra cosa que negarse a
acatar dicho tercer grado penitenciario. En 1995 se aprueba el Nuevo Código
Penal, que entrará en vigor un año después, donde se aplicará la llamada
“Muerte Civil” que consistía en la pérdida de cualquier derecho social durante
diez años a cambio de la cárcel (Inhabilitación) aunque muchos elegirán la
prisión como enfrentamiento con el Estado. Durante ese periodo llegará a haber
hasta 350 insumisos en las cárceles españolas que serán indultados de manera
progresiva hasta finales de 1998.
Es en 1997 cuando se implanta el
ejército profesional en el Estado español comenzando, a su vez, la campaña
conocida como Insumisión en los Cuarteles. Estos nuevos insumisos se deberán
enfrentar a consejos de guerra y sufrir represión en cárceles militares ya que
dicha estrategia consistía en acceder al cuartel para desertar después durante
los primeros permisos de salida del mismo. De esta manera el problema vuelve a
l tejado del ejército. Esta campaña durará hasta 2001 llegando a estar presos en algunos momentos de esos años hasta
20 insumisos en la cárcel militar de Alcalá Meco (Madrid). En 2002 se reforma
de nuevo el Código Penal y el Código Penal Militar, eliminando así los delitos
relacionados con la insumisión. Desaparece la inhabilitación y los insumisos en
los cuarteles son puestos en libertad.
Así, leído en unos cuantos
renglones, puede parecer que el movimiento de Insumisión sólo pretendía acabar
con la Mili pero su objetivo siempre fue mucho más lejos. La Insumisión fue un
movimiento asambleario sin sede alguna definida que pretendía acabar con la
propia existencia de los ejércitos, estaba en contra del patriarcado social,
promovía la objeción fiscal a los gastos militares, hizo continuas campañas de
Educación para la Paz, lo formaban muchos y variados colectivos, desde CNT
hasta Mili KK o el MOC y tuvo tanto su propia iconografía como su propia música, poesía y textos. Se
siguieron varias estrategias, desde la Insumisión Total, promovida por los
colectivos anarquistas, por la cual el insumiso no se presentaba ante el juez y
entraba en búsqueda y captura, hasta la Insumisión en los Cuarteles llevada a
cabo por miembros del MOC. La Insumisión fue la punta de lanza del movimiento
pacifista a nivel mundial ya que en ningún otro lugar del planeta tuvo tanta
repercusión y apoyo como el recibido durante todos estos años por la población
del país.
Documental: Razones
– Sentido
Con todo lo expuesto hasta ahora
podríamos entender que la lucha antimilitarista fue algo llevado a cabo sólo
por hombres, nada más lejos de la realidad. Hubo un gran número de mujeres que
pertenecieron a los distintos grupos (MOC, CNT, Mili KK, etc.) participando
activamente en todas y cada una de las distintas campañas que se emprendieron.
En los tiempos que corren, cuando
se habla de deuda histórica cabe resaltar que si hay un colectivo al que la
propia humanidad deba algo, o mucho, es el de las mujeres. Ellas son las que
han sufrido, y aún lo hacen, los conflictos bélicos protagonizados por hombres.
No sólo eso, son ellas quienes sienten en sus propias carnes, como madres,
hermanas, primas o compañeras, las consecuencias de la negativa a participar en
esos conflictos por parte de sus seres queridos de género masculino. En
conclusión, las mujeres, sin voz ni voto en la mayoría de los casos, viven en
silencio tanto las guerras o la marcha de sus hombres al ejército como la
negativa de los mismos a participar en los conflictos bélicos o a pertenecer a
dichos ejércitos.
El documental que vais a ver a
continuación lleva por título “Mirar A La Ventana”. Con él hemos pretendido
asomarnos, desde fuera, a través de una ventana, al interior de la casa
personal de cada una de las protagonistas. Gran parte de estas mujeres no
participaron en las campañas de Objeción o Insumisión pero las vivieron de
manera colateral. Ellas son familia o compañeras a las que nunca se escuchó
queja alguna sobre la actuación de sus familiares masculinos, no porque no
tuvieran nada que decir sino porque nunca nadie les preguntó. Les tocó vivir la
Objeción e Insumisión desde el silencio de sus propios hogares, tragándose
lágrimas y críticas sociales, sin saber o comprender las razones que llevaron a
cada uno de ellos a dar esos pasos.
Con este documento hemos
pretendido, en primer lugar, dar voz a la mujer como pequeño pago a esa gran
deuda que todos tenemos con ellas para, seguidamente, ser conscientes, mediante
sus relatos, de la tensión que soportaron, tanto familiar como social o
personalmente, por el simple hecho de que aquellos que estaban sufriendo
represión eran sus hijos, hermanos, primos o compañeros.
Debe quedar claro que este
documental está protagonizado por mujeres y que son ellas las actrices
principales de la obra. El movimiento antimilitarista tiene asignado un papel
secundario. Muchas gracias a todas ellas por sus declaraciones y otro tanto a
vosotr@s por venir a escucharlas.
El próximo estreno será en
Malpartida de Cáceres el día 2 de Marzo. En la Casa de Cultura de esta
localidad para ser más exactos. Os esperamos a allí pero en el caso de que no
podáis asistir esperamos veros en cualquiera de los estrenos que haremos en
adelante.
Bueno, pues voy a fusilarte alguno de los contenidos para las muestras del documental en Alemania
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