Parece ser que Miguel B. Núñez se ha pasado de las viñetas a
la prosa y, de igual forma, lo ha hecho de manera magistral. Este madrileño comenzó
en esto de las publicaciones imprimiendo sus primeros fanzines y colaborando
con Thrahshock. Después de abandonar la Escuela de Artes y Oficios del
barrio de Malasaña cuando se vio obligado a hacer la puta mili, en 1988 dibuja
cabeceras para la revista Thrash Metal y comienza a colaborar con el
sello discográfico Subterfuge. Pasa por curros tan dispares como cargar con
menajes para fiestas, vigilante de aparcamiento, escritor de relatos para las
primeras líneas telefónicas eróticas, y lo deja todo para dedicarse a la
ilustración. De este modo, colabora con Comunicaciones En Babia, gana el premio
a mejor autor novel en el Expocómic de 2001, dibuja una serie regular para El
Víbora y hace una tira para Mondosonoro. Tiene en su haber más de
veinte cómics, entre los que yo, personalmente, destacaría Heavy 1986 y Los
chicos están mal, de los que tenéis referencias en este humilde cómic. A su
vez, junto a Tevi de la Torre, fue comisario de la exposición “Madrid Metal”,
que tuve el placer de ver y disfrutar en su momento. También ha hecho sus
pinitos en el mundo musical en formaciones como Tocadisco Humano, Humbert
Humbert, Cuerpos, Alta Cabeza o Autouniverso.
Duro es una novela corta, de apenas ciento treinta páginas, donde el autor
refleja sus vivencias juveniles poco antes y poco después de ser llamado a
filas. Como much@s chic@ de barrio, y no tan de barrio, de mediados de los
ochenta en Madrid, su gran pasión es el Rock, y en concreto el Heavy Metal.
Estas páginas echan a andar cuando Boni, alter ego de Miguel, nos presenta
tanto su barrio como a algunos de sus colegas y allegad@s, entre l@s que se
encuentran el Richi, el Cuervo, Toni, Josete o Adela. Además, empezamos a
conocer los temores y los problemas que les rodean en su familia y fuera de
ella, como la preocupación por hacer o no la mili. Tod@s suelen pasar por su
taberna habitual, regida por el Palo, visitada por un gato negro y animada
constantemente por un televisor siempre encendido desde el cual reciben
noticias inquietantes, como la explosión del transbordador Challenger. En este
espacio es donde el Cuervo y su pandilla son l@s que se hacen valer alardeando
de chupas de cuero que les dan un aspecto de chic@s dur@s.
Mientras la sombra alargada de la mili se acerca más y más a
sus vidas, conoceremos la furia de Richi defendiendo a su hermano Arturito y el
poco valor de Boni en la misma situación o ante un accidente de tráfico. Esta
claridad a la hora de exponer miedos, anhelos, reflexiones y angustias por
parte del autor es, sin duda, una de las cosas que más me ha gustado del libro.
Núñez no se corta un pelo, como debe ser, en explicar con pelos y señales
cualquier opinión, sentimiento o incoherencia que se le plantea. La mítica sala
Canciller es el gran centro donde se reúnen tod@s l@s heavies del lugar, y
algun@s de fuera. Y es aquí donde se cuentan sus relaciones, sus problemas y
crisis familiares o sus gustos por este o aquel grupo o solista, además de
evadirse con la música que más les gusta. Por parte de Boni, nos enteraremos de
su relación con Marta, de la opinión de esta acerca de David Bowie y de todo lo
que sacrifica por la misma.
Comienzan los primeros trabajos precarios. En este caso, como montador de fiestas para pijos. En las casas de est@s descubre el trato que le dan al servicio o a él y a su compañero de fatigas. Todo un contraste con su lugar de residencia y espacio vital. Estos curros mal pagados vienen acompañados por el primer desencanto amoroso, después de que Marta le deje, y de la opinión de su padre acerca de las mujeres, algo que agrava, aún más, la relación entre ambos. Como ya he dicho, uno de los ejes sobre los que rota estas páginas es la puñetera mili. Richi intentará librarse haciéndose el loco, plan que no le saldrá bien; Boni lo conseguirá, después de pasar un tiempo de reconocimiento médico, por sus problemas respiratorios y el Cuervo tendrá un final trágico dentro del cuartel. En tanto, nuestro protagonista comienza una relación con Estela, la antigua novia del Richi, con la que descubrirá los placeres del sexo y el sentimiento de culpa por enrollarse con ella y traicionar a su mejor amigo.
Mientras sale con Estela, nos encontraremos con la
participación de Boni en una de aquellas mal llamadas radios piratas. Lugares
donde se reunían distintas tribus urbanas para hacer llegar sus inquietudes y
música a través de unas ondas copadas por las grandes emisoras que nunca
prestaron atención, siguen sin prestársela, a tales menesteres. En esos
momentos, la relación con su padre se deteriora aún más después de la
separación de sus progenitores. Padre que sigue pensando que su hijo tiene
pinta de delincuente incluso en sus últimos momentos de vida. Ante lo cual, y
alguna experiencia más, el protagonista hace toda una reflexión acerca de lo
que es o no el amor. Razonamiento que me ha parecido de lo mejor del libro.
Como era de esperar, no todo es mili y desamores, tanto familiares como con
chicas, también están las experiencias con la güija, la relación con su madre,
el deseo de huida de todo, después de lograr zafarse del servicio militar y de
que Estela vuelva con el Richi, una vez este acaba la mili y un sinfín de
anécdotas y pasajes que os tocará descubrir por vosotr@s mism@s.
L@s protagonistas de Duro, al igual que l@s de los
cómics Heavy 1986 y Los chicos están mal, podrían ser cualquiera
de nosotr@s, cualquiera de l@s que crecimos con el Rock y lo seguimos llevando
como única bandera, ya seas Heavy, Punk, Mod o Rockabilly. Como ya he referido,
me parece una obra donde Miguel abre su corazón de par en par a sus gustos,
pensamientos e inquietudes, supongo que con cierta parte novelada en algunas
situaciones. Es ahí donde reside, principalmente, el valor de este libro, en la
mezcla de realidad y ficción situada en un marco incomparable de una época que
nunca volverá. Como única crítica constructiva, no entiendo que se haya
ocultado la publicación de los dos cómics ya nombrados en la biografía que
aparece en ambas solapas. Por lo demás, mi más sincera enhorabuena al autor por
este libro. ¡A seguir con proyectos como este!
Tiene muy buena pinta con todos esos antecedentes. A ver si lo pillamos por Vallekas para aligerar lo jevi del veraneo. Aúpa la literatura de barrio. Enhorabuena por el blog.
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias por lo del blog!! El libro es recomendable 100%.
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