SINÓNIMOS
Tal vez, lo más curioso de este lugar es que palabras que
fuera no tendrían ningún sentido unas al lado de las otras se reflejan aquí
como iguales. Es aconsejable que algunas las guardes en tus adentros, a pesar
de que estén en boca de todos, porque cualquier plan puede llevarte de la mano
hasta el profundo hoyo. La lengua alcanza su mayor grado de sensatez pegada a
ningún oído. Una mirada es lo más polisémico que te puedes echar a la cara. Y
qué decir de la risa y su hermana pequeña la sonrisa, pues que es conveniente
que sepas de quién y con quién la expresas por servirte lo mismo de desahogo
que de penitencia. Mejor olvídate de la amistad, a esa le soltaron una
formidable patada en sus partes y salió huyendo antes de atravesar la puerta de
este extraordinario recinto. Y, si la amistad corría que se las pelaba, su
prima la confianza se aferra al brazo de la traición a cambio de cualquier
falsa promesa que te puedan hacer. Nada es lo que parece porque nada tiene el
significado que creías conocer con anterioridad.
Así llevo toda la santa noche, fustigando mi mente a causa de
mi imprudencia, pegándome cabezazos contra el suelo por mi exceso de fiabilidad
y zurrándome las costillas para quedarme sin el exceso de habla que me condujo
hasta este cuartucho cuya salida implica lo que todos conocen. Con los primeros
rayos de sol que entran por las rendijas de la puerta siento una inexplicable
tranquilidad, tal que, cuando esta se abre por completo y la luz ciega mi
vista, estoy más sereno de los que he estado nunca en este campo de tinieblas.
Para mí, evasión entraña muerte, fosa común y olvido, pero, para aquellos que
se ven obligados a presenciar mi sentencia, representa esperanza, ánimo y
coraje. No se puede decir lo mismo de los delatores, esos cargan con el miedo y
la culpa pegado a la piel, de tal forma que las gotas de sudor escriben en su
frente: «Tengo los días contados», pero eso ya se lo dejo a otros.
Mi efe es exactamente la misma que la del fusil que me
apunta; la u de mis uñas ennegrecidas y desgastadas en el túnel se reflejan en
las relucientes que se aferran al gatillo; con la ge me convenzo de que mi
galaxia está a años luz de la del que me apunta y con mi a le otorgo la autoría
de mi adiós a quien me dispara. Ahora que la bala atraviesa mi pecho, siento la
inmensa libertad que se me otorga a cambio de la fuga.
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