miércoles, 22 de junio de 2022

Fito Cáceres 2022

 




Fito y sus Fitipaldis comienzan a entrar en mi lista de bandas que he perdido las veces que he visto en directo. Desde aquella lejana ocasión en la que venía promocionando su primer trabajo como telonero de Extremoduro en Cáceres, he tenido la ocasión de asistir a su directo en lugares tan dispares como Jaraíz de la Vera, Plasencia o Bilbao. Y la cuestión es que es de esas formaciones que nunca fallan encima de un escenario, te podrá gustar más o menos un concierto suyo, pero nunca podrás decir que ha sido malo. Eso es lo que ha pasado en esta gira que lo trajo, de nuevo, al Hípico cacereño, no es que haya sido el mejor concierto suyo que haya visto, pero me lo pasé mucho más que bien. Fue así porque el sonido era espectacular y la producción no tiene nada que envidiar a la de muchas bandas guiris, algo que es muy de agradecer. En contraposición, el precio de las bebidas, la cerveza se acabó o no te la servían cuando al concierto aún le quedaban como tres canciones para finalizar, y la polvareda que se monta siempre en este sitio que, por muchos años que pasan, no aprenden a o no quieren darle un manguerazo antes de que ocho mil personas, esta es la cifra oficial de asistencia, lo pisen.




Tanto en Cáceres como en Valladolid nos quedamos con las ganas de escuchar en directo a Morgan por positivo en Covid de su cantante Nina. He de reconocer que no los conozco de nada, pero tenía bastantes ganas de verlos, sobre todo porque soy de los que les gusta ver a l@s teloner@s en cualquier evento, pues siempre puedes descubrir grupos que, como mínimo, pueden resultar interesantes. Con unos diez minutos de retraso sobre la hora prevista, la pantalla rectangular que ocupaba el fondo del escenario comenzó a ofrecernos unos dibujos animados de la banda y sus peripecias como preludio de lo que se nos venía encima. Pasado este trámite, los acordes de “A Quemarropa”, uno de los cortes que más me molan del su último trabajo, fue el pistoletazo de salida del concierto en sí. Solo con este comienzo el pequeño gran bilbaíno se metió a la peña en el bolsillo. Un público que no dejó de cantar mientras caían “Lo Que Sobra De Mí” y “Por La Boca Vive El Pez”, dos de su ya clásicos. Después de pedir disculpas por el pequeño retraso, pudimos disfrutar de otro trallazo de su discografía como es “Me Equivocaría Otra Vez” para volver a su reciente plástico con “Cielo Hermético”.





A estas alturas del show quedó más que claro que la banda que acompañaba al ex Platero Y Tú es de un nivel altísimo, puede que Carlos Raya a la guitarra sea el más llamativo, pero dónde te quedas la labor del gran Javier Alzola al saxo, pandereta y no sé cuántas cosas más, y a ese pedazo de base rítmica formada por Coki Giménez a la batería y Alejandro “Boli” Climent a las cuatro cuerdas. De esta forma, continuaron con “Whisky Barato”, esta siempre pone a todo dios a saltar, y “Las Palabras Arden” que dio paso a una parte del concierto, digamos, un poco más bluesy con el añadido de “Entre La Espada Y La Pared”, para luego volver al acelere con las imágenes proyectadas en la pantalla del fondo y la velocidad de “En El Barro”, si con esta no te mueves, no te mueves con ninguna.






“A Morir Cantando” fue un tema más de su último disco que pudimos disfrutar antes de que nos hiciera saludar a Nina de Morgan para interpretar otro más de este redondo, “Quiero Gritar”, con ese ritmo tan peculiar y pegadizo y una letra que se sale. “Cada Vez Más Cadáver” sirvió de cierre de cortes del disco homónimo para dar paso a una ristra de canciones de sobra conocidas como son “Tarde O Temprano”, la cantada hasta la saciedad “La Casa Por El Tejado” y “Antes De Que Cuente Diez” con la que se despidieron por primera vez antes de los bises.




Regresaron para interpretar, solo Carlos y Fito, uno de los temas de aquel mítico “Extrechinato Y Tú”, “Abrazado A La Tristeza”, donde se notó el desconocimiento por parte de much@s de l@s presentes. Y llegó el momento que otr@s tant@s esperaban con “Soldadito Marinero” que la alargaron hasta el infinito y más, tanto, que me dio tiempo de ir al servicio y volver y aún estaba todo el mundo cantando el final de la misma. Nueva despedida y nuevo regreso para atacar la recta final del show con la increíble “Entre Dos Mares”, de los nombrados Platero Y Tú, y el broche final con “Acabo De Llegar”. Larga despedida entre aplausos de un público que, por lo que llevo escuchado estos días, se lo pasó, como yo, mejor que bien.




Personalmente, tenía muchas ganas de volver a ver a Fito y Fitipaldis, primero porque su último trabajo me parece de lo mejor de su discografía, segundo porque me sigue pareciendo uno de los artistas más sinceros y entregados dentro del panorama rockero estatal y, por último, porque me siento bien cuando veo un concierto de este calibre donde la peña se entrega desde el minuto cero y canta hasta perder las cuerdas vocales tirando por tierra todos esos comentarios de que si es un vendido, si hace siempre lo mismo y patatín y patatán. Lo de siempre en este Estado donde la envidia y la crítica destructiva vagan a sus anchas, ya que la mayoría están deseando alcanzar el status de bandas como estas y vivir de su música. Lo he escuchado cientos de veces y otras tantas he oído eso de: “Ya no es lo que era”, entre otras lindezas. Pues bien, por mi parte, enhorabuena a Fito y Fitipaldis, seguid a vuestro rollo para, de este modo, ofrecernos shows tan buenos como el vivido el pasado sábado en Cáceres. ¡¡Hasta la próxima!!






 


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