martes, 20 de octubre de 2020

Fernando LLor - Miguel Porto : "Subnormal, Una Historia De Acoso escolar"

 





Si hay un término con el que me gustaría comenzar este artículo no es otro que valiente.  No en su acepción de robusto o fuerte, que podría ser por el físico de nuestro protagonista, sino por la de excelente o valioso. Excelente por la labor que lleva a cabo Iñaki Zubizarreta en sus charlas en institutos y colegios acerca lo sufrido por él durante esa etapa de su vida. Valiosa para hacer ver y sacar a la luz uno de los problemas más graves al que se enfrenta nuestro sistema educativo y que más marcas psicológicas deja en aquell@s que lo padecen.






Esta obra da sus primeros pasos con un prólogo que sirve muy bien de introducción al problema del bullyng y de presentación del protagonista principal y los sucesos que nos encontraremos en las siguientes páginas y viñetas, así como su manera de soportarlo, superarlo y volver a recaer. El guionista gallego Fernando Llor, miembro fundador de la Asociación Profesional de Guionistas de Cómic, tiene varias publicaciones anteriores a esta en su haber, como “Sangre En El Suelo” o “Teluria 108”, entre otras. Este trabajo lo desarrolla de manera directa, sin ningún tipo de rodeos a la hora de afrontar todo lo que le ocurrió a Iñaki a lo largo de esos años. Lo consigue con un lenguaje donde no tienen cabida las cortapisas llamando a cada cual y a cada cosa por su nombre, para bien o para mal. El también dibujante gallego Miguel Porto dio sus primeros pasos en el fanzine “Alopecia Mental”. Además de colaborar en revistas como “Humo” o “El Manglar”, desarrolla una carrera como ilustrador de libros infantiles y juveniles para editoriales como Anaya o Santillana. En este cómic tiene siempre presente la luz, la intensidad de la misma y el tamaño adecuado de las viñetas dependiendo del momento que se está reflejando. Su manera de trabajar es muy asequible, sin muchos vericuetos. De esta forma consigue llegar a un número mayor de público que, solo viendo sus dibujos, presta la atención necesaria al asunto que se está tratando. Supongo que ese también es uno de los objetivos de la obra, hacer los más visible posible esta lacra.






Después de esa fantástica primera viñeta de Porto a toda página, la trama comienza con el cambio de nombre a Iñaki por parte de sus acosadores, con rima incluida. Al volver a casa, él intenta esconder el problema para no acrecentar los que ya hay en su familia. Como era de esperar, hace su aparición en escena el típico chulito al que tod@s le bailan el agua que será el cabecilla de aquell@s que le harán la vida imposible a Zubizarreta. A esto hay que sumarle una profesora de matemáticas que se pasa por el forro lo que ve entre sus alumn@s, además de tener una manera muy peculiar de mantener alejado al protagonista del problema. Con la aparición del baloncesto en estas viñetas nos topamos con el primer vacile serio de l@s compañer@s que acabará en agresión ante la mirada indiferente de la maestra. En ese momento el cómic da un salto al incluir el acoso a través del móvil ya que, en aquellos tiempos, no se usaba ese aparato ni por imaginación. Todo un acierto, desde luego.






Iñaki tiene una relación muy especial con su hermano pequeño que será una de sus válvulas de escape. Él sigue refugiándose en el baloncesto a la vez que continúa recibiendo amenazas y acoso del grupo con el chulito al frente. En las clases las burlas permanentes de su profesora, con las consecuentes risas de tod@s l@s presentes, acerca de sus resultados en los exámenes no es que ayuden mucho. Para colmo, le rompen el móvil y recibe su primera paliza seria. El baloncesto es lo que le vuelve a sacar del agujero, sobre todo por los buenos resultados que obtiene su equipo y la sensación de validez por parte del mismo y su entrenador. A la salida de uno de los partidos el padre de Iñaki es testigo de cómo le tratan sus compañer@s de clase. Con la mofa acrecentándose por parte de la maestra, el protagonista recibe una de las peores agresiones, si es que se puede baremar este tipo de acciones, en los servicios del colegio. Después de esto comienza a rondarle por la cabeza la idea del suicidio que se la arrancará de la misma el amor que siente por su hermano.



Su proyección baloncestística sigue subiendo como la espuma. Esto le da cierta seguridad para, llegado el momento, revelarse contra el chulito y sus acólit@s; a cambio recibirá una paliza que le conducirá al hospital. Su padre no lo deja pasar por alto y se encarga de ajustar cuentas a su manera. Es aquí cuando la trama vuelve a dar otro salto en el tiempo, este totalmente verídico, y nos presenta a Iñaki ya como todo un profesional del basket al que se le remueve todo su pasado escuchando la noticia el suicidio de un chaval a causa del acoso que recibía. Decide tomarse la justicia por su mano y vengarse de su antigua profesora a la que toma por culpable, con bastante razón, de todo lo que soportó. Para bien, al final, decide cambiar de idea y luchar dando charlas en colegios e institutos donde se habla abiertamente sobre este problema. La obra termina con un epílogo donde Zubizarreta agradece el apoyo de ciertas personas además de encontrarnos con un pequeño álbum de fotos del protagonista donde le veremos rodeado de compañeros de los distintos equipos en los que militó, algunos verdaderas estrellas de nuestro baloncesto.






La historia de Iñaki es la misma que sufren día a día cientos de chic@s en sus aulas. Da igual la edad o el recinto, esta lacra se ceba con aquellos que son diferentes por su físico, género o cualquier cosa que sus agresores/as crean que son motivo de burla y palizas. Como ante cualquier injusticia, aquell@s que ven y callan son tan, o más, cómplices que l@s que llevan a cabo tales agresiones. La labor de Zubizarreta y otr@s personas como él resulta esencial como parte de la solución del problema. El hecho de sacarlo del hoyo de la vergüenza y la soledad que provoca en sus víctimas ya es un logro. Enhorabuena a tod@s l@s que han participado en este proyecto y mucho ánimo y fuerza para que sigan con este trabajo tan importante como necesario. 


 


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