jueves, 20 de febrero de 2020

Exposición "FrutArte" En el Museo De Cáceres












Hay veces que ciertas actividades te conducen a otras en una cadena increíble de creatividad y colaboración. Después de la experiencia de poner texto a los cuadros de Emilio González y Francisco Domínguez en nuestra edición inicial de “Expresarte”, el primero me invitó a conocer su estudio y, una vez allí, me propuso escribir el mensaje principal del díptico de una nueva exposición que se iba a llevar a cabo en Cáceres llamada “FrutArte”.  De esta forma, llegamos al pasado 16 de febrero donde se inauguró la misma. Además de al propio Emilio, tengo que dar las gracias a tod@s l@s integrantes del “Círculo Multiplástico” por confiar en mí para esta labor, al Museo de Cáceres por apostar por este tipo de exposiciones, a mis compañer@s de la Asociación Cultural “La Croqueta” por formar parte de esta aventura a treves de esos mensajes que acompañan a las obras y a todos los colaboradores que han hecho posible que esta se lleve a cabo.









Como bien me explicó Emilio en su día, el objetivo final de “FrutArte” no es otro que mover conciencias ante esta carrera de consumismo, explotación descontrolada de recursos naturales y uso excesivo de plásticos y otros materiales altamente contaminantes en la que estamos sumidos. Lo peor de todo es que conocemos perfectamente qué ocurrirá si conseguimos atravesar la meta, por advertencias por parte de nuestro querido planeta que no quede. Aun así, parece que much@s siguen creyendo que este asunto no va con ell@s. La manera que est@s artistas plásticos tienen de hacernos reflexionar sobre ello es reciclando cajas de fruta para convertirlas en verdaderas obras de arte. De este modo, nos dan un toque de atención ante un acto tan sumamente necesario como es el reciclaje, si queremos frenar la carrera mencionada antes, y ofrecernos unos trabajos de un altísimo valor artístico. Puede que esto os suene excesivo, pero estoy más que seguro de que si os pasáis a contemplar todo lo que da forma a “FrutArte” entenderéis por qué no me equivoco lo más mínimo.








Treinta y seis son l@s artistas que participan en esta muestra. Much@s de ell@s con cierto renombre dentro de este mundillo, otr@s, seguramente, conseguirán hacerse un hueco en el mismo. Sería muy largo mencionarlos a tod@s, pero tampoco sería justo dejar de hacerlo, así que nombraré aquell@s cuyas obras me llamaron más la atención, sin quitarle mérito a ningun@ de l@s demás, y añadiré una foto con la lista completa para evitar dejar fuera a nadie. Manuel Cordero plasma con exactitud el alma de la exposición en “Pasado Y Presente”; Alejandro Papakiritsis pone musicalidad a la muestra con “Sinfonía”; la sencillez se hace presente, con toda su fuerza, en la obra sin título de Juan Jiménez; Aganipe aporta esos retratos tan impactantes en “Cajas Raras”; el bodegón llega de la mano de Vicente Macías Moreno en “Frutas Y Nieve En Mi Ventana”; Ángel Mª Moreno nos presenta al “Frutero”; Vicente Pozas Mirón nos recuerda que la Luna “Una Vez Al Mes”; Cora Ibáñez entra y sale en su obra con “Encajadas Desencajadas En Las Cajas De Frutas”; María Córdoba nos da su versión del “Salario Mínimo”; Elisa De Sande hace lo propio con “Caja Negra”; Ana Isabel Masa nos hace volar con  “Donde Guardo Mis Pinturas” y Jesús David Floriano nos da un toke de atención con “Aroma Refrescante”. Esto, como he dicho antes, es solo un adelanto de lo que entraña “FrutArte”.








Soy de la opinión de que el Arte, en cualquiera de sus disciplinas, debe involucrarse a la hora de denunciar las injusticias y maldades que asolan este planeta que, a la vez, es la única caja que tenemos para vivir y desarrollarnos como personas. Much@s gobernantes actuales no paran de jactarse diciendo que eso del cambio climático es un invento, que la contaminación por plásticos es una falacia o que el uso de combustibles fósiles, entre otras cosas, no es el causante del mal aire que respiramos. Tampoco es justo que nos vendan la moto de ciertas “energías limpias” que, si bien no son tan contaminantes como otras, hasta que llegan a nuestras manos u hogares pasan por todo un ciclo de contaminación de su entorno y explotación laboral, cuando no es esclavitud pura y dura, masacres y conflictos bélicos que pagan, como siempre, l@s pobres. A mi entender, deberíamos detener este consumismo insaciable que acabará por devorarnos sin remedio. Otra de las cosas que me sacan de quicio es la soberbia de mensajes referentes a que la Tierra se muere. No, la Tierra tardará mucho en morir, es más, de seguir así, no seremos nosotr@s quienes contemplemos tal fin. La que será a la mierda, con toda la razón del mundo, será la humanidad por su propia irresponsabilidad y falta de empatía. Aún estamos a tiempo de tirar del freno de mano. Puede que actos como “FrutArte” sean solo un granito de arena en la inmensa playa del cambio, pero sin arena no hay la playa. Solo nos queda echar a andar, más bien retomar el sendero del reciclaje si no queremos caer por el precipicio de la desolación. Todo encaja en esta exposición, de seguir así l@s únic@s que desencajaremos en este maravilloso planeta seremos nosotr@s.








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