lunes, 30 de diciembre de 2019

Gol - Pedro camello: "Phylax, El Incidente De Martinhebrón"










Qué mejor manera de cerrar este 2019 que publicando este artículo sobre “Phylax, El Incidente De Martinhebrón”, último cómic de dos de los grandes del género en Extremadura, Pedro Camello y Miguel “Gol”. Me lo he pasado en grande, tanto con el guion de este último como con la aportación gráfica de aquel. Después de muchos años trabajando codo con codo se nota una total compenetración a la hora de afrontar nuevos retos como el que nos atañe en estos párrafos. Aspectos novedosos se mezclan con otros de toda la vida dando como resultado una obra trepidante donde la acción, la intriga, el buen humor y la denuncia, entre otros aspectos, se mezclan de manera equitativa.







Durante la Guerra Civil española la idea del doctor Gregorio Mondragón de crear un escuadrón de super soldados, siempre con ese propósito obsesivo de “Salvar España”, es llevada a cabo por sus dos hijos. Con esta intención se forma el escuadrón “Phylax”, guardián en griego, por aquello de ser los centinelas de la cristiandad. La cuestión es que el asunto se les escapa un poco de las manos tras un episodio ocurrido en el lugar indicado en el título de este trabajo. Transcurridos unos cuantos años, nos encontramos en 1954, Emiliano y Patricio, así se llaman los retoños del médico en cuestión, han llegado a las altas esferas del régimen como obispo y coronel, respectivamente. En esos días inauguran en el Escorial un instituto de estudios anatómicos al que bautizan con el nombre de su progenitor con la intención de retomar el proyecto, siempre con el apoyo de Carmen Polo, “La Collares”. Casi al mismo tiempo de la apertura de tan renombrado lugar, Fernando Jara, “El Sansón extremeño”, se ve involucrado en un episodio mientras trabaja en una mina asturiana. Esto hará que salten todas las alarmas después de su demostración de poderío físico y la mejoría instantánea de sus heridas. Así es cómo llega a los oídos tanto del KGB como de la inteligencia yanqui y de sus antiguos compinches el paradero del personaje principal de la trama. Alianzas, traiciones, ajustes de cuentas, muertes, asesinatos y muchos y malos recuerdos arrastrarán a este elenco de personajes a afrontar una serie de trances de los que saldrán con mejor o peor suerte. Entre dichos personajes destacan Juli, hermana de Fernando, Alice, espía norteamericana que se hace pasar por periodista, Paco Rosales, enviado de la URSS, Braulio, amigo “invisible” de Juli, y el hermano Longinos, pieza clave en el desenlace de todo este embrollo.







Miguel “Gol” es un historietista de procedencia madrileña que dejó la marina mercante para dedicarse al teatro y los cómics desde su emplazamiento en la sierra de Gredos. Ya hice referencia a él en este blog con un artículo dedicado a su trabajo sobre Cervantes. De esta nueva obra destacaría dos puntos clave, a mi entender, en su labor de guionista. En primer lugar, lo bien reflejado que está el pensamiento y los conceptos sociales de la época. Por otra parte, nos encontramos con todo lo relativo al argumento de la obra en sí. Conceptos como el enfrentamiento entre Dios o el destino; el que tiene Alice de la mujer latina o de la España del momento, sus comparaciones entre las virtudes del capitalismo y las carencias del comunismo, con zasca incluido por parte de Juli; la alusión a la ventaja que lleva la Iglesia a ambos bloques en temas de conspiración; la ironía con que Fernando expresa sus dudas ante el celibato en la misma; el machismo reflejado en las burlas por la conducción del sidecar por las calles de Madrid por parte de Juli o el de Paco ante la inteligencia y desenvoltura de esta; así como la homofobia reflejada en los celos que la propia Juli deja ver cuando el agente soviético le tira los tejos a su hermano engrosarían de manera magistral en primer bloque al que hago referencia. Luego hablaríamos de todo lo relativo a los efectos del milagroso suero y sus inconvenientes para crear esos super soldados; el propósito real de los hermanos Mondragón y su mecenas, “la Collares”, para el uso dicha sustancia; la clandestinidad reflejada en la manera de llegar la información al KGB; el lugar elegido como centro de operaciones de este singular grupo que pretende hacerse con la fórmula; la conversación entre Fernando y Patricio, el coronel; las alianzas y traiciones con fines “comunes” por parte de personajes, en principio, enemigos; esa gran aparición de Paco haciendo alarde de la “superioridad industrial y tecnológica” de su país de origen y un epílogo esencial como broche a la hora de entender todo lo leído con antelación serían algunos de los puntos destacables de ese segundo punto. En conclusión, una labor sobresaliente, sin la menor duda.







Pedro Camello es un dibujante cacereño al considero compañero de fatigas literarias con grandes reconocimientos y obras en su haber. Os aconsejo que echéis un vistazo a las aventuras de su famoso personaje “Guido, El Negro” o a la saga “Cruz Negra”, también con Gol. El primer punto a resaltar en este cómic es el cambio de registro del color al blanco y negro. Como defensor de este último, me reconforta ver lo conseguido que está, dando a entender su valía en ambos aspectos. Fernando, como buen super héroe que se precie, lleva un equipamiento muy bien reflejado por parte del dibujante; impresionan todas esas viñetas relativas a lo acontecido en Martinhebrón o el intento de huida del coronel que te meten de lleno en la trama sin necesidad de texto. Tampoco deja atrás asuntos sociales destacables de la época como los relativos a la emigración reflejados de manera subliminal durante dicha huida. A su vez, he percibido ciertas influencias de Eisner en algunos de sus dibujos, así como de Carlos Giménez en lo relativo a los niñ@s y la procedencia del hermano Longinos. Lo digo con toda la buena intención del mundo, pues qué mejor que tener como referentes a estos dos grandes maestros a la hora de dar este salto dejando de un lado el color. Estoy encantado viendo el pedazo de curro que ha llevado a cabo, siempre tan detallista e innovador. Mis más sinceras felicitaciones.






Puede dar la sensación de que, una vez dicho todo esto, guionista y dibujante tengan aquí una labor, digamos, paralela. Yo estoy seguro de que no es del todo así. Vuelvo a insistir en que este fabuloso resultado es gracias a la gran compenetración y el buen entendimiento de ambos. De cualquier manera, me alegro de tener la oportunidad de preguntarles esto y algunas dudas más que me ha surgido. Es lo que tiene conocer a los autores. Espero que tengamos muchas entregas para seguir disfrutando de “Phylax” durante una buena temporada. Yo, al menos, me he quedado con ganas de más.





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