OJOS QUE NO VEN…
Desde las gélidas tierras suecas llega el invento que
revolucionará el mundo por completo. Mediante el uso de una tecnología punta
dentro del sector, nuestras fábricas de la costa oeste del país han dado un
tremendo paso adelante en todo lo referente a este campo de la ciencia. Los
resultados obtenidos han alzado a este fabuloso objeto directamente al Nº 1 en
ventas, tanto en nuestro territorio como en el resto de Escandinavia. Si tu
intención es hacerte con nuestro producto estrella sólo tienes que ingresar la
cantidad estipulada en este anuncio en el Nº de cuenta bancaria: 33 – 4784 –
3591 – 88 del Banco Nacional Escandinavo. También puedes hacerte con este
valioso y espléndido artículo enviando un giro postal a la dirección: Compañía
“Inventos Del Mañana”, Polígono Premios Nobel, C/ Bob Dylan Parcela 8, 7B4E5
Malmö, Suecia.
Ahora te preguntarás a cuánto asciende la cantidad a ingresar
o enviar. No te preocupes, pues dicha cantidad no es otra que la módica suma de
350€ si lo haces desde fuera del país, o de 3.500 coronas suecas si solicitas
nuestro magnífico invento desde dentro de nuestras fronteras. ¡Date prisa en
hacerlo! Si tu petición llega antes de un mes te llevarás una funda de diseño
exclusivo de regalo. Además, podrás participar en el sorteo de un viaje para
dos personas con todos los gastos pagados para pasar un fin de semana visitando
nuestras modernas instalaciones y conociendo nuestra bellísima capital,
Estocolmo. ¡No te lo pienses más! Solicita ya nuestro producto estrella con el
que miles de europeos disfrutan de unas vistas inusualmente únicas.
Y yo, como muchos consumidores ingenuos, mandé un giro postal
con la cantidad señalada a la dirección indicada. Como un necio, estuve
esperando aquel invento futurista durante tres meses. Luego reclamé una y otra
vez. En Correos me decían que el giro no había sido devuelto, es más, que ya estaba
cobrado. Utilicé este sistema porque no quería que mi familia, ni mis amigos o
vecinos, supiera en qué me había gastado parte del dinero de la beca. Después
de un año me convencí de que esto era una gran estafa. Lo peor de todo es que
me dio tanta vergüenza el hecho de formar parte de este asunto que nunca lo
denuncié. Asumí mi derrota sin más. Esta, mi amor, es la anécdota que llevo
intentando contarte desde hace semanas. Estaba en deuda contigo después de que
tú me contaras lo que te ocurrió la primera vez que subiste al barco que hace
el recorrido Barcelona – Mahón. Quiero que sepas que, desde que nos conocemos,
no he vuelto a pensar en las malditas gafas para ver desnudas a las personas.
Tu desnudez es la más luminosa de mis visiones. Cuando tus ojos se clavan en
los míos siento un agridulce escalofrío porque soy consciente de que con ello
consigues siempre desnudarme por dentro y por fuera. Ya sé que este asunto
tiene mucha gracia. Así, al menos, podemos recordarlo cuando nos abata el
aburrimiento y necesitemos reírnos de nosotros mismos.
Una vez despojados de tragicomedias, sus cuerpos desnudos se
fundieron, como el cobre y el estaño, y gozaron de una noche irrepetible
bronceada de placer y pasión.
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