jueves, 18 de agosto de 2016

Leyendas Del Rock 2016: Jornada Del Viernes









La jornada del viernes de este Leyendas 2016 fue la más cañera para mi gusto. Seguí con la idea de ver a grupos que no había visto antes. De esta forma, este día fue el que más pude disfrutar de bandas inéditas para mí.





Después de un pequeño despiste para acceder al recinto, llegamos con la hora pegada al culo para ver a Centinela. Los albaceteños se han convertido en uno de los habituales de este certamen rockero. La cuestión es que nos encontramos con una larga cola a la entrada, algo que no pasó en ninguna de las otras dos jornadas, que nos impidió llegar a tiempo para ver entero su show. Cuando conseguimos acceder al escenario pequeño estaban acabando de interpretar su versión de Sangre Azul “Abre Fuego”. José Cano, a mi entender, continúa siendo una de las mejores voces del panorama estatal. Sigo sin entender cómo es posible que este grupo no esté mucho más arriba en el ranking, es la eterna pregunta respecto a bandas de estos lares. Dedicando “Como Un Huracán” a un fan desaparecido hace poco tiempo fueron dando fin a un show que, como es normal en ellos, no me decepcionó, al menos el poco tiempo que los vi. Otros de los que quisiera disfrutar fuera del cartel de un festival, espero cumplir mi deseo algún día.





Esta vez sacrifiqué a mis queridos Leize, hice el esfuerzo de estar en las primeras filas del RockFest a las 15:30 con todo el calor para poder hacerlo, por los británicos Skindred. Tenía muchísimas ganas de verlos pues siempre había leído buenas críticas de ellos y, en general, puedo decir que tienen mucha razón. Esa mezcla de Hip-Hop, Reggae y Metal se ve reforzada por todo un showman como es su cantante Benji Webben. Destacaría la cantidad de seguidores jóvenes que tienen, algo que, por primera vez durante este evento, ya lo repetiré en otras ocasiones, me hizo pensar que sí que hay futuro, aclararé que yo nunca lo he dudado, en esto del Rock. Introducción con el “Thunderstruck” y “The Imperial March” y comienzo a todo meter con “Under Attack”. Desde el primer momento pusieron a todo el mundo a saltar y brincar. Fue uno de los shows más intensos que he vivido en este Leyendas, llegando a instantes realmente locos con temas como “Doom Riff”, “Sound The Siren” o “Kill The Power”, la mejor, para mí, del concierto. Sí que es verdad que Benji se excede con los Fuck y las parrochadas que suelta entre tema y tema, pero eso también forma parte de su concierto al igual que los recordatorios a Black Sabbath o Metallica. Primera sudada de la tarde que terminó con “Nobody” y “Warning”. Puede que no sean la mejor banda del mundo, quizá tampoco lo pretendan, tal vez no gusten en exceso a l@s metaler@s de pro, pero lo que no se les puede negar es que son una banda cañera y muy divertida en directo, algo siempre muy de agradecer.






No podría decir que UDO haya sido, a mi gusto, la gran decepción del festival, bueno, un poco sí, tampoco voy a ser excesivamente complaciente con él. Lo que ocurre es que después de verlo con Accept en tres ocasiones y, a su vez, ver a estos en dos con Mark Tornillo, está a años luz de su banda primigenia. Como gran fan de los alemanes que siempre me he considerado, el hecho de escuchar esa lista de canciones en directo siempre va a prender una chispa de alegría en mi interior, otra cosa es lo que dure encendida. Tuvo un comienzo con problemas de sonido mientras interpretaba “Starlight” y “Living For Tonite” que fue solventando una vez avanzaba su concierto con “London Leatherboys” y “Midnight Mover”. Cuando llegó la hora de “Breaker” consiguió llegar al nivel sonoro propio de la mayoría de las bandas del certamen. Una pena que el guitarrista Andrey Smirnov se tragara parte del solo de “Princess Of The Dawn” entre tanto coro del público. La cosa se enderezó un poco con trallazos como “Restless And Wild”, “Son Of A Bitch” y “Screaming For A Love-Bite”. Inevitable no hacerlo en esos temas. Fue durante la interpretación de “Metal Heart” cuando realmente eché de menos al Hoffman, Baltes y compañía. Despedida, como era previsible, con “Fast As A Shark” y “Balls To The Wall” y cierre entre aplausos de l@s presentes. Insisto en que much@s de vosotr@s habréis vivido este concierto de manera muy distinta a mí, pero yo sólo destacaría el trabajo del hijo de UDO, Sven, a la batería. Me reafirmo en que ahora mismo Accept está muy por encima de lo que ofrece su cantante original.






Los míticos Tygers Of Pan Tang tomaron el escenario pequeño mientras Eluveitie hacía lo propio en el “Azucena”. Son de esas bandas de segunda fila que siempre estaban en todos los recopilatorios de la época y que no puedes dejar pasar porque nunca sabes si vas a tener oportunidad de verlos otra vez. Con este razonamiento en mente, disfruté de su concierto con temas como “Euthanasia”, con el que dieron comienzo, “Gangland” o “Keeping Me Alive”. Muchos recuerdos y un público entrado en años, entre el que me incluyo, que uno está a las puertas de los 50, fueron los acompañantes de los ingleses mientras Meile, Robertson, West, Ellis y Weir se dejaban la piel con “Suize Smiled” y “Raised On Rock”, muy buena esta. Se despidieron con “Hellbound” mientras pedíamos un bis que nunca llegó. Me quedo con la satisfacción de haberlos visto por primera vez. Espero que no sea la última porque siempre está bien revivir momentos con bandas de este calibre.






Algo parecido a lo de antes ocurrió con Flotsam And Jetsam con la única diferencia de que a los nostálgicos se nos unió una horda de jovenzuelos para dejarnos claro que el Thrash Metal tiene un buen grueso de seguidores ávid@s de conocer el pasado del mismo. Empezaron, como era de esperar, con dos cañonazos como son “Seventh Seal” y “Me” y no pararon de repartir cera durante todo su concierto. Sí que es verdad que podrían haber disfrutado de un mejor sonido, pero con su calidad y entrega supieron sobreponerse a dicho problema. Mucho empujón y demás entre los jóvenes, y no tan jóvenes, durante las interpretaciones de cortes como “Hammerhead” o “Monkey Wrench”. El show seguía avanzando a la velocidad propia de sus canciones hasta llegar a “No Place For Disgrace” y “Doomsday For The Deceiver”. Lo pasamos en grande con los de Arizona, todo un espectáculo su directo.






Momento de cenar algo mientras tenía a Avantasia de fondo, much@s diréis: ”Ya te vale”, pero no soy gran seguidor de la banda a pesar de su indiscutible calidad. Una vez repuestas las fuerzas, volví al escenario pequeño con la intención de ver a una de las bandas estatales que más deberían dar de qué hablar y, por las razones de siempre, no lo hacen, Atlas. Me quedé solo, literalmente, en la barra del escenario, algo que me sirvió para charlar con l@s camarer@s, tod@s muy buena gente. Cuando salieron a escena los hermanos Arias, Ángel haría doblete luego con los Barones, acompañados de José Martos e Ignacio Prieto no seríamos más de veinte personas las que estábamos allí. Destacaría dos cosas de su show, en primer lugar, la grandísima calidad de su cantante, Ignacio, y la segunda, el hecho de que su concierto acabara con mucha más afluencia de público de la que empezó. Cómo es posible que un frontman como Prieto esté en el olvido de l@s rocker@s de estas tierras. Tiene una voz sobresaliente, actitud encima de las tablas y lo da todo, ya sea para treinta o doscientas almas. Gozaron de uno de los sonidos mejores de este escenario y nos volaron la cabeza con temazos del calibre de “Atlas 2040”, “No Necesito A Nadie” o “Esperaré”, por señalar algunos. Se merecen mucho, muchísimo más, de lo que tienen y no lo digo por peloteo, no soy de esos, sino porque esa energía que tienen en directo debería obtener recompensa algún día. ¡Qué pena que sigamos sin valorar lo que tenemos de los Pirineos para abajo! Este siempre será el gran error de la peña de aquí. Vamos, que por mucho que me gustaran Tygers Of Pan Tang, Atlas se los comieron con patatas y se hicieron una alfombra con su piel, así de claro.






Lo de Bella Bestia es que no sabría ni cómo definirlo, no por mal concierto, más bien todo lo contrario. A pesar de no gozar de un gran sonido, ofrecieron un show cargado de clásicos, comenzando con “Lista Para Matar”. Recalcaría la indumentaria de su vocalista David con esa cuchilla a lo W.A.S.P. pero en sus partes. De una manera u otra, os puedo decir que me lo pasé en grande con ellos. Momentos como “Rockanrollero/No Fuiste Capaz” o “Muévete” no tienen precio. Tenía bastantes ganas de verlos, hasta tal punto que eran uno de los grupos por los que he ido al Leyendas, suene como suene. A pesar de no ser un gran seguidor suyo, esa época dorada del Heavy Estatal que vivimos en los ochenta no tendría sentido sin grupos como ellos, Sobredosis, o mis querídisimos Santa, siempre teniendo en cuenta a los grandes como Barón u Obús. Final apoteósico con “Ardiendo En La Noche”, cómo les ha gustado siempre esto de las llamas, el arder y sus variantes, y su hit de siempre “Un Puntapié En El Trasero”, que es lo que se merecen la mayoría de l@s políticos de este país. Nos reímos mucho, saltamos, nos desgañitamos y nos divertimos con Pepe Mari y sus acólitos. No necesitan nada más que seguir así.





Cuando llegué al escenario Azucena los Barones estaban descargando “Resistiré”. El cebo de tocar “Volumen Brutal” entero resultó fructífero para su actuación. Está claro que ese es uno de los trabajos mejores de su discografía y del Rock en castellano. Tod@s temíamos que fueran a interpretarlo entero y poco más, pero canciones como “Cuerdas De Acero” no podían dejarlas atrás. No me voy a extender demasiado en el tema de Barón Rojo actualmente porque ya lo hice en la crónica de su actuación en el RockFest. Sólo diré que Carlos sigue sin cantar bien los temas de Sherpa, que deberían pensarse bien su continuidad antes de seguir arrastrándose por los escenarios y que, por tanto, siempre vale más una retirada a tiempo, aunque a ellos se les ha pasado el tiempo hasta de retirarse. Esta vez ni siquiera me dieron pena. Con el feeling que traía en el cuerpo después de lo de Atlas y Bella Bestia, me dediqué a cantar los temas que iban cayendo y a gozar de lo mucho o poco que me iban ofreciendo.



Así fue cómo acabó mi jornada festivalera del viernes del Leyendas. Pasaron más cosas de vuelta, me invitaron a unas cervezas una gente a las que ayudé a recoger las latas que se les desparramaron por la zona de camping y recibí una gran lección de Skate por parte de unos chavales que estaban en el parque de Elda donde cené algo antes de irme a dormir. Cómo te anima que chicos de entre quince y dieciocho años te digan que nunca es tarde para empezar a patinar. Amigos, para mí sí es tarde para aprender a patinar, pero nunca para rockear.




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