El pasado jueves, día de San Jorge y
fiesta local en Cáceres, pasaron por la antigua sala Down, ahora Boss, de la ciudad
extremeña la banda sueca Casablanca junto a los madrileños Grim Comet. Con una
asistencia un poco reducida pudimos disfrutar de uno de los mejores conciertos
de lo que va de año. A veces no entiendo muy bien al personal, no es que sea
obligatorio ir a todos los conciertos que se celebran pero no puedo comprender
cómo en un evento como el del pasado 23 de Abril no había más peña. El hecho de
que fuese un día de diario, con el tener que currar la jornada siguiente, o que
estemos casi a finales de mes podría explicarlo. De todas formas, como parte
positiva, menos gente implica también más cercanía con la banda, algo que es
siempre de agradecer.
Cerca de las 22.30 horas subieron al
escenario, esta vez sí había, los Grim Comet. Este trío formado por Willy Black
a la guitarra y la voz, Alvarito Arias al bajo y Carlos Valverde a la batería
ofrecieron un show que yo dividiría perfectamente en dos partes. La primera
basada en temas con muchas referencias a Black Sabbath, esta fue una tónica habitual
en su concierto, que digamos se hizo un poco lineal por la similitud de los
temas interpretados. Cuando llevaban poco menos de media hora cambiaron un poco
las tornas y empezaron a subir el tono sus canciones dejándonos ver que también
tienen temas cañeros y de gran calibre. Lo que quiero decir con esto es que
creo que lo que les falló fue el orden del setlist. Podrían haber mezclado
temas potentes con algunos de los medios tiempos y negros del principio. De
esta forma su concierto habría sido más dinámico porque para cuando quisieron
arrancar le quedaba poco tiempo para meterse al público en el bolsillo. Espero que
se entienda esta crítica de manera constructiva porque son una buena banda que
creo que aún tienen cosas que ofrecer. En cuanto a temas destacaría sobre todo “Warning
The Sun”, “Worn Out” y, sobre todo, “Virgins Of Madness”. Desde aquí les deseo
lo mejor porque, como he dicho antes, les queda camino por recorrer y seguro
que lo van haciendo cada concierto mejor.
Casablanca se han embarcado en una gira
por el territorio estatal con nada menos que doce conciertos, la mayoría
seguidos, que les va llevar desde Barcelona a Benidorm. Parece que últimamente
hay combos que se animan a hacer este tipo de giras por estos lares, espero
disfrutar de alguno más por aquí. Si hay algo que destacaría del concierto de
los de Estocolmo es su actitud. A pesar de tener un público formado por poco más
de cincuenta personas no se amilanaron en ningún momento, al revés, se
entregaron de una manera totalmente profesional como si estuvieran ante un
público masivo en cualquier festival europeo. Tampoco es que pueda destacar a
ninguno de ellos por su actuación ya que esta totalmente compacta por parte de
sus cinco miembros. Es evidente que lo que más llama la atención es su batería
Josephine Forsman. Con ella, y otras muchas como ella, queda claro que las
mujeres en el Rock no están sólo para tocar el bajo y hacer temas melosos, ya
hay muchas que no lo hacen, pues su pegada es brutal y le hace sombra sin
ningún tipo de complejos a cualquier bataca del momento. Grandes momentos
guitarreros a cargo de Ryan Roxie y Erik Stenemo unidos a la gran labor al bajo
de Mats Rubarth hicieron del concierto algo, desde el principio se vio venir,
que recordaremos en meses. En cuanto al cantante Anders Ljung pienso que tiene
una magnífica voz y su entrega y puesta en escena, así como imagen, son
formidables. Ahora bien, hubo momentos en que se pasó con las parrafadas que
nos soltó entre canción y canción. No sé si la botella de vino que llevó de
compañera de fatigas durante todo el show le fue subiendo poco a poco, supongo
que algo de eso habría, pero se pasó un pelín con sus charlas. Nada que no remediara
con ese torrente de voz y su conexión con la peña.
La banda escandinava ya intentó tocar por
estas tierras con anterioridad anulando su concierto en Plasencia por problemas
personales de uno de sus miembros. Quizá esta sea la explicación a esas ganas
que le echaron haciéndonos disfrutar de un concierto redondo, con buen sonido,
excepto algún acople de esos que nunca faltan, y sin ninguna cesión a la
ñoñería. Con dos trabajos en la calle, pudimos disfrutar de grandes trallazos
como “Love And Desesperation”, “Downtown”, “Rich Girl” o “No Devil In Me”. Gran
satisfacción por lo vivido por la mayor parte de los y las asistentes y mucha
cercanía con la banda que no se cansó en ningún momento de firmar discos,
entradas y de fotografiarse con todo el personal que se lo pedía.
Una gran noche de Rock la vivida en
Cáceres. Un concierto formidable por parte de dos pedazos de bandas animado,
entre grupo y grupo, por Dj. Salvaje con apoyo de Pedro, a ver si aprenden un
poco de esto otras salas de la ciudad, y con una cercanía envidiable por parte
de músicos y peña que siempre es algo a destacar. La noche acabó en el pub Dio
hablando con los miembros del grupo y dándoles alguna lección que otra al
futbolín. Gente muy agradable y maja estos de Casablanca que en ningún momento
se les vio que se les pueda subir eso de ser músicos a la cabeza. Mucha suerte
a la banda en su periplo hispano y mundial en general. Gracias a David por su
empeño y esfuerzo en la organización de estos eventos. Espero que podamos
disfrutar pronto de, al menos, un concierto tan intenso como este.
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