Empezaré esta crónica dando un toke de
atención tanto a la peña como a la propia organización. Es verdad que cada vez
está mejor todo lo referente a entrada, puestos de camisetas y otras baratijas,
firmas, servicios, tickets y demás pero en lo referente al tema de la comida me
he quedao un poco pallá este año. No lo digo por la variedad que, a pesar de no
ser demasiada, está bien, me refiero a lo de después de comer. Este tema es
claro ejemplo de la serpiente que se muerde la cola. Por un lado la peña es un
poquito bastante guarreras dejando los alrededores de los puestos de comida
apestados de platos, vasos, cucharas y todo aquello utilizable para llevarse
algo a la boca. Era increíble cómo estaba la parte de atrás del césped a partir
de ciertas horas de la noche. Puede que esto sea consecuencia de la poca
cantidad de contenedores que había para depositar dichos desperdicios, prefiero
pensarlo así, que acababan en pocas horas hasta arriba de los mismos. Entonces por
qué la organización no pone más contenedores en esa parte del festival y así
evitaríamos ir pisando restos varios de comida. Espero que esta sea la solución
porque pensándolo mal… mucho ir de ecologistas, no a la matanzas de ballenas,
me molan temas como “Marea Negra” y cosas parecidas pero el césped de mi
festival preferido lo ensucio porque soy el o la más Heavy y ya está. Lo de la
acampada sin palabras, sigue siendo la parte a solucionar del festival, vaya
secarral lleno de pedruscos. Por lo demás, como dije antes, felicidades a
Sufriendo y Gozando por este terrible esfuerzo anual.
El sábado llegamos al festival mucho
antes incluso que el viernes para ver a los Easy Rider. Poca peña cerca del
escenario debido al calor que hacía pero nos encontramos con un grupo que lo
dio todo y que se notaba que estaba pasándolo en grande. Con el cantante Rob
Finn al frente nos deleitaron con temas de su reciente trabajo además de otros
como “Stranger” que puso a cantar a pleno pulmón a sus más acérrimos
seguidores. Quizá no fuera la mejor hora para ellos pero es lo que tienen los
festivales, te ponen ahí y, sea como sea, tienes que dejarte la piel en el
escenario.
Aprovechando la poca sombra del momento
nos fuimos acercando al escenario donde Lujuria iba a dar su concierto. Modelazo,
como siempre para esta ocasión, colorao de Óscar con esos flecos pegados a los
brazos que ya te arranca la primera sonrisa del show. Fue un repertorio lleno
de clásicos como “Joda A Quien Joda”, “Estrella Del Porno” o “Mozart Y Salieri”.
Momentos especiales cuando invitaron a salir al mítico bajista de Obús, Juan
Luís Serrano, para interpretar el himno “Vamos Muy Bien”, y al cantante de
Wild, Javier Endara, que poco más y arrasa con todos los cables y pedales del
escenario. Como siempre, tuvimos a un Óscar reivindicativo que no dejó de hacer
referencias al conflicto que se está viviendo en Palestina y se metió con todos
y todas los corruptelas patrios que no merecen dicho adjetivo. Finalizaron con
su tema “Leyendas Del Rock” un recital que nos hizo pasar uno de los mejores
momentos de la jornada.
Me pasé por el escenario “pequeño” para
ver un rato a Ravenblood. No llegué a ver más de cuatro temas de esta banda de
Death Metal pero me parece que, sin ser yo alguien puesto en el tema, lo
hicieron bastante bien, al menos me llevé una grata sorpresa con ellos. Le deseó
lo mejor para el futuro.
Vuelta a los escenarios principales para
ver a lo que, a la postre, sería una de las actuaciones del día, la de los
suecos H.E.A.T que lo revolucionaron todo. Si en algún lado tenemos que ver
algo de luz en este negro laberinto en que se encuentra el Metal y aledaños
podríamos empezar por ellos. Sí que es verdad que no han inventado nada, que es
lo malo de todo esto, pero salieron a arrasar y lo consiguieron. Grandes sonrisas
en sus caras además del desparpajo propio de su edad hicieron de su concierto
algo que no olvidaremos fácilmente. Un cantante, Erik Grönwall, que posee una
muy buena voz acompañado de una gran banda, sobre todo el guitarra Eric Rivers
y el Batería Crash, fue lo necesario para poner aquello patas arriba en unos
segundos. Momentos como “Living On The Run” o “Tearing Down The Walls” pusieron
a gritar a todo los presentes. Ahora entiendo lo que decía la peña que asistió
a su show acompañando a Scorpions. Habrá que estar muy pendientes de ellos pues
son una fuerte promesa del Hard Rock.
Como en la jornada del viernes,
aprovechamos, en este caso, la actuación de Heaven Shall Burn, unos
desconocidos para nosotros, para hacer las compras pertinentes de regalos y
recuerdos del festival, llevarlos al coche y comer algo. De vuelta nos
encontramos con el conciertazo que Battle Beast estaban ofreciendo. La carpa
repleta de peña dejaba claro que son un grupo en alza. Mucha actitud por parte
de su cantante Noora Louhimo que puso a la gente como loca con temas del
calibre de “Let It Roar” o “Justice And Metal”. Sin duda alguna uno de los grupos
triunfadores del día.
No presté demasiada atención a Hammerfall
pues no he sido nuca seguidor de ellos así que me dediqué a hablar con la peña
mientras compartíamos algún que otro litro y tomábamos posiciones para lo que,
a mí parecer, fue el concierto del sábado. Sé que a muchos esta afirmación les
parecerá exagerada pero yo tenía unas ganas inmensas de ver a los daneses
Volbeat y me lo pasé en grande con ellos. Puede que haya peña que no conecte
que esa mezcla tan especial que hacen, intercalando cosas de Johnny Cash o
Elvis con verdaderos trallazos de Thrash Metal, pero a mí me resultaron sorprendentemente
buenos. Puede que la crítica los esté encumbrando en exceso sin embargo,
volviendo a lo de antes, si ahora hay alguien que puede tomar ese relevo
generacional, sin duda alguna, son ellos. Un sonido espectacular acompañado de
un juego de luces magnífico fueron los mejores acompañantes de su actuación. Instantes
como los vividos durante “Lola Montez”, la más coreada de todas, “I Only Wanna
Be With You”, “Boa (JDM)”, “Fallen”, “Radio Girl” o “16 Dollars” pasarán a la
historia del Leyendas con letras mayores. Para cerrar subieron al escenario a un grupo
nutrido de niños y niñas haciéndonos ver a las nuevas generaciones del Heavy
Metal. Impagable ver las caras de los chavales que ni por asomo pensarían que iban
a acabar siendo los protagonistas del final del concierto de los escandinavos. Me
gustaban antes de verlos en vivo ahora me gustan mucho más si cabe. Espero tener
la oportunidad de volverlos a ver en directo pues, como bien dijeron, la primera
vez que vinieron a España no había más de 30 personas presenciando su show y
ahora, con todo merecimiento, llenan festivales como el de Villena.
Vuelta al escenario “pequeño” a ver un
ratito a Delain antes de volver a toda leche a vivir lo que Unisonic nos tenía
preparado. Tengo que decir que partir de este momento fue un sin vivir en que
vi a todos y no vi a ninguno. Con esto quiero decir que no completé los
conciertos por querer abarcarlos todos, malditas coincidencias de horarios,
grrr. Lo de Unisonic me quedó bastante frío pues esperaba mucho más de ellos. Arrancaron
fuerte con el tema homónimo del grupo pero a partir del tercer tema se me
hicieron pesados a más no poder así que me largué a ver a los Leize que siempre
fue una de mis bandas preferidas del panorama estatal. Con esto no quiero decir
que estuvieran dando un mal concierto simplemente que me defraudaron. Estuve esperando
algún tema de Helloween, cayeron dos, “March Of Time”, que lo escuchaba de
fondo mientras me dirigía a la carpa, y, por lo que me dijeron, “I Want Out”,
imperdonable si no la tocan.
Llegué al escenario donde actuaba Leize
cuando estaban acabando su gran tema “Buscando… Mirando”, o sea, en el tramo
final de su actuación. Lo poco que vi me pareció genial, tengo que reconocer
que no puedo ser muy objetivo con ellos porque tengo cierta predilección por la
banda. Disfruté como un enano de esos coletazos finales pues temas como “Muros”
son de mis preferidos de todos los tiempos.
Durante la actuación de Warcry nos dirigimos
a la terraza del restaurante de la piscina, fue todo un descubrimiento este
sitio, para relajarnos un poco ya que el cansancio empezaba a hacer mella en
nosotros. Unos se quedaron a ver a Banzai y otros, como yo, no fuimos a ver a los
catalanes Crisix. El porqué de esta decisión, a pesar de ser Banzai una de mis
bandas preferidas de siempre, no es otro que a estos ya los he visto tres veces
mientras que a Crisix no los había visto nunca. Fue otro de los grupos que petó
la carpa dando así un claro ejemplo de que el Thrash Metal estatal goza de un
buen puñado de seguidores. Para algunos fue un show demasiado embarullado pero
a mí me gustaron bastante. Se ven que tienen todo a su favor, juventud, entrega
y energía, mucha energía. Puede que esa pequeña performance del “I´m The Man”
de los grandísimos Anthrax sobrase por ser un show corto, sería más propio de
una actuación suya, a pesar de ello, me gustó. Tienen todo por delante,
esperemos que lo aprovechen bien porque se merecen todo lo que les caiga.
Hasta aquí el Leyendas 2014 para
nosotros. Empieza la cuenta atrás para la décima edición de la que ya han
confirmado a la gran Doro. Esperemos que sea un cartel de lujo y que, al menos,
disfrutemos tanto como en este y en anteriores años. ¡Nos vemos en el Leyendas!!!!
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