Hacía ya unas cuantas ediciones que no pasaba por el
Rock&Blues de Don Benito, uno de los festivales más consolidados de
Extremadura. Antes de continuar, diré que, por razones familiares y algún otro
asunto que no viene a cuento, me perdí la sesión matutina del evento. No
ocurrió lo mismo con todo lo relacionado con la tarde-noche.
Llegamos poco antes de que se abrieran las puertas y ya
comenzaron los saludos con peña que hacía tiempo que no veía y otra con la que
ya habíamos quedado de antemano. Esto fue algo habitual a lo largo de la
jornada. El hecho de ser de la zona influye, y mucho, en estos casos. Casi sin
que nos diera tiempo de ubicarnos, con la primera cerveza en la mano, salieron
a escena los locales Rattle Viper. Con el sol a sus espaldas, una situación
algo molesta a la hora de disfrutar de su concierto, sudaron la camiseta ante
la poca, pero fiel, audiencia que en esos momentos estaba en el Recinto Las
Arenas. El peso de la banda recae sobre los hombros del vocalista Diego Morales
Villegas, Rattlesnake Wyatt, y los guitarristas Samuel Caballero Leonard, Sam
Demons, y Abel Mateos Jiménez, Johnny Hudson, sin desmerecer a ninguno de los
demás, por supuesto. Nos ofrecieron un show de Rock Sureño basado en su disco
homónimo. De este modo, a temas como Don´t Touch My Soul, Come On
Girl!, Immovable One o Feel, añadieron una gran versión de Crazy
Train, como homenaje al gran Ozzy Osbourne. Tenía muchas ganas de verlos y
no me defraudaron en absoluto. Espero volver a encontrármelos pronto encima de
un escenario.
Si era la primera vez que veía a Rattle Viper, no puedo decir
lo mismo de Burning. Con Johnny Cifuentes, voz y teclados, al frente, junto a
un elenco de musicazos de muy alto nivel, andan celebrando su cincuenta
aniversario encima de las tablas. Lo primero que pudimos percibir fue el cambio
de sonido con respecto a los anteriores. El concierto se basó en esa lista
interminable de clásicos que tienen en su haber, desde Mueve tus caderas,
Esto es un atraco, Jim Dinamita, ¿Qué hace una chica como tú
en un sitio como este? o No es extraño que tú estés loca por mí
hasta Como un huracán o Es especial. Así hasta despedirse con uno
de mis temas favoritos de los de La Elipa, Una noche sin ti. Un show muy
potente que, al menos a mí, me hizo retroceder unos cuantos de años de manera
muy emotiva. Muchas gracias por seguir ahí de esta forma y con tanta energía.
Que El Drogas tocara antes que Rulo no sé si realmente fue un
acierto, pero estas cosas son las que pasan en los festivales. Lo que está
claro es que era el concierto más esperado de la jornada, algo que se notó en
la afluencia de público. El concierto echó a andar con En la silla eléctrica,
y desde ya nos tuvo a tod@s desgañitándonos. Como era de esperar, no faltaron
temas de Barricada, bueno, alguno sí que faltó, pero se le perdona por el gran
show que ofreció. A Lentejuelas, Okupación, Oveja Negra, La
hora del carnaval, Víctima, Problemas, No sé qué hacer
contigo, Todos mirando, con la aportación de Vito de Sinkope, o No
hay tregua, entre otros, añadió cortes de Txarrena, como Empujo pa´kí
o Azulejo frío, otros de La venganza de la abuela, Fue 24 D... ¿Y
qué?, alguno de su carrera en solitario con su propio nombre, Mientras
Arde Tu País (Europa Callada) o Peineta y mantilla, y la siempre más
que esperada versión de Alarma!!, Frío. A pesar de que los temas fueron
cayendo como si de un concierto de los Ramones, pumba, pumba, pumba, demostró
un saber estar encima del escenario y una conexión que no defraudó a ningun@ de
l@s presentes. Broche final con dos trallazos como Esta es una noche de Rock
& Roll y En blanco y negro de una hora y media larga que
disfruté todo lo que se puede y más. Supongo que el ser desde siempre y por
siempre un gran seguidor de Barricada algo tendrá que ver. Como se suele decir:
“Este nunca falla”.
He de reconocer que a Rulo Y La Contrabanda los vi a cachos y
a ratos. De igual modo, me gustaron por momentos, como cuando se dejaron caer Como
Venecia sin agua, La cabecita loca o Heridas del rock & roll.
Iba y venía de la parte trasera del concierto hasta casi pegarme al escenario,
sobre todo con temas de La Fuga como Buscando en la basura o Balada
del despertador, al tiempo que hablaba con este, escuchaba las quejas de
aquel o saludaba al de más allá. Para bien o para mal, me pareció demasiado
lineal su propuesta. Esto no quiere decir que no me percatara de que había una
gran parte del público muy entregado en todo momento, sino que se lo digan a
las chicas de los tickets.
Una gran jornada de Rock&Roll con bandas para todos los
públicos. Me quedé con las ganas de ver a Susan Santos y a la Woody Blues Trío,
otra vez será. Eso sí, a pesar de que disfrutamos de un gran sonido y de un
lugar con una gran visibilidad para los conciertos, el hecho de que solo
hubiera cuatro WC portátiles, literal, hizo que acabáramos meando donde se
pudo. Sobre todo, porque ellas debían hacer uso de los mismos antes que
cualquiera de nosotros. Por lo demás, deseando que llegue la próxima edición
que, seguro, será mucho mejor.
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