lunes, 20 de febrero de 2017

Omnia Transit Y Darkness Bizarre En Cáceres







El pasado viernes, 17 de Febrero, pasaron por la sala "Vora" cacereña Darkness Bizarre, procedentes de Mérida, y Omnia Transit, de Badajoz. Este fue de esos conciertos a los que un servidor denomina, siempre de manera cariñosa, “Conciertos – Ensayo” por el poco público que se esperaba, y así fue, acudiera. Después de ir a toda leche pensando que iba a llegar tarde al recinto, resulta que aquello no iba a dar comienzo hasta casi una hora después de asomarme al interior de la sala y encontrarme con una pandilla de chic@s jóvenes celebrando un cumpleaños animados por una música que nada tiene que ver con lo que yo estaba buscando. Hice tiempo comiendo algo en un bar del barrio, por un precio también de barrio, todo sea dicho, y volví a la puerta encontrándome con la misma situación. He de reconocer que después de este segundo intento estuve a punto de largarme y pasar de todo. De no haber sido por encontrarme con el técnico Palmer me hubiera pirado sin más. Al final no me arrepiento de haberme quedado, pero eso lo trataremos más adelante.




Sí que es verdad que en este Cáceres o no hay nada, o está todo puesto el mismo día, extraña filosofía a la hora de fechar eventos, pero real como la vida misma. Entiendo que cada cual, como público, va a ver los grupos que le da la gana y que su bolsillo le permite, pero cuando me presento en un concierto como el del viernes, siempre me pregunto lo mismo: “¿Dónde leches están esas bandas locales que se encuentran en una situación parecida a estos nuestros visitantes?”. Que yo recuerde, allí no había nadie de ninguno de los grupos cacereños de Rock, al menos de los que yo conozco. Si estoy equivocado en esto pido encarecidamente que me corrijáis. Con que sólo hubieran ido un par de componentes de algunas de esas bandas la cosa habría cambiado totalmente de color, ya sea por hermandad entre ellas o por posibles colaboraciones en el concierto. Bueno, la cuestión es que estuvimos alrededor de cincuenta personas y la mayoría eran de fuera de Cáceres, para más inri.



En cuanto a la sala, sigo pensando que esta ciudad carece de algo parecido a este término. Lo malo es que, después algunas intentonas por parte de peña de aquí, la cosa parece que va a seguir así. Puede que la sala "Vora" esté bien para lo que está pensada que no es otra cosa que un sitio donde echarse unos bailes con música propia de estos asuntos. No es que tuviera mal sonido el sitio, ni siquiera que su capacidad nos sea la apropiada para un concierto de Rock, pueden caber alrededor de 200 personas creo yo, lo malo es el escenario. Entiendo que cuando la gente está bailando puedan estar atentos, o no, a lo que toca un grupo propio de esas lides, pero en un concierto de Rock la mayoría de la peña estamos pendientes de lo que ocurre en el escenario y, por desgracia, uno que está a dos palmos del suelo lo único que consigue es que aquell@s que se encuentran de la tercera fila hacia atrás sólo vean las espaldas de l@s que tienen delante. Esto se comprueba en otra de las “salas” cacereña con igual problema de tablas. Por lo demás, en este sentido, se hizo lo que se pudo.




En el plano musical, que es lo que siempre más nos interesa, los primeros que subieron al, llamémosle, como he comentado antes, escenario fueron Darkness Bizarre. Durante su actuación, que rondó la hora, nos ofrecieron un show de Heavy tradicional, u ochentero, como ahora le llaman. Después de tocar canciones propias, entre las que destacaría “Dulce Amargo”, “Arenas Del Desierto” o “Sin Control”, se lanzaron al momento versiones para dejarse caer una pieza de Judas, otra de Black Sabbath y otra de AC/DC. Sí que es verdad que no consiguieron conectar con el público durante su actuación, puede que fuera porque la mayoría era la primera vez que los veíamos, yo he de reconocer que no sabía de su existencia, pero también hay que ser justo diciendo que sufrieron alguna que otra carencia. Empezaré con la caja del batería Javier Mariño que se escuchó durante todo el show como si aporreara una lata de espárragos. El bajista J.P. Blanco estuvo anulado, esto no es algo que sólo les pase a ellos, por las guitarras de Karl Wolf y J.A. Casado que, para mí fueron lo más destacado de su actuación. Espero que tengan mejor suerte en sus próximos eventos y salgan más airosos de los mismos. El trabajo duro siempre tiene su recompensa y ellos, por lo que se ve, saben mucho de esto. Ánimo y a seguir repartiendo cera.



Conocí a Omnia Transit como teloneros de Lujuria en el último paso de los segovianos por Cáceres y desde entonces me han gustado bastante. Esto siempre es un aliciente a la hora de ir a ver a un grupo, pero tampoco se convierte en garantía de nada para que su actuación sea buena o mala. En lo relativo a la noche que pasamos en la sala "Vora", puedo deciros que fue una gran función. Venían presentando su trabajo, “Las Vueltas De La Vida”, del que dejaron caer nada más empezar, después de la intro, “Cuenta La Historia” y “En Otro Lugar”. Después de esto engancharon con la primera de sus versiones, “Maldito Sea Tu Nombre”, de Ángeles Del Infierno. Sólo con esto se metieron en el bolsillo a l@s que estábamos entre las paredes de la sala. De aquí en adelante fue todo tirar p´alante y a toda mecha. El único pero de su concierto se lo pondría a su vocalista Víctor González. Eso sí, hay que decir que el pobre se encontraba con un catarrazo del quince y, a pesar de ello y con toda la profesionalidad del mundo, se marcó un concierto mucho más que correcto. Siguieron con “Amanece Oscuridad” y “La Unión Es La Fuerza”, dos buenos cortes del trabajo que venían presentando, para dejar caer la segunda de sus versiones, “Sweet Child O´Mine”, de Guns N´ Roses. Aquello ya empezaba a tomar tintes de lo que debe ser un buen concierto de Rock, o sea, una fiesta. José A. Fariña se empezó a soltarse por el micro interactuando con l@s presentes y ya no paró de hacernos sentir bien y reir con cualquiera de los comentarios que diría a lo largo del concierto. Esto también influye en que te lo pases mejor o peor, no es lo mismo alguien con el que te puedes sentir cercano que esos músicos, muy respetables tod@s, que se suben a las tablas, tocan, cobran, si es que cobran, viendo cómo está el patio, y se largan mirándote por encima del hombro.



Llegamos al ecuador de show con “Gana la Banca”, “Pasa el Tiempo” y una nueva versión, o cover, como se denomina ahora, del “Fear Of The Dark” de los Maiden. Llegados a este punto, y por tenerlo justo delante, me convencí de que la labor del bajista Antonio Rodríguez es descomunal, pero si haya alguien que yo resaltaría en esta banda es al guitarra Jorge Pacheco. Es de esos guitarristas que, puede que sea por su poca movilidad en el escenario, parece que no están haciendo nada, pero están repartiendo caña sin parar. Él y el batería, Juanma Fariña, fueron, al menos para el que escribe estos párrafos, lo mejor de la noche. Continuaron desgranado su disco con “Fusilado”, dedicada a l@s asesinad@s durante la matanza de Badajoz a manos del carnicero Yagüe, con bandera republicana por capa incluida, y “Muerte Colateral” para enganchar con el primer “popurrí” de su noche a cargo de temas de Metallica. Para entonces ya tod@s estábamos totalmente entregados, de manera que cuando llegó el turno de “El Torito”, este quizá sea mi tema favorito de ellos, ya no podíamos parar de movernos. Traca final con el recuerdo a una de las bandas que más me han gustado de siempre del Rock Estatal, estos no son otros que Barricada, a través de su segundo, y último, ”popurrí”. Conexión total con l@s asistentes con “Gracias Por Estar Ahí”, cuya letra es un buen repaso, hecho con mucho cariño y simpatía, a los pros y contras de cada uno de los componentes del grupo y cierre final con tó dios bailando la música de “El Último Mohicano” en plan desfase total.





Sigo opinando que tenemos grandes bandas, solistas y músicos, en general, en nuestra comunidad. Ver a grupos como Omnia Transit no hace otra cosa que darme la razón. Entonces por qué no están donde se merecen. Pues porque si, a nivel estatal, las cosas están como están, en Extremadura seguimos teniendo las mismas carencias y más aún. Sea como sea, espero que estos dos combos sigan adelante contra viento y marea para poder disfrutar de más noches parecidas a la que pasamos en la sala cacereña "Vora". El tiempo seguirá pasando inevitablemente, pero momentos como estos hacen que su transcurso sea más llevadero.


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