El pasado viernes, 17 de Febrero, pasaron por la sala "Vora" cacereña Darkness Bizarre, procedentes de Mérida, y Omnia Transit, de Badajoz.
Este fue de esos conciertos a los que un servidor denomina, siempre de manera
cariñosa, “Conciertos – Ensayo” por el poco público que se esperaba, y así fue, acudiera. Después de ir a toda leche pensando que iba a llegar tarde al
recinto, resulta que aquello no iba a dar comienzo hasta casi una hora después
de asomarme al interior de la sala y encontrarme con una pandilla de chic@s
jóvenes celebrando un cumpleaños animados por una música que nada tiene que ver
con lo que yo estaba buscando. Hice tiempo comiendo algo en un bar del barrio,
por un precio también de barrio, todo sea dicho, y volví a la puerta encontrándome
con la misma situación. He de reconocer que después de este segundo intento
estuve a punto de largarme y pasar de todo. De no haber sido por encontrarme
con el técnico Palmer me hubiera pirado sin más. Al final no me arrepiento de
haberme quedado, pero eso lo trataremos más adelante.
Sí que es verdad que en este Cáceres o no hay nada, o está
todo puesto el mismo día, extraña filosofía a la hora de fechar eventos, pero
real como la vida misma. Entiendo que cada cual, como público, va a ver los
grupos que le da la gana y que su bolsillo le permite, pero cuando me presento
en un concierto como el del viernes, siempre me pregunto lo mismo: “¿Dónde
leches están esas bandas locales que se encuentran en una situación parecida a
estos nuestros visitantes?”. Que yo recuerde, allí no había nadie de ninguno de
los grupos cacereños de Rock, al menos de los que yo conozco. Si estoy
equivocado en esto pido encarecidamente que me corrijáis. Con que sólo hubieran
ido un par de componentes de algunas de esas bandas la cosa habría cambiado
totalmente de color, ya sea por hermandad entre ellas o por posibles
colaboraciones en el concierto. Bueno, la cuestión es que estuvimos alrededor
de cincuenta personas y la mayoría eran de fuera de Cáceres, para más inri.
En cuanto a la sala, sigo pensando que esta ciudad carece de
algo parecido a este término. Lo malo es que, después algunas intentonas por
parte de peña de aquí, la cosa parece que va a seguir así. Puede que la sala "Vora" esté bien para lo que está pensada que no es otra cosa que un sitio donde
echarse unos bailes con música propia de estos asuntos. No es que tuviera mal
sonido el sitio, ni siquiera que su capacidad nos sea la apropiada para un
concierto de Rock, pueden caber alrededor de 200 personas creo yo, lo malo es el
escenario. Entiendo que cuando la gente está bailando puedan estar atentos, o no, a lo que toca un grupo propio de esas lides, pero en un concierto de Rock la
mayoría de la peña estamos pendientes de lo que ocurre en el escenario y, por
desgracia, uno que está a dos palmos del suelo lo único que consigue es que
aquell@s que se encuentran de la tercera fila hacia atrás sólo vean las
espaldas de l@s que tienen delante. Esto se comprueba en otra de las “salas”
cacereña con igual problema de tablas. Por lo demás, en este sentido, se hizo
lo que se pudo.
En el plano musical, que es lo que siempre más nos interesa,
los primeros que subieron al, llamémosle, como he comentado antes, escenario
fueron Darkness Bizarre. Durante su actuación, que rondó la hora, nos ofrecieron
un show de Heavy tradicional, u ochentero, como ahora le llaman. Después de
tocar canciones propias, entre las que destacaría “Dulce Amargo”, “Arenas Del
Desierto” o “Sin Control”, se lanzaron al momento versiones para dejarse caer
una pieza de Judas, otra de Black Sabbath y otra de AC/DC. Sí que es verdad que
no consiguieron conectar con el público durante su actuación, puede que fuera
porque la mayoría era la primera vez que los veíamos, yo he de reconocer que no
sabía de su existencia, pero también hay que ser justo diciendo que sufrieron
alguna que otra carencia. Empezaré con la caja del batería Javier Mariño que se
escuchó durante todo el show como si aporreara una lata de espárragos. El
bajista J.P. Blanco estuvo anulado, esto no es algo que sólo les pase a ellos,
por las guitarras de Karl Wolf y J.A. Casado que, para mí fueron lo más
destacado de su actuación. Espero que tengan mejor suerte en sus próximos
eventos y salgan más airosos de los mismos. El trabajo duro siempre tiene su
recompensa y ellos, por lo que se ve, saben mucho de esto. Ánimo y a seguir
repartiendo cera.
Conocí a Omnia Transit como teloneros de Lujuria en el último
paso de los segovianos por Cáceres y desde entonces me han gustado bastante.
Esto siempre es un aliciente a la hora de ir a ver a un grupo, pero tampoco se
convierte en garantía de nada para que su actuación sea buena o mala. En lo
relativo a la noche que pasamos en la sala "Vora", puedo deciros que fue una gran
función. Venían presentando su trabajo, “Las Vueltas De La Vida”, del que
dejaron caer nada más empezar, después de la intro, “Cuenta La Historia” y “En
Otro Lugar”. Después de esto engancharon con la primera de sus versiones,
“Maldito Sea Tu Nombre”, de Ángeles Del Infierno. Sólo con esto se metieron en
el bolsillo a l@s que estábamos entre las paredes de la sala. De aquí en
adelante fue todo tirar p´alante y a toda mecha. El único pero de su concierto
se lo pondría a su vocalista Víctor González. Eso sí, hay que decir que el
pobre se encontraba con un catarrazo del quince y, a pesar de ello y con toda
la profesionalidad del mundo, se marcó un concierto mucho más que correcto.
Siguieron con “Amanece Oscuridad” y “La Unión Es La Fuerza”, dos buenos cortes
del trabajo que venían presentando, para dejar caer la segunda de sus
versiones, “Sweet Child O´Mine”, de Guns N´ Roses. Aquello ya empezaba a tomar
tintes de lo que debe ser un buen concierto de Rock, o sea, una fiesta. José A.
Fariña se empezó a soltarse por el micro interactuando con l@s presentes y ya no paró de
hacernos sentir bien y reir con cualquiera de los comentarios que diría a lo
largo del concierto. Esto también influye en que te lo pases mejor o peor, no
es lo mismo alguien con el que te puedes sentir cercano que esos músicos, muy
respetables tod@s, que se suben a las tablas, tocan, cobran, si es que cobran,
viendo cómo está el patio, y se largan mirándote por encima del hombro.
Llegamos al ecuador de show con “Gana la Banca”, “Pasa el
Tiempo” y una nueva versión, o cover, como se denomina ahora, del “Fear Of The
Dark” de los Maiden. Llegados a este punto, y por tenerlo justo delante, me
convencí de que la labor del bajista Antonio Rodríguez es descomunal, pero si
haya alguien que yo resaltaría en esta banda es al guitarra Jorge Pacheco. Es
de esos guitarristas que, puede que sea por su poca movilidad en el escenario,
parece que no están haciendo nada, pero están repartiendo caña sin parar. Él y
el batería, Juanma Fariña, fueron, al menos para el que escribe estos párrafos,
lo mejor de la noche. Continuaron desgranado su disco con “Fusilado”, dedicada
a l@s asesinad@s durante la matanza de Badajoz a manos del carnicero Yagüe, con
bandera republicana por capa incluida, y “Muerte Colateral” para enganchar con
el primer “popurrí” de su noche a cargo de temas de Metallica. Para entonces ya
tod@s estábamos totalmente entregados, de manera que cuando llegó el turno de
“El Torito”, este quizá sea mi tema favorito de ellos, ya no podíamos parar de
movernos. Traca final con el recuerdo a una de las bandas que más me han
gustado de siempre del Rock Estatal, estos no son otros que Barricada, a través
de su segundo, y último, ”popurrí”. Conexión total con l@s asistentes con
“Gracias Por Estar Ahí”, cuya letra es un buen repaso, hecho con mucho cariño y
simpatía, a los pros y contras de cada uno de los componentes del grupo y
cierre final con tó dios bailando la música de “El Último Mohicano” en plan
desfase total.
Sigo opinando que tenemos grandes bandas, solistas y músicos,
en general, en nuestra comunidad. Ver a grupos como Omnia Transit no hace otra
cosa que darme la razón. Entonces por qué no están donde se merecen. Pues
porque si, a nivel estatal, las cosas están como están, en Extremadura seguimos
teniendo las mismas carencias y más aún. Sea como sea, espero que estos dos
combos sigan adelante contra viento y marea para poder disfrutar de más noches
parecidas a la que pasamos en la sala cacereña "Vora". El tiempo seguirá pasando
inevitablemente, pero momentos como estos hacen que su transcurso sea más
llevadero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario