Quiero empezar esta crónica dando las
gracias al Juan Carlos y todo el personal del Drive de Cáceres por ese gran
esfuerzo que siguen haciendo para poder seguir ofreciéndonos, año tras año, una
nueva edición del Extrepride. A pesar de tener que cambiar de ubicación, por causas
meteorológicas, pudimos disfrutar de unas cuantas actuaciones y Djs que
animaron el cotarro hasta altas horas de la madrugada. La cara fea de la
jornada la puso el o la cafre que se dedicó a disparar con una escopeta de
balines al personal hiriendo a dos personas. Que sí, que puede que fuera porque
le molestaba el ruido de la música, como dice la prensa pero, personalmente, me
sigue dejando un tufazo a homofobia que tira patrás. Además hay que estar un
poco mal de la olla para hacer una cosa de estas, se empieza con balines y
nunca se sabe con qué se puede acabar. Una vez dicho esto, pasemos a lo que
vivimos mi novio, algunos amigos y amigas y yo durante esa noche.
Tengo que aclarar que del incidente de
los balines no tuve notica hasta la mañana siguiente a través de la prensa ya
que mi novio y yo llegamos al recinto, el Pabellón Serrano Macayo, sobre las
20.30 y, por lo que tengo entendido, eso fue antes. La primera actuación de la
que pudimos disfrutar fue la de Marvelous ofreciendo un número de homenaje a
Celia Cruz en el que lució varios modelos superpuestos. Acompañada de Miranda
Pa Cuenca nos hicieron vivir uno de los momentos más simpáticos de la noche al
encargarse ambas de publicitar en vivo a uno de los promotores del evento. A continuación
la propia Miranda Pa Cuenca se recorrió el escenario para ofrecernos un número
en el que pudimos ver el modelazo rosa que llevaba en todo su esplendor.
Inferna te puede gustar más o menos pero hay que reconocer que tiene un estilo
propio que sabe explotar. Este año se enfundó en la piel de Maléfica, con cuernos
incluidos, para hacerse con el público nada más salir a escena. Acabó la sesión
de Drags locales con Queen Bee y su actuación bastante emplumada. Antes de
seguir, y como veréis en mis siguientes comentarios, diré que, para mí, este
grupo incondicional de Drags fueron las triunfadoras de la noche. Unas por
simpáticas, otras por su acercamiento a la gente, niños y niñas incluidos, y otras
por su actitud en el escenario.
Con Dj. Jesús Cutre Deluxe empezó el
calvario técnico de la noche. Nada más comenzar su actuación, estaba sonando la
intro, aquello se empezó a ir al garete provocando unos tremendo parones entre
actuación y actuación que perjudicaron bastante. Nos quedamos un rato
escuchando su música pero, ante tanto fallo, decidimos irnos a cenar algo para seguir
con fuerzas esa jornada. A la vuelta nos encontramos en el escenario con La Prohibida
que sobresalió por hacer un set bastante a medio tiempo y por estar enfundada
en un modelo bastante sencillito para la ocasión. La verdad, la he visto en
mejores momentos. Invitó a las demás drags de la noche a que compartieran
escenario con ella quedándonos con, lo que podíamos denominar, la foto de esta
edición.
La triunfito Natalia se presentaba como
la estrella de la noche. Esa muralla de guardaespaldas para subir y bajar de
las tablas daba fe de ello. Lo malo es que a mitad de su actuación volvió a
irse el sonido de la mesa quedándose ella sola cantando para delirio de sus
seguidores. Decidió dejar el escenario durante unos minutos mientras se
solventaba aquello y volvió para interpretar apenas tres o cuatro temas, uno de
ellos un popurrí, y despedirse sin demasiada suerte. Un nuevo paroncete antes
de que Dj. Palomo, un clásico ya del Extrepride, nos pusiera a bailar con su
música. Antes de quedarse solo ante los platos se hizo acompañar de Priscilla
Due que, con su indumentaria de mujer de acción, se
dejó caer unos cuantos temas míticos del Pop. Aguantamos un poquito más
disfrutando, como dije antes, de Dj. Palomo y mi novio y yo dimos por
finalizado este Extrepride 2014.
Otro de los puntos que resaltaría de
esta edición es sus precios populares que dan a entender que si se quiere se
puede tener una barra accesible a todos y todas. Buen ambiente, buena compañía
y ganas de pasarlo por parte de los y las asistentes crearon un buen rollo que
fue la tónica de toda noche. Ya no nos queda más que esperar a la próxima
edición en la que esperamos, por un lado, pasarlo tan bien o más que en esta y,
por otro, que no aparezca ninguna o ningún energúmeno que se dedique a
estropear la fiesta de manera tan agresiva. Felicidades a la organización y
gracias, de nuevo, por seguir estando ahí. ¡Hasta el 2015!
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