Primera edición del Conciertazo Amstel
en el Recinto Hípico de Cáceres, en las banderolas de ambos lados del escenario
ponía Concierto Molón, a cargo de Desastre, Sidecars y M-Clan. Un de las
ventajas de este evento es que la entrada fue totalmente gratis. Se accedía a
dicho recinto canjeando unas invitaciones que podías retirar en los locales con
cerveza de la citada marca por la entrada física en una conocida emisora de
radio. Esto hizo que la asistencia fuera masiva compartiendo el concierto gente
de todas las edades así como familias enteras. Creo que si hay algo que la
ciudad de Cáceres ha aprendido durante todos estos años es a mezclarse en los
conciertos. No importa quien tengas a tu lado, después de tantos Womad y
acontecimientos varios en la plaza y demás espacios, los lugareños hemos
aprendido a no tener tantos prejuicios a la hora de compartir diversión y buena
música en directo. Esto se notó y mucho el viernes pasado, sobre todo en la
cara de alegría de la mayoría de los asistentes.
Pasadas las nueve y media de la noche
hicieron su aparición en el escenario los madrileños Desastre. Es un grupo
curtido en carretera y conciertos y eso se nota en directo. Con unos cuantos
discos a sus espaldas venían ofreciendo un set list variado repasando así su
extensa carrera. Practican ese tipo de Rock tan nuestro que unos llaman
callejero y otros urbano y que, de esto estoy seguro, allende de nuestras fronteras
no lo entendería demasiada peña. Fue una actuación cargada de fuerza y mensaje
pues las letras de sus temas son así, directas y sin rodeos. Era la primera vez
que los veía y me dejaron un buen sabor de boca sobre todo con temas como “Me
Piro”, “África”, “Utopía” o la versión de Leño “Aprendiendo A Escuchar”. La gente
estaba encantada con ellos consiguiendo de esta forma que, a la primera, el
concierto fuera subiendo de tono. Ánimo Desastre, espero que sigáis en la
brecha como mínimo el mismo tiempo que lleváis andado.
Del concierto de Sidecars puedo hablaros
bien poco pues me pasé casi toda su actuación intentando hacerme con un
bocadillo. Ya sé que era una marca de cerveza la que patrocinaba todo este
jolgorio pero el tema de los bocadillos fue penoso, por no decir algo más
fuerte. Si realmente, y eso espero, pretenden volver a hacer este
acontecimiento los próximos años espero que lo subsanen pues no se puede tener
un solo puesto de comida de donde salín bocadillos de cuatro en cuatro cada
diez minutos para las casi cinco mil personas que asistimos a Hípico. A pesar
de que su música no entra dentro de mis gustos debo reconocer que lo poco vi me
gustó. Cuando alguien que está encima de las tablas se está dejando la piel en
ellas es justo reconocer su labor. Me recordaron excesivamente a Pereza con
algún toque más roquerillo pero bastante comercial. Lo cierto es que había
mucha gente que los conocía y corearon mucho de sus temas con lo que
disfrutaron tanto músicos como público. Solo un pero, lo de no salir a hacer
bises y currarse el concierto de un tirón lo lleva haciendo Extremoduro hace ya
tiempo. Por lo demás solo darles la enhorabuena y desearles la mejor de las
suertes.
Rozando la medianoche hicieron su
aparición en el escenario una de las bandas que más ganas tenía de ver en
directo y que, hasta ahora, no había conseguido hacer. Sí que tengo que
reconocer que me gustaban mucho más sus primeros trabajos que estos últimos
habiendo alguno que incluso no me gustan nada pero, como suele pasar en estos
casos, la cosa cambia cuando ves a un grupo en vivo. Empezaron fuerte con un
clásico como “Usar Y Tirar” y de ahí en adelante fueron mezclando temas míticos
de su carrera como “Perdido En La Ciudad” con otros más novedosos tales como “Basta
De Blues”, un gran momento del concierto, o “Las Calles Están Ardiendo”. Se le
veía con ganas y el público estaba totalmente entregado pero hizo su aparición
la lluvia y aquello cambió totalmente. No bastaron los ruegos de Carlos Tarque
apoñándose en el respetable para que el cielo dejara de descargar agua. Esto propició
que el concierto se acelerara un poco en su parte final produciéndose de esta
manera un momento de furor brutal pues dejaron caer una lista de tres o cuatro
temas que estábamos esperando con ansiedad. Así desde que tocaran “Maggie
Despierta”, versión de Rod Stewart, hasta acabar con “Carolina” y “Quédate A
Dormir” la euforia subió por momentos. Cabe decir que otro momento álgido fue
la interpretación de “Llamando A La Tierra”, cover de Steve Miller Band con el
que alcanzaron el mayor de sus éxitos. Espero volverles a ver pronto de nuevo y
en mejores condiciones metereológicas. Gracias a M-Clan por el buen rato que
nos hicieron pasar.
A ver si es verdad que este
microfestival tiene continuidad y podemos disfrutar de él durante muchos años
pero, por favor, cuiden los puestos de comida que, como decimos por estos
lares, nos tuvisteis jalamíos todo el concierto.
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