El caso de Daniel Mainé es totalmente
contrario al mío. Este andaluz nacido en San Fernando, Cádiz, controla los
personajes tanto de Marvel como de DC a la perfección, algo muy valioso a la
hora de crear Beartoncity. ¿Pero qué es eso de Beartoncity? Pues es, nada más y
nada menos, que una ciudad donde la mayoría de su población es gay y un porcentaje
bien alto son osos. Pero no sólo de Bears se alimenta el mapa de estas
historias. Podemos encontrar sitios tales como Gainish Village, donde se instala la redacción de la revista “Bold”,
Coñi Island D.C., perteneciente al Archipiélago de Lesbos, Nasgard,
ciudad de origen de Bhor, Heteronia, donde reside la minoría hetero, o
Villacornaleja del Condado. Pues bien, es en estos lugares donde transcurren
los hechos tanto de “El Abominable Hombre Del Cuarto Oscuro”, primer número de
la serie, como de “Crisis En Tierras De Cruising”, segunda entrega de la misma.
Para luchar contra ese Abominable Hombre
del Cuarto Oscuro el comisario Pepe solicita la ayuda de los superhéroes más famosos
de Beartoncity entre los que se encuentran Ironbear, Bhor o Green Lighter además
de los aspirantes Bestia y Rainbow Kids. Como dije anteriormente, Daniel sabe
usar a la perfección la comparativa con los superhéroes de toda la vida
otorgándoles así a estos suyos una serie de poderes que acabarán utilizando para
dar con la clave de quién es ese misterioso hombre que deja seco a sus víctimas
de una muy “placentera” felación. Que como lo consiguen, si es que lo
consiguen, es algo que deberéis descubrir vosotros. En la Crisis en esas Tierras
de Cruising aparecen en escena tanto nuevos superhéroes, caso de Wonderbollo o
Rocketbear, como esos supervillanos, los
Siete Mortíferos, sin los que la existencia de aquellos no se entendería. Estos
son El Manolín, Pop-Eye, Demoledor, Pink-Panther, Cool-Hunter o Sinesbro. A ellos deberán enfrentarse los
defensores de Beartoncity para que Heteronia no acabe imponiendo sus ideas
sobre el mundo.
Así contando puede que esta serie no
aporte nada nuevo. Os aseguro que esto es algo totalmente incierto. Además de
darle esos poderes especiales, siempre basados en los originales, a cada supervillano
y superhéroe de manera excelente, Mainé
usa un lenguaje cargado de referencias al mundo osuno que pone de manifiesto su
sabiduría Bear. Me parece que se sale cuando utiliza tanto expresiones propias
del ambiente como bautizando lugares tan concurridos como saunas, “Sudá” o “El
Edén Port Culo”, pubs Leathers, “Pissamme”, o sitios de recreo, “Marica-Dor. Sus dibujos son muy
personales, con un estilo que los hacen reconocibles una vez hayas leído las
primeras páginas del cómic. Las viñetas están repletas de detalles a los que
hay que prestar mucha atención y que arrancan más de una risa al lector. Es evidente
que en un tebeo gay no pueden faltar las escenas de sexo. En Beartoncity las
hay, muy bien reflejadas, en su debida medida y, lo más importante, como parte
esencial de la trama que Daniel nos quiere contar.
Así que ya veis, no sé a qué esperáis
para echar un vistazo, o dos o tres, a estos personajes y sus historias. Yo ya
estoy deseando que salga el número tres para seguir disfrutando con ellos y sus
Bearaventuras. ¡Arriba Las Barrigas!!!!
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