Este mes de marzo se cumplen
treinta años de la salida al mercado de uno de los discos más importantes del Heavy Metal, “The Number
Of The Beast”, de Iron Maiden. Como se han escrito miles de páginas, tanto
virtuales como en papel, sobre esta obra de la banda británica yo me dedicaré a
hacer una reflexión de lo que significa para mí tanto este redondo como la
propia banda en sí.
El primer recuerdo que tengo de
Iron Maiden es del disco “Killers”. Estudiaba en un colegio de curas en Don
Benito (Badajoz), en el Claret para ser más exacto, el cómo llegué a estudiar
allí es un tema largo de contar pero os puedo asegurar que no fue por el poder
adquisitivo de mi familia, y justo en frente de la `puerta de entrada y salida
del recinto había una tienda de esas que por aquella época lo mismo te vendía
una bolsa de pipas que una bicicleta o un disco. Recuerdo que pasábamos, mis
amigos y yo, muchas tardes mirando en el interior de la tienda los escasos vinilos que traía aquella humilde señora. Te podías
encontrar desde el último de Jose Luis Perales hasta el “Made In Japan” de Deep
Purple, todos mezclados y sin orden alguno. Una tarde alguien corrió la voz de
que en el escaparate de la tienda habían colocado un disco de unos tal Iron
Maiden con una portada que teníamos que ver porque era totalmente
indescriptible. Todo el mundo pensamos que aquello era un simple rumor que
alguno se había inventado para pasar la tarde. Pero no, no era un bulo. Después
de más de dos horas de clase, aquella tarde todos los amantes del rock en
cualquiera de sus vertientes que estudiábamos en el colegio salimos disparados
para ver si era verdad. Nos quedamos de piedra viendo aquel monstruo con aquel
careto. Como la pobre señora de la tienda sólo había traído una copia, era lo
que siempre hacía, no se arriesgaba a más, y era la que estaba en el escaparate
no pudimos tocarlo pero no nos cansábamos de mirarlo, unos dentro de la tienda
comentando la trasera del disco y otros, entre los que me encontraba yo,
pegados al cristal del escaparate sin poder quitar los ojos de aquel “Killers”.
No recuerdo bien quién fue el afortunado en llevarse el disco a casa lo que sí
puedo asegurar es que en una semana había un montón de cintas de cassette
grabadas rulando por el colegio. Entonces nadie decía que aquello era
piratería. Alguien se compró un disco y se hicieron como cien copias del mismo
y nadie puso el grito en el cielo.
Ni que decir tiene que todos nos
hicimos fans acérrimos de Maiden en menos que canta un gallo. Algunos dejaron
de ser seguidores número uno de Judas o AC/DC para pasarse a los ingleses, yo
aseguro ser un gran fan de ellos pero mis AC/DC están siempre un escalón más
arriba que nadie. Después llegó la noticia de que Paul Di´anno era expulsado de
la banda y el miedo empezó a correr como la pólvora. No era posible que una
banda de ese calibre se fuera al garete después del revuelo que habían creado. El
hecho de que AC/DC hubiera cambiado de cantante de manera exitosa no era
precisamente un buen referente y todos nos temimos lo peor. En estas llegó el “The
Number Of The Beast” con un nuevo cantante que nadie conocía ni sabía de dónde
había salido. Qué queréis que os diga si “Killers” tuvo su historia este disco
fue un verdadero puñetazo en toda la frente. Me quedé sorprendido desde el
primer momento que lo escuché. La voz de Dickinson me enganchó alinstante. Sí,
soy de los que prefiere los Maiden de Dickinson a los de Di´anno, cuestión de
gustos. Me lo compré en cinta y cuando acabé de escucharla entera, con ese
pedazo de cierre con “Hallowed By The Name”, supe que algo muy grande acababa
de ponerse en marcha. Luego llegaron “Piece Of Mind”, “Powerslave” y otro y
otro… pero eso ya forma parte de otro relato.
Llevé el parcha de la gira de
aquel disco, “The Beast On The Road”, a la espalda en mi chupa vaquera durante
muchos años. He visto a Maiden siete veces en directo, la primera vez en aquel
mítico concierto junto a Metallica, Helloween, Anthrax y Manzano en La Casa De
Campo de Madrid, el Monster Of Rock del 88 con la gira de “Seven Son Of The
Seven Son”, una de ellas en el Gods Of Metal italiano y la última vez en ese pedazo de concierto que
dieron en Mérida. Soy un gran seguidor de ellos aunque sus últimos trabajos no
me entusiasmen en exceso y sigo pensando que son una gran referencia tanto en
el mundo del Heavy Metal como de la música en general. Se lo han currao de lo
lindo girando por todo el mundo y dejándose la piel en cada uno de sus
conciertos, ya sea en la India como en Japón o Chile y se merecen todo el
respeto por ello. Siguen en la brecha, sacando discos y DVDs y allá donde van llenan.
Muchos pensarán cómo es posible, pues está claro, porque hacen lo mejor que
saben hacer MÚSICA, así con mayúsculas y este “Número De La Bestia” es viva
prueba de ello.
Felicidades por estos treinta
años. “Invaders”, “Children Of
The Damned”, “The Prisioner”, “22 Acacia Avenue”, “The Number Of The Beast”, “Run
To The Hills”, “Gandland”, “Total Eclipse” y “Hallowed By The Name”, gracias,
mil gracias por existir. Estaréis en mi mente para siempre.
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