Gran noche la que nos ofreció Fermín Muguruza en Mérida, y no
solo a nivel musical, que fue donde más. Soy de los que nunca llegó a ver a
Kortatu por pura dejadez, por aquello de que ya los veré más adelante, y ese
más adelante se difuminó para siempre. Sí que tuve ocasión de ver a Negu
Gorriak, junto a la Banda Bassotti, en una semana grande de Bilbao. Y hasta
ahora ni me hubiera imaginado que iba a tener la oportunidad de ver y vivir un
concierto cuyo repertorio estuviera basado en estas dos grandísimas bandas,
además de temas en solitario de Fermín. Cuando digo que esto fue algo más que
un concierto, hago referencia a varias cosas. En primer lugar, al reencuentro
con no sé cuánt@s colegas que hacía mil que no veía, y eso siempre es muy
reconfortante. Después está todo lo referente al asunto político que rodea al
músico vasco, algo que ha tenido que soportar con anterioridad en varias
ocasiones y lugares, incluido Mérida. Esta vez no faltó la gansa, por no decir
otra cosa, del partido con nombre de diccionario de la EGB y su charleta
ultrapatriota. Y, por último, la buena organización del evento, a pesar de la
larga cola para sacar tickets.
Después de saludar y pararnos decenas de veces, conseguimos entrar cuando el Reggae femenino de l@s paisan@s de Asina Önde echaba a andar. Como he dicho, no pude prestarles demasiada atención hasta la tercera o cuarta canción por lo de los tickets. Con Paloma Pascual al frente de un combo bien engrasado, fueron dejando caer temas como Sigo Caminando, La Mariposa o Verde, pertenecientes a su trabajo Entre la Encina Y La Jara. Se centraron en este disco durante el tiempo que tuvieron, sin dejar atrás el corte que le da título o Extrañas, además de una gran versión de I Shot The Sheriff, de Bob Marley. Todo interpretado por un grupo de músic@s que no se amilanó ante un público que estaba más a la espera de lo que vendría después que de ell@s. Por cierto, más tarde he comprobado que tanto Paloma como Esther, la encargada de la percusión, habían formado parte de Descalzas y tengo un muy buen recuerdo del concierto que dieron en Cáceres durante la celebración de un Orgullo LGTBIQ+. Me gustaron en ese momento y me han gustado ahora. Mucho ánimo y más suerte por esos escenarios.
Con todo el personal que invadía las afueras del recinto una
vez dentro, comenzó el akelarre antifascista protagonizado por Fermín y un
elenco de músic@s de muy alto calibre, como Lide Hernado a la guitarra y voz,
Gloria Muriel a la batería o Xavi Solano al acordeón. Después de unas
proyecciones donde pudimos ver el recorrido musical de Fermín a través de las
portadas de algunos de sus discos, además de una pequeña proyección, dicho
reparto de músic@s hizo su aparición en escena para interpretar Maputxe,
antes de presentar por todo lo alto al solista vasco. La siguiente en caer fue Urrun,
y no tardó en llegar la primera de Kortatu, que no fue otra que Hay Algo
Aquí Que Va Mal. Está claro que las canciones de su banda primigenia iban a
ser las más laureadas, pero otras como Balazalak o Berlin - Ulrike
Meinhof sirvieron para que el ambiente fuera subiendo como la espuma antes
de volver a atacar con La Línea Del Frente.
Saludos a tod@s l@s presentes y recuerdos a incidencias
pasadas antes de continuar con In-komunikazioa y otro clásico de Kortatu
como es Desmond Tutu. Llegados a este momento del concierto, se puede
decir que la conexión entre banda y público era más que total, excepto la del
típico que no para de hablar, como el que me tocó uno de estos justo detrás. Newroz
sirvió para recordarnos la lucha del pueblo kurdo. Azoka Eguna nos
trasladó a un día de mercado de barrio y con Euskal Herria Jamaika Clash
pudimos disfrutar de Xavi Solano por primera vez en todo su esplendor. Vuelta a
Kortatu con Nicaragua Sandinista, que puso todo patas arriba ante una
peña que queríamos más de lo que él y su banda nos quisiera tocar, como Black
Is Beltza, sonó tremenda. Volvió a Negu Gorriak con Hiri Gerrilaren
Dantza, B.S.O. e Itxoiten sin olvidar su carrera en solitario
con Bidasoa Fundamentalista.
Dos trallazos de Kortatu, Etxerat! y Zu Atrapatu
Arte, consiguieron que acabáramos de sudar todo lo que nos quedaba por
sudar como preludio de las tremendas Kolore Bizia y de Radio Rahim.
Antes de pedirnos que interpretásemos a grito pelao la Internacional, no se
olvidó de Dub Manifest. Pero cuando los grados subían hasta el techo de
Ifeme era con Kortatu, y ahora tocaba El Último Ska De Manolo Rastamán,
que fue pura entrega y diversión. Se dieron, y nos concedieron, un pequeño descanso
antes de la grandísima Yalah, Yalah, Ramallah! y de Lepoan Hartu Ta
Segi Aurrera, para dar paso a Xavi Solano y su acordeón en Gora Herria.
Evidentemente, tod@s éramos conscientes de que en el momento en el que Fermín
nos hablara de Sarri, Sarri aquello sería el final. Pero qué final,
alargado hasta la eternidad con todas las gargantas del pabellón vociferando a
pleno pulmón, al tiempo que l@s componentes de Asina Önde eran invitad@s a
participar del broche final de este akelarre antifascista más que necesario en
los tiempos que corren.
Muy grande Fermín Muguruza. A pesar de echar en
falta algún tema mítico, ofreció un concierto donde tod@s l@s músic@s que le
acompañan tuvieron su momento de protagonismo. No pasó por alto los conflictos
en distintos lugares del planeta, como Palestina o el ya mencionado Kurdistán,
así como el recuerdo de su hermano Iñigo, el apoyo de la peña de Andalucía en
sus visitas por el sur o la lucha que tenemos por estos lares ante las
aperturas de las minas de litio y otros minerales que nos quieren cascar en
distintos puntos de la región. Eskerrik Asko por una noche inolvidable de buen
rollo, buena compañía y mejor música.