martes, 20 de agosto de 2024

El Mundo Turbio De Richard Corben

 


Siempre es una alegría que llegue a tus manos una obra que no hayas leído de algun@ de tus autores/as favorit@s. Pues bien, eso es lo que me ha ocurrido con este Mudo Turbio, de mi querido Richard Corben. A estas alturas no debería hablar dela vida de Corben, pero visto que en el fabuloso prólogo que hace Mike Mignola, nada menos, en este cómic todavía hay algun@s que piensan que es un autor novel, voy a hacer un pequeño repaso a su biografía.





 Corben nació en Misuri y se crio en Sunflower, Kansas. Su primer cómic tenía como protagonista a Trail, el perro de su familia. A este siguieron imitaciones de Tarzán y de Brothers of the Spear, además de mostrar gran interés por el mundo de la animación. Después de pasar por el Kansas City Art Institute, y de no mostrar interés alguno por la universidad, produjo su primera película de cinco minutos basada en las pruebas de Hércules. Una vez se hubo graduado, se propuso ir a Nueva York para iniciar su carrera en el mundo del cómic y de la animación, paso que nunca llegó a dar. De este modo, encontró un trabajo local como dibujante, animador y camarógrafo. Pasada una década, empezó a dibujar cómics y fanzines underground, llegando a publicar en Creepy la serie Eire y Vampirella. Cuando su carrera estuvo consolidada, publicó en las revistas Heavy Metal y Metal Hurlant. Hizo sus pinitos en DC, Marvel o Dark Horse, entre otras editoriales. Por estos lares lo conocimos bien gracias a la amistad que le unía con Josep Toutain.  Corben nos dejó el 2 de diciembre de 2020, y el mundo mutante se volvió cada vez más borroso.



¿Qué tiene de especial este Mundo Turbio? Aparte de publicarse, por fin en este Estado, para l@s seguidores/as del maestro norteamericano, no mucho, que no sea el placer de plantar la vista en las aventuras de un nuevo personaje llamado Tugat. Para aquell@s que aún no conozcan la obra de Corben, este volumen podría ser un buen comienzo para adentrarse en la misma. Y es que aquí confluyen todos los ingredientes propios de este autor, desde esos colores hasta los rasgos típicos de sus personajes, incluida su voluptuosidad y su lenguaje.




Después de un largo sueño, nuestro protagonista Tugat es despertado por la bruja Mag, que le invita a conocer su destino, además de intentar tirárselo sea como sea. Y, como es natural en cualquier cómic de Croben, aquí echan a andar una serie de aventuras y pruebas a las que tendrá que hacer frente. Todo se inicia cuando debe atravesar un bosque enmarañado para alcanzar una de las dos ciudadelas que lo coronan. Pero, como era de esperar, mete la pata y acaba en la ciudadela menos propicia, donde se encuentra con unos seres rarísimos de los que consigue escapar retrocediendo en el tiempo.





Una vez fuera, conocerá a Moja, de la que se enamorará perdidamente y de la que se llevará todas las calabazas y traiciones del mundo. También se enterará de la muerte de su maestro Obex a manos del mismo que le ha robado su preciada yegua Frix, otro de los personajes esenciales en esta trama, y del que l@s venderá como esclav@s. Para escapar de dicha esclavitud deben luchar en la arena y vencer a todos sus contrincantes, incluido un babuino rabioso y feroz. Pero la huida no sale lo bien que soñaban, y Tugat pasa a formar parte de la guardia del tirano que gobierna la ciudad, después de haber demostrado su valía como guerrero. Este rango le servirá para escapar definitivamente y echar a andar por un Mudo Turbio donde se topará con tierras que absorben a todo ser viviente que las atraviesa, zombies que intentar asesinarle a cualquier precio y un cíclope que le perseguirá por haberle engañado con su preciado tesoro. Todo mientras él va avanzando en edad, pues comienza sus aventuras siendo un joven imberbe y termina con los rasgos distintivos de la madurez. Y hasta aquí el resumen de estas andanzas y correrías de Tugat. Quedan muchas que vosotr@s deberéis descubrir por vuestros propios medios, que no son otros que leyendo este cómic.







Como ya he dicho, Mundo Turbio tiene todos los ingredientes característicos de las grandes obras de Corben. La ingenuidad e inocencia, unida a la fuerza física, de Tugat bien recuerdan a Den. Los personajes a l@s que se enfrenta a lo largo de estas páginas podrían pertenecer a Bloodstar. Los paisajes no dejan de ser lugares desoladores que no distorsionan de los que inundan el Mundo Mutante. Y, por supuesto, tenemos a una gran narradora de todo este engranaje en la bruja Mag, al más puro estilo de tío Creepy, solo que esta tiene unas intenciones que nunca acaban de estar claras del todo. Por eso os invito a que os deis un paseo por estas páginas, cuyo final queda abierto, o así lo intuyo yo, a que sigamos conociendo a Tugat en la búsqueda de su destino. En cuanto a esta edición, hay que añadir que incluye una serie de bocetos que no tienen ningún desperdicio, además del ya referido prólogo de otro grande como es Mike Mignola. Gracias, maestro, de todo corazón, fuiste un@ de l@s que encendió la mecha de mi pasión por las viñetas. Volver a leerte ha producido en mí una mezcla de alegría y nostalgia. Pero, como siempre, ha sido un verdadero placer.

 


 


jueves, 8 de agosto de 2024

Testo Mandrílico Agosto 2024

 

PALOMA BLANCA


Soy un perro callejero y, sea como sea, quiero ser libre. Libre para vagabundear con la luna llena como yegua brava desbocada vagando por ahí, como una paloma blanca cruzando el campo de la bota. Me he juntado con navajeros de sangre caliente y puños de acero, a los que abandonaba deprisa, deprisa, siempre que te veía por la calle abajo. De boca de mis colegas supe que vivías en las chabolas, también me dijeron que eras una mujer de compra y venta, de esas que se divierte enamorando, un amor pecador, de segunda mano. Y yo, cada día me armaba de valor para acercarme a ti y decirte: «Carmen, morena, quién te riza el pelo. Aunque no te puedo dar riqueza, regálame tu pañuelo. Que sepas que me llaman loco porque no sé cómo te quiero, pero yo me quedo contigo. Así que vente conmigo, flor».

Amor, amor, amor, no dejo de pensar en ti, porque pudimos ser historia, pero se nos atravesó la heroína. Esa maldición que cambia tu forma de ser. Y el pico te volvió una embustera que no sabía lo que hacía. Sé que la vida fue dura conmigo, que me importaba más la aguja que este me confesara: «A tu mujer me la llevé a la era», o que aquel me soltara: «Mira cómo ronea esa gitana tuya. Esa es pa ti y pa tu primo». En venganza, me arrimé a la paya para que me pagara el caballo que galopaba por mis venas. Hasta que llegó la mañana en la que del cielo cayó un pañuelo. Te levantaste de la cama, me miraste con tus ojos negros y me gritaste, alto y claro: «¡No soy feliz! ¡Ya no quiero más tenerte!». Cogiste la puerta y yo me puse como un volcán mientras te deseaba a voces: «¡Mala ruina tengas!».

La otra noche, la mama me dijo que te habían encontrado tirada debajo del puente de las vías. ¡Ay, qué dolor! No dejo de pensar en ti. Dios mío, basta ya, dame veneno para acabar con el sufrimiento que me provocan estas espinas. Pero el Señor no me lleva, y esto sí que tiene guasa. Eres tú quien me vienes en sueños para susurrarme: «No se puede morir de amor. Volverás conmigo y bailarás con alegría». Luego, me despierto sudando, me fumo un cigarro de esos que me saben a humo e intento convencerme de que, en esta vida, todo son ilusiones, ni más ni menos.