El sábado 15 de Diciembre fue el elegido por mi amiga y
compañera de andanzas literarias Pilar Alcántara para presentar, en la
Biblioteca Pública de Cáceres, su último libro, “El Barquito Letrero”. Esta
obra está ilustrada de manera exquisita por otra gran compañera aventuras
literarias, Cora Ibáñez. Hablar de Pilar es hacerlo sobre alguien con una
capacidad de trabajo y un corazón enormes. Maestra y escritora, sus libros, en
general, suelen estar pensados para que ese público que forman sus alumn@s
puedan entender e iniciarse en una serie de valores imprescindibles para que
tod@s construyamos un mundo mejor. Este “Barquito Letrero”, con un interesantísimo
prólogo de Carolina Bello, está repleto de poemas acerca de temas tan
importantes como la libertad, el amor y el respeto a los animales y a la
Naturaleza, la amistad o la paz. Tampoco deja atrás mensajes en forma de poesía
para que sepamos afrontar nuestros miedos, para que aprendamos a abrirnos y ser
más comprensivos con l@s demás o para que sepamos desprendernos de todos esos
roles que la sociedad nos intenta imponer día a día. Estos poemas están
construidos a base de “barquiletras” que son los versos que el “Barquito
Letrero” ha ido recopilando por esos mares del planeta y que Pilar se va
encontrando en la playa en sus días de paseo para luego transcribirlos tras
muchas jornadas de trabajo. Cada una de estas poesías está dedicada a gente
cercana a la autora, algo que hace mucho más colectiva la obra. Como dije
antes, el libro está repleto de las ilustraciones que Cora ha hecho para la
ocasión. Ilustraciones de suma calidad que ayudarán a l@s niñ@s, y l@s no tan
niñ@s, a comprender y adentrarse mejor en esas “barquiletras”.
La presentación estuvo hasta arriba de padres, madres e hij@s, además
de amig@s y conocid@s de las autoras. Intervinieron desde la Pulpita
Cascabelera hasta los marineros del “Barquito Letrero”, pasando por una
fantástica intérprete de lenguaje de signos o la cantautora Pilar Barriga que
amenizó el evento con canciones sobre barcos que tod@s conocemos desde nuestra
infancia. Fue un acto intenso de esos que hacen que el tiempo vuele de lo bien
que te encuentras. Esta es una de las cosas que Pilar, y sus acompañantes,
consigue en cada una de sus presentaciones, crear momentos mágicos que se
incrustaran en la memoria de l@s menores para el resto de sus días. A esto hay
que sumarle que sus presentaciones siempre están abiertas a la participación
del público, algo que ocurrió por parte tanto de algun@s de sus alumn@s como de
voluntari@s más entrad@s en años. Enhorabuena a Pilar por esta nueva gran obra
y a Cora por darle color y vida a través de sus ilustraciones. Puede que os
suene a exageración, pero estoy totalmente convencido de que si los libros de
Pilar estuvieran en todas las escuelas y colegios del Estado y del mundo entero
este iría mucho mejor y mejor nos iría a tod@s.
Después de tomar un café nos acercamos a la Fundación
Mercedes Calle sita en la Plaza de San Jorge cacereña para ver a la exposición
“Historias Del Tebeo: 1917 – 1977”. Es un sentimiento agridulce el que recorre
mi cuerpo y mente cada vez que voy a alguna de las exposiciones que se hacen en
dicho espacio. Por un lado, me alegro de poderlas ver con la tranquilidad que
da el no estar rodeado de demasiada gente, hubo un momento en el que estábamos
solos mi novio y yo, y por otro, tristeza de que no tengan más repercusión. Soy
consciente de que en este Cáceres hay bastantes aficionad@s al mundo de las
viñetas que luego se andan quejando de que no hay nada, bueno, esa queja está
muy generalizada en esta ciudad, pero que, a la hora de la verdad, no ponen
interés en asistir a este tipo de acontecimientos. Después con decir que no le
han dado la suficiente publicidad lo arreglan todo. Sea como fuere, yo y mi
compañero nos lo pasamos pipa viendo esas carátulas y tiras de los cómics que
han forjado nuestro interés y afición por ellos, la nuestra y la de much@s de
los que vinieron antes que nosotr@s. Es todo un lujo ver en vitrinas ciertos
tebeos que forman parte de mi colección, como es el caso del Totem que os
encontraréis en esta muestra.
La exposición, como bien dice el título, hace un repaso a
muchos de esos cómics que se han editado en este Estado a lo largo de 6
décadas. Encontraréis desde la maqueta del Nº 0 de “EL Jueves” hasta los
míticos “Mortadelo Y Filemón”, “El Guerrero Del Antifaz” o el famoso “Capitán
Trueno”. Además, en las dos salas que ocupa, podréis leer una serie de panales
informativos, nada enrevesados para que el público de menor edad pueda
entenderlos con facilidad, donde se explica cómo estas obras pasaron de los
periódicos a las revistas especializadas en este tema, las peripecias de sus
lectores a la hora de conseguir, o intercambiar, sus tebeos favoritos, el
importante papel de las agencias como motores económicos de este género e
impulsoras de much@s de l@s autores y autoras que lograron ser reconocid@s a lo
largo de los años, el mundo que se creó alrededor de los cómics “románticos”
dirigidos al público femenino, sobre todo niñas y adolescentes, para
inculcarlas los valores que el régimen fascista tenía pensado que serían los
apropiados para ellas y que, al menos, como parte, digamos, positiva, dieron
alas para que ilustradoras y guionistas se abrieran paso hasta llegar a ser
profesionales o el papel que jugaron los suplementos semanales de periódicos
como “Pueblo”, “Diario Español” o “Solidaridad Nacional” editando tiras en cada
uno de sus números. No hay que olvidar todo lo referente a los conocidos como
tebeos “oficiales” que son aquellos que editaban tanto el Gobierno de la época
como las entidades religiosas que lo acompañaban. Como ejemplo tenemos los
archiconocidos “Roberto Alcázar Y Pedrín” o “Flechas Y Pelayos”.
A partir de finales de la década de los 60 hasta el final de
los 70, que es donde concluye cronológicamente esta exposición, los cambios que
la sociedad del país está viviendo se ven reflejados, a su vez, en las viñetas.
Es entonces cuando empiezan a verse en los kioskos los conocidos como “Cómics
Para Adultos” que supusieron toda una revolución que alcanzó su clímax con
todas las publicaciones que poblaron los añorados años 80. Debemos tener en
cuenta que todo esto transcurre a través de la historia de un país que tuvo a
la censura como criba durante cuarenta años. Censura que supieron superar, con
mejor o peor resultado, el famoso “Plumby” o “Pulgarcito”, por ejemplo.
Y así pasamos una tarde de sábado cargada de “barquiletras”,
brujitas pintoras, pulpitas editoras, viñetas, bocadillos y mucha, muchísima
creatividad, ingenio y fantasía. Las mejores terapias para
afrontar este mundo enfermo.
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