miércoles, 28 de marzo de 2018

Jean Deuxard - Deloupy: "Love Story A La Iraní"









Cómics como este del que os voy a hablar en los siguientes párrafos son de los que hacen que siga enamorado de este estilo literario. Lo digo sin remordimiento o vergüenza alguna. El mundo de las viñetas hace tiempo que está llevando a cabo una labor de denuncia al ponernos delante de nuestros caretos occidentales cómo se vive, o se sobrevive, en otras partes del mundo en las que no nos paramos a pensar sino es porque salen de vez en cuando en las noticias. Mucha gente cree que aquí solo hay cabida para los superhéroes, el humor o la ciencia-ficción. Pues bien, os aseguro que l@s protagonistas de esta “Love Story A La Iraní” tienen todos eso ingredientes con la salvedad de que de ficción hay bien poca.




Jean Deuxard y Deloupy son los pseudónimos usados por dos periodistas para acceder a los testimonios de jóvenes iraníes que nos contarán sus experiencias en el campo de las relaciones amorosas y de pareja además de con la política. ¿Por qué hacen esto? Porque en Irán los periodistas extranjeros están mal vistos, más después de la reelección de Mahmud Ahmadineyad en 2009. Se hacen pasar por casados utilizando unos anillos que le sirven de acceso a una sociedad hermética y de esta forma poder seguir ejerciendo su labor a la vez que protegen sus fuentes. Con ello consiguen mostrarnos cómo es ser joven en Irán e intentar buscar pareja, sexo o intimidar con otras personas.




Gila y Mila tienen 26 años, viven en Teherán y llevan 8 de noviazgo. No duermen juntos y no tienen relaciones sexuales completas porque la familia política de ella puede pedir un certificado de virginidad antes de la boda, esta es una costumbre totalmente legal en Irán. La madre de Gila es conservadora y cree en el Khastegari, el matrimonio tradicional. Para esta mujer el casamiento es algo que debe hacerse más por negocios que por amor. Esto explica que el esposo que quiere para su hija deba tener coche, apartamento y trabajo estable. El padre de Gila propone a la familia de Mila que se presenten formalmente, esto significa que los novios hagan el paripé de no conocerse, para que la madre acepte la relación. A pesar de ello esta última sigue buscando pretendientes para su hija con mayor estabilidad económica. Ellos son dos jóvenes que no rezan, ni ayunan, ni van a la mezquita. Sueñan con que haya un cambio de régimen mientras dejan de ir a fiestas clandestinas para no acabar torturados, encarcelados o ambas cosas. Mientras sus sueños se hacen, o no, realidad opinan que en Irán la felicidad está prohibida para los jóvenes.




Saviosh tiene 20 años, vive en Teherán y es rockero. En Irán la única música permitida es la religiosa, los instrumentos musicales propios de Occidente están prohibidos con la contradicción de que en su ciudad hay una calle entera que te los vende. Es un guitarrista autodidacta que graba en estudios clandestinos y le es imposible tocar en la calle. Trabaja en un local donde la foto de Jomeini es obligatoria y las mujeres no pueden fumar, pero tod@s fuman. En su país los hombres y las mujeres no pueden compartir espacios públicos a no ser que estén casados o vayan con familiares. Si te pillan te obligan a casarte o te cortan una mano. Opina que después de lo del 2009 ha habido una desmoralización política que ha dejado a su generación totalmente anulada en ese sentido.




Vahid tiene 26 años y se cita con nuestros periodistas en el cementerio Behest-e Zahra, el más grande de Irán. No tiene nada que perder y quiere hablar de política. Para ello deben evitar a los basijis, seculares del régimen, hay entre 5 y 10 millones en todo el país. Explica cómo el gobierno utiliza la guerra irano-irakí para reprimir a l@s que la critican porque en ella murieron, según ellos, miles de mártires. Habla del caso Neda, de las detenciones y torturas que sufrió durante las revueltas de 2009 y del riesgo de ser expulsada de la Universidad y no obtener su titulación si es arrestada de nuevo. Cree que los iraníes no saben lo que quieren, que se han vuelto más cobardes y que han acabado acostumbrándose a las barbaries del régimen que los gobierna.




Kimia y Zeinab son dos amigas de 21 y 20 años, respectivamente. Zeinab hace el amor con su novio porque es algo prohibido y eso le parece excitante. Kimia encontró al suyo haciendo llamadas a móviles al azar, práctica habitual entre l@s jóvenes para matar el aburrimiento. Tanto en un caso como en el otro, solo acceden a quedar si el chico tiene coche por ser este su punto de encuentro. Están a favor de las operaciones estéticas para ambos sexos y tienen una noción del feminismo y del estado de la mujer en Irán muy particular. Creen que sin cambio de mentalidad no habrá cambio político porque hasta l@s liberales aceptan las tradiciones.




Omid tiene 25 años y reside en Bandar Abbas. Está totalmente flipao con la libertad que, según él, hay en EE. UU.. Sueña con ser presentador de un canal de la televisión yanqui. Estas cadenas están prohibidas, al igual que las antenas parabólicas, pero tod@s las tienen, incluidos los mulás. No puede salir del país sin haber hecho el servicio militar de 2 años porque si no su madre recibiría una multa y si no vuelve le quitarían la casa. Ha participado en la lotería del gobierno norteamericano para conseguir una Green Card, pero ha de tener cuidado porque el gobierno de su país sigue deteniendo a gente después del 2009. Lo hacen mandando SMS aleatoriamente en los que se advierte de la intromisión del ciudadano de turno en acciones en contra de régimen. Son tan al azar que hasta su madre ha recibido uno.



Ashem y Nima tiene 20 años y viven Yasz. Los padres de él la conocen, los de ella no. Empezaron su relación en la Universidad. Ella tiene como objetivo aprobar el examen final para poder ir al extranjero, pero él no quiere marcharse y está en contra de que la mujer trabaje. Piensa que la mujer puede estudiar, pero no trabajar, a esto añade una serie de opiniones machistas y xenófobas que ella desconocía hasta el momento de la entrevista.



Saeeedeh tiene 30 años y es de Teherán. Siente añoranza de lo vivido en la Universidad. La familia de su marido es muy conservadora, algo que ya le trajo problemas desde el mismo instante de la boda. Dejó atrás su sueño de ser abogada porque nadie la consultaría por el hecho de ser mujer. Se casó si estar enamorada. Ahora trabaja en una academia privada de inglés donde si se te ocurre hablar de política te echan a la calle. De todas formas, ella está desencantada con la política. Su sueño es irse al extranjero para que su hija pueda vivir de otra manera.



Soban tiene 28 años y reside en Mashhad. Es médico y su novia enfermera, se conocieron en un hospital, pero no saben demasiado el uno del otro. Llevan 4 años viéndose en parques o centros comerciales. Él no sabe si ella es la mujer de su vida. Critica la vida hipócrita que llevan los mulás y resalta la existencia de los Sigheh, matrimonios temporales. Está harto de reconstruir hímenes a chicas ricas mientras las pobres se suicidan. Ha ido de putas, su novia lo sabe, pero le perdona porque es pasado y ella quiere casarse. Él seguirá yendo de putas porque no quiere casarse con una mujer que le es desconocida, pero se resigna ante ello. Ella aguanta todo lo que le echen porque Soban es un buen partido como médico.



Jamileh, 29 años, de Shiraz. Es la primera mujer en su familia que viaja sola. Su marido también lo hace, pero alguna que otra vez deben hacerlo juntos. Cambiaron su apartamento por un coche y se fueron a vivir al barrio rico de los mulás donde estos se han convertido en mafiosos debido a las sanciones occidentales que oprimen al pueblo. Es un matrimonio que hace negocios con China y están intentando acceder al mercado ruso. El marido no habla nunca de política, ella participó en las manifestaciones del 2009, pero ahora calla por intereses de sus negocios. Explica cómo la Universidad es un lugar pensado por el gobierno para que los jóvenes encuentren pareja pues antes de eso la educación mixta está totalmente prohibida. El suyo es un matrimonio arreglado, si se divorcian él deberá pagarle a ella una altísima cantidad, conocida como Mehrieh. A pesar de esto han aumentado los divorcios en el país. En ellos la mujer sale muy mal parada porque el hombre casi nunca paga.



Leila, 26 años, de Teherán. Se queja de que los progres de su país se pasan medio año fuera y medio dentro. Es una mujer divorciada a la que los jueces le dejaron sin mehrieh porque eximieron a su marido de amortizarlo. Está tan sola que no puede ni tener un perro porque si te pillan te ponen una multa y matan al animal. Ahora es peluquera y asistenta doméstica. Tiene un matrimonio temporal que le permite verse con un hombre, pero no vivir juntos por su condición de divorciada, algo que los padres de él no aceptan tachándola de arrastrada.



Si habéis llegado hasta aquí os habréis dado cuenta de lo diferente que es la vida de est@s jóvenes, y no tan jóvenes, en comparación con la de aquí. Mientras nosotr@s ligamos mediante aplicaciones y chats, ell@s ni siquiera se pueden tocar o mantener relaciones sexuales abiertamente. El trabajo de estos dos periodistas es algo fuera de lo común. Con su labor han conseguido que me dé cuenta de cómo un pueblo puede llegar a vivir bajo el yugo asfixiante de su gobierno después de resignarse a no luchar por la represión brutal del mismo y los oídos sordos de la opinión extranjera. También han conseguido que mi atracción por la vieja Persia aumente de forma exponencial. Sé que no es un país donde los homosexuales seamos bien recibidos, de esos hay pocos, pero he de reconocer que me gustaría conocerlo algún día. Espero que ese día llegue cuando sus ciudadan@s puedan relacionarse libre y abiertamente como en otras muchas partes del mundo.




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