jueves, 28 de diciembre de 2017

Jim McCarthy - Brian Williamson: "Metallica: Nothing Else Matters. La Novela Gráfica Del Rock"









Existen ciertas bandas que llegan a formar parte de la historia del R&R bien por sus excesos, por sus grandes discos, por su indumentaria, por haber sido un revulsivo dentro de la escena rockera, por las tragedias vividas en sus filas o por su gran puesta en escena. Por supuesto que hay grupos que sólo destacan por una o varias de estas cosas y otros que contienen todas ellas y alguna más que, con toda seguridad, se me queda en el tintero. Metallica tiene todos estos ingredientes, algo que les ha llevado a la cúspide de los sonidos más duros del Rock. Se han escrito tantas biografías, tantos artículos, hemos leído tantas entrevistas, de cualquiera de sus miembros, y hemos visto tal infinidad de videoclips y conciertos suyos que poco nos puede sorprender algo nuevo sobre ellos. Lo bueno de cómics como éste es que, por una parte, aportan algo más a lo que ya podías saber sobre la banda, por otra, sin embargo, vuelven a repasar sucesos totalmente conocidos por la mayoría de los seguidores de los californianos, entre l@s que me incluyo. Ésto no es que sea bueno o malo, es lo que suele suceder cuando lees varias biografías ya sea de un personaje o de un grupo musical como el que vamos a tratar.




Antes de meternos en faena, os comentaré algo sobre los autores de este relato, Jim McCarthy y Brian Williamson. El primero tiene en su haber varias novelas gráficas acerca de bandas como The Ramones, The Sex Pistols, Kurt Cobain, Bob Marley o Michael Jackson, entre otros. A esto hay que añadirle un libro titulado “Voices Of Latin Rock” donde analiza el Rock Latino, a Santana y todo lo referente al barrio de San Francisco conocido como “Mission District”. En cuanto a Williamson es un ilustrador londinense especializado en novelas gráficas, storyboards, publicidad y diseño de personajes que ha colaborado con McCarthy en sus publicaciones sobre Michael Jackson y The Ramones. Tengo que reconocer que, a pesar de tratar historias de bandas que me gustan bastante, esta es la primera obra que leo de ambos.






Con un prólogo bastante bueno, en general, pues toca todas las épocas del grupo, pero no nombra ni a Newsted ni al “Reload”, la obra se divide en tres capítulos que pondrán sobre la mesa los distintos sucesos vividos por la banda. El primero comienza haciendo mención al jugador del baseball Mariano Rivera para seguir con una reflexión de Mustaine sobre el consumo de cocaína. Luego nos encontraremos con los contactos iniciales de los dos miembros originales, Ulrich y Hetfield, y sus primeros ensayos junto a Ron McGoveny interpretando “Hit The Lights”. Lars también tiene su hueco reflexivo acerca de la New Wave Of Briths Heavy Metal y cómo influyó ésta en su forma de tocar la batería. De aquí pasaremos a descubrir cómo llegaron a ponerle el nombre que tod@s conocemos a su formación y su primer concierto. El señor Mustaine vuelve a ser protagonista al contarnos su infancia y relación con los Testigos de Jehová y su entrada y salida del grupo. Como sabemos, su expulsión dio lugar al ingreso de Kirk Hammett para la grabación del que sería el primer redondo grabado en Nueva York.






Es en este punto donde comienza el segundo capítulo al que seguirá la grabación de “Ride The Lightning” en Copenhagen y su gira con Venom, el cambio de mánager, su entrada en la discográfica Elektra y el concierto en el mítico Marquee londinense. Aquí comenzará el ascenso del grupo con el que pisarán los primeros metros del Olimpo del Metal debido a la puesta en el mercado del que, para much@s, es su mejor obra, “Master Of Puppets”. Está claro que este álbum es uno de los más reconocidos dentro del género, a mí, personalmente, me encanta, pero tiene en su currículum uno de los pasajes más oscuros de la banda, puede que el más sombrío de todos, la muerte de su gran bajista Cliff Burton en aquel desgraciado accidente de autobús. Su gira como teloneros de Ozzy les había llevado a cuotas muy altas de popularidad, además de otras cuotas de ingestión de ciertas sustancias, y este suceso frenó en seco su carrera. A partir de aquí todo empieza a ir muy rápido en el cómic. La entrada de Newsted, la salida del vídeo “Clif ´Em All”, su segundo paso por Donington, la edición de los primeros discos con el nuevo bajista, el bombazo de su primer videoclip, “One”, y su nuevo paso por el conocido escenario inglés del Monster Of Rock o la elección de Bob Rock como productor de su quinto y exitosos disco, conocido como “El Negro”.




El tercer capítulo comienza con la gira conjunta con G´N´R y los avatares que sucedieron durante la misma. Luego llega el turno del voceras del grupo para hablarnos de su infancia, su relación con la religión de sus padres y la pérdida de éstos. Después de este paréntesis nos encontramos con la parte que más me ha gustado de esta obra, sobre todo porque desconocía su buena relación, en general, con los grandes del Grunge, más con Kurt Cobain, para ser más precisos. Con la salida del directo “Live Shit…” comenzarán los problemas con su discográfica Elektra que se verán acrecentados con la publicación de sus discos más criticados, “Load” y “Reload”, a pesar de que el vídeo de “Until It Sleeps” llegase al Nº 1. La decisión de Jason de dejar la banda, por decirlo de alguna manera, ampliaría los problemas de adicción de Hetfield que no tendría más remedio que pasar por un centro de desintoxicación. Otro de los temas cumbre de la historia de Metallica es el episodio que protagonizó su batería con Napster y el boom de las descargas ilegales. Con Robert Trujillo ya en sus filas, nace “St. Anger” y su famoso documental “Some Kind Of Monster”. Disco del que se esperaba bastante y que pasó más desapercibido de lo que el grupo esperaba, y eso que, al igual que el siguiente, “Death Magnetic”, llegó a ser Nº 1 en muchos países nada más salir, datos que les llevaron a la inclusión en el Paseo De La Fama Del R&R. Termina el cómic hablándonos de su disco con Lou Reed, por si dio poco de qué hablar el asunto, la gira junto a Megadeth, Anthrax y Slayer, y la jubilación de su elogiado jugador de baseball, Mariano Rivera.





Una vez analizado a fondo el cómic, diré que hay cosas que me han gustado mucho, como las reflexiones de los miembros de la banda acerca de la droga o la religión o el acercamiento a la infancia y adolescencia de los mismos, además de ciertas anécdotas que no conocía o la relación entre ellos que poco se toca en otras biografías. También hay una parte que no me ha sorprendido en exceso por conocer muchos de los acontecimientos que se tratan, algo que, como ya dije, no es ni bueno ni malo. Ahora bien, para un defensor del blanco y negro en el mundo de las viñetas como el que escribe, esto no quiere decir que el color no me guste, al revés, sí que he echado en falta el colorido en esta obra. Creo que con él hubiera sido mucho más impactante, sobre todo en ciertos momentos de la misma. Otra de las cosas que menos me han gustado ha sido el paso tan fugaz por ciertas etapas en contraste con la recreación de momentos que, para mí, esto es una simple apreciación, no son tan esenciales. Si a todo esto le sumas las idas y venidas cronológicas nos encontramos con una historia un poco liosa de entender para aquell@s que pretendan acercarse al grupo por primera vez a través de sus páginas. Sea como fuere, a Metallica poco le queda por conquistar dentro del mundo del artisteo; tienen cómics, vídeos, películas, han grabado con orquesta, en el Polo Sur y miles de cosas más que ni siquiera podríamos recordar en estos párrafos. Ahora, con otro gran disco en el mercado como es “Hardwire…To Self Destruct”, sólo nos queda esperar sus próximos shows por estos lares que, con toda seguridad, serán una pasada, pero de eso ya hablaremos una vez que lo hayamos vivido. Mientras tanto, ojalá podamos seguir disfrutando de uno de los grupos que más me ha gustado de siempre por muchos, muchos años. The Four Horsemen Forever!!


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