Esta nueva obra de Tomás Pavón, ilustrada por Pablo Pámpano
Vaca, es, a pesar de que pueda sonar exagerado, una pequeña joya. Tomás es
conocido por su trabajo como columnista en el diario Hoy, trabajo que se ve
reflejado en su “Almanaque”, así como por el poemario “El Cuaderno De Corto
Maltés” o la novela “El Desván De La Memoria” ambientada de manera particular en
los últimos años del franquismo. En cuanto a Pablo, he de reconocer que ha sido
todo un descubrimiento para mí. Madrileño de nacimiento, este ilustrador
destaca por su singularidad reflejada en exposiciones del calibre de “Plaza De
Toros” o “Dibujo Para La Poesía Y Los Niños”. A esto hay que sumarle las
ilustraciones de algunos cuentos de José María Jurado o un primer premio en
carteles de Las Ventas por su obra “De Ladrillo Y Flores”. Vuelvo a repetir que
su labor en este libro es realmente extraordinaria pues añade mucho más ritmo al
ya de por sí impreso en estas páginas.
“El Novio De Betty Boop” quedaría resumido perfectamente en
el párrafo donde el autor hace referencia al hilo de Ariadna. Cuatro líneas que
reflejan con exactitud el contenido de estas páginas. El viaje de vuelta del
trabajo de N, el protagonista, en la tienda de discos Liverpool, hasta su
residencia en un barrio de la periferia llamado Las Cañadas es el hilo
conductor de este compendio de reflexiones, vivencias y percepciones.
N es uno de los tantos universitarios de este Estado que, una
vez acabada la carrera, se ve abocado a dejarse el pellejo en trabajos de mala
muerte con la esperanza de que algún día suene su flauta y pueda dedicarse a lo
suyo. Con aspiraciones de escritor hace de algunos de los lugares que atraviesa
durante su viaje urbano el escenario de esa novela que siempre está dispuesto a
llevar a cabo pero que, por una razón u otra, se queda dando vueltas en su
cabeza. Su novia, Betty Boop, tiene su estancia a miles de kilómetros de él,
razón que les lleva a comunicarse mediante las nuevas tecnologías. De este
modo, aparecerán en la relación los miedos propios de la distancia. Podréis
pensar que este famoso personaje de cómic es el centro donde se fija la aguja
del compás de este relato, pero no deja de ser una más de las personas cercanas
a N que aparecen en el mismo.
Nuestro protagonista convive con su octogenario abuelo, su
padre rockero-motero y su hermano mayor dedicado por entero a las artes
plásticas. Las vidas de cada uno de ellos, mezcladas con las visiones urbanas
que N tiene durante su vuelta al barrio, serán una de las claves para
engancharte a estas hojas. Pavón no se queda en la superficie de esas vidas que
bien podrían ser las de cualquiera de los habitantes del suburbio al que llama
Las Cañadas. Se vale de ellas para hacer todo un repaso a temas culturales tan
exquisitos como la música, desde el Rock hasta el Jazz pasando por el Indie,
tribus urbanas, actuales y anteriores, como flapers, vamps, neogóticos, okupas,
neonazis o hiphoperos, además de escritores de la talla de Cortázar,
Valle-Inclán o Juan Ramón Jiménez. A esto le suma toda una serie de reflexiones,
en boca o mente de uno u otro personaje, sobre el amor, los viajes o la propia
vida. Todo esto lo consigue con entradas rápidas y poco extensas que vienen a
cuento según N se encuentre en un lugar u otro de su periplo ciclista.
Para mí esa es la esencia de este libro. La cantidad de temas
que aborda de manera simple pero directa. Esto lo convierte en un pequeño
manual de temas que hace que te sientas reconfortablemente informado además de
agrandar tu aprendizaje en temas que te pueden resultar familiares o novedosos.
Me lo he pasado en grande reconociendo discos, escritores o estilos, pero me ha
resulta mucho más interesante todo lo que aprendido de nuevo sobre temas
pasados. Hay momentos donde la mezcla de realidad, como es la vida en el propio
barrio, con esas reflexiones filosóficas son de una exquisitez superior. De este
modo te darás cuenta de que no siempre hacen faltan cientos de páginas para
aglutinar tantos temas y hacerlo de manera tan cercana.
Hace tiempo que Tomás
Pavón se pasó por nuestra tertulia literaria, “La Croqueta”, y como ejercicio
de escritura para ese encuentro nos pidió que reflejásemos las sensaciones de
un ciclista urbano en una de sus salidas por la ciudad. Pues bien, después de leer
esta obra entiendo su petición. Atreveos a conocer al novio de Betty Boop y
acabaréis reconociéndoos a vosotros mismos en alguno de sus pasajes, así como a
cualquiera de las ciudades o urbes donde residáis o haya pasado por vuestras
vidas.
Quiero cerrar este artículo felicitando a los responsables de
la editorial “Letras Cascabeleras” por su encomiable labor. Víctor, Vicente y
compañía, lo vuestro es para quitarse el sombrero y ponerse a bailar con
cualquiera de los temas, o discos, que aparecen en “El Novio De Betty Boop”. Mi
más sincera enhorabuena tanto al autor como al ilustrador y a los editores.
Espero que caigan en mis manos muchos más libros como este.
“Cada lugar de la ciudad parece imponer una cadencia, cada
entorno parece requerir una tonalidad, hasta cada circunstancia parece aparejar
su propia inflexión”.
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