lunes, 18 de julio de 2011
Joe Sacco - Paolo Cossi
¿Tiene algo que ver Joe Sacco con Paolo Cossi? ¿Tienen algo en común estas obras suyas? Sin duda alguna la respuesta es: “Sí, mucho”.
El periodista maltés, asentado en Oregón, nos ofrece en su último trabajo, “Notas Al Pie De Gaza”, el reflejo de todo aquello que vivió y recopiló entre noviembre de 2002 y marzo de 2003 en la franja de Gaza acerca de las matanzas por parte de judíos a palestinos durante 1956. Estos hechos ocurrieron en las ciudades de Khan Younis y Rafah. En ambas ciudades el ejército judío realizó dos de los exterminios más brutales sobre el pueblo palestino. Paolo Cossi en su obra “La Gran Catástrofe” nos cuenta el exterminio masivo por parte del gobierno y ejército turco sobre el pueblo armenio. Sirviéndose de la confusión de la primera guerra mundial, los dirigentes turcos eliminaron a la mayor parte de la población armenia sin que apenas se hablase nada de ello ni durante ni después del gran conflicto bélico.
Viendo y leyendo ambos cómics nos damos cuenta de que tanto Sacco como Cossi han basado sus trabajos en pueblos olvidados en la historia o en la actualidad. Nadie duda de que los palestinos siguen siendo aniquilados de manera mediática por los judíos, lo vemos día tras día en nuestras pantallas. Joe Sacco, con su peculiar manera de reflejar esas realidades en viñetas, nos traslada, mediante testimonios de personas que vivieron esas dos masacres en 1956, a aquellos acontecimientos. Todo esto viene aderezado con todo lo que el autor maltés vive en su día a día en la Palestina de esos momentos. Vemos como casi nada ha cambiado, antes eran fusilamientos, palos y ultrajes y ahora son ataques selectivos de misiles, casas derribadas, un gran muro y balas en la noche.
Cossi nos habla de uno de los acontecimientos más negros y ocultos de la primera guerra mundial. Al principio de la contienda el gobierno turco contaba con la alianza de los armenios. Aprovechando tal alianza engañó, desbalijó y aniquiló a dicho pueblo con la simple excusa de que eran espías de sus enemigos rusos. La razón principal era el odio ancestral que el pueblo otomano sentía por los católicos armenios. De esta manera los expulsó de sus territorios, los dejó morir de hambre y sed en sus largas marchas por el desierto hacia ningún lugar y ocupó el territorio armenio mientras las grandes potencias europeas se masacraban en territorio francés o en la mitad de la civilizada Europa.
Son dos claros ejemplos de cómo el ser humano durante siglos ha cometido, y sigue cometiendo, el grave error de eliminar de la faz de la Tierra a aquellos que por razones culturales, religiosas, de pensamiento, sentimentales o políticas no convencen al régimen establecido de turno. Los ingleses, españoles, portugueses, franceses u holandeses lo hicieron con la mitad de las poblaciones aborígenes del mundo, los romanos con los galos, los blancos con los negros en Sudáfrica, los serbios con los bosnios, los nazis con los judíos, homosexuales, comunistas o gitanos, los comunistas revolucionarios rusos con todo aquel que no se ajustara a su libro de buen comportamiento, etc. etc. etc. Así podríamos seguir inflando una lista que seguro nunca tendría fin.
Hoy, 18 de julio de 2011, se cumplen 75 años del alzamiento fascista contra el gobierno legítimo de la II República. Aquí tenemos otro claro ejemplo de masacre por ideas que duró cuarenta años. Ahora intentan pasar página y que todo se olvide para así poder excusarse de todo aquello que hicieron con el pueblo. Para poder seguir con su manos ensangrentadas que, aunque laven día a día con todo el jabón del mundo, nunca podrán limpiar de sus conciencias.
Empecé este texto con una pregunta y acabaré con otra cuestión: ¿Tiene el ser humano solución? Ya prefiero pensar que sí, aunque en un rinconcito muy oculto de mi corazón hay un no bien asentado que me hace dudar continuamente.
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