miércoles, 5 de junio de 2013

Sonisphere 2013: Maiden Y Su Séquito






                                     



 El pasado viernes, 31 de Mayo, asistí por tercera vez al festival Sonisphere en Madrid en compañía de mi novio y unos cuantos buenos amigos y amigas. Son tres las veces que he ido a este festival y tres distintas son las ubicaciones que he conocido en el mismo. Espero que de una vez por todas se quede fijo en este Auditorio Miguel Ríos de Rivas Vaciamadrid. El lugar está muy bien adecuado para este tipo de eventos con lo cual no deberían pensárselo demasiado y dejarse de dar vueltas de una vez por todas. La gran peculiaridad de esta edición es que se ha celebrado en un solo día, uno en Madrid y al siguiente en Barcelona. En lo referente a la organización decir que va subsanando sus fallos año tras año, como es el caso de los servicios y las barras, pero, siempre hay peros, es increíble cómo sólo puede haber tres puestos de comida para las casi 28.000 personas que nos congregamos allí. A parte de no comer nada en las más de nueve horas que permanecimos en dicho auditorio debido a las inmensas colas que había para hacerte con un bocadillo o una porción de pizza, hubo compañeros que por intentarlo, al final fue en balde, se perdieron alguna que otra banda, Anthrax, por ejemplo. Esperemos que el próximo año se den cuenta de que la peña además de beber, a pesar de los precios, que esa es otra, también necesita comer. No solo de alcohol y buena música vivimos los rockeros.






Por razones que no vienen a cuento nuestra llegada a este Sonisphere fue justo cuando estaban terminando Tierra Santa con lo cual poco puedo contaros sobre ellos y los grupos anteriores. El primer concierto del que pudimos disfrutar, al menos yo lo hice, fue el de Newsted y su banda. Supongo que no hará falta presentar a este señor de las cuatro cuerdas aunque seguro que todavía hay algún despistadillo que piensa que es una banda nueva. Tengo que decir que era el grupo que más expectación me había levantado. Tenía mucha curiosidad por volver a verle en directo y para nada me defraudó. Comenzó con el tema “Heroic” como adelanto de lo que será su ya gran duración. A partir de aquí dio un repaso a los temas de su primer Ep. como “Soldierhead”, cada vez me gusta más esta canción y en directo suena como un cañón, además de “King Of Underdogs” y “Godsnake” mezcladas con alguna de sus próximas entregas como “Long Time Dead”, buenísima, o “As The Crow Files”. Está claro que alguna referencia a Metallica tenía que hacer y no fueron otras que el ponernos los dientes largos con esa incursión “Die, Die, Die…” del “Creeping Death” y el final apoteósico con “Whiplash”. Curioso que, a pesar haberlas tocado mil veces, ninguna fuera de su época en el combo norteamericano. Decir que de seguir a este nivel y con estos acompañantes, muy buenos los tres, Newsted nos puede dar más de una sorpresa, una más que buena sorpresa. Como seguidor suyo desde el ya lejano “And Justice For All…” le deseo lo mejor. Tablas y actitud para conseguirlo tiene de sobra.




Casi sin que nos diera tiempo a hacernos de un litro de cerveza y con el marchón aún en el cuerpo se presentaron en escena cinco señores vestidos de monjes negros para dar paso al que llaman Papa Emeritus II. Debo reconocer que el año pasado no los presté demasiada atención por tocar en el escenario secundario y estar casi a la misma hora que Slayer con lo cual en esta ocasión, y debido al bombo mediático que se les está dando, tenía bastante interés en ellos. Pues bien, esto es mi humilde opinión, me parecieron soporíferos. Supongo que sus seguidores estarían entusiasmados con lo que estaban presenciando pero desde luego no creo que consiguieran muchos nuevos adeptos con lo que se curraron en este Sonisphere. Espero que no se me malinterprete pero esta es la opinión de alguien que ni los conocía demasiado ni que cree que los vaya a prestar demasiada atención, visto lo visto. Me parecieron lineales y excesivamente teatrales. De verás que no sé de dónde  se saca el personal esas comparaciones con Mercyful Fate o King Diamond. Todo el mundo me dice que es en lo referente a la actitud. Ante esto no puedo decir nada porque no he visto en directo a King Diamond con los Mecyful Fate, qué más hubiera querido yo, ni a él en solitario, con lo cual no puedo comparar pero siendo un gran seguidor de ambas bandas yo no vi nada de ellas en el directo de Ghost. No puedo decir más, deseo de todo corazón que aquellos que flipan con estos suecos salieran flipando más aun.







Y señoras y señores… llegó el plato fuerte del festival. Ni más ni menos que los grandísimos Iron Maiden. Venían retomando la gira su disco  “Seventh Son Of The Seventh Son” plasmada en el mítico vídeo “Maiden England”. Con algunos cambios en el set list, muy buenos para mi gusto, esto fue lo que pudimos disfrutar, con un montaje más moderno, evidentemente. El hecho de encontrarnos en casi todo el mogollón del lado derecho del escenario hizo que no me percatara de si sonaron mejor o peor que en otras ocasiones. Unos dicen que sí otros que no pero, sea como fuere, lo que vivimos en este concierto fue una increíble conexión entre el grupo británico y el público. Desde los primeros acordes de “Moonchild”, incluso sonando el previo “Doctor, Doctor” de UFO, hasta los últimos de “Running Free” la peña no paró de saltar y corear no solo las letras sino todos y cada uno de los acordes y solos de la banda. Impresionante, de veras, me lo pasé en grande con ellos y eso que esta es como la décima vez que lo veo. Se les veía con entrega, como la mayoría de las veces, no pararon de correr y brincar en todo momento y Dickinson estuvo bastante bien en cuanto a voz. Tuvimos nuestras raciones de Eddie, como siempre, y una puesta en escena apabullante, como los momentos de “The Number Of The Beast” o la propia “Seventh Son Of The Seventh Son”. Es evidente que con ese elenco de temas que nos metieron entre pecho y espalda, lo siento pero yo soy de los que prefiere “Afraid To Shoot Strangers” a “Infinite Dreams”, no pudiéramos parar de brincar como si fuera la primera vez que los veíamos, que para muchos y muchas lo sería. Destacaría el hecho de ir a saco con los temas, a piñón fijo que decimos por estos lares, pues Bruce no nos dio ninguna de sus ya conocidas charlas excepto en la presentación del ya citado “Afraid To Shoot Strangers”. Las canciones iban cayendo una tras otra y cuando no nos habíamos repuesto de “The Prisioner”, bestial, ya nos estaban metiendo pal cuerpo “2 Minutes To Midnight”, si nos dejaban baldaos con “Fear Of The Dark”, otra imprescindible, con “Iron Maiden” te ponían los pelos como escarpias. Esa fue la tónica del concierto, trallazo tras trallazo, un sin parar que hacía parecer aquello, en este sentido, un concierto de los Ramones más que de Maiden. Serán quienes sean, te molaran más o menos, sus últimos trabajos gustarán poco o mucho pero son Iron Maiden y con finales con temazos como “The Evil That Men Do” y “Running Free” demuestran que si están donde están es por algo. Nadie les ha regalado nada y sus seguidores, entre los que me cuento, les damos las gracias mil y una vez por estos, y otros buenos, momentos.







Quizá lo peor fuera que los Maiden tocaran tan temprano porque se notó que el personal estaba un poquito derrotado para lo que aún se nos venía encima, que no era poco, por cierto. Soy un gran admirador de Anthrax desde hace mil. Siempre me han parecido una banda muy honesta, sin excesivas pretensiones, no más que las que se merecen, que son muchas, y con la alegría y el cachondeo como maraca de la casa, sin faltar la seriedad en sus letras y temas, obviamente. Partieron con uno de sus clásicos, “Among The Living”, dejando claro que a pesar de lo que habíamos vivido con anterioridad, no se iban a achicar en ningún momento. Siguieron dando caña con otros dos de sus temas míticos como son “Caught In A Mosh” y “I Am The Law” con los que aquello ya empezó a tomar forma. A parte de sus canciones nos deleitaron con varias versiones como el T.N.T. de AC/DC, muy bueno ese final con el guiño al “Back In Black”, si es que son unos cachondos, “Got The Time”, siempre me encantó este corte, una parte de “Raining Blood” homenajeando al reciente desaparecido Jeff Hanneman y, por supuesto, el “Antisocial”, imprecindible ya en su set list y con la que dieron por finalizado su show. Entre medias cayeron “Indians”, mi preferida de siempre, “In The End”, homenaje a Dio y Darrell, o “Fight ´Em ´Til You Can”. Muy buenos los Anthrax. Uno de los mejores momentos del festival sin duda alguna. Son de esos grupos que pocas veces fallan por no decir ninguna.





Después vino lo que fue para mí la sorpresa del Sonisphere. A ver, he visto a Megadeth otro montón de veces, la última vez también en este festival, pero lo que me encontré el pasado viernes en Madrid me agradó y mucho. Creo que después de Maiden, y sin poder decir nada de Avantasia como os contaré luego, fueron los que mejor puesta en escena tuvieron. Esas proyecciones con esos colores e imágenes nos quedaron a la mayoría con la boca abierta más de una vez. Muy a pesar de que Mustaine me parezca un bocazas con ideas políticas y sociales que no comparto debo reconocer que como músico es grande y el otro día lo demostró. Si es que estaba hasta gracioso y todo, nunca le había visto bromear tanto, incluso cuando se despidió hizo el ganso. Grandes temas de una gran banda en eso resumiría este show. Desde el principio con “Trust” se veía que aquello no iba a decaer a pesar de la hora y el momento de la actuación. “Hangar 18”, qué pasada, fue el segundo zarpazo al que siguieron como una avalancha “Kingmaker”, “Public Enemy Nº 1”, “A Tout Le Monde”, unos de los momentos álgidos como no podía ser, y “Countdown To Extinction”, esta fue una muy grata sorpresa. Puede que la cosa decayera un poco en los temas siguientes, no demasiado, pero para solucionarlo nada mejor que “Symphony Of Destruction” y “Peace Sells…” seguidas. Se fueron y volvieron para dar por terminada la actuación con una tremenda “Holy Wars” que no pasa de moda porque, muy a pesar nuestro, la guerra nunca lo hace. Extraordinarios Megadeth, ojalá siguen con esta actitud que ya hacía falta que se quitaran un poco el cabreo que arrastran desde hace años.





Siento deciros que no asistí al que dicen fue el mejor concierto de la noche. No soy un gran seguidor de Avantasia pero no me hubiera importado verlos, ya que estaba allí lo habría hecho con mucho gusto, pero se presentó la alternativa de volver a Madrid en coche sin tener que esperar al metro y demás inconvenientes y no nos lo pensamos dos veces. El frío y el hambre mezclados con el cansancio pudieron más que seguir allí. Juan, nos salvaste la vida ofreciéndote a llevarnos hasta nada menos que Cibeles desde el Auditorio, mil gracias por ello. Hasta aquí esta intensa crónica. Ya estamos a la espera de la nueva edición. Espero que, como mínimo, lo pasemos tan bien como en esta. Hasta pronto Sonisphere!!!




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