lunes, 24 de febrero de 2025

Serie "Ideáfix Y Los Irreductibles"

 




Para l@s amantes de las hazañas de Astérix, entre l@s que me incluyo desde una temprana edad, esta nueva saga protagonizada por Ideáfix, aunque yo soy de aquell@s que le llama Idéfix, es todo un placer. Hace tiempo que tenía ganas de hacer una entrada en este humilde blog acerca de esta nueva serie, pero he esperado a que estuviera algo más consolidada para llevarla a cabo. Ahora que ya está en la calle el sexto número, creo que es un buen momento para comentar mis impresiones acerca de la misma.






Empezaré hablando del asunto de l@s guionistas y dibujantes. A diferencia de otros artículos, en este no me voy a parar en ningun@ en concreto, ya que la lista es larga y aquí el protagonismo se lo lleva Idéfix y sus irreductibles amig@s, junto a un@s personajes, digamos, secundarios, sin l@s cuales nada tendría sentido, algun@s de ell@s bastante conocid@s. Pues bien, hasta ahora al guion hemos tenido a: M. Choquet, Y. Coulon, J. Erbin, H. Benedetti, M. Coulon, S. Lecocq, N. Robin, M. Lachenaud, O. Serrano, C. Baconnier y O. Jean-Marie. Mientras que a los lápices y colores nos encontramos con: D. Etien, P. Fenech, J. Bastide y Rudy, siendo los tres primeros los que más repiten en esta labor. Cada tomo consta de tres aventuras, excepto el quinto, que lleva por título Ideáfix y el druida. Y, como suele pasar en estos casos, unas os gustarán más y otras no tanto, pero seguro que valdrá la pena conocerlas todas. En cuanto al dibujo, he de reconocer que los autores se ciñen a lo que se espera de ellos, sin que apenas se pueda diferenciar la marca de cada uno a la hora de dar continuidad al maestro Uderzo.






Idéfix es un pequeño perro blanco, con la punta de las orejas y la de la cola negras, lo mismo que su nariz y sus ojos. No tiene una raza definida y su primera aparición es en La vuelta a la Galia de Astérix. Al igual que su inseparable amigo Obelix, le gusta comer y llora cuando alguien tala o destruye un árbol. Debe su nombre a un concurso que se realizó en la revista Pilote en 1963. Hasta cuatro concursantes propusieron el nombre con el que finalmente se le conoce, que se puede traducir por Idea fija. En la adaptación al inglés de las aventuras del galo más conocido de los cómics se le conoce por Dogmatix, en castellano el ya citado Ideáfix. En el mencionado concurso se propusieron nombres tan dispares como Paspeurdurix, Trépetix, Paindépix, Toutousanprix, Patracourcix, entre otros. Esta no es la única serie que protagoniza. La primera apareció en 1973-74 y consta de 16 volúmenes. La segunda es de 1983 y solo se editaron dos números. Y la tercera y actual es Ideáfix y los irreductibles.





Aquí l@s grandes amig@s de Idéfix son la perrita Turbina, la más veloz de Lutecia; el perro Devórix, cuyo amo es un carnicero que hace unas salchichas riquísimas; la gata Gataflora, que conoce al dedillo todos los rincones de la ciudad; el búho Vuelonocturnix, que vive con el druida Amnesix y siempre mete la pata cuando imita a este con las pociones, y el palomo Asmátix, un anciano veterano de las luchas galas encargado de llevar, en su momento, los mensajes a Comulógeno. Junt@s harán frente a Titus Labienus, un personaje histórico auténtico, general romano que logró una victoria decisiva sobre el referido Camulógeno en el año 52 a. C., y a las ideas que le propone su consejero Anguloagudus, además de a la jauría de perros romanos, con Arcabus al frente, que defiende dichos proyectos y al odio de Monalisa, la gata de Labienus. Como he dicho antes, también aparecen, sobre todo, Abraracúrcix y Karabella, por visitar al hermano de esta que reside en Lutecia; Panorámix, en la quinta entrega, muy relacionada con la aventura de Astérix La hoz de oro, y hasta el propio Ordenalfabetix.






No se trata de desglosar una a una todas las hazañas de Idéfix, porque tendréis que ser vosotr@s quienes descubráis la serie y os quedéis con las que más os gustan. Yo tengo mis preferidas, por supuesto. Solo me queda agradecer a tod@s l@s involucrados en esta serie por su trabajo. Idéfix siempre se merecerá tener una saga propia.