miércoles, 6 de noviembre de 2024

Texto Mandrílico Noviembre 2024

 

PASEN Y LEAN


De mí se ha afirmado tal cantidad de cosas, y de tanta índole, que mejor no entrar en detalles. En consecuencia, he llegado a pensar que soy una religión en mí misma. Lo digo por eso de que me llamen templo, y que a algunos les dé por incendiarme o a otros por bombardearme como si fuera la mayor de las catedrales o la mezquita más bella del mundo. Pese a ello, yo no le exijo a nadie que crea en mí ni que sea mi discípulo, mucho menos que se arrodille o incline ante mi sola presencia. Lo mío es dejar pasar hasta el fondo de mi cabeza, que rebusquen en mis entrañas, que nuestros corazones palpiten juntos y que vuestras caras cambien de rictus con cada soplo de aire que sale de mis páginas derecho a vuestro cerebro.

Soy alguien a quien el adjetivo camaleónico le queda corto, pues no solo cambio de color, sino también de forma, edad, lugar y volumen. Lo mismo cumplo siglos el mes que viene encerrada en un sótano, que me asiento sobre los cimientos de una arquitectura ultramoderna. Qué os voy a decir de mi tamaño, pues igual no paso de una estantería de no más de 30 centímetros de largo que las distancias se pierden entre mis largas tripas de pasillos, hasta pueden despistarse subiendo por mi esófago con el propósito de posar sus manos en paredes de distintos tonos y pigmentos. Y resulta que surto el mismo efecto en todo y cada uno de los casos. ¿Será por eso que soy tan peligrosa, deseada, repudiada o admirada?

Dicen por ahí que estos no son buenos tiempos para mí, y yo me pregunto cuándo lo han sido. Aún recuerdo aquel consejo que un antiguo emperador le dio al mundo acerca de mi protección. Y de poco sirvió, pues puede que sea como el Ave Fénix, y resurja de mis cenizas más fuerte y vigorosa, pero os aseguro que muchas de mis plumas se han perdido en la inmensidad del tiempo y no me van a volver a crecer. No porque yo no quisiera, ese sería mi mayor deseo, sino porque aquellos de los que os prevenía ese mismo emperador han conseguido reducirlas a polvo de tal manera que ni materia orgánica son ya.

Pero, en fin, dejémonos ya de discursos y lamentos de una vieja cebolleta y acabemos, de una vez por todas, dejando claro que yo existo porque contengo todo lo que os atrae y todo lo que vuestra curiosidad os impulsa a descubrir. Da lo mismo que alcéis vuestras plegarias a uno, a cien o a ningún dios, que busquéis verdades científicas o mentiras verídicas; que retrocedáis en el tiempo o que cambiéis de dimensión espacial; que me ocultéis en la más lúgubre de las mazmorras o que me iluminéis como el sol que, ciertamente, soy; que me reduzcáis a una mesita de noche o me agigantéis en altos edificios de varias plantas, con o sin ascensor, porque a mí lo que, en realidad,  me da la vida, después de tantas muertes habidas y por venir, es comprobar cómo cada día, en todos los lugares, rincones y habitaciones del planeta, alguien atraviesa mis puertas por primera vez. Y ya no hay retorno posible. Entonces, henchida de gozo, mis ojos se iluminan y mi boca aúlla exultante: «Pasen y lean».

viernes, 25 de octubre de 2024

Pilar López Ávila - Leticia Ruifernández: "Tierra De Pájaros"

 




Para las personas que nos apasionan las aves, este Tierra de pájaros es todo un placer, tanto por sus ilustraciones como por sus textos. El trabajo realizado por Pilar López Ávila y Leticia Ruifernández es excelente, sin más. Lo sé porque la propia Pilar me habló de este libro en un viaje conjunto que hicimos a Badajoz. Pero, una vez que lo tienes entre tus manos, comienzas a entender muchas cosas de las que hablamos durante ese viaje. Reconozco que me apasionan los animales y, en concreto, los pájaros. Y al igual que ellas, soy de los que, vaya a donde vaya, ando siempre pendiente de los gorriones, de los colirrojos o de las grajillas, de igual manera que no quito ojo de la ventana en cada uno de mis viajes en coche, tren o bus, atento a los milanos o a cualquier ser emplumado que se cruce. Por eso creo que he entendido tan bien esta obra, porque me he sentido totalmente identificado con lo que contiene a lo largo de sus páginas.





Pilar López Ávila nació en Cartagena, es Doctora en Veterinaria y docente de Biología y Geología, además de escritora infantil. Libros suyos como Ayobani y el nombre de los animales han sido traducidos a otros idiomas, incluidos el chino y el xhosa. Firma sus artículos con seudónimo en la revista Senderos de Extremadura y mantiene el blog Vivir en la naturaleza en el periódico Hoy. Aparte de esto, es compañera del que escribe estos párrafos en la Asociación Cultural La Croqueta y en la tertulia que lleva el mismo nombre. Como recuerdo de nuestra pasión por los pájaros, mencionaré una tarde de verano, antes de comenzar la tertulia en la terraza de otra compañera, en la que, de pronto, se escucharon unos sonidos en el aire y l@s dos pusimos nuestros ojos en el cielo. Casi no se percibían, pero, ante la indiferencia de los demás compañer@s, nos miramos y asentimos casi a la vez diciendo: «Abejarucos», con esa complicidad que solo se hace presente entre l@s que amamos a los pájaros.






Leticia Ruifernández estudió Arquitectura en Madrid, de donde procede. Su pasión por la pintura y la literatura la llevó a dedicarse a la ilustración, a lo que sumó, posteriormente, la escritura y la edición. Tiene obras publicadas a nivel estatal, así como en Canadá, Korea e Italia, recibiendo premios tanto nacionales como internacionales. Es la creadora de la editorial Papel Continuo, desde la que lanza al mundo sus proyectos personales. Y en este libro realiza una magnífica labor de ilustración de aves y de los diferentes entornos urbanos y campestres donde residen, además de plasmar algunas de sus experiencias personales con los pájaros.




Entrando de lleno en Tierra de pájaros, no debéis pasar por alto la introducción de las autoras en cuanto a la idea y a los lugares que llevaron a fraguar estas páginas, ni el prólogo de Joaquín Araujo, toda una eminencia en el campo de la Biología. Y a partir de aquí todo se convierte en deleite y placer leyendo las experiencias de Pilar acerca de los gorriones, las abubillas, los herrerillos o los vencejos, entre otras muchas aves. Como ya dije, Leticia une a su labor de ilustradora, impresionante, alguna de sus experiencias con las grullas, los nidos abandonados o su acercamiento al centro de rapaces de Maruri. A nivel de impresión, dichas experiencias de ambas se diferencian porque los textos mecanografiados pertenecen a Pilar y los manuscritos a Leticia, detalle que sería fácil de diferenciar por la propia lectura, pero que nunca está de más resaltar.





Y podría estar hablando y escribiendo líneas y líneas sobre este libro con ese entusiasmo que solo las aves saben inculcar en quienes las aprecian de corazón, pero deseo que os impregne ese mismo fervor descubriendo todo lo que en él se refleja. Muchas gracias a Pilar y a Leticia por haberme hecho volar sobre una Tierra de pájaros cada día más amenazada por la contaminación, los pesticidas y una larga lista de peligros que parece no tener fin.



martes, 8 de octubre de 2024

Roca - Terrasa: "El Abismo Del Olvido"

 





Resulta que tengo este cómic de Roca y Terrasa desde hace casi un año. De hecho, fue mi regalo de cumpleaños del 2023 por parte de un gran amigo. La causa por la que no me he puesto a leerlo, a pesar de que mucha gente me hablaba de lo bueno que es, y con razón, no es otra que haberme pasado unos cinco años con mi proyecto que vio la luz el pasado abril, Los ojos de Eva. Tanto tiempo enfrascado, investigando, leyendo, viendo y escuchando acerca de la Guerra Civil y demás, me dejó saturado por un tiempo. No lo digo de mal, pues es un tema que me apasiona, pero necesitaba un respiro. Así que he vuelto a coger aire con este asunto devorando las páginas de El abismo del olvido. Este sería mi primer agradecimiento a esta obra, porque sigue siendo algo que, por mucho que a algun@s no les guste, es necesario tomar, retomar y requetomar. Ya que a es@s que no les interesa o sueltan aquello de levantar heridas, dicho desinterés se debe a que ell@s o sus familias tienen algo que ver con las mismas heridas de las que se quejan. Dicho esto, a modo de excusa y desahogo, paso a hablaros de este gran cómic.







De Paco Roca se puede decir sin ambigüedades que actualmente es uno de los grandes del cómic estatal. Este valenciano que cursó estudios en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de la capital de su comunidad, además de dedicarse a las viñetas, hace sus pinitos en la ilustración y da charlas y talleres. Tiene en su haber el Premio Nacional del Cómic, el Excellence Award japonés o el Eisner a la mejor obra extranjera en el 2020, sumados a otros de igual importancia. Entre sus obras destacaré Arrugas, llevada al cine, Regreso al Edén, de la que tenéis una entrada en este humilde blog, o Los Viajes De Alexandre Ícaro/Hijos De la Alhambra, por nombrar algunos de su extensa producción. En cuanto a Rodrigo Terrasa, he de reconocer que no le conocía, pero de aquí en adelante tampoco le voy a olvidar. También valenciano, es periodista del diario El Mundo, a donde llegó después de su paso por el diario deportivo Superdeporte. Actualmente es reportero de Papel, y tiene editado el libro La ciudad de la euforia, sobre los años de la corrupción en la Comunidad Valenciana.






Como buena historia que merece y se debe contar, la que nos atañe echa a andar con unas páginas de sosiego, hasta que todo salta por los aires, como era de esperar. A lo largo de estas primeras viñetas conoceremos a sus protagonistas principales. No son necesarios los bocadillos en ninguna de ellas para su presentación. Y, como suele ocurrir, estos protagonistas están entrelazados por un espacio que los encadena en el tiempo. Hablamos de la fosa 126, una de las más grandes de España, del cementerio de Paterna, en Valencia. Con esta numeración os podéis imaginar la cantidad de fosas que existen en este lugar. Esta lucha en contra de la amnesia histórica plagada de horror y desprecio que algun@s intentan imponer y, lo que es peor, justificar, da comienzo con la insistencia de Pepica Celda a la hora de recuperar los restos de su padre fusilado, José Celda Beneyto, una vez aprobada la Ley de la Memoria Histórica. Para ello deberá afrontar años de burocracia hasta conseguir la subvención necesaria para que un equipo de arqueólogos, con Elisa al frente, pueda realizar dicha labor, siempre a contrarreloj. Conoceremos la causa de la detención de su padre, las miserias que pasó durante sus meses de cárcel y su trágico final. A esto hay que añadir las penurias sufridas por su madre, también encarcelada, y por su tía.






Pero los autores no solo se centran en estas exhumaciones, también dedican algunas páginas al ritual del enterramiento como acto imprescindible a la hora de entender la sociedad que los llevó o no a cabo. Resulta que en los años ochenta del siglo pasado, el historiador Vicent Gabarda trabajaba en su tesis doctoral acerca de la economía local de Paterna. Actividad que le llevó, por razones que veréis en el cómic, a confeccionar una lista de fusilados en esta localidad imprescindible en el devenir de los sucesos que se nos cuentan. A su vez, tendremos un repaso de todo lo que fue la aprobación de la ya mencionada Ley de la Memoria Histórica, con una gran reflexión sobre el olvido y con la suma de algunas personas al objetivo de Pepica y de otras que ayudarán a llevarlo a buen puerto.





Entre estas personas se encuentra Maruja, hija de Leoncio Badía, enterrador del cementerio de Paterna y persona clave en todos los acontecimientos reflejados en esta obra. Sabremos cómo fue que su padre pasara de maestro a enterrador y de aquí a cestero. Pues, desde luego, si hay alguien con la esperanza de que se desentierren las injusticias sufridas por aquellos que se ve obligado a enterrar, ese es Leoncio. Lo hará desarrollando varias ideas y atrevimientos que le acarrearán una gran presión, tanto familiar como social. Para este fin será indispensable la ayuda de las mujeres, hermanas, madres e hijas de los fusilados en una relación simbiótica con él. A las que dejará atender los cuerpos de sus familiares a escondidas o visitarlos antes o después de sus enterramientos. Normal que a Leoncio la historia de Aquiles, Patroclo y Héctor le parezca de lo más cruel, y lo es, sin duda. Como en otros casos, los resultados de la exhumación de esta fosa 126 no son igual de satisfactorios para tod@s. Un@s consiguen su objetivo y algun@s seguirán intentándolo, a los que hay que sumar aquellos que no pasarán de ser un nombre en la lista de Gabarda, como el caso de Manuel Soler, cuya historia y vida desconocemos, pero no olvidamos.





Todo esto con ese trazo y dibujo tan personal que Roca imprime a sus viñetas, cosido a un guion conjunto con Terrasa, hace de El abismo del olvido un cómic de muy alto nivel, donde es fundamental leer el epílogo para entender todo lo que hemos leído con anterioridad. Este asunto no va de venganza ni de ampollas o heridas, va de justicia clamada a voces por todas las mujeres que aparecen en estas páginas y por todos los familiares que quieren recuperar los restos de sus parientes asesinados durante los años más oscuros de la historia reciente de este Estado. Así que, guste o no, es un deber con ell@s que se debe poner en práctica con obras como esta y el trabajo de tod@s l@s que estén dispuest@s a luchar contra esta falta de memoria. Gracias, Paco y Rodrigo, y mi más sincera enhorabuena.




miércoles, 4 de septiembre de 2024

Texto Mandrílico Septiembre 2024

 

VENCEJOS


Siempre volando de aquí para allá. El cielo es nuestra morada. Dormimos en vuelo, amamos en vuelo, nos perseguimos en vuelo y solo aterrizamos en el hueco de cualquier edificio para traer al mundo a nuestros hijos.

A lo largo de todos estos viajes hemos sido testigos de grandes demoliciones, desplomes y bombardeos que se llevaron por delante nuestros hogares, obligándonos a buscar otros en sitios que, ni por asomo, pensamos que íbamos a conocer. De este modo, pasamos de Madrid a Berlín, de aquí a Atenas y luego a Bucarest, sin olvidar que fuimos expulsados de Sarajevo. Una vez pasada la tormenta bélica, algunos decidieron regresar a todos estos lugares, y allí siguen. Otros creyeron encontrar su residencia en Damasco o en Kiev, pero volvieron a darse de bruces con esta historia que muchos se confunden diciendo complacidamente que se repite para no asumir que, en realidad, no cesa. No nos olvidamos de aquellos que, como yo, han visto, escuchado y vivido de manera intermitente en ciudades y pueblos que nadie recuerda o conoce, o de los que, después de alcanzar emplazamientos como Cáceres, se encontraron con sus antiguos nidos tapiados.

Llevamos cerca de un año volando y volando sin dirección definida, forzados, de nuevo, a abandonar nuestras viviendas. Estos son los pensamientos y los recuerdos que nos hacen compañía ahora que reanudamos un nuevo éxodo hacia alguna tierra que nunca va  a ser la prometida. Los hay que se despiden en busca de consuelo entre familiares lejanos que habitan por todo el Mediterráneo, pero mi bandada pertenece a esa dinastía que lleva por estandarte el desamparo de volar sin rumbo. Por mucho que nuestras acrobacias y piruetas vengan acompañadas de chillidos angustiosos que nadie parece prestar atención, no podemos escapar de un destino que nos devora con más ansiedad que nunca. Y es que el mundo mira hacia otro lado mientras gritamos hasta enronquecer que ya no quedan vencejos en Palestina.


martes, 20 de agosto de 2024

El Mundo Turbio De Richard Corben

 


Siempre es una alegría que llegue a tus manos una obra que no hayas leído de algun@ de tus autores/as favorit@s. Pues bien, eso es lo que me ha ocurrido con este Mudo Turbio, de mi querido Richard Corben. A estas alturas no debería hablar dela vida de Corben, pero visto que en el fabuloso prólogo que hace Mike Mignola, nada menos, en este cómic todavía hay algun@s que piensan que es un autor novel, voy a hacer un pequeño repaso a su biografía.





 Corben nació en Misuri y se crio en Sunflower, Kansas. Su primer cómic tenía como protagonista a Trail, el perro de su familia. A este siguieron imitaciones de Tarzán y de Brothers of the Spear, además de mostrar gran interés por el mundo de la animación. Después de pasar por el Kansas City Art Institute, y de no mostrar interés alguno por la universidad, produjo su primera película de cinco minutos basada en las pruebas de Hércules. Una vez se hubo graduado, se propuso ir a Nueva York para iniciar su carrera en el mundo del cómic y de la animación, paso que nunca llegó a dar. De este modo, encontró un trabajo local como dibujante, animador y camarógrafo. Pasada una década, empezó a dibujar cómics y fanzines underground, llegando a publicar en Creepy la serie Eire y Vampirella. Cuando su carrera estuvo consolidada, publicó en las revistas Heavy Metal y Metal Hurlant. Hizo sus pinitos en DC, Marvel o Dark Horse, entre otras editoriales. Por estos lares lo conocimos bien gracias a la amistad que le unía con Josep Toutain.  Corben nos dejó el 2 de diciembre de 2020, y el mundo mutante se volvió cada vez más borroso.



¿Qué tiene de especial este Mundo Turbio? Aparte de publicarse, por fin en este Estado, para l@s seguidores/as del maestro norteamericano, no mucho, que no sea el placer de plantar la vista en las aventuras de un nuevo personaje llamado Tugat. Para aquell@s que aún no conozcan la obra de Corben, este volumen podría ser un buen comienzo para adentrarse en la misma. Y es que aquí confluyen todos los ingredientes propios de este autor, desde esos colores hasta los rasgos típicos de sus personajes, incluida su voluptuosidad y su lenguaje.




Después de un largo sueño, nuestro protagonista Tugat es despertado por la bruja Mag, que le invita a conocer su destino, además de intentar tirárselo sea como sea. Y, como es natural en cualquier cómic de Croben, aquí echan a andar una serie de aventuras y pruebas a las que tendrá que hacer frente. Todo se inicia cuando debe atravesar un bosque enmarañado para alcanzar una de las dos ciudadelas que lo coronan. Pero, como era de esperar, mete la pata y acaba en la ciudadela menos propicia, donde se encuentra con unos seres rarísimos de los que consigue escapar retrocediendo en el tiempo.





Una vez fuera, conocerá a Moja, de la que se enamorará perdidamente y de la que se llevará todas las calabazas y traiciones del mundo. También se enterará de la muerte de su maestro Obex a manos del mismo que le ha robado su preciada yegua Frix, otro de los personajes esenciales en esta trama, y del que l@s venderá como esclav@s. Para escapar de dicha esclavitud deben luchar en la arena y vencer a todos sus contrincantes, incluido un babuino rabioso y feroz. Pero la huida no sale lo bien que soñaban, y Tugat pasa a formar parte de la guardia del tirano que gobierna la ciudad, después de haber demostrado su valía como guerrero. Este rango le servirá para escapar definitivamente y echar a andar por un Mudo Turbio donde se topará con tierras que absorben a todo ser viviente que las atraviesa, zombies que intentar asesinarle a cualquier precio y un cíclope que le perseguirá por haberle engañado con su preciado tesoro. Todo mientras él va avanzando en edad, pues comienza sus aventuras siendo un joven imberbe y termina con los rasgos distintivos de la madurez. Y hasta aquí el resumen de estas andanzas y correrías de Tugat. Quedan muchas que vosotr@s deberéis descubrir por vuestros propios medios, que no son otros que leyendo este cómic.







Como ya he dicho, Mundo Turbio tiene todos los ingredientes característicos de las grandes obras de Corben. La ingenuidad e inocencia, unida a la fuerza física, de Tugat bien recuerdan a Den. Los personajes a l@s que se enfrenta a lo largo de estas páginas podrían pertenecer a Bloodstar. Los paisajes no dejan de ser lugares desoladores que no distorsionan de los que inundan el Mundo Mutante. Y, por supuesto, tenemos a una gran narradora de todo este engranaje en la bruja Mag, al más puro estilo de tío Creepy, solo que esta tiene unas intenciones que nunca acaban de estar claras del todo. Por eso os invito a que os deis un paseo por estas páginas, cuyo final queda abierto, o así lo intuyo yo, a que sigamos conociendo a Tugat en la búsqueda de su destino. En cuanto a esta edición, hay que añadir que incluye una serie de bocetos que no tienen ningún desperdicio, además del ya referido prólogo de otro grande como es Mike Mignola. Gracias, maestro, de todo corazón, fuiste un@ de l@s que encendió la mecha de mi pasión por las viñetas. Volver a leerte ha producido en mí una mezcla de alegría y nostalgia. Pero, como siempre, ha sido un verdadero placer.