martes, 17 de junio de 2025

Texto Mandrílico Junio 2025

 

LAS TILDES

 

Meses de preparativos para el concierto. Viaje, entrada, alojamiento y ubicación del recinto han sido revisados unas decenas de veces. Llega el momento de quedar en el lugar indicado a la hora señalada. En esta ocasión la aventura tiene un grado de singularidad, ya que es la primera vez que van a ir todos, los seis, en una furgoneta alquilada. Kilómetros de buen rollo, paradas para comer y atender ciertas necesidades fisiológicas y a seguir hasta alcanzar San Sebastián. Es la primera vez que pasea por sus calles y va como flotando de lo espectacular que le resulta.

Los mogollones antes del show no le resultan novedosos. Filas para entrar, gente que se agolpa delante de los puestos de comida y bebida sumados a los coches y las furgonas de la policía forman parte de este ecosistema sonoro y lumínico a donde él ha peregrinado en más de una y dos ocasiones. Cuando menos se lo espera, justo delante de su grupo, alguien es sacado de la fila por intentar acceder al recinto con una entrada falsa. Esto también forma parte del espectáculo. De pronto, se monta tal revuelo que, sin quererlo ni beberlo, se encuentra en medio de un grupo de chicos y chicas que se ven arrastrados por los uniformados a los coches con sirena.

De uno en uno, son cacheados e identificados. Algunos se quedan sin las sustancias que portaban para disfrutar de la función, otros se van de rositas y él termina pisando el interior de una de las lecheras. Le piden, sin demasiada amabilidad, que se siente, al tiempo que comprueban sus datos. De repente, el policía le comunica que se lo llevan a comisaría porque está en búsqueda y captura por un delito de robo con intimidación y violencia. El asombro es tal que le es imposible pronunciar palabra alguna durante unos segundos. Cuando están dispuestos a ponerle las esposas y trasladarlo al vehículo que le acercará a tan insigne instalación, cae en la cuenta de su dichoso segundo apellido, Garciá, no García.

Perdone, ¿ustedes han dicho bien mi nombre y apellidos cuando han investigado mis datos? Por supuesto, nos toman por tontos. Y le viene a la cabeza la típica y manida frase. ¿Y cómo han solicitado esos datos? A ver, pintas, que eres un pintas, ¿Tú no eres Julián Domínguez García? No, yo soy Julián Domínguez Garciá, con acento en la a final, no en la i. La cara del poli es todo un poema al escuchar esto. Vuelve a llamar a la central pidiendo información con estos nuevos datos. Felipe, a ver si te vas a pasar toda la tarde preguntando por el mismo tío, que aquí tenemos muchas cosas que hace, ¿eh? Que no es el mismo, cojones, compruébalo de una puta vez. Una vez verificados los datos, y sin pedir disculpas de ningún tipo, le obligan a bajar de la lechera y a largarse por donde ha venido. Es que hay que saber leer, que las tildes están para algo, le dice al policía a modo de despedida. Y mi porra también está para algo, así que o te vas largando o acabas siendo García en vez del dichoso apellido que tengas. No te lo voy a volver a repetir.

Vuelta con sus amigos con una anécdota más que contar y un concierto más que disfrutar. Lo demás es historia.


jueves, 5 de junio de 2025

Victoria Pelayo Rapado: "Reversibles"

 


Mi querida amiga Victoria Pelayo Rapado, Toya para l@s más cercan@s, hace unos meses que puso en el mercado su nueva obra, «Reversibles». Se trata de un conjunto de ocho relatos con el sello característico de la autora. Como este no es el primer artículo sobre ella que aparece en este humilde blog, haré un breve repaso a su biografía diciendo que es oriunda de Zamora y graduada en derecho, además de escritora. Tiene en su haber los premios Ciudad de la Laguna, en 1986, y el Miguel O. Rodríguez López, en 2016. Es una colaboradora habitual en el diario Hoy y lo ha sido en revistas como «Versión Original», «EÑE» o «La bolsa de pipas». Como ya he dicho, podéis leer referencias a otros libros suyos como «Orden», «Justo» o «Malos días» en este blog.




«Reversibles» arranca con «En la basura», y la trama, la singularidad de l@s personajes y la manera de describir las virtudes y vilezas de l@s mism@s te atrapa desde el primer párrafo. Puede que el hecho siempre atrayente, y a la vez escalofriante, pues ningun@s estamos lejos de acabar como ell@s, de que vivan en la indigencia que les proporciona la calle, tenga mucho que ver con esto. El contraste entre la opulencia de un@s y la miseria de los otr@s los separa tanto como los une en este relato. A ello hay que sumar la intriga que despierta en el protagonista una mujer que ha aterrizado recientemente a este modo obligado de vida. Todo un comienzo.




Conociendo la forma de escribir de Toya, lo digo con razón, y los temas que siempre le han atraído, «La apuesta» es un relato muy suyo. En una reunión con amig@s de toda la vida, con un invitado que os acaba de conocer de por medio, ¿te atreverías a apostar por quién de vosotr@s muere antes? Pues de eso va esta historia, de las envidias por parte de un@s a otr@s, sus peculiaridades personales, tanto físicas como de mentales, y sus deseos más oscuros. Realmente fascinante lo que consigue Toya en estas pocas páginas. El resultado de la apuesta, como comprenderéis, se encuentra en las mismas.




Solo con los dos primeros relatos, te enganchas a «Reversibles» sin forma alguna de volver atrás. Lo que sí hace la autora en su tercer corte, «Luisa en febrero» es cambiar de temática. Nos damos de bruces con la ruptura de una pareja donde todo parecía idílico hasta que, como suele pasar, deja de serlo. No sé si es buena idea compartir espacio con la pareja cuando esto sucede, pero aquí es lo que ocurre. Aquello que antes era fantástico ahora es agobiante, eso que no tenías en cuenta ahora te cae encima como una losa y lo que subía la autoestima te hace descender en un ascensor a cien kilómetros por hora. Todo hasta que no te queda otra que la persona que antes era tu amante, confidente y apoyo te da un portazo en las narices y te devuelve el llavero que le regalaste, entre otras cosas.




Llegamos al ecuador del libro con «Vecinos temporales». Que a la gente le encanta meterse en las vidas de los demás no es nada nuevo, ni en la realidad ni en la Literatura. Lo que suele ocurrir en estos casos es que la envidia, siempre he dicho que esta es el deporte nacional, acostumbra a estar detrás de este modus operandi. El ver feliz a alguien cuando tú, casi en la misma situación o pretendiendo alcanzar la de ese alguien, corroe hasta la médula. Y todas las alegrías de ell@s te amargan más aún la bilis, porque tú solo sabes criticar su manera de actuar, vivir o amar, algo que estás deseando y que nunca te atreves a hacer. Con frecuencia, este tipo de actitudes suelen acabar hundiéndote en trastornos tanto físicos como mentales, y si no que se lo digan a Irene.




«Pablo», título de la quinta entrega, trabaja desde los dieciséis en un desguace. Es el novio de Laura y, a pesar de que los padres de esta presumen de liberales, no es de su agrado. Y no les gusta porque, como la mayoría de los padres, quieren algo mejor para sus hij@s. Nunca sabremos qué es ese mejor. Lo que sí suele ocurrir es que el amor derriba barreras familiares y sociales, sobre todo cuando comienzas a vivir fuera de la casa de tus progenitores. Esto es lo que le ocurre a esta pareja hasta que a dichos padres no les queda otra que aceptar la situación y comérsela con patatas o como bien gusten. Todo visto desde la perspectiva de una hermana que alucina igual con el novio que con el comportamiento de sus familiares. Eso sí, hay cierto lugar de la casa que necesita urgentemente un cambio de distribución o un cerrojo.




Otra de las cosas que se llevan, se han llevado y se llevarán en esta vida son las apariencias. Hay que quedar bien delante de no sé quién, de fulanita, de tu jefe o de aquell@s con l@s que tengas que hacer negocios. De eso va precisamente «El acto». Cuando no te ha dado tiempo de arreglarte lo suficiente para asistir a una reunión super importante para tu marido, cuando la mitad o más de la gente que participa en dicho encuentro te cae como el culo, cuando no sigues los protocolos estrictos de estas celebraciones y acabas tomando alguna copa de más y, en particular, aparece alguien con quien tuviste una relación que te hace pensar que aún hay algo por lo que luchar, nada puede salir bien. A esta situación se tienen que enfrentar Alfonso y Carla, ella como verdadera protagonista y él como verdadero aparente, no vaya a ser que le salga mal el business que se trae entre manos. Este compendio de momentos e irreverencias llevarán a nuestro protagonista a sacar a relucir lo peor de sí mismo.




Tan real como cualquiera de los temas tratados con anterioridad en «Reversibles» puede ser lo que Toya nos narra en «El otro Mediterráneo». El avance del mar por el cambio climático o calentamiento global, llámalo como quieras, es algo que está ahí y va en aumento, por desgracia. Cuando cambias de residencia para largarte de una ciudad que te tiene hasta la coronilla de ruido, humo y ajetreo por una al borde del mar, con sus sonidos tan particulares, sus brisas, tormentas y olores, no te puedes imaginar que ese mismo mar termine por devorar tu sueño. Ahora solo te queda elegir entre volver a esa urbe que tanto te enloquece o terminar engullido por las aguas saladas del mar más famoso de Europa.




Para cerrar nos encontramos con «De repente, Musa». Aquí empiezo por el final, he deseado profundamente, como lector, que el desenlace de este relato fuera otro, pero, es Toya, como escritora, quien decide. La verdad es que estas páginas te ponen en un aprieto después de saber lo vivido y, ante todo, sufrido por la protagonista de las mismas. Hay muchos y muy diferentes tipos de venganza, pero el planteado aquí, en especial por la diferencia física de sus personajes, puede llegar a ser uno de los más dolorosos, sentimentalmente hablando. ¿Quién es Musa? ¿Por qué se le dedica el título? ¿Qué razones hay para que ablande el corazón de la vendetta? Pasad, leed y sacad vuestras propias conclusiones.



He de confesar que he tenido la esperanza de que tod@s l@s protagonistas de «Reversibles» terminaran mezclándose en no sé qué historia o momento. Me sigue gustando mucho la escritura de Toya. Espero que algún día le dé por hacer una novela o algo similar. Sin quitarle mérito al formato relato, lo digo porque cualquiera de los suyos podría convertirse en algo parecido. Enhorabuena, querida amiga. A seguir en la brecha en este arduo camino de las letras.




miércoles, 14 de mayo de 2025

Fermín Muguruza En Mérida

 






Gran noche la que nos ofreció Fermín Muguruza en Mérida, y no solo a nivel musical, que fue donde más. Soy de los que nunca llegó a ver a Kortatu por pura dejadez, por aquello de que ya los veré más adelante, y ese más adelante se difuminó para siempre. Sí que tuve ocasión de ver a Negu Gorriak, junto a la Banda Bassotti, en una semana grande de Bilbao. Y hasta ahora ni me hubiera imaginado que iba a tener la oportunidad de ver y vivir un concierto cuyo repertorio estuviera basado en estas dos grandísimas bandas, además de temas en solitario de Fermín. Cuando digo que esto fue algo más que un concierto, hago referencia a varias cosas. En primer lugar, al reencuentro con no sé cuánt@s colegas que hacía mil que no veía, y eso siempre es muy reconfortante. Después está todo lo referente al asunto político que rodea al músico vasco, algo que ha tenido que soportar con anterioridad en varias ocasiones y lugares, incluido Mérida. Esta vez no faltó la gansa, por no decir otra cosa, del partido con nombre de diccionario de la EGB y su charleta ultrapatriota. Y, por último, la buena organización del evento, a pesar de la larga cola para sacar tickets.




Después de saludar y pararnos decenas de veces, conseguimos entrar cuando el Reggae femenino de l@s paisan@s de Asina Önde echaba a andar. Como he dicho, no pude prestarles demasiada atención hasta la tercera o cuarta canción por lo de los tickets. Con Paloma Pascual al frente de un combo bien engrasado, fueron dejando caer temas como Sigo Caminando, La Mariposa o Verde, pertenecientes a su trabajo Entre la Encina Y La Jara. Se centraron en este disco durante el tiempo que tuvieron, sin dejar atrás el corte que le da título o Extrañas, además de una gran versión de I Shot The Sheriff, de Bob Marley. Todo interpretado por un grupo de músic@s que no se amilanó ante un público que estaba más a la espera de lo que vendría después que de ell@s. Por cierto, más tarde he comprobado que tanto Paloma como Esther, la encargada de la percusión, habían formado parte de Descalzas y tengo un muy buen recuerdo del concierto que dieron en Cáceres durante la celebración de un Orgullo LGTBIQ+. Me gustaron en ese momento y me han gustado ahora. Mucho ánimo y más suerte por esos escenarios.




Con todo el personal que invadía las afueras del recinto una vez dentro, comenzó el akelarre antifascista protagonizado por Fermín y un elenco de músic@s de muy alto calibre, como Lide Hernado a la guitarra y voz, Gloria Muriel a la batería o Xavi Solano al acordeón. Después de unas proyecciones donde pudimos ver el recorrido musical de Fermín a través de las portadas de algunos de sus discos, además de una pequeña proyección, dicho reparto de músic@s hizo su aparición en escena para interpretar Maputxe, antes de presentar por todo lo alto al solista vasco. La siguiente en caer fue Urrun, y no tardó en llegar la primera de Kortatu, que no fue otra que Hay Algo Aquí Que Va Mal. Está claro que las canciones de su banda primigenia iban a ser las más laureadas, pero otras como Balazalak o Berlin - Ulrike Meinhof sirvieron para que el ambiente fuera subiendo como la espuma antes de volver a atacar con La Línea Del Frente.



Saludos a tod@s l@s presentes y recuerdos a incidencias pasadas antes de continuar con In-komunikazioa y otro clásico de Kortatu como es Desmond Tutu. Llegados a este momento del concierto, se puede decir que la conexión entre banda y público era más que total, excepto la del típico que no para de hablar, como el que me tocó uno de estos justo detrás. Newroz sirvió para recordarnos la lucha del pueblo kurdo. Azoka Eguna nos trasladó a un día de mercado de barrio y con Euskal Herria Jamaika Clash pudimos disfrutar de Xavi Solano por primera vez en todo su esplendor. Vuelta a Kortatu con Nicaragua Sandinista, que puso todo patas arriba ante una peña que queríamos más de lo que él y su banda nos quisiera tocar, como Black Is Beltza, sonó tremenda. Volvió a Negu Gorriak con Hiri Gerrilaren Dantza, B.S.O. e Itxoiten sin olvidar su carrera en solitario con Bidasoa Fundamentalista.



Dos trallazos de Kortatu, Etxerat! y Zu Atrapatu Arte, consiguieron que acabáramos de sudar todo lo que nos quedaba por sudar como preludio de las tremendas Kolore Bizia y de Radio Rahim. Antes de pedirnos que interpretásemos a grito pelao la Internacional, no se olvidó de Dub Manifest. Pero cuando los grados subían hasta el techo de Ifeme era con Kortatu, y ahora tocaba El Último Ska De Manolo Rastamán, que fue pura entrega y diversión. Se dieron, y nos concedieron, un pequeño descanso antes de la grandísima Yalah, Yalah, Ramallah! y de Lepoan Hartu Ta Segi Aurrera, para dar paso a Xavi Solano y su acordeón en Gora Herria. Evidentemente, tod@s éramos conscientes de que en el momento en el que Fermín nos hablara de Sarri, Sarri aquello sería el final. Pero qué final, alargado hasta la eternidad con todas las gargantas del pabellón vociferando a pleno pulmón, al tiempo que l@s componentes de Asina Önde eran invitad@s a participar del broche final de este akelarre antifascista más que necesario en los tiempos que corren.



Muy grande Fermín Muguruza. A pesar de echar en falta algún tema mítico, ofreció un concierto donde tod@s l@s músic@s que le acompañan tuvieron su momento de protagonismo. No pasó por alto los conflictos en distintos lugares del planeta, como Palestina o el ya mencionado Kurdistán, así como el recuerdo de su hermano Iñigo, el apoyo de la peña de Andalucía en sus visitas por el sur o la lucha que tenemos por estos lares ante las aperturas de las minas de litio y otros minerales que nos quieren cascar en distintos puntos de la región. Eskerrik Asko por una noche inolvidable de buen rollo, buena compañía y mejor música.






 


miércoles, 7 de mayo de 2025

Texto Mandrílico Mayo 2025

 

TRANSFORMACIÓN  


Me pasé tanto tiempo recibiendo halagos de Ese al que reza hoy la mayoría de la humanidad, que me aburrían las impertinencias de aquellos que me pedían que intercediera por sus intereses en su presencia. En el fondo, a cualquiera de estos pedigüeños lo único que les empujaba a rogar era la más infame de las envidias, si es que esta se puede calibrar de alguna manera. Así que para evitar sus requerimientos y la grandilocuencia de Aquel que me creó como la luz más bella, pasaba jornadas y jornadas enteras paseando por el Edén, caminando de aquí para allá durante el día hablando con los pobladores de este singular espacio hasta hacerme amigo íntimo de la serpiente, siempre a la espera de alcanzar la flor que nace a la luz de la luna durante pocas noches. Jamás he sentido semejante atracción por nada.

Después de incontables madrugadas, permanecí inmóvil delante de aquel impenetrable rosal, contemplando cómo la más bella de las flores surgía en sus profundidades, arropada por aquella maraña de espinas, hojas y ramas. Era de un negro tan puro que me hechizaba solo con mirarla. Permanecí rígido de emoción hasta convencerme de que aquel ser fascinante no podía crecer más. Entonces, con mi brazo, fui apartando todo aquello que le servía de barrera protectora, al tiempo que gotas de sangre resbalaban por el blanco de mi piel. Aguanté el mayor de los dolores antes sentido hasta extender mi dedo índice y, con la uña del mismo, cortar el tallo de tan hermosa flor.

Henchido de emoción, y con la única intención de ofrecérsela como presente a mi creador, corrí como un poseso hasta su presencia. Cuál fue mi sorpresa que, en un ataque más de soberbia, y sin que yo me hubiera enterado, había convocado a todos los seres que habitaban aquellos parajes. No faltaba nadie, unos a sus pies, otros encima de las nubes y alguno a su espalda. Al notar mi presencia, pude contemplar su frente y su mirada inquisitiva, pues yo, el ser de luz más bella y pura que jamás hubo creado, le hacía esperar y peor aún, sin que fuera consciente de ello. A sabiendas de su carácter colérico, me fui acercando poco a poco con el brazo maquillado de puntos rojos y la rosa negra prendida en mi mano. En tanto que avanzaba, todas las miradas se posaban en aquellos pétalos oscuros, arrebatándole el protagonismo al mismísimo Creador. Casi a punto de entregarle mi regalo, Él preguntó con toda la furia de sus pulmones: «¿Quién como yo?». Todas las miradas volvieron a posarse en su semblante. Un silencio aplacó suspiros, y una corriente de aire gélido heló gestos. Sin pensarlo demasiado, con esa permisibilidad que siempre me había concedido, contesté un simple y rotundo «Yo».

Él le soltó un manotazo a la rosa enviándola al rincón más lúgubre del universo. Y sin apenas un segundo de diferencia, me señaló acusándome de una insolencia desconocida hasta ese instante por mi parte. Mostró toda su fuerza, ira y poder para arrojarme desde lo más alto del cielo a lo más insondable del inframundo. Mientras descendía, aquellos que yo consideraba mi cohorte caían conmigo. Y no solo eso, mi piel blanca se fue tornando en un rojo intenso, y mi propio físico se transformaba de tal manera que el anterior ha quedado escondido al lado mi anhelada rosa negra. Ya pocos me recuerdan como Luzbel, pues, desde aquel momento, la mayoría temen mencionar mi actual nombre, Lucifer.


lunes, 21 de abril de 2025

Eliseo García - Javier Urrera: "Días De Inmortalidad"

 




Este Días de inmortalidad, de Eliseo García y Javier Urrea, se encuadra en, digamos, esa saga de cómics donde l@s protagonistas están inspirados en aquell@s que vivimos la época que trata sus páginas envuelt@s en una música que lo era todo para nosotr@s, para mí lo sigue siendo, el Rock.





Eliseo es un madrileño contador de historias, como él mismo se define, licenciado en periodismo, colaborador en España de Schweizer Radio und Fernsehen (SRF), principal emisora pública de radio de Suiza y director, productor y guionista del cortometraje New Order Global Economy y del documental Don Quijote vive aquí. A esto hay que añadir su trabajo como reportero y editor en la Agencia Efe en Oriente Medio, África y corresponsal en los premios Oscar y los festivales de cine de Cannes, Venecia, Donostia y Marraquech. Tiene en su haber publicaciones como El magnífico libro de las ballenas, Tengo una banda de Rock, El misterioso caso de los animales extinguidos o El magnífico libro de los gatos, entre otros títulos. En cuanto al dibujante Javier Urrera, es un serigrafista profesional que ha trabajado como ilustrador para distintas editoriales y ha publicado un par de fanzines.





Días de inmortalidad sitúa su trama en el Madrid de mediados de los 80 del siglo pasado, en uno de esos tantos barrios donde la precariedad laboral, el alcoholismo, la heroína y la falta de futuro corrían por sus calles a su antojo. Está protagonizado por una pandilla de chic@s, Mugre, Rata, Chino, Rocky, Beli o Chicle, por nombrar algun@s, que bucean entre toda esa vorágine sacando la cabeza de vez cuando fumando porros, con alguna que otra raya de speed, bebiendo litros de cerveza, soñando con follar y pasando las noches en los bancos de cualquier parque y, excepcionalmente, en alguna de las discotecas Heavys de la ciudad. Cada cual con sus problemas familiares, su manera de entender el mundo y sus aspiraciones mezcladas con esa fuerza y compromiso que daba el grupo de colegas o basca, como se llamaba en su momento.





Hasta aquí todo correcto, pero he de reconocer que su lectura me ha resultado un poco agridulce. Y lo digo como alguien que vivió esa época con intensidad, pues podría haber sido cualquiera de esos chicos que protagonizan sus viñetas. El trabajo gráfico de Javier me ha parecido excepcional. El color, los rasgos de cada personaje y todo lo referente a los exteriores están más que conseguidos. Es en lo que respecta al guion donde he sentido esos altibajos. Como dije al principio de este humilde artículo, este no es el primer cómic que leo sobre esta temática y, aunque las comparaciones son odiosas, pues cada autor enfoca su obra desde su propio prisma, sí que he echado en falta algunos detalles, otros no me han cuadrado del todo y alguno me han parecido fantásticos.





Está claro que el curro que se han metido para realizar estas páginas es algo a resaltar, sobre todo en cuanto a carteles de las calles, qué ilusión me ha hecho ver el de Deep Purple en el Rayo Vallecano, mi primer concierto de un grupo de fuera, lugares míticos, como la Canciller o El Rastro, a la ropa, los conciertos o las referencias a cómics de la época con la aparición de las portadas de los mismos. Me ha gustado mucho cómo trata el tema de la homofobia y el hecho de que en nuestros grupos no tod@s eran Heavys, también había punkis, a pesar de los roces existentes entre estos dos grupos, y algún que otro rumbero, sobre todo porque lo normal es que nos conociésemos desde la infancia. A su vez, está muy tratada la cuestión de cómo cada un@ se buscaba la vida como bien podía, algun@ trapicheando, otr@s en negocios familiares y l@s no menos estudiando, con pocas o muchas esperanzas en su resultado, siempre con la sombra de la mili sobrevolando sus días. Ahora bien, he echado en falta varias cosas entre las que destacaría el hecho de que no haya ninguna chica Heavy, rockera, punky o como lo quieras llamar. Sí que es verdad que lo l@s tecno para nosotr@s eran lo peor del mundo, pero también es verdad que en la mayoría de las pandillas había varias mujeres que amaban este rollo tanto como lo tíos. Aquí la presencia de chicas rockeras es nula y eso es algo que no se puede pasar por alto. Otro asunto es el ya mencionado de la heroína. Y no me refiero a algo externo a nuestros grupos, como se trata en estas páginas, sino como algo que hizo estragos dentro de nuestras pandillas, pues más de un@ se quedó atrás, por decirlo suavemente, por esta plaga que arrasó ciudades y pueblos del Estado.





En conclusión, Días de inmortalidad es un buen documento gráfico acerca de unos años que ya no volverán y que no fueron ni mejores ni peores que los que les ha tocado vivir a l@s adolescentes actuales, muy conseguido el comentario de las páginas finales acerca de la música que est@s escuchan actualmente. Recomendable cien por cien para tod@s l@s que vivimos esa época porque cualquiera nos vemos reflejad@s en Pepepótamo, Francis o Mono, y para aquell@s que quieran saber que en cualquiera de nuestros rincones y esquinas existía algo que poco tenía que ver con la manida «Movida madrileña». De todos los personajes, personalmente, me quedo con Tarzán y sus dudas existenciales, las mismas que teníamos los gays rockeros en su momento y que, la mayoría, supimos dejar atrás siempre acompañados por la música que, como bien dicen Tahúres Zurdos, siempre nos ha sido fiel. Eliseo y Javier, mi más sincera enhorabuena.