martes, 12 de enero de 2016

Tomás Pavón: "El Novio De Betty Boop"









Esta nueva obra de Tomás Pavón, ilustrada por Pablo Pámpano Vaca, es, a pesar de que pueda sonar exagerado, una pequeña joya. Tomás es conocido por su trabajo como columnista en el diario Hoy, trabajo que se ve reflejado en su “Almanaque”, así como por el poemario “El Cuaderno De Corto Maltés” o la novela “El Desván De La Memoria” ambientada de manera particular en los últimos años del franquismo. En cuanto a Pablo, he de reconocer que ha sido todo un descubrimiento para mí. Madrileño de nacimiento, este ilustrador destaca por su singularidad reflejada en exposiciones del calibre de “Plaza De Toros” o “Dibujo Para La Poesía Y Los Niños”. A esto hay que sumarle las ilustraciones de algunos cuentos de José María Jurado o un primer premio en carteles de Las Ventas por su obra “De Ladrillo Y Flores”. Vuelvo a repetir que su labor en este libro es realmente extraordinaria pues añade mucho más ritmo al ya de por sí impreso en estas páginas.



“El Novio De Betty Boop” quedaría resumido perfectamente en el párrafo donde el autor hace referencia al hilo de Ariadna. Cuatro líneas que reflejan con exactitud el contenido de estas páginas. El viaje de vuelta del trabajo de N, el protagonista, en la tienda de discos Liverpool, hasta su residencia en un barrio de la periferia llamado Las Cañadas es el hilo conductor de este compendio de reflexiones, vivencias y percepciones.



N es uno de los tantos universitarios de este Estado que, una vez acabada la carrera, se ve abocado a dejarse el pellejo en trabajos de mala muerte con la esperanza de que algún día suene su flauta y pueda dedicarse a lo suyo. Con aspiraciones de escritor hace de algunos de los lugares que atraviesa durante su viaje urbano el escenario de esa novela que siempre está dispuesto a llevar a cabo pero que, por una razón u otra, se queda dando vueltas en su cabeza. Su novia, Betty Boop, tiene su estancia a miles de kilómetros de él, razón que les lleva a comunicarse mediante las nuevas tecnologías. De este modo, aparecerán en la relación los miedos propios de la distancia. Podréis pensar que este famoso personaje de cómic es el centro donde se fija la aguja del compás de este relato, pero no deja de ser una más de las personas cercanas a N que aparecen en el mismo.



Nuestro protagonista convive con su octogenario abuelo, su padre rockero-motero y su hermano mayor dedicado por entero a las artes plásticas. Las vidas de cada uno de ellos, mezcladas con las visiones urbanas que N tiene durante su vuelta al barrio, serán una de las claves para engancharte a estas hojas. Pavón no se queda en la superficie de esas vidas que bien podrían ser las de cualquiera de los habitantes del suburbio al que llama Las Cañadas. Se vale de ellas para hacer todo un repaso a temas culturales tan exquisitos como la música, desde el Rock hasta el Jazz pasando por el Indie, tribus urbanas, actuales y anteriores, como flapers, vamps, neogóticos, okupas, neonazis o hiphoperos, además de escritores de la talla de Cortázar, Valle-Inclán o Juan Ramón Jiménez. A esto le suma toda una serie de reflexiones, en boca o mente de uno u otro personaje, sobre el amor, los viajes o la propia vida. Todo esto lo consigue con entradas rápidas y poco extensas que vienen a cuento según N se encuentre en un lugar u otro de su periplo ciclista.



Para mí esa es la esencia de este libro. La cantidad de temas que aborda de manera simple pero directa. Esto lo convierte en un pequeño manual de temas que hace que te sientas reconfortablemente informado además de agrandar tu aprendizaje en temas que te pueden resultar familiares o novedosos. Me lo he pasado en grande reconociendo discos, escritores o estilos, pero me ha resulta mucho más interesante todo lo que aprendido de nuevo sobre temas pasados. Hay momentos donde la mezcla de realidad, como es la vida en el propio barrio, con esas reflexiones filosóficas son de una exquisitez superior. De este modo te darás cuenta de que no siempre hacen faltan cientos de páginas para aglutinar tantos temas y hacerlo de manera tan cercana.



 Hace tiempo que Tomás Pavón se pasó por nuestra tertulia literaria, “La Croqueta”, y como ejercicio de escritura para ese encuentro nos pidió que reflejásemos las sensaciones de un ciclista urbano en una de sus salidas por la ciudad. Pues bien, después de leer esta obra entiendo su petición. Atreveos a conocer al novio de Betty Boop y acabaréis reconociéndoos a vosotros mismos en alguno de sus pasajes, así como a cualquiera de las ciudades o urbes donde residáis o haya pasado por vuestras vidas.



Quiero cerrar este artículo felicitando a los responsables de la editorial “Letras Cascabeleras” por su encomiable labor. Víctor, Vicente y compañía, lo vuestro es para quitarse el sombrero y ponerse a bailar con cualquiera de los temas, o discos, que aparecen en “El Novio De Betty Boop”. Mi más sincera enhorabuena tanto al autor como al ilustrador y a los editores. Espero que caigan en mis manos muchos más libros como este.



“Cada lugar de la ciudad parece imponer una cadencia, cada entorno parece requerir una tonalidad, hasta cada circunstancia parece aparejar su propia inflexión”.




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