miércoles, 20 de septiembre de 2017

Homenaje A Triana En Moraleja (Cáceres)








Pasar una jornada entera con amig@s de toda la vida siempre es algo gratificante. Si a eso le añades el hecho de que vas a conocer a un puñado de gente, buena gente, y que la razón de ese encuentro no es otra que homenajear a una de las bandas claves del Rock Estatal como es Triana, es imposible que no acabes disfrutando por completo de dicha jornada. No puedo empezar esta crónica de otra manera que agradeciendo y reconociendo la gran labor llevada a cabo por Fernando López y Diana Carrero, organizadores de este evento. Dos personas que se embarcaron en esta aventura alentadas por la pasión que sienten por la banda sevillana. Normal que ambos estuvieran todo el día de los nervios, pues era la primera vez que se metían en un embrollo de este tipo y los temores siempre están ahí. La cuestión es que todo salió a pedir de boca, incluso la asistencia. Cabe destacar que parte de la recaudación se destinaría a la Asociación ASPACE de ayuda a personas con parálisis cerebral.




Llegaríamos a Moraleja alrededor de la una de la tarde. Después de tomar algo en la pequeña tasca que Diana tiene en el Mercado de Abasto, fuimos a comer con algun@s de l@s asistentes al evento, incluido mi amigo Javier que me dio cobijo ese día y noche. Comida distendida en uno de los restaurantes del pueblo, recomendado por el organizador Fernando, y obligada siesta para tomar fuerzas ante los que se nos vendría encima. Antes de acercarnos al recinto donde se celebraría el concierto estuvimos dando un paseo por las calles del lugar atraídos por la cantidad de murales, entre los que destaca el de Triana, que hay repartidos por las mismas. Me gustó mucho esta forma de dar vida a viejos sitios del pueblo ya que les da un punto muy atractivo a todos ellos. Otro de los sitios destacables de Moraleja es toda la zona verde que se han currado en la margen derecha del río Rivera de Gata. Un lugar donde puedes disfrutar del baño tanto en el propio río como en una piscina aledaña. También hay un par de chiringuitos y un paseo para disfrute tanto de lugareñ@s como de foraster@s.






Hicimos una cena rápida en el mismo restaurante del almuerzo, no por el tipo de comida sino, más bien, por las prisas por llegar al Recinto Ferial a la hora prevista para el comienzo del concierto. Allí nos encontramos con la primera y más gratas de las sorpresas, la respuesta del público. Diana me contaba por la mañana que esperaban reunir al menos a trescientas personas para que aquello fuera rentable. Yo creo que lo consiguieron con creces. A ésto hay que sumar los precios populares de la barra y la buena organización del evento en general. Quizás lo peor fue el tema de los servicios, pero hay que aclarar que éstos estaban totalmente fuera de las competencias de los organizadores ya que eran los mismos que los que usan l@s bañistas del lugar. Por lo demás, vuelvo a repetir, todo sobresaliente, tanto en sonido como en luces.





Alrededor de las once de la noche tomaron las tablas los integrantes de la banda sevillana Athriana. Comenzaron su show con un tema tan emblemático como es “En El Lago” y de ahí en adelante fueron desgranando, poco a poco, parte del repertorio de Triana. A la frialdad propia de los comienzos de algunos conciertos hubo que añadir el frío atmosférico que soportamos l@s presentes durante todo el evento. Athriana nos fue calentando con el buen hacer de sus guitarristas y demás músicos a la hora de interpretar clásicos tan potentes como “Luminosa Mañana”, “Rumor” o “Una Noche De Amor Desesperada”. A mitad de su actuación, tanto por la entrega del grupo como por el arremolinamiento del personal, parecía que el frío se había desvanecido por completo. Tuvieron algunos problemas técnicos durante la ejecución de “Hijos Del Agobio” o “Sr Troncoso”, pero supieron salir bien del atolladero. Este tipo de obstáculos son los típicos de los conciertos y ellos los solventaron echándole muchas ganas a cortes como “Quiero Contarte”, “Abre La Puerta” o “Diálogo”. Así hasta llegar a “Tu Frialdad”. Muy buenos Athriana, típica banda tributo que intenta acercarse con la mayor fidelidad posible a la banda, valga la redundancia, original, en este caso Triana. No por ellos tienen menos mérito porque la complejidad de las canciones del grupo de Jesús De La Rosa está fuera de duda y tocarlas de la manera que hicieron ellos siempre es de agradecer.





EL Callejón Del Duende, acompañados por el teclista José Carlos, ahora Alas Blancas, no tuvieron tanta suerte en su concierto como sus predecesores. Me refiero a que comenzaron con muchos problemas técnicos, que solventaron a los pocos minutos de su inicio, y gozaron de menor público durante su actuación. No es que lo hicieran mal, al revés, me encantó el toque tan fresco y novedoso que le dan los temas, pero pienso que el hecho de que la mayoría de las canciones fueran, evidentemente, las misma que habían tocado Athriana restó interés a l@s presentes. Esto, unido al frío de la noche en Moraleja, hizo que nos quedásemos allí alrededor de ochenta personas, notándose, de esta forma, el bajón de asistencia. Como se suele decir en estos casos, ell@s se lo perdieron. Lo digo bien clarito porque me pareció una banda que ajusta sonidos de clásicos como “Sé De Un Lugar” o “Recuerdos De Una Noche”, por nombrar algunos, a otros mucho más actuales sin que pierdan un ápice de fuerza. Si a esto le sumas la gran labor de sus integrantes, para mí el guitarra Francisco Arco fue lo mejor de la noche, podías sentir que temas del calibre de “Desnuda La Mañana” entraban en otra dimensión. Cayeron otros muchos clásicos, nombrados e interpretados con anterioridad, durante el show de estos granadinos, pero todos interpretados con ese toque distinto que hace de ellos lo que se conoce normalmente como buenas versiones.





Enhorabuena a ambos grupos y felicidades a l@s organizadores. El sábado, 16 de Septiembre de 2017, el espíritu de Jesús De La Rosa y sus Triana estuvo presente en Moraleja para volver a transportarnos a esas atmósferas que sólo él y sus dos acompañantes, Eduardo y “Tele”, sabían conseguir. Triana ha sido una de mis bandas preferidas de siempre. Bandas de esas que ni sabes desde cuándo la llevas escuchando y que te trae tantos recuerdos y sentimientos que sólo con oír sus canciones, más si es a través de grupos como Athriana o El Callejón Del Duende, se te remueve el alma. 


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