Pasar una jornada entera con amig@s de toda la vida siempre
es algo gratificante. Si a eso le añades el hecho de que vas a conocer a un
puñado de gente, buena gente, y que la razón de ese encuentro no es otra que
homenajear a una de las bandas claves del Rock Estatal como es Triana, es
imposible que no acabes disfrutando por completo de dicha jornada. No puedo
empezar esta crónica de otra manera que agradeciendo y reconociendo la gran
labor llevada a cabo por Fernando López y Diana Carrero, organizadores de este
evento. Dos personas que se embarcaron en esta aventura alentadas por la pasión
que sienten por la banda sevillana. Normal que ambos estuvieran todo el día de
los nervios, pues era la primera vez que se metían en un embrollo de este tipo
y los temores siempre están ahí. La cuestión es que todo salió a pedir de boca,
incluso la asistencia. Cabe destacar que parte de la recaudación se destinaría
a la Asociación ASPACE de ayuda a personas con parálisis cerebral.
Llegaríamos a Moraleja alrededor de la una de la tarde.
Después de tomar algo en la pequeña tasca que Diana tiene en el Mercado de
Abasto, fuimos a comer con algun@s de l@s asistentes al evento, incluido mi
amigo Javier que me dio cobijo ese día y noche. Comida distendida en uno de los
restaurantes del pueblo, recomendado por el organizador Fernando, y obligada
siesta para tomar fuerzas ante los que se nos vendría encima. Antes de
acercarnos al recinto donde se celebraría el concierto estuvimos dando un paseo
por las calles del lugar atraídos por la cantidad de murales, entre los que
destaca el de Triana, que hay repartidos por las mismas. Me gustó mucho esta
forma de dar vida a viejos sitios del pueblo ya que les da un punto muy
atractivo a todos ellos. Otro de los sitios destacables de Moraleja es toda la
zona verde que se han currado en la margen derecha del río Rivera de Gata. Un
lugar donde puedes disfrutar del baño tanto en el propio río como en una
piscina aledaña. También hay un par de chiringuitos y un paseo para disfrute tanto de
lugareñ@s como de foraster@s.
Hicimos una cena rápida en el mismo restaurante del almuerzo, no por el tipo de
comida sino, más bien, por las prisas por llegar al Recinto Ferial a la hora
prevista para el comienzo del concierto. Allí nos encontramos con la primera y
más gratas de las sorpresas, la respuesta del público. Diana me contaba por la
mañana que esperaban reunir al menos a trescientas personas para que aquello
fuera rentable. Yo creo que lo consiguieron con creces. A ésto hay que sumar
los precios populares de la barra y la buena organización del evento en
general. Quizás lo peor fue el tema de los servicios, pero hay que aclarar que
éstos estaban totalmente fuera de las competencias de los organizadores ya que
eran los mismos que los que usan l@s bañistas del lugar. Por lo demás, vuelvo a
repetir, todo sobresaliente, tanto en sonido como en luces.
Alrededor de las once de la noche tomaron las tablas los
integrantes de la banda sevillana Athriana. Comenzaron su show con un tema tan
emblemático como es “En El Lago” y de ahí en adelante fueron desgranando, poco
a poco, parte del repertorio de Triana. A la frialdad propia de los comienzos
de algunos conciertos hubo que añadir el frío atmosférico que soportamos l@s
presentes durante todo el evento. Athriana nos fue calentando con el buen hacer
de sus guitarristas y demás músicos a la hora de interpretar clásicos tan
potentes como “Luminosa Mañana”, “Rumor” o “Una Noche De Amor Desesperada”. A
mitad de su actuación, tanto por la entrega del grupo como por el
arremolinamiento del personal, parecía que el frío se había desvanecido por
completo. Tuvieron algunos problemas técnicos durante la ejecución de “Hijos
Del Agobio” o “Sr Troncoso”, pero supieron salir bien del atolladero. Este tipo
de obstáculos son los típicos de los conciertos y ellos los solventaron
echándole muchas ganas a cortes como “Quiero Contarte”, “Abre La Puerta” o
“Diálogo”. Así hasta llegar a “Tu Frialdad”. Muy buenos Athriana, típica banda
tributo que intenta acercarse con la mayor fidelidad posible a la banda, valga
la redundancia, original, en este caso Triana. No por ellos tienen menos mérito
porque la complejidad de las canciones del grupo de Jesús De La Rosa está fuera
de duda y tocarlas de la manera que hicieron ellos siempre es de agradecer.
EL Callejón Del Duende, acompañados por el teclista José
Carlos, ahora Alas Blancas, no tuvieron tanta suerte en su concierto como sus
predecesores. Me refiero a que comenzaron con muchos problemas técnicos, que
solventaron a los pocos minutos de su inicio, y gozaron de menor público
durante su actuación. No es que lo hicieran mal, al revés, me encantó el toque
tan fresco y novedoso que le dan los temas, pero pienso que el hecho de que la
mayoría de las canciones fueran, evidentemente, las misma que habían tocado Athriana
restó interés a l@s presentes. Esto, unido al frío de la noche en Moraleja,
hizo que nos quedásemos allí alrededor de ochenta personas, notándose, de esta
forma, el bajón de asistencia. Como se suele decir en estos casos, ell@s se lo
perdieron. Lo digo bien clarito porque me pareció una banda que ajusta sonidos
de clásicos como “Sé De Un Lugar” o “Recuerdos De Una Noche”, por nombrar
algunos, a otros mucho más actuales sin que pierdan un ápice de fuerza. Si a
esto le sumas la gran labor de sus integrantes, para mí el guitarra Francisco
Arco fue lo mejor de la noche, podías sentir que temas del calibre de “Desnuda
La Mañana” entraban en otra dimensión. Cayeron otros muchos clásicos, nombrados
e interpretados con anterioridad, durante el show de estos granadinos, pero
todos interpretados con ese toque distinto que hace de ellos lo que se conoce
normalmente como buenas versiones.
Enhorabuena a ambos grupos y felicidades a l@s organizadores.
El sábado, 16 de Septiembre de 2017, el espíritu de Jesús De La Rosa y sus
Triana estuvo presente en Moraleja para volver a transportarnos a esas
atmósferas que sólo él y sus dos acompañantes, Eduardo y “Tele”, sabían
conseguir. Triana ha sido una de mis bandas preferidas de siempre. Bandas de
esas que ni sabes desde cuándo la llevas escuchando y que te trae tantos
recuerdos y sentimientos que sólo con oír sus canciones, más si es a través de
grupos como Athriana o El Callejón Del Duende, se te remueve el alma.
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