lunes, 7 de agosto de 2017

Javier De Isusi: "Asylum"






En el año 2015 la colaboración entre el autor de cómics Javier de Isusi y CEAR-Euskadi (Comisión Española De Ayuda Al Refugiado De Euskadi) dio como resultado esta tremenda obra que lleva por título “Asylum”. Todo ésto se desarrolló dentro del marco de la iniciativa “Memorias compartidas: una mirada al derecho de asilo desde las experiencias del exilio durante la guerra civil y el franquismo” desarrollada por la propia CEA-Euskadi en coordinación con Gernika Gogoratuz, el apoyo de la Agencia Vasca de Cooperación y la Dirección de Víctimas y Derechos Humanos de Gobierno Vasco. Hasta aquí todo puede parecer de lo más normal, pero el hecho que de que sea un cómic el formato elegido para poner en pie esta iniciativa digamos que es lo que hace aumentar su atractivo.






Javier estudió arquitectura en San Sebastián y Lisboa. Ejerció dicha profesión durante un tiempo, antes de embarcarse en un largo viaje que acabaría siendo el punto de partida para dedicarse a su gran vocación, los cómics. Descubrí a Javier de Isusi con su saga “Los Viajes De Juan Sin Tierra”, donde refleja todo lo vivido durante ese iniciático viaje, y desde ese instante me dije a mí mismo que estaba seguro de que se iba a convertir en uno de mis autores preferidos dentro del mundo de las viñetas. Siguió atrapándome con “He Visto Ballenas”, obra de la que también tenéis una reseña dentro de este blog, y con “Asylum” ha conseguido que aquello que era pura intuición se haya hecho realidad. Javier de Isusi es, sin duda alguna, uno de los grandes valores actuales del cómic estatal y europeo. Otra cosa es que se le reconozca como tal, pero esa es la eterna lacra que llevamos arrastrando por estos lares desde no sé ni cuántas décadas. Como se suele decir en estos casos: “Si no hacéis por conocerle… vosotr@s os lo perdéis”.





Marina es una anciana de 94 años a la que sus hijas han metido en un asilo. Su vida se truncó radicalmente cuando tenía 15 años durante el bombardeo aéreo de Otxandio, primer gran bombardeo del bando sublevado sobre la población civil durante la Guerra Civil. Así comienza a relatar su historia a su nieta Mailen durante una de las visitas que ésta le hace. La vida de Marina se ve marcada por el exilio desde dicha localidad vizcaína hasta Francia, el viaje desde allí hasta Barcelona para, con los años y el devenir de la contienda, volver a exiliarse formando parte de esas interminables filas de gente que buscaba refugio en el país galo encontrándolo con los campos de concentración que delimitaban las alambradas a la espalda y el Atlántico en el horizonte. Ella consigue salir de este horrible lugar gracias a un convenio entre el gobierno de Venezuela y el gobierno vasco en el exilio. Durante todo este periplo os enteraréis, siempre bajo las incisivas viñetas de Isusi, del porqué de muchos de estos acontecimientos, así como de todo lo vivido y sufrido por Marina durante los mismos.





L@s otr@s protagonistas de esta historia son Aina, una nigeriana que se ve atrapada en una red de prostitución después de acceder a sus propuestas de “libertad” ante la obligación de matrimonio con un hombre mucho mayor que ella por parte de su familia. Después encontraremos a Chistopher Wekesa, un gay de origen ugandés que abandona su país por la presión social y gubernamental del mismo sobre este colectivo para acabar en la capital de Kenia y de allí seguir su rumbo hasta estos contornos. Todo por ser “Machuga” y no querer vivir escondido. A ell@s se les unen Sanza Adzuba, que salió pitando de la guerra de su Congo natal para vivir mil y una experiencia, como mujer y exiliada, hasta conseguir arribar en la costa de Melilla, e Imelda, una periodista de Ciudad Juárez amenazada por dar voz a todas esas mujeres que pierden a sus hijas, hermanas y familiares como parte del feminicidio que sufren en este país. Cuatro historias que te pondrán de frente a la realidad que tienen que vivir, actualmente, millones de seres humanos en todo el planeta.




Pero… ¿qué tienen en común todas estas personas aparte de ser exiliad@s y haber solicitado asilo, con mejor o peor resultado?  Ahí es donde entra en juego Javier de Isusi. Él consigue enlazar estas cinco historias de tal manera que pasan de ser algo individual y, aparentemente, personal a algo colectivo y de mucha mayor envergadura. Este es el gran logro de esta obra, el hacernos ver y reflexionar acerca de cómo con el paso del tiempo lo que único que han cambiado son los escenarios y la procedencia de l@s exiliad@s. El resultado y trato por parte de las autoridades de esos países que alardean de defender los Derechos Humanos es exactamente el mismo. Algo que Javier refleja de manera excepcional en alguna que otra de sus viñetas.






A todo esto hay que añadir el epílogo por parte de l@s componentes de CEAR-Euskadi donde podréis enteraros de muchos de los datos que los canales ordinarios de información se quedan en sus cajones. Digamos que esta parte te acabará de tocar la fibra sensible que aún te quede. Vivimos en un mundo cada vez más militarizado done los Derechos Humanos han dejado de ser papel mojado para convertirse en desechos que vagan por miles de cisternas que los vomitan diariamente en crecientes vertederos de basura. Imaginamos que esas cosas ocurren en países lejanos mientras creemos vivir en una cápsula de seguridad cada vez más resquebrajada por nuestra falta de humanidad. Creemos que la Historia que pasó no puede volver a repetirse por el simple hecho de que ya ocurrió y no nos damos cuenta de que nunca ha dejado de ocurrir. El olvido casado con la indiferencia forma el matrimonio perfecto de nuestros días. Cada vez que veo las imágenes de l@s refugiad@s siri@s, de l@s inmigrantes african@s y american@s saltando vallas de concertinas y fronteras de muros deseo con todas mis fuerzas no tener que pasar nunca por algo así porque, en el caso de que ocurriera, no deberíamos extrañarnos de que nos tratasen igual que nosotr@s a ell@s. Al menos siempre nos quedará la esperanza de que, con o sin el reconocimiento del estatus de refugiad@,  siempre habrá alguien que te dé un abrazo en el exilio. Gracias a Javier De Isusi por su obra y a CEAR-Euskadi por su tremenda labor.




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